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José Lagos, un joven Qom de 23 años fue asesinado por la policía. El hecho ocurrió el 11 de junio, en el barrio Los Silos, en San Martín, Chaco. Luego, el barrio se movilizó exigiendo justicia y la respuesta fue más represión. Alejandro Romero, “Piringui”, referente del PCR en Chaco, fue entrevistado en el programa radial matutino Hasta que vuelvan los abrazos, por La Retaguardia y Radio Sur. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Irene Antinori/Julián Bouvier ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia El crimen del joven Qom José Lagos tuvo escasa repercusión en la agenda mediática tradicional. La pueblada que siguió al crimen, muchísimo menos. Alejandro Romero es referente del Partido Comunista Revolucionario (PCR) en Chaco. Esa organización tiene un intenso trabajo de base en esa provincia y específicamente con las comunidades originarias. Romero contextualiza que este asesinato se da en el marco de los 10 años del crimen de Mártires López, dirigente campesino de la Unión Campesina, parte del Comité Zonal del Chaco del PCR y suplente del Comité Central. Y que por lo tanto, el 14 de junio, en cada localidad se iban a realizar actividades recordatorias. El 12 estaban realizando el acto en un terreno del Federación Nacional Campesino (FNC), y a las nueve de la mañana se enteraron del asesinato de José Lagos, por lo que los y las militantes de la CCC (Corriente Clasista y Combativa) y del FNC, fueron al barrio donde sucedió el hecho. “Lo que sucedió fue un hecho aberrante, porque fue prácticamente un fusilamiento”, relata Piringui Romero. Cuenta que se encontraban 3 jóvenes en la escuela de Los Silos, tomando tereré. Llega un patrullero, baja un policía de civil, saca su 9 mm y abre fuego. Da certeramente en el pecho de José, que cae muerto, y los otros dos muchachos quedan heridos. La gente del barrio, indignada, sale a enfrentar a esta policía y exige que se retiren, en lo que fue una enorme pueblada. Ese mismo día se hace un corte de ruta con más de mil personas, militantes de distintas fuerzas, pidiendo que bajen las autoridades de la Provincia, tanto la Ministra de Seguridad, como de Derechos Humanos. Que baje el equipo forense, porque se impidió que se hagan cargo los forenses de San Martín, ya que los policías de ahí están implicados en el hecho. Entonces el cuerpo, dolorosamente, estuvo custodiado por la comunidad hasta las 18.00 horas, tirado ahí en la escuela.    Relata que lo acordado entre la familia y las organizaciones fue hacer un petitorio que incluye el pedido de destitución de la cúpula policial, prisión para los policías que asesinaron a José, que la autopsia se haga en condiciones. La comunidad pide que se retire la Comisaría del barrio, porque lo único que hacen es provocar. “Se está acompañando a la familia, que está formando parte de los cortes de ruta que se están realizando. Esperamos que el gobernador nos de una entrevista y reciba a los hermanos, a los padres, a los tíos, y que se tomen cartas en el asunto y se haga lo que se tiene que hacer con esta policía que provocó una asesinato a sangre fría, un caso de gatillo fácil y siempre sobre las comunidades originarias, que además tienen que soportar la estigmatización de los medios. Se dice que son delincuentes y eso es totalmente mentira. Son un pueblo trabajador, con una cultura y una historia muy profunda”, dice Alejandro y agrega: “se está haciendo también un corte grande donde están las iglesias también, para pedir memoria, verdad y justicia y que el gobierno provincial no titubee y tome las medidas que tiene que tomar de índole política y de reordenamiento de esa policía que es la que hostiga a los pueblos originarios”.   Además, Romero aclara que los dos chicos menores que están heridos fueron cuidados por la comunidad. Uno de ellos tiene una herida de bala en su brazo y otro está herido de bala en la rodilla. “Ellos recién fueron atendidos el día 13, porque no estaban las condiciones de seguridad para que sean bien atendidos. Recién cuando se logró hablar con autoridades provinciales se tomaron las medidas en el hospital para que sean atendidos debidamente. Pero los dos pibes tienen balas en su cuerpo”, asegura el militante del PCR.   Por último, refleja que el gobernador Jorge Capitanich, parte del Frente de Todos, todavía no se expidió, y esperan que lo haga. “Según dicen extraoficialmente se ha removido a la cúpula policial, pero todavía no hemos visto la resolución. Lo otro que sabemos es que están detenidos los policías, pero nosotros queremos que se investigue a fondo. Acá hay videos, hay testimonios de las comunidades que tienen que ser anexadas a ese expediente y que haya juicio y encarcelamiento a esos policías que han cometido tal aberración”, concluye Alejandro Romero.

