Le explotó una batería de celular en el bolsillo y sufrió graves quemaduras
Por LR oficial en andalgalá, minería a cielo abierto
Martín Musarra es asambleísta contra la megaminería en Andalgalá. También es cineasta y comunicador popular. La batería externa le ocasionó, al explotar, quemaduras en ambas piernas, de las que se repone mientras reflexiona acerca de lo sucedido.
Aquí una charla que mantuvo en el programa radial La Retaguardia con Fernando Tebele y Pedro Ramírez Otero. (Por La Retaguardia)
📝 Texto 👉 Pedro Ramírez Otero
📝 Edición 👉 Rosaura Barletta y Fernando Tebele
🎤 Entrevista 👉 Fernando Tebele y Pedro Ramírez Otero
“Dicen que pasa una en un millón y por las dudas lo comparto para que no le pase a otro: ¿Será un caso aislado, empezará a pasar en cadena? No quiero paranoiquear, pero la que me pasó a mi fue loquísima”, comenzó a contar Martín Musarra, que luego del incidente investigó de qué se trata este tipo de explosión en las baterías y con qué frecuencia ocurre. Y continuó: “Me pasan cosas locas en la vida pero estar por sentarte a comer y empezar a sentir una especie de ruido a sifón de soda y que de pronto ver que tu bolsillo empieza a emanar un gas. Yo no entendía ni qué me pasaba, no me acordaba que tenía la batería. Uno lo tiene tan incorporado el tener estos aparatos cerca del cuerpo, yo había estado cargando el celular y como me llamaron a comer me lo puse en el bolsillo derecho y la batería portátil en el bolsillo izquierdo. Y no sé qué le pasó a esa batería pero empezó a largar esa especie de gas como de un matafuego, que cuando atiné a sacármela porque me quemaba me quemé el dedo, entonces tuve que reaccionar a sacarme el pantalón. A todo esto, toda esa sustancia seguía esparciéndose a través del bolsillo, lo perforó y se fue para la pierna del lado de atrás y empecé a tratar de sacármelo de encima y cuando me lo saco pegó una explosión. Uno no se espera que estas cosas sucedan, aparentemente está todo controlado de fábrica”.
Musarra compartió esta situación a través de un posteo en su Facebook, con imágenes de las heridas producidas por la explosión. En el aire de La Retaguardia, contó acerca de estas quemaduras de segundo grado: “Me bañé y no parecía tanto. Me empecé a sacar una especie de piel carbonizada. Aparentemente era bastante superficial pero cuando llegué al hospital me pusieron vendas que se usan para las quemaduras y me empezaron a analizar. Ahora en retrospectiva te puedo decir que la herida era una quemadura química que seguía quemándose”.
Las baterías de litio no solo están presentes en los cargadores portátiles, también son las que utilizan todos los celulares del mercado. Podemos encontrar el litio en muchos artefactos de la vida diaria pero la información presente en estos productos es muy poca. “No hay mucha info, yo me puse a hablar con gente que sabe de bioquímica. Ninguno de esos aparatos que uno tiene encima dice ‘en caso de que se rompan, haga esto’, porque creo que los pondría a ellos en un lugar de vulnerabilidad, comercialmente. Entonces esa falta de información cuando tenés un accidente te termina jugando en contra. Por ejemplo, lavarse con agua me dijeron que no es bueno porque el agua con el litio hace como una reacción, entonces estamos ante mucha vulnerabilidad como consumidores porque no hay información», explicó.
“Entre toda esta movida hice mucho análisis: luchamos contra la megaminería, tenemos cerros comprometidos con litio, todo atravesado. Las contradicciones de estar en contra de la megaminería y necesitar la tecnología. En un punto me puse a analizar que estas cosas dicen que se puede romper por un golpe, por estar expuesto al calor, por un montón de motivos. Y si vos te ponés a pensar la cantidad de cargadores que se venden colgados en negocios que están al rayo del sol, gente en cualquier lugar que te los vende; hay una mega industria del litio, que hoy es la energía vedette y estamos todos rodeados de litio, porque es lo que nos permite autonomía hoy en muchas cosas, inclusive en los autos”, reflexionó el activista.
Para entender un poco más cómo pueden ocurrir estas explosiones, Martín detalló: Yo no quiero ser muy paranoico, pero a mi me explotó y esto pasa. Hay dos iones que se van dosificando mínimamente por una membrana, esa membrana deteriora por un golpe, calor o cualquier cosa, y esos dos componentes se tocan de manera descontrolada y generan un ‘micro Chernobyl’, por decirlo exagerado, pero se libera toda la energía de esos 5200mAh en una fracción de cinco segundos”
La industria –cualquiera sea- nos presenta productos que podemos adquirir con mucha facilidad en cualquier comercio, pero no sabemos realmente qué contienen, cómo funcionan ni qué puede pasar con ellos. “Ni hablar de qué hacemos cuando no andan más. La compresión que tienen las baterías de litio es muy loca, lo acabo de descubrir en esta explosión y es una bomba pequeña en la que no sé bien cuáles son los estándares de fabricación ni de regulación. Como activista antiminero te podés poner a cuestionar cómo es el proceso de extractivismo, cómo son los avasallamientos de los derechos de los pueblos en los territorios para extraerlos, y después te ponés a pensar y decís bueno, la industrialización también tiene un montón de derechos postergados -a la información, por ejemplo- que inclusive en países tan devaluados como los nuestros nos tocan las baterías más defectuosas, calculo yo. Yo me compro la que puedo comprarme dentro de lo que a mi me alcanza. Esa batería no sé si tiene los componentes que garantizan que esas dos sustancias no se toquen por una x cantidad de tiempo. Estoy ante una desventaja grandísima”, cerró Musarra.