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Ledesma


El pasado jueves se realizaron movilizaciones en todo el país a 47 años de La Noche del Apagón de Ledesma. En Plaza de Mayo se llevó adelante la Ronda de las Madres y, en simultáneo, organizaciones sociales y políticas marcharon hacia la sede de la empresa Ledesma en CABA para exigir justicia por las y los desaparecidos. Además, repudiaron al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, precandidato a vicepresidente de la Nación. Redacción: Carlos Rodríguez / Camila CataneoEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Bárbara Barros/La Retaguardia Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, fue la única oradora del acto y se encargó de señalar al empresario impune que fue el principal responsable de los secuestros masivos ocurridos el 20 de julio de 1976, en la localidad jujeña de Libertador General San Martín. Taty le puso voz al mensaje de organizaciones gremiales, sociales, políticas y de derechos humanos que homenajearon a las víctimas, al cumplirse 47 años de La Noche del Apagón, uno de los episodios más terroríficos ocurridos durante la dictadura civil, militar y eclesiástica de 1976.    Taty, en nombre de todos los firmantes, recalcó que en este nuevo aniversario de La Noche del Apagón, el gobernador de Jujuy y precandidato a vicepresidente de la Nación, Gerardo Morales, “descarga una feroz represión sobre el pueblo jujeño que se manifiesta pacíficamente en las calles en defensa de sus derechos lo que nos retrotrae a un pasado de terror que creíamos haber superado tras 40 años de democracia”.  El acto, que había comenzado en la Plaza de Mayo, en la tradicional ronda de los jueves, se trasladó a Corrientes y Reconquista, frente al edificio donde tiene su sede en Buenos Aires la empresa propietaria del Ingenio Ledesma, de la que el fallecido Blaquier fue su cara visible al momento de recibir las dádivas del proceso militar.  El rostro del genocida Blaquier permaneció oculto por la complicidad del Poder Judicial, que en marzo de 2015 dictaminó “la falta de mérito” del empresario y de su gerente en el Ingenio Ledesma, Alberto Lemos, en la causa por la desaparición de 29 trabajadores y trabajadoras de la empresa.    “Hoy homenajeamos y ofrecemos nuestro reconocimiento a las víctimas del horror en Ledesma”, dijo Taty Almeida. Y gritó el “presente, ahora y siempre” por las víctimas de La Noche del Apagón y por las y los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos.  Los cánticos de la multitud movilizada, acallaron por unas horas el “ruido del dinero”, que predomina en una zona de la Ciudad de Buenos Aires donde tienen su bunker la Bolsa de Comercio y las sedes centrales de los bancos y entidades del poder financiero que explota al pueblo trabajador.  El documento que leyó Taty fue firmado, entre otras organizaciones, por Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, HIJOS Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.  La exigencia fue que cese la persecución política y judicial de quienes se manifiestan por sus derechos” y que se disponga “la reparación a las víctimas de la represión policial, la libertad de los presos políticos y la derogación de la ilegítima reforma constitucional” hecha a dedo por Morales. Por esa razón, en el documento se resaltó que Jujuy “fue y es el laboratorio en que la derecha sigue ensayando sus métodos más violentos que, si tienen éxito, intentarán (aplicarlos) en todo el país”. También se reclamó la inmediata libertad de Milagro Sala y de los dirigentes de la organización Tupac Amaru.  