El violento ataque a la comunidad qom en Chaco fue, esta vez, registrado y atendido por los medios tradicionales de comunicación. Sin embargo, las persecuciones y la discriminación que sufren los pueblos originarios son cotidianas y se repiten en todos los gobiernos. Graciela Duarte, la tía de Alejandro Saravia, uno de los pibes torturados, dialogó con el programa radial La Retaguardia y contó el episodio de esta semana, pero también detalló descarnadamente el constante maltrato y humillación a la que su pueblo se ve sometido históricamente. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✏ Redacción: Diego Adur 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Revista Cítrica El video y las imágenes de la crueldad con la que se manejó la policía para golpear y torturar a jóvenes qom del barrio Bandera Argentina de Fontana, en Chaco, expresan por sí solas la violencia y el desprecio que algunos sectores de la sociedad sienten por los pueblos originarios. Lamentablemente, no es un hecho aislado. Estas vejaciones se repiten continuamente con el pasar de los años y los gobiernos. La diferencia fue que esta vez las familias pudieron registrar el episodio y tuvieron el valor para compartirlo. Allí se observa claramente como efectivos de la policía de Chaco tiran una puerta abajo y golpean incansablemente a las personas presentes, para luego llevarlas a la comisaría para seguir siendo torturadas, tanto física como psicológicamente. En el caso de las mujeres, con abusos sexuales incluidos.Graciela Duarte es la tía de uno de los chicos violentamente golpeado por la policía. Sus palabras transmiten dolor, pero no es un dolor nuevo. Ella y toda su comunidad están cruelmente habituados a sufrir estos castigos, solamente por ser parte de un pueblo originario. Sus palabras también transmiten esperanza de que se haga justicia: “Mi sobrino no está nada bien. Ninguno de los chicos. Tiene un ojo muy hinchado y no puede ni comer. Lo lastimaron muchísimo. No es, como dicen, que son chicos que andan robando. Mi sobrino es deportista y está estudiando psicología. Me encantaría que esto se investigue a fondo. Somos una comunidad perseguida desde hace muchísimo tiempo. El Estado y la Nación tienen una deuda con nuestros pueblos. No es por esta pandemia. Se dio a conocer porque lo grabaron, pero estas persecuciones vienen desde hace muchísimo tiempo. Somos un pueblo maltratado y discriminado. Las imágenes hablan por sí solas. Yo le pido al presidente, ya que solidarizó, que tome cartas en el asunto. En este barrio y en el barrio Cacique Pelayo se aumentaron las persecuciones. Necesitamos que nos escuche la justicia. Nosotros somos pacíficos. Si hubiésemos sido intolerantes, hace tiempo nos habríamos levantado para ir a Casa de Gobierno o a cortar rutas. No somos así. Somos un pueblo educado, muchas veces sumisos, para evitar que les peguen a nuestros hijos y a nuestros nietos”, expresó. Duarte dio un ejemplo que grafica que la persecución a los pueblos originarios no es algo nuevo: “Yo me capacité en derechos humanos. Estuve en el Congreso nacional dos veces, contra la violencia institucional. En 2010, sufrí la muerte de un tío mío. Su hija también murió buscando justicia. Hasta el día de hoy, nosotros no encontramos un abogado que nos represente penalmente para investigar. Yo trabajaba con el juez de garantías, limpiándole la casa. Jamás me dijo que pasó con mi tío. Me lo entregaron en una bolsa negra, ni siquiera en un cajón. Hasta el día de hoy no sé qué le pasó. Quedó como muerte dudosa. Yo hablo con conocimiento. Tengo pruebas de lo que sucede en nuestra comunidad. Ya sucedió en el gobierno de (Jorge) Capitanich hace 10 años y ahora nuevamente. El gobernador tiene que ser investigado”, exigió.Las torturas y humillaciones a los que sometieron a chicos y chicas tienen, además del dolor físico, un componente psicológico. “A una chica la encerraron en el calabozo, le tiraron alcohol y la amenazaron con que la iban a quemar con cigarrillos. La manosearon, le apretaron sus senos, le pegaron. Torturaron a dos jóvenes mujeres y a los chicos. A mi sobrino le sacaron la ropa. Le pasearon por toda resistencia en shorcito. Le tiraban la rueda de auxilio y se paraban arriba. Está totalmente torturado. No puede dormir de noche, se larga a llorar. Es una persona que se estaba instruyendo para aportar a esta sociedad. Necesitamos un abogado que represente a las familias y lleve esto hasta el fin, caiga quien caiga. Hay malos policías que actúan contra la comunidad. Yo pido justicia. Psicológicamente, las chicas están muy mal. A una de ellas el lunes tuvo que ir la ambulancia para ponerle un calmante porque le dolía en las partes donde ellos la lastimaron. Se le subieron encima y la pisaban. El otro chico tiene marcas en el rostro de no sé qué arma. El pueblo originario no tiene ayuda psicológica ni económica. No tiene nada, ninguna herramienta. Vivimos de artesanías. Yo soy empleada doméstica. Mi sobrino está intentado darles una mejor vida a sus hermanas más chicas. Por eso él se esmeraba en hacer deporte y estudiar. Estudiaba psicología porque quería saber qué pasa en la mente humana que nos tratan de esta manera. Nosotros jamás le enseñamos a odiar. Siempre ayudamos en todo lo que pudimos. La madre no puede hablar por el dolor que tiene. No solo en el cuerpo sino en el alma y el corazón. Está desgarrada”, dijo. El reclamo histórico de la tierraLa tía del joven torturado por la policía hizo un repaso general sobre la situación actual que se vive en Chaco y la desidia a la que se enfrentan los pueblos originarios de la provincia: “Nosotros somos argentinos originarios. Somos dueños de esta tierra. El Estado tiene una deuda con nosotros. Nos están sacando todo. Lo que falta es que nos encierren y exterminen. Qué culpa tenemos nosotros de este flagelo que trajeron; la droga, la delincuencia. No podemos vivir entre las comunidades criollas. Ellos quieren que vivamos en un basural. Quieren seguir sacándonos de