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La Felonía Avanza

Escrito por el marzo 5, 2024


El déficit cero que no se negocia pese al retroceso que significa. La canilla cerrada a Sandra Pettovello a cargo del Ministerio de Capital Humano. Los perros y los mosquitos. Crónica de las conferencias de prensa del vocero Manuel Adorni en Casa Rosada bajo la órbita del déficit cero. Un Javier Milei descontrolado en las redes sociales no es nuevo, solo que esta vez su ataque alcanza hasta a los gobernadores porque no aprobaron su mal llamada “Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”. Las inversiones perdidas y las que llegan. El chaleco de fuerza permanece abierto en el Congreso Nacional enrejado.

Texto: Paulo Giacobbe
Edición: Pedro Ramírez Otero
Foto: Emiliano Rojas Salinas 

7.30 pm. 16 de febrero de 2024. Luis “Toto” Caputo, ministro de Economía, difundió: “El déficit cero no se negocia”.  Al máximo postulado liberal lo acompañó con cifras: “En enero el Sector Público Nacional registró un superávit financiero de $518.408 millones” y “el superávit  primario (antes de intereses de deuda) fue de $2.010.746 millones y el pago de intereses fue de $1.492.338 millones”. Banderitas argentinas acompañaban el texto en “X”. “VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO…!!! El déficit cero no se negocia. VIVA LA LIBERTAD CARAJO”, festejó el presidente de Argentina, Javier Milei, en la misma red social. Es difícil entender esto, pero Milei ya había advertido que correspondía llevar en andas a Caputo.

Una semana después la mayoría de los diarios publicaron en tapa que el Fondo Monetario Internacional (FMI) “apoya el ajuste” pero advirtiendo “que el ajuste no caiga en los trabajadores”. Para ese momento ya se desataba una pelea con todos los gobernadores (menos Tucumán) por la coparticipación, y la provincia de Chubut avisaba que suspendería la producción de gas y petróleo. La respuesta de Javier Milei a los gobernadores fue maratonear por la red social “X” a puro insulto. Algo usual en el presidente.

Después del anuncio del 16 de febrero, como si se tratara del comienzo de una maldición bíblica, ocurrió en la Ciudad y el Gran Buenos Aires una invasión de mosquitos. Si bien los casos de dengue están en aumento en todo el país y estos mosquitos no transmiten esa enfermedad, el vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió al tema en su habitual conferencia de prensa, deslindando a la actual gestión de cualquier responsabilidad al respecto. Pero entre Javier Milei y los mosquitos existe un vínculo mucho más cercano.

Juan Luis González, en el libro El Loco, la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina rescató una charla radial de Celia Liliana Melamed en el programa No tan Millenials de Radio MDZ el 20 de febrero de 2020. Melamed dijo que se podía comunicar con los mosquitos: “Se puede hacer un trato, yo no te mato, vos no me piques, y se puede hacer, pero algunos lo respetan y otros no”.  Lógicamente, si se puede comunicar con mosquitos también puede hacerlo con otros insectos y con animales. Y no hace falta ser Sherlock o Enola Holmes para saber cuál es el vínculo con Milei. “Melamed fue la que terminó de introducir a Milei en el campo de la telepatía animal”, escribió González, “A partir de entonces empezaría a ‘hablar’ con (su perro) Conan, y Karina, su hermana, terminaría entrenándose con Melamed hasta desarrollar la misma habilidad y ser otra más de sus alumnas comunicadoras”. Visto de esta manera, la invasión de mosquitos podría tratarse de un reclamo a raíz de un trato incumplido por el libertario. Es que así estamos, dentro de un universo donde todo es posible. ¿O acaso el vínculo de Milei con sus perros clonados no condicionó su mudanza a la Quinta presidencial de Olivos? 

“Afortunadamente estamos avanzando en la construcción de los caniles… ya pronto mis HIJITOS vendrán a vivir a la Quinta de Olivos conmigo… VIVA LA LIBERTAD CARAJO”, marcó con los dedos en su red social preferida el 13 de enero de este año.  Un par de días antes se había mudado desde el Hotel Libertador, donde fue su búnker de campaña, a la residencia presidencial. El detalle es que siendo presidente continuó viviendo en el hotel casi un mes, sin quedar registrada ninguna de las visitas que recibió ni quién abonó la estadía. Para colmo, a la fecha no existe comunicación oficial sobre la mudanza de sus mascotas a Olivos. Una lástima no saber sobre este asunto tan delicado de “hijitos” viviendo en caniles. 

