“Para el Che, Fidel era un extraordinario revolucionario burgués que estaba por encima de su clase”
Por LR oficial en Internacionales, Medios, Trabajadores
Con motivo de la muerte de Fidel Castro, Yirian García Torre, periodista de Radio Rebelde de Cuba y Ricardo Napurí, quien formuló la frase del título, revolucionario peruano y ex secretario del Che Guevara durante la lucha armada en la isla, participaron de Otras Voces, Otras Propuetas por Radio La Retaguardia, y dialogaron con Luis Angió y Rosaura Barletta dialogaron con . Ambos se pronunciaron acerca de la situación actual de la revolución, lo que representa para ella y para el pueblo la muerte de su máximo líder y el vínculo con Estados Unidos a partir del cambio de gestión. (Por La Retaguardia)
“El trabajo es bastante, el flujo de las personas, tanto para rendir homenaje en la misma plaza de la Revolución como en los diferentes puntos en los que se han puesto los libros con el concepto de revolución y el compromiso como una manera de que las personas pongan lo que sienten, lo que quieren y se sientan parte de la acción en este minuto, que es como siempre nos hemos acostumbrados en estos momentos difíciles. Ese día amaneció nublado, al otro día salió el sol. Decidí ir a la plaza y mezclarme entre los jóvenes, entre las familias, las personas de trabajo. Los adolescentes decían que nadie faltaba al aula, que los profesores no podían contener las lágrimas a la hora de hablar, compartir el minuto en familia, en los centros de trabajo. Se ha dispuesto que se dispararan veintiún salvas en Santiago de Cuba y luego cada una hora desde el hasta el 4 de diciembre”, contó Yirian García Torre. Además, relató la dinámica de cobertura, “el evento durará hasta las 19 —ahora nos preparábamos para el acto de despedida— en la plaza y que los corresponsales desde sus provincias reportaran a Radio Rebelde y al sitio web lo que estaba sucediendo en las provincias para así nosotros movernos a los lugares donde nos vamos a reportar. Ayer tuvimos la deferencia de esa parte delicada que es el arte para que un grupo de artistas grabara una canción con la orquesta de la Sinfónica Nacional. El encuentro en la universidad fue muy emotivo, había rostros llorando. En palabras de que el propio Fidel de que internet había sido hecha para nosotros y que ellos han tenido congregaciones en las mismas universidades para participar, esto mismo hicieron su primer tributo, en la misma mañana después de la comunicación de la pérdida física de Fidel. No importa la condición física, se han movilizado a la plaza”, aseguró la periodista. “Ayer iba a cerrarse a las 10 de la noche, y hubo que dejarlo hasta después de la 1 de la mañana. Será despedido con este acto y luego hará la caravana inversa, igual que el 8 de enero de 1959 la Caravana de la Victoria partió de Santiago para acá. La movilización de los periodistas es para que hagan igual que en otras ocasiones, con la confianza o el compromiso de qué vamos a hacer, como dirían los alfabetizadores el 22 de diciembre de 1961”, recordó.
El después
“Esta partida física entristece, alienta también el espíritu del pueblo y al inmenso desafío que siempre hemos tenido. Es cierto que el momento pudiera plantear otras perspectivas. Hay algo que hemos ido aprendiendo: la experiencia, el modo de saber revertir cualquier derrota. Hay una cuestión importante en el pensamiento de Fidel, que es prever siempre la circunstancia, saber revertir cualquier situación que suceda o saber estudiar lo que va aconteciendo. No puedo decirte con certeza algo que está cambiando no solo para Cuba, sino para el mundo, pues estamos hablando de una potencia que tiene que ver con todos y más con esta región de la que ustedes forman parte. Asimismo lo manifiestan los líderes y los amigos de Cuba, aquellos que han compartido con nosotros los 1 de mayo, aquellos que nos han acompañado siempre”, destacó García Torre. “Esas previsiones de trabajar con la intelectualidad, de pensar y repensar las cuestiones a medida que se vayan presentando, sin que quiera decir que sorprenda. Porque estamos acostumbrados a que no sea del todo novedoso cuando podamos decir que Cuba… la esperanza que siempre vieron en Fidel, en el proceso, en la revolución y en los cambios. Va a haber situaciones que habrá que enfrentar, pero nos deja ese ideal. Eso lo vemos ahora que hemos vuelto a los discursos y están, previsiblemente, dichas muchas cosas que están sucediendo. Siempre hay un reto, el pueblo cubano sabe qué tiene que hacer para sí”, aseguró.
