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“La izquierda tiene que ofrecer mejorar la vida cotidiana de la gente”

Escrito por el noviembre 3, 2023


Lo dijo Heinz Bierbaum, presidente de la Fundación Rosa Luxemburgo. En su paso por Buenos Aires, habló con La Retaguardia acerca del crecimiento de la ultraderecha y la crisis de las izquierdas.

Redacción: Julieta Galera
Edición: Valentina Maccarone / Pedro Ramírez Otero
Foto: Julieta Galera

En el marco del debate organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo en la Ciudad de  Buenos Aires sobre “Las izquierdas y la resistencia antifascista en el nuevo escenario político”, La Retaguardia entrevistó a Heinz Bierbaum, doctor en Economía, exsecretario general en Fráncfort del sindicato IG Metall, presidente de Die Linke ―el Partido de la Izquierda Europea (PIE) de Alemania― y presidente de la Fundación Rosa Luxemburgo.

Los argentinos y argentinas creemos que todo lo que nos pasa sucede solo en nuestro país, o que lo que pasa en Argentina es peor que en cualquier otro lugar del mundo. Sorprende escuchar de la boca de Bierbaum que el Partido de la Izquierda Europea (PIE) en Alemania está atravesando una crisis de representatividad similar a la de la izquierda y los progresismos argentinos y latinoamericanos frente a los mismos problemas, porque no “están respondiendo a las demandas sociales cotidianas de la ciudadanía”. En ese sentido, cree que “el éxito de la extrema derecha es la consecuencia del descontento de gran parte de la población con las políticas de los gobiernos, pero también es consecuencia de una política neoliberal que ha creado problemas sociales muy graves”. Entre los numerosos problemas, el presidente de la Fundación Rosa Luxemburgo destaca “el elevado costo de la vida, la inflación, el  acceso a la vivienda, la migración y el cambio climático” y los relaciona con “la necesidad de una transformación ecológica y social”. Frente a esto, sostiene,, los gobiernos no están dando respuestas adecuadas. 

“El gran problema es que esta situación es usada por la extrema derecha, que propone soluciones simplistas, sin propuestas de transformación radical. Ofrece como solución la confrontación y marginación de ciertos colectivos, como los inmigrantes o los sindicatos, usados como chivos expiatorios de todas las crisis. Y brindan a las personas una falsa seguridad en un marco nacional. Esa es la receta de la derecha y, por desgracia, funciona”, dice Bierbaum, y sostiene que el éxito electoral de la extrema derecha muestra que su electorado está formado por aquellos que tienen miedo a perder algo. “No son soluciones pero responden a la expresión política de la protesta social. Cuando la izquierda es débil, la protesta va a la derecha”, plantea.

Ante este panorama y la crisis que está atravesando el Die Linke, que  perdió representantes en el Parlamento por su poca incidencia en el electorado, la evaluación que hace su presidente es que es necesario que la izquierda proponga “una política para mejorar la vida cotidiana de la gente” y la describe de esta forma: “Tenemos que plantear políticas sociales para solucionar los problemas cotidianos de la gente, las emergencias sociales. Yo creo que tenemos que combinar nuestras propuestas con políticas concretas para que la gente se sienta protegida, tenemos que dejar de plantear los problemas de una manera tan abstracta”. 

En ese sentido, Bierbaum hace una autocrítica: “Nuestra tarea es fortalecer a la izquierda y las fuerzas progresistas. Estoy convencido de que es necesario  un debate sobre una concepción de un socialismo que se corresponda con la realidad de hoy, que pueda ofrecer soluciones para luchar contra el alto costo de vida, por ejemplo. Y creo que en Europa necesitamos otra política respecto a la administración, más humana y más inclusiva, con un Estado presente”. 

En su plataforma política, el Partido de la Izquierda Europea plantea como eje central la ruptura con la política neoliberal de austeridad y a favor de una política económica y social que tiene que articularse en el interés del bienestar, con inversiones públicas que faciliten una transformación social-ecológica que, a su vez, supere los límites del desarrollo capitalista. Die Linke entiende que la transformación  que se necesita no puede ser dejada al libre arbitrio del mercado. Para eso, hace falta una política industrial del Estado que combine las exigencias ecológicas y las exigencias sociales. “La izquierda está comprometida con la transformación social y ecológica del sistema capitalista, combinando ambas variables para una transición justa. Pero nos falta la credibilidad para hacerlo”, advierte Bierbaum.