La vocería presidencial, a cargo de Manuel Adorni, en la habitual conferencia de prensa en su salón azul, últimamente, no habló de los perros del presidente. El lunes 19 dijo que el Ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello, encontró “irregularidades en la compra de medicamentos destinados a pacientes oncológicos o con patologías crónicas durante la gestión anterior”.  Hacían contrataciones por mail y entonces les cortaron la entrega de medicamentos a las personas enfermas.  Ese día, movimientos sociales marcharon frente al Ministerio de Economía porque el Gobierno, al asumir, dejó de entregar alimentos a los comedores comunitarios. Ante la pregunta en la rueda de prensa dijo que no le constaba que era por la falta de partidas en los alimentos. “Esto de que se cortó la asistencia a todos los comedores es falso”, dijo. Pero la calle lo desmiente. En la misma línea, el vocero garantizó que se sigue asistiendo a los que se asistía antes, solo se “eliminaron los intermediarios” y que todos los que cumplen con los requerimientos de Capital Humano siguen recibiendo la mercadería. También explicó que Milei nunca dijo que Capital Humano tiene dinero ilimitado. Anda a saber qué significa entonces “la única billetera abierta es para la ministra de Capital Humano”, tal cual expresó el presidente. Pero eso fue antes de asumir. 

“Acá tenemos que entender que no podemos gastar más de lo que tenemos”, fue la justificación de Adorni ante los recortes en obra pública, educación, salud, asistencia social, jubilaciones y salarios para lograr el déficit cero. Luego se embarcó en la cruzada de maltratar los últimos 100 años de Argentina. Y se estampó con láser en la playera blanca la frase “no hay plata”.

El 20 de febrero anunció que van a declarar a la educación como servicio esencial. Esa fue la respuesta de ese momento al conflicto salarial con los y las docentes. También dijo que el Gobierno fijó el salario mínimo, vital y móvil en 180 mil pesos y 202.800 pesos, para febrero y marzo. “Ni se te ocurra”, había dicho Milei un par de días antes en una entrevista en Radio Rivadavia sobre la posibilidad de fijar el salario mínimo vital y móvil por decreto. “No creo que un político pueda determinar un precio a mano. Ni se me ocurre. ¿Yo voy a emitir un decreto fijando un precio?”, seguía diciendo.  

El 21 hubo un paro nacional de trenes. Manuel Adorni explicó que no correspondía que el gobierno dictara la conciliación obligatoria “porque la discusión paritaria estaba abierta”. Sin dudas una confusión. Pero, ya que estaba en tema, el vocero amenazó con tomar medidas contra quienes realizaron el paro. 

Además, aseguró que las y los Argentinos en los próximos cuatro años vamos a perder “80.940 millones de dólares en exportaciones e inversiones de hidrocarburos” porque no se aprobó la Ley Ómnibus que ellos mismos retiraron del recinto cuando la mandaron a comisión pensando que ya estaba aprobada parcialmente. Como es costumbre, no se sabe de dónde sacan los números, y muchos menos como cayeron los dados de la timba para tal futurología. Luego adelantó recortes en el PAMI.  Pero lo novedoso fue que desmintió una noticia publicada por el diario Clarín: Sandra Pettovello no había discutido con Luis Caputo por la falta de fondos para el área que tenía “la billetera abierta”.

El jueves 22 hubo un paro nacional de sanidad. El vocero no se refirió al tema y anuncio el desmantelamiento del el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) porque “no sirve para nada”. Dijo: “Estamos empezando con su cierre definitivo”. Imagino un trámite administrativo o un decreto a tal efecto, ignorando que necesita una ley. “Hay un sinfín de institutos que el presidente Milei está dispuesto a cerrar. La batalla de achicar el gasto público es central”, agregó Adorni. En el INADI trabajan 400 personas. Esa tarde un grupo pequeño de jóvenes se manifestó en la vereda del Instituto con carteles agradeciendo a Milei por tal acto de ahorro.  Se insultaban con algunos transeúntes. “Agarren la pala”, les gritaron desde un auto, sumando más surrealismo a un cucurucho chorreante. 

Enterado de que al día siguiente organizaciones sociales realizarían 500 cortes en el país, Adorni, mostró su baraja con las amenazas de siempre. El problema era que el temita de los comedores seguía sin resolverse. 

El 23 fueron los cortes realizados por las organizaciones sociales que pedían la entrega de alimentos. Adorni resaltó la gira del presidente por Estados Unidos, ya que nos permite el ingreso al mundo, aunque el motivo del viaje fue participar de un congreso de la derecha de ese país. Aprovechando esa confusión, dijo que Javier Milei decidió autorizar “la llegada de las empresas estadounidenses XtarLink y Amazon Kuiper y la británica, OneWeb”, para ofrecer internet satelital en nuestro país. Para el vocero se trata de “mayor libertad, mayor inversión, mayor competencia”. 

