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Marcelo Castillo


Los Fiat G-222 y los Twin Otter que se utilizaron en los vuelos de la muerte desde Campo de Mayo todavía permanecen en el Batallón de Aviación 601 del Ejército. Nunca fueron preservados ni peritados por la justicia. En el marco de la visita ocular del juicio, La Retaguardia pudo verlos y registrarlos en fotos y videos. Además de los jueces y el resto de las partes, participó uno de los acusados de haber piloteado los aviones: Delsis Malacalza. También estuvieron presentes tres testigos: Raúl Escobar Fernández, un ex colimba que aportó su valioso testimonio; Marcelo Castillo, del EAAF; y Rodolfo Novillo, el hermano de Rosa Eugenia Novillo Corvalán, una de las cuatro víctimas por las que se realiza el juicio. Acompañó Mariana Maurer por el Ministerio de Defensa.  (Por La Retaguardia/El Diario del Juicio*)  📷 Fotos: Gustavo Molfino/La Retaguardia 📽️ Transmisión en vivo: Fernando Tebele/Diego Adur 💻 Textos: Fernando Tebele ✍️ Edición: Fernando Tebele/María Eugenia Otero ☝ El recorrido para llegar a los aviones Fíat G-222, que permanecen abandonados, sin custodia judicial que permita preservarlos como posibles elementos de prueba. Dialogamos con Rodolfo Novillo, hermano de una de las víctimas de los vuelos, Rosa Eugenia Novillo Corvalán. El fiscal Marcelo García Berro evaluó la visita al finalizar. ☝ Desde el interior del avión, una ventana circular remite necesariamente a las preguntas que las familias tienen sobre sus desaparecidos/as, ¿miraría por la ventana? ¿Estaría totalmente adormecido por el Ketalar? Preguntas crueles que permanecen sin respuestas. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia☝ Los controles de la cabina del Fiat G-222 patente E-261, que fue utilizado según los registros en vuelos de la muerte. Permanece enterrado en un pastizal junto a otros dos aparatos del mismo modelo. “Este avión estuvo en Malvinas al comando de alguien que está aquí”, dijo el oficial Bennardi, a cargo de guiar a la comitiva. “¿Usted?”, le preguntó el presidente del tribunal, Walter Venditti. “No, el señor Malacalza”, respondió el militar, en referencia al imputado que estuvo presente durante la visita, pero que no estaba allí en ese momento. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ Dentro de la nave el estado de abandono por el paso del tiempo es notable. El juez Venditti dialoga con Marcelo Castillo, el integrante del EAAF que también guió la visita y contó cómo fueron los trabajos realizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense entre la zona de lo que fue el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio El Campito y el aeródromo del Batallón. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ El abogado de las familias querellantes, Pablo Llonto, y la integrante del equipo de la fiscalía, Mercedes Soiza Reilly, intercambian impresiones en medio de la escena dantesca. Lo que ayer fue escenario del camino a la muerte, hoy es señal del abandono, que quizá no sea inocente si se analiza que la gigantesca guarnición de Campo de Mayo, una de las mayores sedes del genocidio en todo el país, permanece en manos de la fuerza que perpetró allí el Terrorismo de Estado. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ “Este avión podía abrir sus puertas en vuelo y tenía capacidad para 36 paracaidistas”, explicó Bennardi ante la pregunta de las abogadas y abogados. Un largo silencio se sostuvo después.  Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ Una de las pistas del aeródromo.desde la que, coinciden varios de los ex conscriptos testigos que pasaron por el juicio, despegaban los “Vuelos fantasmas”, como solían decirles. La larga caminata por toda la pista se realizó mientras los jueces Venditti, Eduardo Farah y Matías Mancini (en realidad es cuarto juez en este proceso pero remplazó a Esteban Rodríguez Eggers) iban consultando al oficial Bennardi y al testigo Escobar Rodríguez. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ El ex colimba Raúl Escobar Fernández (con las manos abiertas, en el centro), señala el lugar en el que asegura que él y sus compañeros levantaban grandes cantidades de ampollas de Ketalar, la droga que se utilizaba para adormecer a las personas secuestradas que luego serían arrojadas al río o al mar. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ Con camisa Lila, el imputado Delsis Malacalza, quien está acusado de pilotear los vuelos de la muerte, en un cruce de miradas con la cámara fotográfica. Malacalza también le da nombre al expediente de este proceso judicial. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ En una de las construcciones del aeródromo puede verse esta chapa conmemorativa del “Primer cruce del Atlántico por una aeronave G-222 del Ejército Argentino en 1977”. La aportó el Teniente Coronel Delsis Malacalza. La fecha prueba que los aviones ya estaban en el país.  📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ En ese mismo lugar, una obra del artista Exequiel Martínez, quién parece haber conseguido inspiración en las aeronaves indefectiblemente ligadas a los crímenes del genocidio. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ En uno de los hangares, el militar a cargo mostró un avión Twin Otter, de origen canadiense. “¿Se podían abrir las puertas en vuelo?”, le consultaron a Bennardi. “No, en esta aeronave no se abrían las puertas en vuelo”. Los abogados defensores se anotaban un punto: si no se abrían las puertas, no se arrojaban personas. Hasta que Soiza Reilly preguntó: “¿Y se podía volar sin puertas?”. “Ah, sí, podían sacarse las puertas antes de despegar y volar de esa manera”. La integrante del equipo de la fiscalía estuvo a cargo del Ministerio Público Fiscal cuando se juzgaron los Vuelos de la muerte en la ESMA. Su experiencia quedó en evidencia en ese instante. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ Una de las torres de guardia desde la que varios testigos ex colimbas aseguran que veían la pista desde la que despegaban los vuelos. Los defensores sostienen que es imposible porque la pista queda detrás de la gran construcción blanca. Las partes acusadoras señalan que esas construcciones son posteriores a la fecha de los hechos que se juzgan en este juicio. 📷 Gustavo Molfino/La Retaguardia ☝ Además de Malacalza asistió a la visita ocular el hijo del imputado Luis del Valle Arce, de saco azul. Algunos pensaron que se trataba del imputado Eduardo Lance, lo que generó confusión: finalmente era el hijo de uno de

Declaró Marcelo Castillo, integrante del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAFF) 📽️ Transmisión en vivo: Diego Adur/Fernando Tebele 🎧 Edición de audios: Paulo Giacobbe 💻 Textos: Agustina Sandoval Lerner/Valentina Maccarone/Noelia Laudisi De Sa ✍️ Edición: Fernando Tebele 👉 Marcelo Castillo es parte del EAAF. No recuerda la cantidad de veces que fue a Campo de Mayo. Tampoco el número de reuniones que mantuvo con Juan Carlos Scarpati. Cacho, como le decían, fue un sobreviviente de Campo de Mayo, que logró fugarse de sus captores cinco meses después haber llegado casi moribundo después del secuestro. Castillo también valoró, emocionado, el aporte de Francisco Madariaga, quien como nieto apropiado por un militar, era llevado de niño a Campo de Mayo. Madariaga falleció hace pocos meses.  DESCARGAR —Fiscal García Berro: Para quienes ya hemos tenido, digamos, juicios relativos a la represión en Campo de Mayo, el apellido Scarpati desde luego sabemos perfectamente quien es, pero en definitiva quisiera que nos digas un poco quién era Scarpati porque por lo menos, por lo que yo entendí, vos tuviste contacto con él. —Marcelo Castillo: A fines de 2005 me llama la abuela Raquel Marizcurrena, de Abuelas de Plaza de Mayo, quería tener una reunión conmigo y otras personas de Abuelas. Ya en ese momento, 2005, se venía trabajando en algunos centros clandestinos, entonces me llama a esa reunión y estaba la tía abuela Alba Lanzillotto, que era secretaria en ese momento de Abuelas de Plaza de Mayo, estaba buscando el destino de su sobrino, que había testimonio del nacimiento en Campo de Mayo. Bueno, la abuela Raquel, que tiene a su hijo y nuera y desaparecida estando embarazada, y