El corte generacional
“La primera muestra de dolor pero también de compromiso se hizo en la universidad, en la escalinata, donde muchísimos adolescentes lloraban. Y yo, que soy de una generación media, me quedaba asombraba, consternada ver a los muchachos llorar. Eso lo mostraron hace un tiempo atrás, buscando lo que se llamó el avispero, cosas que se hicieron por internet cuando el voto por el bloqueo. Cuando venía camino a Radio Rebelde, quise hacerlo a pie, mezclarme entre ellos, sentirme como se sentían ellos. Me impresionaron. En los estudios que estuve haciendo respecto a esas edades al modo de que les llegue la historia, al modo de entenderla, de asumirla, desde su país o desde el propio mundo a la puerta de una computadora, buscaba también el modo de que ese discurso entre las generaciones fuera más viable, que lo sientan como tal. Eso lo corroboramos ahora”, planteó. Para la periodista, el corte generacional pasa por otro lado: “Entre las investigaciones salió esa frase de que la juventud está perdida. Las diferencias generacionales tienen que ver en el sentido de proyectarse: ellos son nativos digitales y nosotros vamos siendo inmigrantes digitales. Pero igual coordinamos historia, modos de hacer, de ver, vivencias, crónicas. Porque es parte de la historia, que, como dijo Fidel, es una sola. Tiene que ver con los que nos hicieron llegar hasta aquí o con quienes nos van a dar esa continuidad, que son ellos. No estaban alegres, sino en su sentir, en la consternación del momento, que no por esperado deja de sorprender”, aseguró.
La revolución ayer, Cuba hoy
Sobre el contexto político y las falencias del sistema cubano, profundizó Ricardo Napurí: Quiero resaltar algo que los diarios y los comentaristas no dicen. Yo tuve el privilegio de ir con la madre del Che a La Habana y llegamos al día siguiente que entró Fidel con su columna. Esto tiene importancia porque me permitió establecer un vínculo con el Che y comprobar in situ el fenómeno de la Revolución cubana. En mi libro Pensar América Latina destaco planteamientos, análisis que no son comunes en la diversidad de los textos que ha tocado Cuba. Comprobé, por ejemplo, que ni el Che ni Fidel Castro tenían formación marxista o socialista, y habían triunfado en dos años de lucha insurreccional urbana y sobre todo guerrillera; pero en ese momento, 1959, no estaba definido el perfil de la Revolución. Esto tiene mucha importancia por varias cosas. La más importante es que lo que no tocan los que critican, incluso, con buena fe. Cómo jóvenes pequeñoburgueses radicalizados, sin formación marxista o socialista y sin tradiciones partidarias pueden haber expropiado el capital. Eso los califica mucho más que las apologías que se hacen sobre Fidel, por ejemplo. Fidel era un combatiente antiimperialista, un demócrata, nada más, cuando él se lanza a derribar a Batista con los doce del Granma y después en las ornadas y procesos de Sierra Maestra. El problema es rico para todos aquellos que quieren mirar la historia analítica y críticamente, para dotar a todos los que quieran comprender los procesos, la realidad”, analizó inicialmente sobre las proveniencias de los dos líderes más importantes de la gesta revolucionaria. Además, consideró los obstáculos: “A 90 millas, Estados Unidos —que interviene en todo— no intervino en Cuba. Apoyaba a Batista, pero los dejó pasar, porque, como Fidel era hijo de millonarios y tenía un programa antidictatorial, ellos no venían peligros. Muchos se han olvidado que el primer presidente de Cuba no fue Fidel, fue el señor Urrutia, que era un juez de la Corte Suprema de Batista, liberal conservador. Y, además, Miró Cardona, que era el presidente del Colegio de Abogados pronorteamericano, porque había sido un frente de organizaciones. Pero el asunto era derribar a Batista y nada más. No puedo decir ahora los mecanismos de la historia por los cuales en dos años Fidel termina, en abril de 1961, declarando la revolución socialista en Cuba”, aclaró. Para Napurí, “eso es lo rico del proceso revolucionario cubano, que deja lecciones, incluso, optimistas en la historia. El otro problema es la jerarquización de estos jóvenes, que, teniendo la limitación de ser demócratas antimperialistas, pero combatientes antirrevolucionarios, devienen después en combatientes por el socialismo. La dimensión de ellos, en mi apreciación, es más alta, porque no se trata de personas que se educaron formalmente en los partidos, sino audaces guerrilleros y combatientes que aprovechan una oportunidad histórica sin conocerla y dominarla, y terminan, por la agresión norteamericana, expropiando el capital”, explicó sobre cómo decantaron los matices revolucionarios luego de la caída de Batista. “Es muy importante, porque eso eleva la figura de Fidel Castro a una dimensión notable, útil para todos aquellos que quieren una alternativa anticapitalista para saber que los procesos de la historia dan oportunidades. Lo digo porque frente al pesimismo de nuestro tiempo de no es posible derribar a estos monstruos reaccionarios o lo que puede ocurrir en Europa con los Le Pen y los nacionalismos de derecha y esta reacción en América Latina, hay en la historia y en la realidad de nuestros países contradicciones de tal naturaleza que se puede colar uno en las brechas que giran las relaciones dentro de las clases. Y si uno hacer bien los deberes, puede tener optimismo de que creando instrumentos puede luchar y ayudar a todos aquellos que creen todavía en la posibilidad de una lucha anticapitalista para frenar a estos bárbaros modernos. Fidel es un revolucionario y burgués”, definió Napurí. “El Che dijo en 1957 estando en Sierra Maestra que para él Fidel era un extraordinario revolucionario burgués, de la izquierda burguesa, pero que estaba por encima de su clase. Lo define bien. Ese hombre, como Fidel también, evoluciona y después la realidad de la lucha de clases, la agresión norteamericana y la movilización de las masas radicalizadas les hacen optar por las masas, lógicamente —eso les da alguna grandeza humana, social e histórica—, y terminan expropiando, en la lucha antimperialista, el capital. Ese es el ángulo que trazo para dimensionar a Fidel Castro, al Che y a todos aquellos que combatieron a su lado, porque supieron responder en un momento particular de la coyuntura, incluso en condiciones desfavorables, y se elevaron a la categoría de revoluciones, con una dimensión histórica que el siglo les reconoce”, consideró.
