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Omar Guaraz, titular del Sindicato de Vendedores Libres de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), denunció que las y los manteros de Once que habían sido trasladados en el 2017 a dos galpones del barrio, van a ser desalojados. En diálogo con La Retaguardia, explicó que por falta de pago del Gobierno, la Justicia porteña ordenó el desalojo y más de 200 familias quedarían a la deriva.  (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Diego Adur 📷 Foto de portada: Archivo Agustina Salinas/La Retaguardia En el año 2017 un centenar de manteros/as, trabajadores/as ambulantes que estaban en la calle vendiendo sus productos, fueron desalojados por la Policía de la Ciudad y luego trasladados a dos locales en el barrio de Once. Hace pocos días, nuevamente y a través de una orden judicial, el Gobierno porteño pretende sacarlos de allí.  Omar Guaraz del Sindicato de Vendedores Libres de la CTA brindó más detalles: “El titular de los inmuebles es Manchego, Alberto. Uno (de los locales) está ubicado sobre la calle La Rioja y el otro en la calle Perón. Esta persona se dirigió a la Justicia después de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires incumpliera el contrato. Uno de los predios, el de La Rioja, el Gobierno lo dejó de pagar antes de los inicios de la cuarentena obligatoria, y el otro pocos meses después. Por lo tanto, el dueño pide la restitución de los mismos y el desalojo. La deuda es de más de 21 millones de pesos de parte del Gobierno”. Guaraz, además, contó quiénes trabajan en esos predios: “En este momento debe haber unos 100 compañeros trabajando, la mayoría de edad avanzada, algunos con algún tipo de discapacidad y madres con niños”. “En el año 2017, el Gobierno hace uno de los desalojos más masivos. Había 2100 manteros en Once. También se les dijo que se les iba a dar solución a todos y que no se iba a permitir la ilegalidad. En aquel momento eran unos 16 mil.  En concreto, en esos locales ingresaron 550 manteros, dando solución a solo un 3%. Mientras tanto, el Gobierno continuó con la represión hasta el día de hoy. Nosotros denunciamos apremios ilegales en la comisaría, que incluyeron torturas. Algunos oficiales de la Policía utilizaron una plancha caliente. Recordemos también que murieron dos compañeras, Beatriz Flores y María Berrechea”, recordó Guaraz. Por otro lado, describió la situación de vendedores ambulantes en otro barrio porteño,  Flores: “En los últimos dos años hubo más de 7200 senegaleses detenidos, sin contar las otras colectividades. Hoy producto de la necesidad los vendedores volvieron a las calles”. Por último, el titular de Vendedores Libres expresó que “No hay diálogo entre vendedores y el Gobierno de la Ciudad”. 

Con un gran operativo represivo la Policía de la Ciudad se encargó de desplazar y detener a cientos de trabajadores manteros. El saldo fue 3 personas de origen senegalés detenidas porque al componente de clase que aplican al detener a los trabajadores, se le suma el racismo que imponen cada vez que operan en el barrio de Once con la mayoría de trabajadores migrantes, de países limítrofes o tan lejanos como Senegal.  ✍️ Redacción: Agustina Salinas  📷 Fotografías: Agustina Salinas Esta mañana la noticia de diversos medios fue la apertura de locales comerciales en el barrio de Once. A su vez, un descomunal operativo de Espacio Público del Gobierno de la Ciudad y la Policía, reprimía e incautaba las mercaderías de los trabajadores manteros. Cientos de ellos fueron desplazados de las veredas de la calle Pueyrredón hacia la avenida Corrientes. Las bolsas de residuo que utilizan para proteger la ropa, juguetes, o accesorios que venden estaban  desplegadas en la vereda, vacías por el alerta constante de un nuevo operativo. La mayoría de los trabajadores manteros son perseguidos no solamente por no presentar factura de compra (que es lo que se exige desde Espacio Público) sino que también por ser migrantes. “Negros de mierda” es una frase común de los empleados del Gobierno de la Ciudad en cada operativo represivo.  “Nosotros quisimos respetar la cuarentena, pero no podemos, tenemos que vivir, pagar alquiler, pagar servicios. Es mentira que no pagamos impuestos, yo pago siempre. Ahora tuve que salir a trabajar porque vivo con mi hermano y el dueño del lugar me quiere echar. Debo 3 meses de alquiler. Vendo en la calle porque no tengo otra opción, y gano muy poca plata porque donde antes compraba está cerrado.” dice Tala, senegalés de 27 años, que llegó hace 4 a la Argentina. Todos los días extraña su país. Tiene pensado regresar de visita a fin de año. Martha, comenta que lo peor de estos operativos son los policías de civil quienes “marcan” a los vendedores y eligen qué incautar. Es terrible la tensión que se vive cuando se trabaja estando alerta por si llega la policía. “Estamos desesperados, no quiero llegar a vivir en la calle. Nuestro “delito” es trabajar en la vía pública. Pero no nos dejan, queremos que nos den un poco más de tiempo para trabajar. Estamos escapando por todas las calles, antes estábamos en Pueyrredón y tenemos que venir corriendo acá. Necesitamos comer, ni si quiera tengo mucha ganancia con lo que vendo. Hoy vendí solo una prenda, hay días en los que no vendo nada. Es desesperante. Antes de la cuarentena me incautaron todo, me quedé sin nada y gracias a las personas que me ayudaron puedo sobrevivir.” comenta Margot entre lágrimas. Casi nadie quería ser entrevistado. Las y los laburantes tienen miedo, están a la defensiva y con razón. Los medios comerciales que estuvieron presentes todo el tiempo buscaron la riña entre laburantes, entrevistando a trabajadores de comercios para tener opiniones negativas hacia los manteros. Es por eso que Abdou le gritó “Mentiroso” a un cronista de TN que pasaba buscando opiniones negativas hacia los trabajadores, o justificando la represión. Las y los manteros siguen firmes en las veredas de Once intentando no ser detenidos o protegiendo su mercadería para no quedarse sin nada. En tiempos de coronavirus, están expuestos a la adversidad de la calle y también de la policía, la otra pandemia. 