Abel Madariaga, que tiene a su compañera desaparecida y en ese momento estaba buscando a su hijo y que había testimonio, también, de nacimiento en Campo de Mayo y me piden si por favor, y si me interesaba y podía colaborar en la investigación sobre Campo de Mayo porque el testigo más importante que había aportado información a Abuelas estaba con una enfermedad terminal y quería quedar consolidado todo el trabajo. Bueno, ahí me ponen en contacto, justo también entré al Equipo de Antropología Forense en ese momento y me ponen en contacto con Scarpati. Scarpati es un personaje muy interesante para mí en lo humano y en el trabajo. Primero tuvimos una reunión de entrada en confianza y bueno, después que entramos en confianza los dos hicimos una serie de entrevistas trabajando sobre su testimonio que, para los que no lo conocen. Él ingresa herido, moribundo a Campo de Mayo, de nueve balazos, y él es curado por la que era la compañera de Abel Madariaga, Silvia Quintela, y Yoli, otra enfermera que eran de la organización Montoneros en zona norte, ambas están desaparecidas y él cuenta en el año ’79, en un testimonio en España después que logra fugarse de otro lugar de detención porque a él lo llevan a otro lugar y de ahí escapa. En España declara y aporta los primeros testimonios que conocemos, incluso el primer plano, ese que mostró.  partir de ahí con Scarpati, durante dos años, en un momento que él podía nos juntábamos a trabajar sobre el testimonio de él, ir precisando y bueno, como con tener algún momento, un mes antes de que él falleciera él estaba en el Hotel Castelar en un acto político de su organización, la 26 de Julio. Yo me entero, entonces me acerco a verlo y bueno, él estaba bastante mal ese día, le pido a otra persona si no había problema en acercarme y le muestro la foto del año ’74.  Él se pone muy contento y me dice, lo voy a decir como lo dijo él porque sería faltarle el respeto a su personalidad: “viste boludo, está todo lo que yo te dije. Qué bueno, ahora van a poder encontrar”. Al mes fallece y lamentablemente él no pudo ver las excavaciones que, gracias a su testimonio, que es el más acabado sobre El Campito, en su intento de fuga lo que hizo fue estar destabicado, como decía él, en el lugar, y reconstruir todas las instalaciones de El Campito y en base a eso, a su trabajo, pudimos llevar adelante después lo que fue la excavación. Y también tuve la posibilidad y aprovecho y lo digo ahora, de trabajar con Francisco (Madariaga, fallecido hace pocos meses). Francisco es el nieto… Me voy a emocionar un poco… Perdón. Francisco es uno de los nietos que buscaba Abuelas, el hijo de Abel. El testimonio del nacimiento de él lo teníamos por Scarpati. Francisco aparece en la búsqueda de Abuelas en febrero del 2010, falleció hace dos meses y de alguna manera este trabajo los encuentra digamos, porque yo con Francisco trabajé muchos años también su experiencia de niño en Campo de Mayo, porque el apropiador que lo crió bajo una identidad falsa y una historia falsa, lo llevaba a jugar a Campo de Mayo, entonces la mirada de él también me permitió entender y comprender otros usos y otras dimensiones espaciales, territoriales y de sentido. Campo de Mayo tiene la particularidad también, depende la época y los testimonios, de que hay olores, por los hornos. Eso en la zona es muy fuerte en algunos testimonios vinculados al penal. El ruido del tren, depende del viento, de las autopistas cercanas; es más fuerte el de la Ruta 8, depende también del viento. Y bueno, la dimensión de Francisco, de un niño jugando en ese lugar, también permitió entender otras dimensiones que a veces uno tiene en cuenta y que también vienen a completar y nos permite entender un poco esto.  —F: ¿Vos podes recordar cuánto tiempo estuvo Scarpati en el lugar? —C: No me acuerdo, justo ahora, la precisión pero estuvo varios meses. Tuvo un proceso de recuperación y después estuvo un tiempo, no me acuerdo ahora justo en este momento.  —F: Bien. —C: Está documentado igual.  —F: Sí, sí. Pero si estuvo varios meses. —C: Sí, estuvo mucho tiempo. Después lo llevan a marcar una casa