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Servicios de inteligencia


Julio Renato Baamonde, agente de inteligencia durante la última dictadura, fue designado delegado municipal de Sierra de la Ventana. El periodista Patricio Eleisegui hizo un recorrido por la historia de Baamonde, desde su llegada a la localidad bonaerense como profesor de historia de una escuela secundaria hasta la actualidad, donde es accedió a su cargo municipal. Redacción: Patricio EleiseguiEdición: Pedro Ramírez Otero Julio Renato Baamonde fue agente de inteligencia durante la dictadura. Hace varios, varios años, llegó a mi pueblo, Sierra de la Ventana, como un ignoto profesor de historia de escuela secundaria.Como otros tantos milicos paracaidistas que, empujados por la más sórdida de las cobardías, cayeron por la zona huyendo de la condena social —y en más de un caso judicial— que cobraba fuerza en las ciudades. Baamonde escaló rápido en la pequeña sociedad serrana a fuerza de ocultar semejante pasado. Mostró la hilacha en más de una oportunidad, pero no lo suficiente como para perder popularidad en el pueblo. Al poco tiempo ya no ocultó su fervor por el fascismo que profesaba el MODIN del carapintada Aldo Rico.En el Instituto Fortín Pavón de Saldungaray, ahí donde llegó a darme “clases” de historia justamente en tiempos de secundaria, en algún que otro curso incluso se esmeró en explicar cómo se “desactivaba una célula subversiva”. Pero siempre sin dar cuenta de su origen, la fuente de tan terrible conocimiento.De su rol en la última dictadura argentina sólo se supo mucho después y gracias a la labor de conciencia de vecinas valientes, valiosas, de Sierra de la Ventana. A ellas, mi mayor respeto y admiración. Más de unx caímos tarde en la identidad represora de “Julito”. Vaya si esto que narro aún ocurre en tantos de nuestros pueblos, de pronto refugios desesperados de la peor caterva. Lamentablemente, este personaje deleznable siguió suelto a través de los años. La dirigencia política que peor nos representa por supuesto que ayudó para que eso suceda. Un día se fue de Sierra de la Ventana. Se suponía para siempre. Pero vieron que el delincuente también es un bicho que añora. Así llegamos a este presente de espanto. De pretendida legitimación del agente de la dictadura y los intentos por reescribir una historia que jamás debe olvidarse. No es la primera vez que el milico intenta limpiarse apelando a la democracia: en 2003 fue concejal del Partido Justicialista durante la gestión municipal Gerardo Rattero. Ahora, el gobierno municipal de Sergio Bordoni —ex Juntos por el Cambio, ahora Justicialista de Kicillof— en Tornquist, Provincia de Buenos Aires, acaba de designar a Baamonde como nuevo delegado municipal de Sierra de la Ventana.

Así lo anunció Oscar Castelnovo, unobde los periodistas que lo sufrió directamente. Balbuena será indagado por Sergio Torres, juez del Juzgado Federal N°12. Se trata del policía federal que estuvo 11 años dentro de la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh y que fue descubierto en 2012 a partir de una filtración producto de una interna dentro del ministerio de Seguridad, entonces a cargo de Nilda Garré. En diálogo con Luis Angió y Rosaura Barletta en el programa Otras Voces, Otras Propuestas, Castelnovo, integrante de la entonces Agencia Walsh, habló sobre la peligrosidad que revisten para las organizaciones las infiltraciones de las Fuerzas de Seguridad y la investigación que realizó Balbuena en sus años en la Walsh. (Por La Retaguardia) “Se tomó su tiempo la justicia en investigar el caso e indagar a este hombre: 6 años. Esto pasó en 2012, cuando nos enteramos de que estuvo infiltrado 11 años en la Agencia Rodolfo Walsh. También se vinculó a los familiares de Luciano Arruga, al grupo de Darío Santillán. Mientras Mónica y Vanesa buscaban a Luciano, el Estado, en ese momento el kirchnerismo, les mandaba un policía federal para anticiparse a sus movimientos. Ese es uno de los papeles que cumplió este servicio de inteligencia. Para nosotros es un hecho aberrante que no contempla ninguna Ley de Inteligencia. Al contrario, va a ser indagado porque infringió la Ley de Inteligencia y la de Seguridad Interior”, denunció. “Esta gente nunca es castigada severamente. Quizás le den un reto, no tengo expectativas en esta justicia. Sí se trata de un hecho destinado a dar cuenta de que, si por el anterior gobierno teníamos infiltrados 1000 policías federales según la investigación de Myriam