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La Retaguardia

«Si los gobiernos de la región retroceden, la gente también va a retroceder»

Por LR oficial en Internacionales, Modesto Guerrero

Modesto Guerrero es escritor y periodista venezolano, casi tanto como argentino. El programa Tengo una idea, que se emite por La Retaguardia con la participación de Carlos Morchio, Nicolás Rosales y Gabriela Barro Gil, lo convocó como columnista, en esta ocasión para caracterizar la situación política de América Latina, especialmente de Brasil, y las relaciones bilaterales de toda la región con Estados Unidos. Aquí su intervención de esta semana, en la que también habló del sistema electoral argentino y las denuncias de fraude.

(Por La Retaguardia) En su columna, Guerrero afirmó que hay que evaluar hasta dónde tiene asidero en la realidad la postura del gobierno argentino sobre la proveniencia del armado de las marchas y cacerolazos contra el fraude en Salta, Capital Federal y Tucumán. “La presidenta Cristina acaba de decir que son actos promovidos por una agencia extranjera”, explicó. «Hay que partir de la definición de que existe en marcha hace dos, tres o cuatro años dependiendo del país, una reacción o contraofensiva conservadora”. En sintonía con las declaraciones de la mandataria, el periodista coincide en que grupos ligados a Estados Unidos buscan “desmantelar o desplazar al gobierno por el voto más genuino o el golpe más conspirativo sin que pueda ser un golpe sangriento de tipo militar”, graficó y aseguró que “para Norteamérica es insoportable que haya gobiernos que no le obedezcan, esa verdad desde 1823, es mucho más actual, presente y punzante en este momento”.
El escritor relacionó la contraofensiva estadounidense contra América Latina con el contexto político mundial: “el eje de la geopolítica mundial ya giró hacia Oriente y se reordena a través de bloques, países, estados y comercio distintos” y en esas circunstancias a Norteamérica no le conviene perder el control que siempre tuvo sobre su Patio Trasero. El concepto fue creado, contó Guerrero, por un economista “malo pero brillante” que alguna vez declaró: “¿Para qué andamos peleando a 17 mil kilómetros en Vietnam si no podemos mantener en orden nuestro patio trasero?». Hizo alusión a conflictos de índole similar a Argentina en otros países como Bolivia, Ecuador, Uruguay, Brasil y Venezuela.

Conflictos sociales en la región

“Dilma es casi de derecha. No es de derecha porque es de izquierda, pero es casi de derecha y aplica programas económicos a pedido de la derecha”, aseguró sobre la primera mandataria de Brasil. “El gobierno es de posneoliberalismo, son de izquierda, pero una izquierda como Felipe González en España”, agregó. Guerrero sumó, a los intereses de Estados Unidos mencionados, un nuevo factor que intensifica el descontento popular y beneficia al Departamento de Estado norteamericano, que son “las debilidades y defectos de este tipo de gobiernos y que estos gobiernos no han podido solucionar”. Afirmó que sólo con esa combinación se pueden explicar las dificultades políticas que atraviesa América Latina. “¿Por qué los trabajadores brasileños van a tener problemas con Dilma? ¿Por qué el MST ocupó 27 oficinas del ministerio de Hacienda en todo el país? ¿Porque es agente de la CIA?”, endilgó. Sobre otros países, se preguntó por cuestiones de la misma índole: “¿Por qué la CONAIE  (Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador se movilizaría junto con la derecha si el gobierno les reconociera derechos?” o “¿Por qué los indígenas del TIPNIS movilizan violentamente? El gobierno de Evo, faltando a su propia Constitución, no los consultó sobre el cruzado de la carretera por su comunidad”. Con respecto a Uruguay: “¿Por qué los obreros del PIT-CNT le van a hacer dos paros generales al gobierno del PIT-CNT?”, se preguntó.
Según Guerrero, en estas circunstancias, “la causa determinante viene de Estados Unidos y las derechas locales” pero éstos no podrían salirse con la suya si no existieran estos gobiernos “con corruptelas, deficiencias, con políticas económicas más neodesarrollistas que de izquierda”. En su caracterización fue más allá y aseguró que así “le facilitan el camino a la derecha y a los diarios para que hagan lo que hacen”. En referencia a las teorías sobre la organización de las movilizaciones contra el fraude en Argentina, Guerrero se posicionó: “Yo no creo que lo de Tucumán sea parte de esto” porque “allí hay un gobierno que tiene prácticas feudales. En las provincias del norte es sorprendente cómo se gestiona”. No dejó, sin embargo, de hacer una salvedad: “Tucumán, más Salta, más Buenos Aires van a ser instrumentos utilizados o acoplados a un proyecto para Argentina”, es decir, “el Departamento de Estado tomará nota y dirá ‘Ajá, tenemos en quién apoyarnos’”.
Guerrero focalizó en los errores de los gobiernos progresistas de la región, “yo les pediría sólo que cumplan con lo que dicen que son, con eso bastaría” y relacionó la postura con la cuestión de la corrupción: en Brasil se desfinanció a Petrobrás por 18 mil millones de pesos que fueron directo a sustentar campañas políticas de todos los grandes partidos (PT, PMDB, PSDB). En Venezuela, por otra parte, “24 mil millones de dólares se fugaron legalmente en cartas bancarias del Banco Central de Venezuela, controlado por el gobierno, a la banca privada para importación”. “¿Está la CIA también en el Banco Central de Venezuela?”, se preguntó Guerrero. “Es el tipo de Estado, el tipo de sistema social”, informó, “estos funcionarios comienzan prometiendo y haciendo cosas buenas, como acá y terminan fagocitados, convertidos por ese de Estado en funcionarios de ese Estado”, sentenció.

