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La Retaguardia

AGR-Clarín, el conflicto que no será televisado

Por LR oficial en AGR-Clarín, CABA, Medios, Trabajadores


A las tres de la tarde del viernes, alrededor de la Plaza de Mayo, se iba ocupando la poca sombra que había. Todavía nadie había cortado la calle pero era cuestión de minutos.  La comisión de mujeres encabezará la marcha con una bandera que dice: COMISIÓN DE FAMILIARES DE TRABAJADORES DE AGR-CLARÍN. Seis cuadras de gente las siguen. (Texto de Paulo Giacobbe y fotos de Agustina Salinas para La Retaguardia)

Va a ser una convocatoria multitudinaria, desde Plaza de Mayo, pasando por el Congreso, hasta el pomposo, por lo menos de nombre, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Callao, en un horario y una zona muy concurridos,  y ni en ese momento, ni al otro día, los medios de comunicación tradicionales, en sus diferentes formatos radiales, televisivos o gráficos, lo van a contar. Estamos todos enterados de lo que está pasando en AGR-CLARÍN, porque los trabajadores marchan y reparten volantes informativos, porque la lucha se fortalece en cada movilización.
En todo el trayecto la policía ayuda poco y nada en el corte. Veo un motopoli en alguna calle pequeña y después un patrullero en Callao, no mucho más. Capaz los nuevos colores me confunden y por eso no los distingo del todo. Cruzar la 9 de julio con el metrobus de ida y vuelta depende de los trabajadores de la gráfica. La policía ni el tráfico direcciona, pero sí filma el comienzo de la marcha.

Una mujer dice que Clarín miente y también despide. Se pegó la consigna en la ropa y en un paraguas gris, impresa en papelitos. Del otro lado, un hombre lleva un cartel a mano: Clarín sigue mintiendo. La columna marcha unos pasos, se frena, espera. Después de cruzar la 9 de julio, algunos se refrescan con el agua de una manguera de una obra de la Avda. de Mayo.
Antes de llegar al Congreso, Marcelo Quinteros de la comisión interna de AGR, me cuenta que están reclamando que el Ministerio de Trabajo abra una mesa de diálogo y que obligue a Clarín a cumplir la ley y que vuelvan los trabajos a la gráfica, que el sábado pasado realizaron un abrazo simbólico a la planta de la calle Zepita en Barracas y lograron retrasar la entrega del diario. Denuncia que gendarmería tiene sitiada la zona, revisando vehículos de vecinos y de trabajadores cuatro cuadras a la redonda. Desmiente lo que publica Clarín en relación al conflicto y dice que Clarín tiene un call center: “llaman insistentemente a los compañeros y a los familiares para decirles que arreglen, porque si no arreglan no les van a pagar nada. Y amenazándolos con que si no toman la decisión de arreglar no van a poder cobrar nada de la indemnización, que eso desde ya es una mentira grande como una casa”.

El ministerio está en Callao al 100. La masa manifestante, uniforme, se detiene en esa esquina. Suceden dos cosas casi al mismo tiempo. Abajo del edificio, ocho o nueve policías de infantería se despliegan para proteger la puerta del ministerio. Vienen de la vuelta donde hay más efectivos, más carros, más uniformados. Desde arriba del edificio los trabajadores despliegan dos banderas enormes, de varios pisos, que dicen: ATE Trabajo y AGR Clarín SOMOS TODOS. Una de las banderas parece actuar por sí misma: el taco de abajo se mueve impulsado por el viento, va para adelante, toma impulso, ataca. Tres veces repite la acción, no rompe el vidrio de una ventana por centímetros, sólo le falta cantar lo que abajo cantan: unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode.
Al lado mío, alguien dice que nunca vio algo así. Las banderas impresionan.  Abajo, en la puerta del ministerio, uno de los policías tiene apoyada su mano en un arma a la cintura. Otro de los efectivos, más joven, agarra el palito de abollar ideologías. Salvo dos, ninguno está identificado. Súper pertrechados. Así esperan a los trabajadores.
Se eligen cuatro trabajadores para que ingresen al edificio para reunirse con el ministro de trabajo, Jorge Triaca (hijo). Se va a producir una reyerta, un pequeño pogo con la policía. Unidad de los trabajadores y al que no le guste, se jode, se jode. Adonde está, que no se ve,  la famosa CGT. Los trabajadores de AGR-CLARÍN fueron reprimidos en la puerta de su fábrica hace quince días y esos mismos trabajadores son los que separan y logran la calma. Forman un cordón de espaldas a los escudos policiales. Se les va a negar la reunión.
Claudio Dellecarbonara,  miembro del Secretariado Ejecutivo de la AGTSyP, me dice que los trabajadores del subte están en la marcha trayendo su solidaridad, “exigiendo la reincorporación, denunciando al grupo Clarín, la complicidad del ministerio de trabajo y del gobierno de la nación. Más que nunca es necesaria la unidad del movimiento obrero para poder enfrentar todas las medidas de este gobierno, que tiene que ver con los despidos, con los tarifazos, con los aumentos de la canasta familiar, la represión, la persecución, como vimos aquí, aunque fue una escaramuza, responden a cualquier pedido de la clase obrera con policía, con represión”.

– Paulo Giacobbe: Desde el gobierno y desde Clarín están apostando al desgaste. Y esto cada vez es más grande.