Comunicó el desfinanciamiento en la urbanización de barrios populares y el cierre de un fondo para la Provincia de Buenos Aires que era utilizado para los pagos de la Policía bonaerense. 

Pero ese viernes no todas fueron buenas noticias. Adorni se quejó que el gobernador de Chubut “ha amenazado a los argentinos con cortar la provisión de combustible, si el Gobierno nacional no enviaba la totalidad de los fondos por coparticipación”. 

Entonces ocurrió una situación muy desagradable. Fabián Waldman, periodista de La Patriada, le consultó sobre un like del presidente a una publicación que decía “en La Nación Más se están cogiendo al gobernador de Chubut, Torres”. Waldman aclaró que la imagen era un meme que mostraba “a cuatro periodistas del Diario La Nación como adultos y al gobernador de Chubut, Torres, como un menor sentado en un sillón”. Adorni dijo que no lo había visto y que no sabía cuál era la preocupación por ese tema. Aclarando que “Milei usa sus redes sociales  sin community manager y sin intermediarios, como forma de tener una comunicación directa con la gente”. Y a su parecer el presidente “es una persona súper respetuosa que defiende la libertad de expresión”. Entonces, el vocero tildó de irrespetuoso al periodista por filmar los pasillos de la Casa Rosada. Sucede que Waldman mostró en sus redes al salón de la Mujeres de Casa Rosada con sus vidrios tapados con papeles para que no se vea su interior, pues ahora ese espacio lo ocupa la Secretaría de Comunicación. Los tanques de las redes.  

En otro momento delicado, Adorni fue consultado por la gobernabilidad y la cordura del presidente, ya que algunos senadores sugirieron  que tiene las “facultades mentales alteradas” o deberían realizarle un juicio político. “No vemos un problema de gobernabilidad. Incluso, si fuese así, lo cierto es, ¿entonces qué? ¿Tenemos que empezar a mentir o tenemos que empezar a hacer cosas por las que la gente no nos votó para que eso no sea así?”. Y negó que Milei tuviera trastornos psiquiátricos.  

Esa fue la primera semana del vocero presidencial después del anuncio del déficit cero logrado gracias a las quitas en las áreas dichas, pudiéndose sumar alguna otra, como el fin del subsidio al transporte, el agua, la luz y el gas. En toda esa semana, Javier Milei dedicó muchas horas a insultar y agredir por la red social X, publicando y republicando cosas más propias de un panelista de TV que de un presidente. Hacer un repaso de sus posteos implica un gasto de energía innecesario que demandaría una gran cantidad de tiempo para llegar a las conclusiones que ya están a la vista. Además, cada palabra de Adorni es palabra de Milei. 

A la semana siguiente, los principales anuncios fueron: modificación en el Potenciar Trabajo, frenar el inicio de cinco universidades nacionales y “prohibir el lenguaje inclusivo y todo lo referente a la perspectiva de género en toda la administración pública nacional”. 

Así fue llegando el presidente al 1 de marzo, momento en que, a las 21 horas por decisión propia, inauguró las sesiones ordinarias en el mismo Congreso al que calificó como “nido de ratas”.  


Cadena Nacional

En el estadio Ciudad de Vicente López se medían Platense y Racing por la octava fecha de la Copa de la Liga cuando Javier Milei inauguró el período de sesiones ordinarias en el Congreso. A la transmisión radial del partido se le impusó la cadena nacional. Se dejó de escuchar lo que terminaría siendo un irritante 0 a 0 por lo que fue un insoportable discurso plagado de datos sin fundamentos, mentiras, agresiones a la oposición, jubilados y organizaciones sociales y sindicales. Hambre, despidos y desfinanciamiento anunció el presidente en lo que fue un show grotesco. Su firma es posar con una motosierra en alto, no hay quien lo niegue, sabe llamar la atención y generar espectacularidad. Adicto a las redes, horas antes de salir de su solitaria residencia de Olivos, publicó un mensaje críptico en hebreo. No hubo sorpresas y, como se dijo, fue un irritante 0 a 0.