La columna que marchó desde el Obelisco hasta Corrientes y Reconquista llevaba una bandera que decía: “NO a la reforma, SI a los derechos”. De la marcha participaron la CTA Autónoma, CTA de los trabajadores, Ctera, Suteba, ATE, Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid) y Foetra. También lo hicieron Nuevo Encuentro, Frente Patria Grande, Partido Piquetero, Partido Comunista, Movimiento Popular Liberación, Movimiento de Trabajadores Excluidos,  Unión de Trabajadores de la Economía Popular, Barrios de Pie, Movimiento Popular Nuestramérica y el Frente Popular Darío Santillán. Los testimonios En la Plaza de Mayo estuvo desde temprano Ricardo Arédez, hijo de Olga Arédez, emblema de la lucha por el reclamo de justicia por las desapariciones ocurridas en el área de influencia del Ingenio Ledesma, en Jujuy. El esposo de Olga y padre de Ricardo fue Luis Arédez, exintendente de Libertador General San Martín, quien fue secuestrado y sigue desaparecido.  Ricardo Arédez le dijo a La Retaguardia que sus “paisanos de Jujuy tienen que salir a parar lo que está pasando, porque si no salen no sé qué va a pasar en mi provincia, no sé cómo vamos a salir adelante”. Agregó que “esto no puede ocurrir a 40 años de democracia, porque son muy caros para el Partido Radical (al que pertenece Morales) estos 40 años de democracia”, que comenzaron en diciembre de 1983 con la asunción de Raúl Alfonsín como presidente constitucional.  Ricardo Arédez sostuvo que lo “enoja mucho” porque su padre “era de la Unión Cívica Radical, es el único radical desaparecido” durante los operativos realizados en la noche del 20 de julio de 1976.   Por su parte, Oscar de Isasi, secretario general de la CTA Autónoma, afirmó que “los sectores más recalcitrantes de la derecha argentina, si tuvieran margen político, no repararían en volver a una dictadura militar, pero tienen que pasar por las urnas”. El antídoto para cerrarles el camino es “marchar hoy en la plaza, junto con las Madres, y marchar hasta la sede del Ingenio Ledesma en Capital, porque es jugar con la historia rigurosa y con el presente”.  Precisó que “es jugar con la historia, porque el Apagón de Ledesma significó una clara evidencia del poder económico concentrado con las multinacionales y con el poder militar, las fuerzas policiales y parapoliciales”. Agregó

Se celebró en Jujuy la 34° Marcha del Apagón y esta vez coincidió con el juicio que se está desarrollando en esa provincia por delitos de lesa humanidad. Se trata de una megacausa que acumula 15 procesos judiciales ocurridos durante el terrorismo de Estado. Entre las más emblemáticas se encuentran la causa conocida como la Noche del Apagón y los delitos cometidos en la Mina El Aguilar. Para relatar lo ocurrido en la marcha, Martina Montoya, de CAPOMA, habló con Fernando Tebele en el programa Oral y Público por Radio La Retaguardia. Además, María José Castillo, abogada querellante en el juicio, habló en el mismo programa radial y contó los detalles de esta megacausa que tiene 22 imputados y 113 víctimas. (Por La Retaguardia) La Marcha del Apagón se celebra todos los años en Jujuy recordando a los detenidos desaparecidos durante la noche del 19 al 20 de julio y hasta el 27 inclusive. En ella se exige el juzgamiento de los responsables militares y civiles de los secuestros, las torturas y las desapariciones de más de 100 personas de los pueblos jujeños Calilegua y Libertador General San Martín. Este año, la Marcha coincidió con el juicio que está en marcha por la Noche del Apagón y otras causas más por delitos de lesa humanidad en la provincia. Martina Montoya, de CAPOMA, expresó estar muy contenta por la convocatoria a la marcha del jueves pasado: “Fue una marcha tranquila. Nos sorprendió la cantidad de gente. Pensamos que iban a ser menos porque sabemos la situación que se está atravesando. A muchas compañeras y compañeros se les ha dificultado muchísimo poder viajar. Hubo más de 5 mil personas marchando. Después nos recibió la CCC (Corriente Clasista y Combativa) en Libertador con 2 mil personas más. Fue tranquila y muy diversa. Hubo hasta organizaciones y sectores que no comulgan en muchas cosas. Esta marcha logra unificar a esa diversidad de espacios de lucha por la memoria. Estamos muy conformes”, dijo.La integrante