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La Retaguardia

Una historia de la dictadura a través de un videojuego

Por LR oficial en CABA, ESMA

“Naná” recupera la historia de Adriana Lewi, hija de Ana María Sonder y Jorge Claudio Lewi, víctimas de la última dictadura cívico-militar. En su paso por el programa Estás Muteadx, Lewi habló acerca del juego y explicó cómo reconstruyó su historia de vida. “Romper el miedo y el silencio lleva mucho esfuerzo, pero vale la pena”, dijo. 

“Como trabajadora de la memoria, víctima de la dictadura y como argentina siempre estoy buscando maneras de transmitir a las nuevas generaciones la historia para profundizar. Cuando salió la posibilidad del videojuego y que fue una gran caricia de mis amigas, en especial de mi amiga Marti (Vercelli) quien fue la que tuvo la idea que me pareció alucinante”, comenzó a contar Adriana Lewi, la bebé protagonista del videojuego Naná, que recupera su historia y la de sus padres. Ana María Sonder y Jorge Claudio Lewi fueron víctimas de la dictadura cívico-militar y continúan desaparecidos. Adriana, quien fue devuelta a sus abuelos al momento del secuestro, hoy tiene 46 años.

El juego se presentó en la primera JAM de videojuegos con foco en derechos humanos, que fue organizada por Women In Games Argentina, el Festival Futuros del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti y el Espacio Memoria y Derechos Humanos ESMA. La creadora de Naná fue Marti Verticelli, quien diseñó e hizo el trabajo de animación de fondos. Se puede descargar de manera gratuita.

“Cada vez que veo el juego siento una emoción increíble. Ahora con 46 años y me veo allí siendo una bebe refleja mi realidad de cuando vivía con mis viejes. Mi amiga Marti lo pensó como una reivindicación para mí, para que pudiera volver a interactuar con mis papis, que es algo muy amoroso”, dijo Lewi.

Jorge Claudio Lewi y Ana María Sonder eran militantes de la Juventud Peronista. El 8 de octubre de 1978 fueron secuestrados junto con su hija de 18 meses. 

“Todavía sigo reconstruyendo mi historia, es como un rompecabezas. No hace tanto heredé unas cosas de mis abuelos paternos que habían quedado guardadas, donde aparecieron muchas imágenes, fotos, que supuestamente estaban perdidas. Ahí, en esa búsqueda de fotos, me di cuenta del capital que tenía, como por ejemplo poder ver la cara de mi papá de cerca que nunca había visto. Hace poco también volví a escuchar la voz de mi papá en un audio, no lo escuchaba desde que tenía un año y medio. Romper el miedo y el silencio lleva mucho esfuerzo, pero vale la pena”, contó Lewi. 

Acerca de “Naná”, detalló:  “En el juego, lo que se va descubriendo son partes de las historias de mi viejos y la mía. Con imágenes, documentos, papeles que hablan, que recuperan la parte de la vida y no tanto la parte de les compañeres desaparecides que están muertos y que esto al ser tan violento es lo que suele quedar más en la superficie. Lo que se intenta rescatar es que les desaparecides fueron personas con vidas que se nutrieron de este mundo, y que no son solo personajes míticos como a veces pareciera que fueron”.

Lewi agregó que el objetivo del juego es acercar a la gente a este tipo de temáticas “no solo de lo discursivo” sino “teniendo en cuenta que las nuevas generaciones están acostumbradas a acercarse desde otro lado”. Sostuvo además que “los juegos son una maravillosa herramienta” para ese acercamiento.

“Los medios a veces tienen más poder que la propia realidad, y lo que nos queda es pensar en la redes, en los videojuegos como medios para difundir más esto y llegar a los seres humanos que de por sí somos bastante complejos. Nunca están ganadas las batallas, y quedó claro con esta nueva discusión”, dijo la protagonista del videojuego.