La falta de representatividad y/o credibilidad de las izquierdas y los progresismos para  generar identificación con propuestas transformadoras tampoco es un problema particular de Argentina. Y la explicación de las causas de esa pérdida de credibilidad, para el referente de la izquierda alemana, radican en lo mismo que podemos advertir en la esfera política local: los personalismos y divismos políticos que ganan lugar en la discusión pública frente a los problemas sociales de una ciudadanía que no puede sostener su realidad cotidiana. “Creo que la falta de credibilidad radica en que en Alemania tenemos la particularidad de que la izquierda se ocupa de sí misma, en lugar de centrarse en las cuestiones políticas esenciales. Tenemos que superar eso. Lamentablemente, en la izquierda alemana tenemos debates muy personalizados, es un gran problema”, considera el referente. Esta autocrítica tiene que ver con que Die Linke se viene viendo debilitado desde hace un tiempo por el rechazo de la ciudadanía a algunas de sus posiciones públicas respecto de la Guerra de Rusia, al conflicto previo entre Gaza e Israel, a la OTAN y a temas de la coyuntura política local, y a las peleas públicas entre distintos referentes, a divismos y diferencias que ponen al descubierto puertas afuera. Rechazo logrado gracias a la manipulación política de los medios que hacen las derechas. Situación que se vio agravada en los últimos días por la partida de Sahra Wagenknecht, exportavoz parlamentaria del partido y su figura más conocida, que acaba de  dividir  a Die Linke al desvincularse y  anunciar la creación de un nuevo partido de izquierda. 

Para revertir esta crisis de representatividad que los preocupa y ocupa, Heinz Bierbaum señala que desde el Partido de la Izquierda Europea tienen dos tareas: “Fortalecer el perfil político de la izquierda y fortalecer la cooperación de las fuerzas de la izquierda entre sí. Ambas son muy importantes. La situación ahora es muy preocupante. Creo que tenemos la posibilidad de superar esta situación, pero tenemos que trabajar para recuperar el terreno perdido”.

Además, acerca de la penetración de la derecha entre las juventudes y las y los trabajadores más precarizados y de plataformas a partir del manejo de redes sociales, el referente del PIE dice: “La derecha es muy capaz para usar los ´social media´. Verdaderamente son muy capaces y, además, a pesar de las diferencias entre los partidos de la extrema derecha en Europa son capaces de presentarse unidos. Eso es una gran ventaja de la derecha. Nosotros como progresistas podemos aprender esto usando mejor la tecnología. Ahora, también tenemos el gran desafío de la Inteligencia Artificial (IA), pero creo que en la izquierda tiene que haber un debate estratégico muy serio al respecto. Falta eso”. 

Respecto al escenario electoral de Argentina, Heinz Bierbaum opina: “Para nosotros es un hilo de esperanza la victoria de (Sergio) Massa en el primer round. Vamos a ver el 19 de noviembre. La situación es bastante complicada, porque tampoco Massa es el candidato ideal para las fuerzas progresistas pero, por otro lado, (Javier) Milei sería una solución dramática, increíble. Por eso, estamos satisfechos de que no haya ganado la primera vuelta. Siento que la situación política en Argentina es muy difícil para las fuerzas progresistas de izquierda”.

Por último, Bierbaum plantea: “Para la izquierda europea, Latinoamérica fue siempre un punto de referencia pero la situación es muy crítica, muy complicada y contradictoria aquí, porque a veces hay una victoria de la izquierda y luego se da un giro automático a la derecha. Por ejemplo, en Chile primero hubo una Constitución muy progresista, ahora se está trabajando en una muy de derecha. Tenemos en Perú una situación muy complicada, también. Para nosotros América Latina es un punto de referencia, lo que sucede aquí tiene importancia para Europa y para la izquierda en particular. Tenemos problemas muy similares, por eso creo que es importante el intercambio de experiencias. El desafío ahora es pensar el problema en común: cómo recobrar el terreno perdido”. 


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