¿Qué hicieron con Griselda Blanco?

La periodista fue encontrada muerta en su domicilio, con rastros de estrangulamiento y sangre en el lugar. Era de Curuzú Cuatiá, Corrientes. Silvia Casarrubia, abogada de Blanco, habló con La Retaguardia y se refirió a las amenazas que había recibido la periodista.

Redacción: Julián Bouvier
Edición: Pedro Ramírez Otero

Griselda Blanco había contactado a la abogada Silvia Casarrubia por una carta documento que le envió el comisario Nicolás Romero, denunciado por acoso sexual cuando era comisario de Sauce, Corrientes. Ella había hecho una nota periodística advirtiendo esta situación, y luego recibió la carta documento. “Me pidió ayuda para viralizar la situación porque estaba amenazada. La policía permanentemente la increpaba para que diga quién le daba las informaciones. Cuando denunciaba otras cuestiones, siempre estaba poniendo en conocimiento del público, a través de sus vivos en Facebook, irregularidades de quien sea. Y esta carta documento fue solo para ella, porque los machos actúan cuando pueden y contra quien pueden, porque a otros medios que lo denunciaron no mandó nada. Este es un sistema patriarcal donde a quienes acosan, a quienes violan, un poco más y se los premia”, comentó Casarrubia.

Blanco trabajaba en prensa radial y realizaba transmisiones en vivo en programas locales. El último caso que Griselda denunció fue la muerte de una chica por mala praxis en el Hospital Dr. Fernando Irastorza, donde pidió públicamente justicia por la víctima y exigió el encarcelamiento del director del hospital. “También hubo mucho enojo con eso, ya que se metió con el fiscal de Monte Caseros, cuidado por la policía, también por irregularidades en su gestión. Después fue citada por la fiscalía de Monte Caseros. Yo le decía que se cuide y ella quizás subestimaba las amenazas, decía ‘me voy a morir cuando me tenga que morir’. En un pueblo chico, cualquier psicópata que tiene poder e impunidad hace lo que se le da la gana”, dijo la abogada.

Por el crimen fue detenido su pareja, Armando Jara, también periodista. La Justicia ordenó el allanamiento de su vivienda, de donde incautaron ropa de Griselda y una computadora. Los hijos de Blanco descartan que Jara haya matado a su madre. “Jara era su compañero, de quien ella aprendió el oficio. Él, según sus hijos que me llamaron por este tema, estaba preocupado. No tenía ninguna denuncia en su contra y es difícil pensar, conociendo cómo era Griselda, que no denunciara a cualquiera que ejerciera algún acto de injusticia contra ella”, comentó la abogada. Y agregó: “Cuando la hallaron muerta, Griselda estaba muy golpeada, ensangrentada, no estaba colgada, estaba tirada en el piso. Ejercieron mucha violencia contra ella. Algunos medios ya hablan de suicidio, tratan de dibujarla como puedan. Estamos esperando las pericias. La fiscal María José Barrero Sahagún actuó muy bien, aplicó el protocolo de Minnesota, haciendo intervenir a la (Justicia) federal. La policía siempre la estaba hostigando, siempre la amenazaba, siempre la amedrentaba”.

Por último, Casarrubia se refirió a la importancia del rol periodístico de Blanco: “En sus videos de Facebook, Griselda siempre exponía el temor a que le pase algo, no se callaba nada, cosa que en Corrientes es muy difícil. Hay muy pocos periodistas que hacen lo que ella hace. Porque acá la mayor parte del periodismo está cooptado por la pauta oficial y es un periodismo panfletario, oficialista, que no se mete con el poder, no se mete con las injusticias. Así que ella era un caso raro para esta sociedad correntina. Lamentablemente, terminó como ella pensaba que podría terminar. No podemos resignarnos y decir ‘fue femicidio’ y listo, que no se investigue más. Corrientes merece que la gente sepa la verdad, llegar al fondo de la cuestión. Espero que la Justicia, ya sea a través de la federal o de quien sea, llegue”.