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Tercer Malón de la Paz: “No importa el gobierno que venga, estamos dispuestos a luchar hasta morir”

Por LR oficial en CABA, Medio Ambiente, Pueblos Originarios

Las y los representantes de pueblos originarios continúan su reclamo en contra de la reforma constitucional de Jujuy. Irma Puca, integrante del acampe que están haciendo frente a Tribunales, en la Ciudad de Buenos Aires, dijo que están siendo discriminados por la Corte Suprema y por diputados y diputadas. En diálogo con el programa radial Tengo una Idea, planteó que van a continuar luchando por sus derechos.

Entrevista: Graciela Carballo/Carlos Morchio/Nicolás Rosales
Redacción: Nicolás Rosales
Edición: Pedro Ramírez Otero
Foto: Natalia Bernades/La Retaguardia

El Tercer Malón de la Paz está compuesto por 200 representantes de unos diez pueblos originarios de Jujuy que llegaron a la Ciudad Buenos Aires desde La Quiaca, Purmamarca y Tilcara. Luego de más de un mes, permanecen en vigilia en Plaza Lavalle, frente al Palacio de Tribunales. Allí, continúan visibilizando su reclamo contra la reforma de la Constitución de la provincia norteña. 

Irma Puca, integrante del acampe, contó: “Yo vengo del departamento de Yavi, pueblo coya de la ciudad de Cangrejillos. Venimos desde la Quiaca desde el 25 de julio, y veníamos de un corte de ruta que se hizo en junio. Desde ese momento estamos luchando por nuestros territorios que lastimosamente el señor (Gerardo) Morales, como todos lo saben, comenzó con una reforma inconstitucional cuando la firmó”. 

Acerca de lo que está pasando en Jujuy, planteó: “Para nosotros en Jujuy se vive un golpe de Estado, y ninguna provincia debería pasar esto. Estamos todos los hermanos muy dolidos, se las están agarrando con nuestros hijos, a los chicos de las escuelas los están expulsando por hablar, Morales va por todas las comunidades”.

Puca explicó que parte del pueblo jujeño vive de la cría de ganado y de la agricultura. “Y el agua es algo sagrado, porque no tenemos agua para beber como tienen aquí (en CABA), la alzamos del río porque es dulce y está limpia. A principios de septiembre llegaron las empresas mineras para entrar a nuestros sitios”, dijo. 

El ministro de Justicia, el secretario de Derechos Humanos y el titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) recibieron al Tercer Malón de la Paz de Jujuy. Luego del encuentro, acordaron la puesta en marcha de una comisión de investigación y resguardo del pueblo y comunidades jujeñas, conformada por distintos organismos nacionales e internacionales de derechos humanos para garantizar la seguridad jurídica y los derechos de los pueblos originarios violentados por la reforma constitucional. Acerca de esto, Puca opinó: “Es algo sorprendente, si ellos ya saben lo que está pasando”.

Luego de más de un mes de acampe frente a Tribunales, contó cómo lo están están viviendo: “Después de la lluvia nos llenamos de barro y la pasamos muy mal. Seguimos poniéndole mucha garra a lo que vinimos a defender. Entendemos que no solo es para nuestro beneficio, sino para todos a nivel nacional, e internacional teniendo en cuenta lo que está pasando con los pueblos originarios. Nuestros abuelos que lucharon, vinieron en el primer Malón de la Paz y no obtuvieron nada. Están representados hoy por los nietos y bisnietos que continúan con la lucha. Hemos sido discriminados y seguimos siendo discriminados por la Corte Suprema, por los diputados. Eso nos duele”. 

Puca pidió apoyo para el Tercer Malón de la Paz, “ porque en el acampe vivimos como en una situación de calle”. Además, dijo: “Somos defensores de nuestra cultura, de la tierra, del agua, del aire, de nuestra naturaleza. Queremos que esto se resuelva, nosotros pedimos libertad por nuestros derechos”.

También denunció que tienen los celulares intervenidos, pero que no tienen miedo y van a seguir peleando: “No importa el gobierno que venga, estamos dispuestos a luchar hasta morir. Por más que nos sigan matando, las comunidades van a seguir viniendo, no pueden decirnos que nosotros no existimos, porque nuestra cultura es milenaria. Somos muchísimas las comunidades, solo en Jujuy hay 400 y otras 20 que aún no son reconocidas”, dijo.

Por último, contó: “En el acampe no nos dejaron poner baños químicos, y en muchas de las confiterías, restaurantes y del teatro de alrededor no nos dejaron entrar, cerraron sus baños. Nosotros no somos ignorantes, no ensuciamos. Fue horrible lo que vivimos. Hemos tenido que caminar hasta 15 cuadras. Nos hace falta agua, para poder tomar o cocinar. Hay abuelos y niños. La gente nos ha ayudado con ropa y zapatillas”.