Adentrándose en la situación de la revolución hoy, Napurí analizó: “Obama parecía un liberal de izquierda y que iba a ir más lejos, y lo cuadró la realidad de su país. Porque todo el mundo sabe que ahí el poder real está en lo que se llama el complejo militar, industrial y financiero, es decir, al dominio lo tiene el poder económico, y disciplinaron al morochito, que todo el mundo creía que por ser un morochito iba a ser más progresivo que los otros, y ha terminado guerreando y matando gente por todos lados, y le dieron el Nobel de la Paz cuando estaba matando en Afganistán. Trump es un hombre casi inculto. El general Eisenhower decía que él nunca había leído un libro; es probable que Trump tampoco, porque para ser empresario no se necesita ser culto. Lassalle dijo en 1850 que los liberales eran los bárbaros modernos. Este Trump es un bárbaro, pero ahora está referido a las condiciones de relación de fuerzas de la clase dominante de su país, porque él podría decir lo que quiera, pero cualquiera diría que después de esto viene la invasión de Cuba, la invasión de Venezuela”, aseguró. Sin embargo, para Napurí, “hay que poner la duda. Porque hay problemas, intereses. Hoy los comentarios dicen que por más que él diga eso, hace rato que lo están empujando los sectores que quieren comerciar con Cuba, más allá de lo ideológico y lo político, que no quieren perder ese mercado. De tal manera que él, podría hacer, desde el punto de la disputa política, una ofensiva para que ceda más Cuba o para quedar bien los castristas que están en la Florida que le dieron los votos. No te olvides que Trump al principio apoyó la iniciativa de Obama de negociar con Cuba cuando empezó su campaña, y después se reacomodó en contra con los votos de la Florida. Estos son indicios de que hay que tener paciencia y estar prevenidos, conociendo la realidad en todas sus facetas, de los obstáculos que él puede tener para llevar una política casi salvaje de agresión a América Latina”, advirtió.
“La concusión que podríamos sacar por lo que dicen sus antecedentes es que este tipo (Trump) quiere la recolonización rápida de América Latina, porque si agrediera a Cuba y a Venezuela, listo, ya está pensando en recolonizarnos con la concepción vieja de ‘América para los americanos’. Esa sería la peor de las instancias. Pero, de todas maneras, hay peligro, porque este tipo tiene la capacidad de apretar el botón atómico, capacidades de hacer locuras. Si Obama, que parecía un morocho simpático, termina guerreando más que nadie y era del ala liberal del Partido Demócrata, imagínense los peligros que hay con este tipo, que quiere disciplinar al mundo en nombre de Occidente y la idea de que los Estados Unidos tienen que recuperar la grandeza que le han hecho perder los gobernantes anteriores”, consideró. Napurí planteó que “tenemos que estar prevenidos a partir de nuestra propia realidad. En mi libro asumo una oposición crítica de la Revolución cubana, lo asumo. Es bueno decir que siempre la metodología de los marxistas ha sido no dejar para después todos los procesos revolucionarios, porque tenemos la obligación de ser pedagogos de la vida y de la historia y sacar conclusiones para organizar mejor la lucha y la autodeterminación de los pueblos por su emancipación humana y social. Lo digo para que no se crea que yo tengo una posición de fundamentalismo respecto de los personajes y la historia. La historia tiene que ser pensada críticamente y los personajes también, pero hay que relevarlos en los ángulos importantes que nosotros necesitamos paralas luchas populares de los pueblos”, explicó sobre su posición crítica.