La jubilada de 75 años y vendedora ambulante Beatriz Mechato Flores, murió en el Hospital Ramos Mejía luego de ser atropellada escapando de un operativo de Inspectores del Espacio Público en conjunto con la Policía de la Ciudad en el barrio de Once. Omar Guaraz, referente de la asociación Vendedores Libres, en diálogo con el programa radial La Retaguardia, habló de la muerte de Beatriz y apuntó contra el gobierno porteño. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele✏ Redacción: Nicolás Rosales  💻 Edición: Pedro Ramírez OteroLa muerte de Beatriz Mechato no es una muerte más. Conmociona porque era una jubilada que no le alcanzaba para vivir.“Beatriz era una compañera jubilada de 75 años que como muchos jubilados y como muchos laburantes se quedaron empobrecidos por un proyecto de país para pocos y tuvo que salir a vender medias. Y en ese contexto, con su edad, fue perseguida por la policía y por Espacio Eúblico, termina cruzando la avenida Pueyrredón y es atropellada por una moto sufriendo graves heridas, y tras tres días de agonía la compañera falleció.”, comenzó la charla Omar Guaraz, referente de Vendedores Libres.Guaraz además se refirió a un plan sistemático de represión que sufre el sector de los y las vendedores ambulantes y de cómo los excluidos son cada vez más: “Beatriz no fue la única mujer de todo el colectivo de mujeres muy afectado por este plan sistemático de represión y exclusión que lleva a cabo Larreta. En agosto del 2018 comunicamos que otra mujer, también peruana, María Berrechea, en las mismas circunstancias es atropellada por un colectivo y muere en el acto. A Beatriz yo la conocía, como nos conocemos los vendedores, su lugar en el mundo era el Abasto, allí trabajaba ella, su familia. La había visto en estos días, le pregunté cómo estaba el Abasto como nos preguntamos los vendedores, y me dijo que estaba complicado y por eso buscaba su lugar en Once, en Flores, como muchos vendedores. Beatriz representa a los miles y miles de vendedores que existen en la  ciudad y representa ese colectivo inmenso de los millones de excluidos que hay en nuestra patria. Nosotros tenemos casi a medio país fuera del sistema económico, que se profundizó en estos cuatro años de un proyecto de país para pocos, y de un espacio político que representa a los intereses de un sector. Si bien el gobierno de Mauricio Macri terminó, lo representa Larreta en la Ciudad de Buenos Aires. Esta derecha que a lo largo de la historia ha sido cargada de violencia y de odio. Lo que le pasó a Beatriz es lo que le pasa a los compañeros vendedores que han sido expulsados en estos cuatro años”, expresó.“Nosotros no vamos a responsabilizar a la policía de manera genérica, Beatriz Mechato murió por una decisión política del Jefe de Gobierno Rodríguez Larreta. Y por otros: el sector empresario que hace grandes negocios con los vendedores en la Cámara de Comercio, en FECOBA (Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires), este sector económico financia esa represión. Se levantan grandes emprendimientos en Once o en Flores y vos pasás y ves las galerías. Instalan el miedo a los vendedores  para que después vayan y paguen dos meses de llaves por el valor de 80.000 pesos, consumiendo todos los ahorros de los trabajadores con un alquiler sideral y que lo tenga dos meses con un contrato y se queden con toda la plata”, enfatizó.También habló del contexto de crisis que les toca vivir, que se agudiza tras la pandemia del coronavirus “Hoy los vendedores nos miramos la caras. Está bien que nuestro país haya tomado conciencia, que haga la cuarentena, pero para muchos el mundo sigue andando, hay que salir a pagar el techo a hijos que piden de comer y lamentablemente  este sector hoy no tiene posibilidad para resguardarse. Me parecieron muy importantes la medidas del presidente, y me parece que tiene que universalizar esas ayudas sociales a un sector basto de la sociedad, haciendo una ley”, finalizó Guaraz.