Contradicciones

Así empieza, según Guerrero, la más fuerte contradicción de estos gobiernos. “no voy a estar a favor de la caída de Dilma a manos de la derecha, estaría a favor de la caída de Dilma a manos de un gobierno del MST (Movimiento Sin Tierra) o del PT o lo que surja de él. El periodista afirma que la presidenta de Brasil “es causante de su propia destrucción” y que “ella ha causado condiciones”. Para ejemplificar, contó que el gobierno restó el 43% del presupuesto al ministerio de Tierras, cuya existencia venía siendo la única razón por la que el MST “la miraba con simpatía”. “Las tres grandes organizaciones sociales del país, el MST, el MSRP y el de la represa, se organizaron con 22 más y salieron a la calle porque el gobierno no las convoca ni interpela”, contó Guerrero.
Para ampliar la cuestión de Uruguay, el escritor contó que Tabaré, en su segundo mandato, “les está triturando el salario”. “Es natural, puedes ser chavista, comunista o kirchnerista”, explicó, “pero tu salario no tiene ideología y tiene un sólo destinatario que es tu familia, y si se reduce a la mitad, tienes un problema”.
Guerrero recordó la primavera de los gobiernos progresistas de América Latina: “es el único lugar del planeta donde las clases medias de once países, siete progresistas y cuatro que no, emergieron, subieron, crecieron, ascendieron en los últimos diez años”. A ese mismo sector social que explotó su movilidad ascendente, según el periodista, sus gobiernos ahora le tributan el salario. “En Brasil, de esos 30 millones, 15 deben tener la mitad de los beneficios que obtuvieron cuando Lula los ayudó”, afirmó el periodista. “Estos gobiernos han hecho por los pueblos lo que nunca nadie hizo excepto en Argentina con el primer peronismo y por eso la gente los apoya. Si empiezan a retroceder como gobierno la gente también va a retroceder”.
En el cierre, Guerrero volvió a hacer foco sobre las intenciones de Estados Unidos y se refirió a las nuevas relaciones con Cuba. Norteamérica “necesita poner orden en el hemisferio, consolidarlo en el plazo de cinco o diez años como zona de seguridad económica, financiera, política y militar”. En ese contexto, analiza el escritor, no es extraño que retome las relaciones bilaterales con la isla socialista. Guerrero mencionó cinco factores sobre la situación de debilidad que lleva a Estados Unidos a impulsar otra vez el dominio de la región latina: la pérdida de control sobre Europa, la pérdida de control sobre el sistema monetario internacional –explicó que el 42% de las transacciones ya no se hacen con dólares-, el hecho de que el eje del mundo financiero, comercial y económico ya no está en Estados Unidos sino en Asia Pacífico y la implicacia de los BRICS para modificar la relación de poder mundial norteamericano que regía desde el año 1992.

“Norteamérica tiene urgencias”, caracterizó Guerrero, “y una de ellas es la del orden político, son siete gobiernos que no pueden controlar a pesar de que sean distintos”. Finalizó: “No se puede ordenar el control sobre América Latina si no se tiene una relación ordenada con Cuba”.