Bregman, 1000 de Gendarmería, 1000 de Prefectura, imagínense cuántos infiltrados tendremos hoy…”, advirtió. “No es un problema de la extinta Agencia Walsh, mucho menos de Oscar Castelnovo, es un problema que nos causó y causará graves perjuicios porque los fiscales reciben la información que recogen estos servicios de inteligencia y te arman una causa, te condenan o, llegado el caso, también te matan, como sucedió con Kosteki y Santillán”, recordó Castelnovo.El paso por la Agencia Walsh “Balbuena había compartido la primaria con Rodolfo Grinberg, fundador de la Agencia, entonces, ¿quién cuernos va a desconfiar de su compañerito de escuela y además vecino? Él perdió el vínculo cuando terminó la primaria pero lo reencontró varios años después, cuando estudió periodismo y era corresponsal popular en radio La Tribu. Fue una cosa trágica para nosotros pero no sólo para nosotros. Imaginen todas las organizaciones que fueron infiltradas con el carnet que Balbuena tenía de la Agencia Walsh. Éramos bastante inocentes”, consideró.“A nosotros nos avisaron que era un infiltrado, ahí preguntamos a la Gremial de Abogados a través del Negro Soares y él lo confirmó. En ese momento, un montón de compañeros del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, el Sueco Lordkipanidse y Cachito Fukman, todos hicimos una conferencia de prensa en el local de CORREPI con María del Carmen (Verdú). Nilda Garré, entonces ministra de Seguridad, lo pasó a disponibilidad. Creemos que trascendió por una interna entre ellos”, consideró. “El jefe de Balbuena, ascendido durante el macrismo, quien dirigía a los agentes infiltrados, era un retobado a Garré y por eso trascendió el nombre de Balbuena. La circunstancia fue muy conmocionante. Yo no había tenido ningún servicio infiltrado tan cerca. El más cercano había sido Raúl Tarifeño que estuvo 23 años casado con María Eva, y ella tampoco sabía. Fue candidato a diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), militante del PC, daba cursos de marxismo, estuvo en otros partido troskistas. En Neuquén estuvo hasta 2006 actuando como uno de nosotros y ni su propia familia sabía. Son seres altamente nefastos”, planteó Castelnovo.“Lo último que supe de Balbuena era que estaba en disponibilidad. Yo pensé que no iba a pasar nada. Desde 2012 que no mueven un pelo. Para mí es un llamado de atención para todos nosotros para pensar cómo enfrentar este problema. Esto es parte sustantiva de la represión que necesitan para mantener la tasa de ganancias del neoliberalismo. No es solamente cuando nos rompen la cabeza en una marcha, cuando nos meten en cana, porque para llegar a eso también utilizan a estos servicios. Los servicios son una política de Estado permanente. Balbuena ingresó con Duhalde”, subrayó.Ganar consenso “Al igual que pasó con la doctrina Chocobar, que el gobierno la hace una cosa oficial, no cambia el paradigma respecto del gobierno anterior, lo que cambia es el modo de asumir estas políticas. A mí no me gusta el término violencia institucional porque Aníbal Fernández hacía él mismo foros contra la violencia institucional y dirigió las Fuerzas de Seguridad durante casi toda la gestión kirchnerista. Parece el reino del revés. Este gobierno, por el contrario, te lo dice: ‘Yo te voy a infiltrar, a monitorear las redes sociales, te voy a matar porque hace falta matarte para que algunos vivamos tranquilos’”, analizó Castelnovo. “Lo están diciendo porque se trata de un modo de ganar consenso. Lamentablemente, la derrota axiológica que sufrió nuestro pueblo también dio como resultado una gran cantidad de gente que necesita escuchar voces de mano dura, de la cultura represiva, y es lo que están escuchando ¿O pensamos que fue inocente y espontáneo el llamado de Macri a Chocobar? Estuvo estudiado y planificado después de que todos vimos por televisión cómo asesinaba por la espalda a Pablo Kukoc”, recordó Castelnovo. “Uno ve lo que puede ver y decodificar según sea su ideología. La verdad no está en el hecho sino en la mirada de quien observa. Es una clara política de Estado de todos los gobiernos de la etapa constitucional. No hicieron inteligencia contra Gran Bretaña por las Malvinas sino para socavar las organizaciones populares, su oposición a las medidas contra el pueblo, para eso están”, señaló.Funciones de un servicio “Creo que hicieron un trazado del perfil de cada uno, la usaron luego como trampolín para llegar a otras organizaciones. También se anticipan a los movimientos que vas a