de CAPOMA se refirió a las sensaciones que dejó el acto central, realizado en la Escuela Normal de Libertador: “El acto es el momento del encuentro. Es muy significativo porque los ex alumnos vuelven. Los compañeros que han podido sobrevivir, vuelven a esa escuela. Traen con sus palabras a los compañeros desaparecidos. Cómo eran, qué leían, de qué se reían, las bromas que se hacían, el pensamiento que tenían y todos los sueños que la dictadura les dejó truncados. Es muy emocionante ese acto, sobretodo escucharlos a ellos cuando hablan de sus compañeros. Lito, un compañero ex detenido, recordó dónde vivían, habló de las novias, de los sueños que tenían y también de cómo los torturaron. Los que participan de este acto pueden tener esa empatía y hacer contacto con la realidad que se vivió acá”, manifestó Montoya en Radio La Retaguardia y se refirió a lo que viene luego de esta marcha: “Ahora estamos en un momento de evaluación donde hablamos de todo lo que se dijo y de todo lo que se vio. Ya estamos pensando para el año que viene que tenemos que buscar más lugares para acoger a los compañeros que no se podrán quedar. Tenemos que armar fotos para el año que viene y pensar algunas cuestiones. No es que solamente hacemos la marcha del apagón sino que estamos acompañando y pacificando en un montón de conflictos y acciones. Nos empezamos a preparar para lo que viene. La Marcha del Apagón es para nosotros el fin de un año y el comienzo de otro en esto de la militancia. Nos llenamos de energía. Vemos que las compañeras y los compañeros siguen apostando a que tenemos que estar en la calle y acompañar cada acto de la memoria”, celebró.Por último, Montoya mencionó el hecho de la convivencia de distintas organizaciones sociales y políticas dentro de la Marcha: “A nosotros mismos nos sorprende. Hace tiempo hay sectores que no marchan. Han encontrado diferencias muy fuertes. Este año se marchó. El FIT hace su propia convocatoria y no llega hasta la plaza. Son acciones contradictorias. En otros momentos estamos todos juntos. En el momento de marchar se confluye en eso. No es un logro nuestro. Sí consideramos que tiene un valor impresionante. Los discursos se van renovando, pero la memoria es la misma. Es una convocatoria abierta, donde se le deja la libertad a cada compañero y a cada espacio que levante su propia bandera y que se una en ese pedido por la memoria de los compañeros detenidos desaparecidos de Libertador, de Calilegua y por los 30 mil. Siempre en el acto se les da lugar a todos. Se permite que cada uno se exprese del lugar que lo considere. Marchamos todos juntos. Es un camino marcado que nos dejaron las Madres y los Familiares y nosotros respetamos eso. Les permitimos a todos expresarse”, explicó Martina Montoya, de CAPOMA. El juicioEstos crímenes ocurridos durante las noches de los apagones en Jujuy están siendo juzgados en una megacausa que abarca distintas causas de delitos de lesa humanidad ocurridos en la provincia durante el terrorismo de Estado.María José Castillo, abogada querellante en el juicio, describió sus sensaciones por este nuevo juicio y se refirió a los grandes ausentes en el banquillo de los imputados, el dueño del Ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, y su mano derecha, Alberto Lemos:“Es una mezcla de ansiedad y emociones. Es un juicio muy esperado y trabajado. Ha significado un esfuerzo descomunal de parte de víctimas, de testigos y de organismos para llegar a esta instancia. Nosotros la llamamos la megacausa, sin embargo hay personas que no están en el banquillo de los imputados. Genera esa mezcla de alegría y tristeza. Aunque tardío es necesario e imprescindible para avanzar en la sociedad con Justicia, Verdad y Memoria. Hay otras personas que por fallecimiento o estado de salud tampoco se encuentran sentados en el banquillo. Son 22 los imputados que sí están. En el caso de Blaquier y Lemos para la Cámara de Casación Penal faltó