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Ruben Romagnoli


Autoridades militares declararon en la causa y aportaron datos y especificaciones técnicas sobre los aviones Fiat G-222 y Twin Otter, los más utilizados por el Ejército para realizar los Vuelos de la Muerte, y respecto al helicóptero Bell UH 1H. Los testigos, que en septiembre del 2011 habían acompañado la inspección ocular que se realizó a Campo de Mayo, mencionaron el rol fundamental del mecánico de vuelo y la necesidad de que esté a bordo de los aviones cuando arrojaban a las personas al río o al mar,  lo que da cuenta de que varias personas participaban de la concreción de los Vuelos de la Muerte. La sensación  de que Alexis Dubowik y Rubén Rogmanoli sabían más que lo que dijeron. El incompleto testimonio de Ricardo Cundom, ex Jefe del Ejército. (Por La Retaguardia/El Diario del Juicio*)  ✍️ Redacción: Diego Adur 💻 Edición: Fernando Tebele ✍️ Textuales: Mónica Mexicano ✍️ Cobertura del juicio: Diego Adur/Valentina Maccarone 📷 Foto de portada: Captura de pantalla transmisión La Retaguardia ¿Cuántas personas podía llevar el ‘Herculito’?; ¿Qué distancia podía recorrer sin necesidad de parar a cargar combustible?; ¿Podía abrir sus compuertas para “lanzar carga” en pleno vuelo?; ¿El Twin Otter podía volar sin presurizar? Todas estas cuestiones fueron srespondidas por los dos testigos de la jornada 39 del juicio. Con algunas evasivas y sin hacer referencia específica a los Vuelos de la Muerte, Alexis Dubowik y Rubén Rogmanoli hablaron de las capacidades técnicas de las aeronaves utilizadas por el Ejército en Campo de Mayo para desaparecer personas arrojándolas al mar o al río.  Dubowik es General de Ejército. Cuando el TOF N°2 de San Martín, a cargo  de Alicia Vence, ordenó una visita ocular a Campo de Mayo en septiembre del 2011 para comenzar a recabar pruebas para la etapa de Instrucción de este juicio, era Jefe de Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601. En la audiencia que lo tuvo como testigo habló del Fiat G-222: “Le decían Herculito, porque es como el avión Hércules, pero más chico”, y del Twin Otter, un avión “bimotor” que podía llevar entre 12 y 14 pasajeros y que necesita para volar de “un piloto, un copiloto y un mecánico de vuelo”, como mínimo. El Fiat tiene una capacidad de 44 pasajeros y ambas aeronaves son consideradas “transporte de uso general”, para trasladar personas y cargas. “Me parece que están habilitadas para lanzar carga”, respondió en algún momento Dubowik. También dijo que los dos aviones son de “ala alta, sobre todo el Twin Otter”, y están preparados para aterrizar y despegar en pistas semipreparadas, pistas más cortas de lo habitual y lugares menos accesibles para otro tipo de aeronaves. Durante su declaración, Alexis Dubowik hizo gala de todo su conocimiento técnico sobre aeronaves –es experto en helicópteros- y decidió alejarse del hecho puntual por el que le preguntaba el fiscal Ad Hoc, Guillermo Silva, quien reemplazó en esta jornada al Fiscal General Marcelo García Berro. En todo momento, el testigo habló de la posibilidad del Fiat G-222 para “lanzar carga” o del uso que se le daba para la práctica de paracaidistas. La referencia directa al uso para los Vuelos de la Muerte estuvo ausente, como si la tratara de eludir: “El avión tiene una rampa de carga, una parte se levanta y la otra se baja la rampa de carga, que inclusive es por la que también se puede llegar a cargar el avión. Esa rampa se puede abrir en vuelo para lanzamiento de paracaídas. Pueden salir por la puerta lateral o por la rampa de atrás”, dijo el militar. Silva preguntó sobre los historiales de los aviones, con la esperanza que el testigo se hiciera mención a todos los vuelos que esa aeronave realizó: “Los historiales normalmente están referidos a lo que es el historial de planeador, historias de motores, historial de tren de aterrizaje, historial de hélices. Entonces es donde se va anotando las horas voladas, en definitiva, de acuerdo a los distintos tipos de la nave, usted tiene que llevar un registro para ver cuándo en función de eso tiene que efectuar un mantenimiento o un cambio. Esos son historiales. Se refieren a partes de la aeronave”, respondió Dubowik. A continuación declaró Rubén Romagnoli, quien en 2011 era Director de Aviación de Ejército, y brindó detalles del Twin Otter, avión que piloteó. Antes de referirse al Twin Otter, el testigo coincidió con Dubowik respecto a la capacidad de carga de la aeronave y pudo aportar también cuántas personas podía transportar el ‘Herculito’, “unas 44”,  aseguró. Contó que los datos sobre el Fiat “están en el manual de la aeronave y los detalló: “Es una aeronave de propósito general. Tiene principalmente las funciones básicas, lanzamiento de paracaidista, transporte de carga,  transporte de pasajeros y tiene la capacidad de llevar seis camillas, o sea, de evacuación sanitaria. Esas son las cuatro principales tareas con las que nosotros dividimos el empleo de esa nave”. Romagnoli se refirió a la tripulación necesaria para volar ese avión: “Nosotros volamos piloto, copiloto y tres mecánicos”, y dijo que “hay que tener gente experimentada para poder resolver la situación”, que pudiera presentarse. Si bien “la autonomía está relacionada al peso que lleva la nave”, Romagnoli aseguró que el Fiat G-222 puede volar a 450 kilómetros por hora y durante cuatro o cinco horas sin la necesidad de parar a cargar combustible: “Eran 2000 kilómetros más o menos, dependiendo del viento y de otros factores”. La aeronave puede soportar una carga de 6 toneladas, entre 5000 y 6000 kilos. En cambio, el Twin Otter, según comentó, “tiene autonomía de 4 horas”, pero volando a 280 kilómetros por hora. Entonces, puede recorrer 850 kilómetros de un tirón. También tiene la necesidad mínima de volar con tres personas a bordo: piloto, copiloto y mecánico de vuelo.  La audiencia que convocó a 3 autoridades militares a declarar –Domingo Priolo fue desistido en la misma jornada- por su experiencia en aviones fue estrictamente técnica. Tanto Dubowik como Romagnoli aportaron datos referentes a la capacidad de carga de las