– Gustavo Dellecarbonara: Claro, apuestan al desgaste. A través del gran cerco mediático que le han hecho a los compañeros de AGR. No sólo los medios del Grupo Clarín; los medios que están ligados a algún partido de la oposición, ya sea del Frente para la Victoria o el Frente Renovador, han sido cómplices de esconder esta gran lucha de los compañeros. Obviamente la política del gobierno es de ningunear, de desgastar los conflictos, para poder aplastar la resistencia obrera que cuenta con la complicidad de la CGT que viene prometiendo algún tipo de respuesta para dentro de quince o veinte días, lo que es una vergüenza. Necesitamos recuperar los sindicatos, los cuerpos de delegados, para todas las peleas que tenemos por venir.

Oscar López es delegado de la planta  AGL SA, de Sauce Viejo, Santa Fe, que depende de Clarín. Cuenta para La Retaguardia que cuando la empresa se instaló en esa provincia, automáticamente “reventó el convenio, flexibilizó, precarizó. Y por la burocracia infinita de este país que tienen los gremios” fueron quedando solos en la lucha. Y vino a la marcha porque con Pablo Viñas, hace unos años,  tuvieron  una lucha en común. Clarín había intentado una reforma del convenio colectivo de diarios para los gráficos del interior. “Un movimiento muy sucio porque salió de la federación nuestra; así trabaja Clarín. Ganamos. Y hoy estamos acá para devolver el gran favor que hizo Pablo Viñas de asesorarme, de hacer asambleas, de frenar trabajo”.
El día que se cortó la autopista frente a Clarín, en AGL realizaron un piquete frente a la planta industrial. Para el delegado de Santa Fe la lucha es en conjunto. Pese a que “el secretario general del gremio dice que la lucha es de Buenos Aires”. Y amplía que esta lucha tiene una coyuntura histórica, que si no se frena esto, los trabajadores quedan esclavizados. “Para todos los trabajadores Clarín tiene la misma política, no respetar la democracia sindical, es lo que hace en toda su planta”.
Pero al gigante se lo puede vencer. Ellos lograron torcerle el brazo a Clarín, después de dos huelgas: “pero primero hubo que mover al gremio. Clarín se instala como diario, pone dos turnos, que se unen con el diario El Litoral de Santa Fe, uno vespertino y otro matutino. Ilegalmente, porque el convenio nuestro no lo contempla. Pero logramos que nos paguen los trabajos a terceros. Dentro de la jornada de seis horas y la otra que no pueda unificar. Clarín quería hacer imprenta. Con la tecnología que tiene era un golpe muy duro a la imprenta de la Provincia de Santa Fe” y finalizó diciendo que la comisión interna de AGR es una de las más fuertes del país y repitió que se tiene que unir la clase trabajadora.

– Triaca no nos va a recibir -avisa Pablo Viñas, el único orador de la marcha-. No tenía prevista la reunión. Atendé el teléfono, Triaca -exige Pablo-. No mires solo TN porque todos los trabajadores sabíamos que hoy veníamos a este ministerio.
Viñas va a agradecer a los trabajadores que colgaron las banderas desde los balcones. La presencia a la comisión de mujeres y familiares y a todas las organizaciones presentes. Amplia convocatoria. Y también tendrá palabras para los grandes ausentes: la Federación Gráfica Bonaerense. “le reclamamos a (Héctor) Amichetti, Secretario General del Sindicato Gráfico, que en 19 días de ocupación no vino a la planta, que deje sus vacaciones de lado, venga a donde estamos los trabajadores luchando y que el sindicato se ponga el conflicto al hombro, y deje de permitir que se hagan nuestros trabajos en otras gráficas y convoque a un paro con movilización para que triunfe AGR-Clarín”
También preguntó por el secretario de la CTA, Hugo Yasky, que no estaba. Y por el triunvirato de la CGT, que tampoco estaba, relató los planteos que le realizaron a ambos. “Los tiempos de los trabajadores no son los mismos que los tiempos de la central, no hay fecha para un paro general y hay una movilización para el 7 de marzo. No se puede habilitar a las patronales para que sigan despidiendo hasta marzo, ¿acá no había un acuerdo de que no iba a haber despidos firmado entre la CGT, la Unión Industrial y el gobierno? Le reclamamos a nuestra central obrera, a la Confederación General del Trabajo, que necesitamos un paro con movilización ahora, por el triunfo de las luchas, ahora, contra los despidos, ahora, por el convenio colectivo, ahora, por las paritarias libres ahora”.
El delegado también le preguntó aTriaca (hijo), que no los recibe ni escucha, porque le cumple todos los caprichos a Clarín. Y consideró que es una vergüenza ser recibidos por infantería a las puertas del Ministerio de Trabajo.
Al otro día la vergüenza va a subir la apuesta. Gendarmería, con carros hidrantes, se presentará en la puerta de la fábrica de Pompeya para intimidar a los trabajadores. También van a estar en la planta de Zepita en Barracas para garantizar que Clarín pueda distribuir sus publicaciones en tiempo y forma. A las tres de la tarde del sábado tienen lista la tapa del domingo, denunciaron los trabajadores. No es la primera vez que hacen algo así. Ni imprimir el diario con esa antelación ni tener a las fuerzas represivas a su servicio para garantizar sus intereses.