«Sabemos que el gatillo fácil es una política de Estado»
Por LR oficial en CABA, Violencia institucional
Emilia Vasallo, mamá de Paly Alcorta, asesinado por la Policía, es una de las convocantes para la tercera Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil que se realizará este lunes 28 de agosto, desde Congreso a Plaza de Mayo. La cita es a las 17. También habrá convocatorias en Tucumán, Rosario, Córdoba y Mar del Plata. Desde La Retaguardia, Fernando Tebele y María Eugenia Otero dialogaron con Vasallo acerca de la marcha, las familias y sus causas. (Por La Retaguardia)
«Sabemos que el gatillo fácil es una política de Estado. Una práctica sistemática de represión. Siempre decimos con los familiares que la dictadura no se terminó en 1983. Estas prácticas son de la dictadura, el gatillo fácil, las desapariciones forzadas, las torturas seguidas de muerte en lugares de detención como comisarías, institutos de menores y cárceles. No es sencillo organizar una jornada como esta. El dolor es el mismo, no sólo en los casos de gatillo fácil sino en los casos en que el Estado está ausente para los familiares pero organizándonos transformamos el dolor en lucha porque si no no podríamos estar de pie, siquiera levantarnos a la mañana», explicó Emilia sobre la fuerza de los familiares. «Es la forma que encontramos de poder salir adelante. No solamente por los hijos que nos quedan en el caso de los que los tenemos, sino por los pibes que aún están y que son por los que peleamos», aclaró.
¿Quién era Paly Alcorta?
«Mi hijo era un pibe de 17 años, de barrio, que el 18 de marzo de 2013 salió de mi casa a la tarde. En una ocasión de robo a dos cuadras de mi casa, un policía que estaba de consigna en el peaje de la autopista del oeste, sin mediar una sola palabra, le disparó un tiro certero en la frente. Le impactó en la sien de un lado y salió por el otro. Después de siete meses de agonía, de muchas operaciones, de quedar en estado vegetativo a los tres meses de internado, finalmente mi hijo murió. Me lo asesinaron», agregó Emilia. «Ahí comenzó mi lucha. Cuando uno se acerca a una institución o a otros familiares, lo único que busca es justicia. Que el que disparó vaya preso, que pague. Sabemos que en la mayoría de los casos eso no existe. A la justicia la arrancamos con la lucha y muchas veces ni siquiera eso, sino que tenemos que seguir peleando porque no la conseguimos», contó. «En mi caso personal, yo no lucho por una sentencia sino por la conciencia. Conciencia de clase. Para que no haya otro pibe asesinado, y para que cuando hay un muerto por gatillo fácil la gente no festeje la muerte de un ‘chorro’, ‘negro de mierda’, sino que diga ‘no puede haber otro pibe más asesinado'», planteó.
La organización como potencia
«Los familiares decimos que el solo hecho de encontrarnos, darnos un abrazo, decir ‘yo sé por lo que pasaste’, ‘estamos juntos en esta y vamos a seguir siempre juntos’. Eso nos decimos con las mamás. Lamentablemente nos unieron el dolor y la lucha, pero a través de ese dolor y lucha nacen amistades verdaderas, nacen lazos de fuerza que no se rompen nunca. La fuerza que le ponemos a la vida, a la organización, eso es luchar», destacó. «Todos los días, levantarse y no tener tu hijo es lo peor que te puede pasar en la vida. Nosotros nos levantamos, nos organizamos y gritamos no solamente por el hijo de cada uno de los compañeros, sino también por los que están y los que quedan», insistió Emilia.
«Apostamos a que la lucha sea una sola. Que unamos fuerzas. Es la marcha nacional contra el gatillo fácil y también luchamos contra las detenciones arbitrarias, las causas armadas, las desapariciones forzadas, las muertes y torturas en lugares de detención. No es solamente el gatillo fácil. Pienso en la última reunión que tuvimos y yo decía ‘compañeros, esta es la última reunión organizativa, pero de acá en más nos queda un camino largo que tenemos que construir juntos. No sólo para visibilizar la marcha sino para cambiar esta situación'», consideró Emilia. «Hay que visibilizar, denunciar, responsabilizar al Estado, pero tenemos que apuntar a más: crecer en conciencia, en organización, en unidad, estableciendo los lazos de todos los compañeros, sin diferencias, pertenezcamos o no a una organización, estar todos juntos, ser un solo grupo. Luchar contra este sistema perverso que nos arranca la vida de un pibe o una piba cada 25 horas», recordó.