La apertura de sesiones tuvo un operativo de seguridad que enrejó el Congreso, cerró una gran cantidad de calles e incluyó un pomposo ingreso con el regimiento de granaderos a Caballo “General San Martín” como guardia de honor. El ruido de las herraduras no logró tapar los abucheos ni el batir de las cacerolas. En la transmisión oficial de televisión, el locutor ya tenía escrito de antemano qué leer sin que importe la realidad: “En ambas aceras laterales el público se ha agolpado observando y reconociendo de manera plausible el paso del regimiento de los granaderos a caballo, el paso de las fuerzas de seguridad y por supuesto la llegada del presidente de la Nación a este recinto”. Milei entró al Congreso por la puerta donde el 10 de diciembre había armado un escenario para hablarle a los suyos, pero ahora no estaban los suyos. Eso no impidió que les tirara unos besos con la mano al entrar. Como si ahí estuvieran, o como si ahí los estuviera imaginando. Ingresó acompañado de su esposa Karina (Vaticano sic) y no fueron de la partida ni Fatima Flores ni sus perros, que andan como perdidos. Pero el teatro continuaría adentro. Un abrazo afectuoso y prolongado con la vicepresidenta, Victoria Villarruel, fue el primer paso. La falta de bancas propias que lo festejen fue suplida por un coro de aplaudidores y gritadores, que dieron todo de sí en cada pausa de una lectura trabada. Juan Grabois, quien fue atacado por el presidente en su discurso, los fotografió en un tuit:  “Los aplaudidores más boludos de la historia reciente que -pasados de merca- se visten de gala para chillar loas a un empobrecimiento brutal que ni los roza”.  Como en contraluz a esos aplausos, en la calle, la policía tiraba gases a las y los manifestantes. A esos argentinos y argentinas que no son de bien.

Sin deseos de analizar su discurso pero con ganas de comentar dos o tres cositas: le habló a los propios, no le habló al Congreso. Fue todo una puesta en escena de un presidente que, en su discurso, parecía seguir en campaña. La promesa es seguir en la misma para cambiar.

Se burló y negó a los y las 30 mil compañeros y compañeras detenidas desaparecidas, algo que ya había hecho en campaña. Banalizó los crímenes de lesa humanidad al compararlos con políticas económicas. Anunció el envió de un proyecto de ley para sancionar a las y los políticos y funcionarios responsables de aprobar un presupuesto “que contemple financiar déficit fiscal con emisión monetaria, para terminar de una vez por todas y para siempre con estas prácticas insostenibles moralmente y criminal. Y además propondremos que dicho delito esté a la altura de un delito de lesa humanidad de manera tal que sea imprescriptible, para que tarde o temprano paguen el costo de sus acciones”. Esa ley que va a presentar en realidad es parte de otro paquete de leyes que tituló “Anti Casta”. 

Sobre el cierre de su discurso realizó “una invitación” a gobernadores, expresidentes y líderes principales de partidos políticos “para la firma de un nuevo contrato social llamado pacto de mayo: un contrato social que establezca los diez principios del nuevo orden económico argentino”. Eso ocurriría el 25 de mayo en la Provincia de Córdoba, la provincia donde se reencontró con Conan, su perro fallecido. Hablamos de reencuentro porque la historia de Conan y Milei viene de arrastre, de varias reencarnaciones. Supuestamente se conocieron en el circo Romano, hace bastante ya. 

“Ese pacto de mayo tendrá por fin establecer las diez políticas de Estado que el país necesita para abandonar la senda del fracaso y comenzar a recorrer el camino de la prosperidad”, afirmó. De esos diez puntos vamos a mencionar solo el primero para que se entienda lo delicado del tema: “La inviolabilidad de la propiedad privada”. El resto son reformas del mismo estilo de las que fueron rechazadas en la Ley Ómnibus. 

La “oferta” realizada fue acompañada de un mensaje para los gobernadores: “Como primer paso antes de firmar el Pacto de Mayo”, pidió a sus subditos asesores que convoquen “a los gobernadores de todas las provincias argentinas a la Casa Rosada para firmar un preacuerdo y sancionar tanto la ley bases como un paquete de alivio fiscal para las provincias”. Si las provincias quieren los fondos que les corresponden constitucionalmente deben firmar la Ley Ómnibus (Milei le dice Bases), que no pasó por el Congreso en febrero. Esa extorsión fue anunciada así. La Ley Colectivo, como tiene presente el presidente del bloque de La Libertad Avanza, Oscar Zago, está en el casillero cero de las comisiones. Quizás la envíen de a tramos, anda a saber. Al mismo tiempo el Congreso nacional tiene que tratar el mega DNU (con reformas al Código Civil, Comercial, Penal, etcétera) que está parcialmente en vigencia y próximamente tendrá también ese nuevo paquete “Anti casta”. 

Una de las virtudes del gobierno de Javier Milei, poco reconocida, son los aportes en materia de ciencia ficción que nos deja. Poco se habla por ejemplo de esa sensación extraña que algunos y algunas tenemos: el tiempo tal como lo conocemos no existe más. Un segundo no es un segundo. Un día no es un día. Es mucho más. Con apenas un poco más de 80 días de gestión, tenemos la sensación que transcurrió más tiempo, algo así como varios años largos. Entonces cuando habla de una convocatoria para el 25 de mayo parece mucho tiempo.  


Opiniones

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