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“Ese pequeño pedacito de plomo es una prueba concreta de nuestra lucha”

Escrito por el septiembre 1, 2022


Un cliché de una publicación del Partido Comunista Revolucionario hallada en el ex Centro Clandestino El Atlético es la prueba esencial de que Manuel Guerra, militante de esa organización, estuvo secuestrado allí. Dieron testimonio su esposa, Teresita Castrillejo; y Rosa Nassif, compañera de militancia de Guerra, quien permanece desaparecido.

Redacción: Alejandro Volkind (Radio Presente) / Camila Cataneo (LR)
Edición: Fernando Tebele (LR)
Fotos: Transmisión conjunta de Radio Presente y La Retaguardia / Archivo Bárbara Barros-La Retaguardia

Rosa Nassif durante su testimonio, reconociendo la imagen que se imprimió del cliché hallado en las excavaciones en El Atlético.

Este miércoles por la mañana se realizó la sexta audiencia del juicio por crímenes de lesa humanidad del circuito de los ex Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio “Club Atlético”, “Banco” y “Olimpo”. Declararon Teresita Castrillejo, compañera de Manuel Guerra, y Rosa Nassif, quien habló sobre la placa metálica encontrada en las excavaciones de El Atlético.

El Negro

El 1 de noviembre de 1977 desapareció Manuel Guerra, quien fuera el primer secretario de la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR). En sus años de militancia participó del Cordobazo y fue responsable de la comisión juvenil del SMATA Córdoba, que lideraba René Salamanca. 

Tenía 26 años cuando fue interceptado por hombres vestidos de civil en un bar de la Ciudad de Buenos Aires. Tiempo después se supo que estuvo en “El Atlético” cuando Teresita logró contactarse con el sobreviviente Humberto Amaya. Él lo reconoció estando en cautiverio.  Amaya iba a declarar también hoy, pero su testimonio fue postergado.

Al comenzar su testimonio, Teresita contó que ese día Guerra se fue por la tarde de su casa y nunca más volvió. “Eran las 12 de la noche y no teníamos noticias de él”, contó su compañera. A la 6 de la mañana de ese día tuvo que irse de la casa con su bebe de 11 meses y ponerse a resguardo.  

La imagen de arriba se logró desde el cliché encontrado. La de abajo es un original del periódico.
En ambas se remarcan los mismos defectos (Foto: Archivo Bárbara Barros-La Retaguardia)

Siguió su relato contando que en la búsqueda personal que hizo fue a varios lugares donde podría estar. “Tenía familia en José C Paz (…) También conocíamos a una hermana de Humberto Amaya. Por eso decidí ir a verla para saber si sabía algo. Ella me dijo que habían estado en su casa”, aseguró Teresita. Al tiempo logró encontrarse con Humberto, quien le contó de cuando estuvo secuestrado. Él recordaba que jugaban al ping pong y se escuchaba el sonido de la pelotita en El Atlético. En los trabajos arqueológicos que se vienen realizando ya se hallaron dos pelotas de ping pong.

A los 15 días, Castrillejo volvió a su departamento y había sido allanado. En su testimonio contó que se conectó con sus vecinos para poder investigar qué sucedió. Allí habló con Alejandro Schvimer, quien le dijo que lo tomaron como testigo en el momento del allanamiento.  

A lo largo del tiempo, Teresita presentó diferentes habeas corpus. El primero fue a dos días de la desaparición. Luego llevó adelante nuevas denuncias en los años siguientes, tanto en el ámbito nacional como internacional. 

Encontrando la verdad

Teresita vuelve al tiempo a Mendoza, su lugar de origen y allí conoció a una mujer que tenía un hijo detenido en Rawson. Ese día le diji que cuando fuera a la cárcel iba a preguntar por Manuel. Allí se enteró de que se suicidó un hombre llamado “Guerra”. La mujer le contó que todos los familiares de detenidos estaban conmocionados y  ahí comentó que se llamaba Luis. En ese momento, una familiar le respondió que su hijo Federico Westerkamp vio como  secuestraban a Manuel Guerra. Él vivía en ese entonces en Bélgica y declaró todo lo que vio aquel día. Teresita expresó que “hemos resistido porque hubo mucha solidaridad”.