Lo dijo Omar Guaraz, miembro de la organización Vendedores Libres que integra la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) en entrevista telefónica durante el programa Tengo una Idea conducido por Graciela Carballo, Carlos Morchio y Nicolás Rosales. Allí denunció que vendedores ambulantes senegaleses fueron interceptados y detenidos ilegalmente por la Policía de la Ciudad en Nazca 371, barrio de Flores. Los funcionarios policiales le solicitaron dinero a los trabajadores a cambio de no detenerlos. (Por La Retaguardia)Foto: Agustina Salinas “La información es la siguiente, nosotros fuimos con los legisladores de la ciudad a las comisarías séptima y la cincuenta, en las que en suma tenemos albergados más de 2500 manteros y son los lugares en la ciudad más violentos. Para que tengamos una idea en el último año solo en el barrio de Flores y de Once tuvimos más de 1500 detenidos senegaleses”, comenzó a relatar Omar Guaraz, integrante de la organización Vendedores Libres. Y continuó: “La persecución en el último tiempo se ha dado contra ellos. En ambas comisarías nos encontramos con abusos institucionales muy graves, tuvimos compañeros heridos producto de la represión de gravedad. Tuvimos incluso el año pasado, allá por el mes de marzo, una persecución policial con una vendedora muerta. Nosotros lo hicimos público, y la policía lo negó. Es decir, el grado de violencia estatal es muy notorio, muy manifiesto. Lo que nosotros planteamos es que desde la Ciudad de Buenos Aires existe un objetivo político donde el jefe de gobierno pretende la eliminación de la venta callejera.  En un contexto de país que también cabe destacar que producto de este modelo económico en estos cuatro años muchísima gente se sumó a la economía informal como único recurso para sobrevivir y tuvo un impacto muy profundo en la Ciudad de Buenos Aires, en la que cada día se encuentran más manteros, vendedores ambulantes. Se encuentran en parques y plazas fenómenos nuevos como el trueque, las ferias americanas a cielo abierto, en el subte y en los trenes. La cantidad de vendedores que tenemos en el último año ha crecido a niveles exorbitantes”. Robo de mercaderías, una nueva metodología estatal“Tenemos desde el 2015 hasta hoy como única respuesta al estado de Larreta, que no ha dado ninguna solución, reprimir a los vendedores, tratar de llevarlos presos por miles con la intención de ver si podía doblegar la moral de los vendedores e instalar el miedo. El colectivo de los vendedores es un colectivo muy duro. A los compañeros los meten presos, y después salen a laburar. Y las metodologías fueron cambiando, cada vez más duras. Lo que vemos es una estrategia de desmoralizar a los vendedores con el robo de la mercadería. Se los agarra a los vendedores senegaleses no cuando están vendiendo, sino por el hecho de ser identificados por su color de piel, se los detiene, se les quita la mercadería sin acta contravencional en las estaciones de trenes, de subtes. Se busca mediante el vandalismo estatal, que es el robo, desmoralizar a los vendedores”, denunció. Graves de denuncias “Hace unas semanas, tenemos un caso que es recurrente y que tomó estado público. Un domingo a las 16 hs en Nazca 371 (barrio de Flores), venían 5 compañeros senegaleses para sus casas en un vehículo, la policía los detuvo sin ningún motivo, y literalmente los funcionaros policiales les piden coimas para no detenerlos y para no tocarles la mercadería”, contó Guaraz.“Hay un incentivo, una persecución para todos los funcionarios policiales que no entren en esta lógica de detener, golpear. Esta es una de las cosas más graves que denunciamos ante la justicia y los legisladores porteños, que es armar causas judiciales: por lado se necesitan presos para atemorizar a los vendedores. Agarran a un vendedor que no opone resistencia, lo violentan, eso genera una reacción natural en el vendedor y esa es la excusa perfecta  para acusarlo de delitos que van desde resistencia, atentado a la autoridad, lesiones. Y como la única información que tiene el fiscal o juez es la de los funcionarios, inmediatamente los compañeros son detenidos y procesados. Los funcionarios lo que dicen es desconocer esta información, debemos decir que nos dejaron sus números de teléfono y, de suceder excesos, que la puertas de la comisarías estaban abiertas. Los legisladores con representación en todos los bloques que se hicieron presentes y están al tanto fueron muy contundentes y están todos los caminos institucionales para hacer las denuncias. La mercadería robada a los vendedores se termina comercializando en los propios comercios de Flores”, finalizó.