Organizarse durante el terror

Rosa Nassif, psicóloga social, docente y dirigente del Partido Comunista Revolucionario (PCR), contó que conoció personalmente a Manuel cuando llegó de Córdoba para incorporarse a tareas de organización en la Juventud Comunista Revolucionaria, previo al golpe de Estado de 1976.

Nosotros sabíamos que el golpe venía y nos habíamos preparado. Y así como nos preparamos para quedarnos en el país para organizar la resistencia a la dictadura, nos organizamos para que nuestro periódico Nueva Hora pudiera seguir saliendo en la clandestinidad”, explicó.

Por ello, días antes del golpe fueron a la cooperativa donde imprimían el periódico, y pidieron el cliché, que es una placa o lámina de metal con el relieve de la impresión que se pretende imprimir en un papel. “El tema de los clichés es lo que me hizo tener una relación cotidiana con Manuel porque, ya en clandestinidad, tanto el Partido como la Juventud siguieron editando el periódico, y ese cliché nos servía para poder ilustrar las notas del periódico”.

Rosa se refirió a las precauciones que había que tener por entonces, ya que la dictadura fascista buscaba saber dónde se imprimía el periódico y cómo se distribuía, y esas tareas estaban compartimentadas. “Yo le entregaba a Manuel esos clichés y él me los devolvía después de un tiempo”.

En uno de esos lapsos, mientras trabajaba para la organización de una huelga ferroviaria en 1977, una de las primeras que se hicieron en dictadura, Manuel fue secuestrado.

Prueba clave

Una de las pruebas fundamentales de que Manuel Guerra estuvo en El Atlético tiene que ver con haber encontrado un cliché en las excavaciones que se hicieron hace algunos años. En esta placa metálica apareció la imagen de una manifestación de 1973 contra el golpe deeEstado en Chile, en las que aparecían banderas de la UMA (Unión de Mujeres Argentinas), del PCR y banderas de Montoneros. Teresita contó que esa placa la tenía guardada Manuel en la casa. Ese día Guerra tenía que llevársela a compañeros para que pudieran usarla.  

Cuatro décadas más tarde, la aparición de ese cliché en El Atlético generó una gran conmoción. “Fue muy emocionante verla y saber que esa pequeña placa que simbolizaba tantas cosas, como la lucha revolucionaria en medio del fascismo, sirve ahora como una prueba concreta para condenar a estos asesinos que lo tuvieron a él”.

En su testimonio, también hizo referencia a la importancia del trabajo de familiares y arqueólogos para llegar a la verdad y exigió la apertura de los archivos en manos del Estado. “Da indignación que esto tenga que seguir siendo un trabajo de hormiga de familiares, y que no sea el Estado el que abra los archivos, porque esos archivos existen”.

En la actualidad se lleva adelante una segunda etapa de trabajos arqueológicos y antropológicos, en la búsqueda de huellas de personas secuestradas que pasaron por ese lugar. El Atlético fue demolido cuando se trazó el paso de la Autopista 25 de Mayo. En ese tiempo, el campo de concentración se mudó de paso a El Banco, mientras se terminaba el acondicionamiento de El Olimpo. Por eso en este juicio se investigan por quinta vez hechos sucedidos en todo el circuito concentracionario conocido como ABO.

La próxima audiencia se realizará el 14 de septiembre a las 9 de la mañana de manera virtual, como vienen desarrollándose desde el primer día. Podrás seguir la transmisión conjunta de La Retaguardia y Radio Presente en el canal de YouTube de La Retaguardia.

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Opiniones
  1. Graciela   /   septiembre 1, 2022, (12:49 pm)

    Gran trabajo de La Retaguardia. No es fácil tratar con tanto dolor. Muchos años no pude leer o hablar sobre la lucha desaparición ,tortura y muerte de nuestros compañeros. Sinceramente ¡Gracias!

  2. Blanca garcía   /   septiembre 1, 2022, (5:00 pm)

    Un saludo a todos los medios alternativos que permiten que x lo menos algunos podamos escuchar el juicio Es parte de la lucha por justicia Contra el olvido y la impunidad de hechos aberrantes que aún siguen en pie porque nos faltan los archivos, las condenas a todos los culpables y fundamentalmente la recuperación de identidad de todos los nacidos en cautiverio o secuestrados. HLVS

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