radio
Radio en vivo
La Retaguardia

«Sabag Montiel se llevó la marca para salvar a otros»

Por LR oficial en Intento de magnicidio CFK, Otras

En clave futbolera, en los pasillos de los Tribunales de Comodoro Py, el abogado Juan Manuel Ubeira, dio su opinión sobre la decisión de Fernando Sabag Montiel de autoincriminarse durante dos horas y media. En el juicio por el intento de asesinato a la ex vicepresidenta de la Nación, el abogado que representa a Cristina Fernández de Kirchner, dio la impresión de que los que intentaría “salvar” Sabag van más allá de su novia Brenda Uliarte y de Gabriel Nicolás Carrizo, los otros imputados en este juicio oral.

Redacción: Carlos Rodríguez
Edición: Pedro Ramírez Otero

La investigación se dividió en dos y la causa de mayor gravedad, la de los posibles responsables políticos del atentado, está en la etapa de instrucción, a cargo de la jueza María Romilda Servini de Cubría. El propio Sabag, en su extensa autoincriminación, expresó sus temores por una supuesta imparcialidad de Servini de Cubría, de quien dijo que “ya ha desprocesado a militantes kirchneristas”. De todos modos, Sabag sostuvo que es “apolítico” y que nada tiene que ver con el grupo de ultraderecha Revolución Federal, con el que sí tenía contactos la imputada Uliarte. En su declaración, Sabag aseguró que su novia y Carrizo no tuvieron “nada que ver” en el intento de homicidio.
“Fue la autoincriminación más descriptiva que escuché en mis 40 años de abogado penalista”, sostuvo Juan Manuel Ubeira, el abogado que representa a Cristina Fernández de Kirchner.
Dijo que durante la larga exposición de Sabag, lo conmovió que “una persona tan joven confesara que su odio (hacia Cristina) se fue gestando en razón de sus dificultades económicas”. En el juicio, Ubeira le preguntó a Sabag si no midió las consecuencias personales y públicas de su accionar. La respuesta del imputado fue que sabía que si hubiese asesinado a la vicepresienta “se habría desatado una guerra civil”, pero que a él no le había preocupado esa tremenda derivación.
De todos modos, en su confesión, el imputado dejó dudas sobre sus supuestos problemas económicos. Incluso dijo que su prosperidad se había consolidado entre los años 2011 y 2017, durante la era kirchnerista. Le echó la culpa a CFK por “la inflación”. De todas maneras, en ese período dijo que pagaba un alquiler de 6 mil pesos en una vivienda compartida con un amigo y a su vez recibía 60 mil pesos mensuales por el alquiler de una casa de su propiedad. Además, es propietario de cinco automóviles que ahora dice que están “muy caídos”.

https://www.youtube.com/watch?v=bFOdTLGGBXY&ab_channel=LaRetaguardia

Sobre la confesión del principal imputado, Ubeira afirmó que le llamó la atención que “en este joven, como en otros, incluso de sectores populares, hayan tenido efecto los discursos de odio difundidos por algunos medios” de comunicación. Agregó que “la demonización de una persona”, en referencia a Cristina Kirchner, conduce a que se produzcan “situaciones similares a las narradas en el libro ‘Un enemigo del pueblo’, de (Henrik) Ibsen”. La obra transcurre en un pueblo donde el balneario municipal es su mayor fuente de ingresos. El problema surge cuando el hermano del alcalde denuncia que el agua está contaminada y eso deriva en que sea atacado por los medios de difusión, por el pueblo en general y hasta por su propia familia.
Ubeira dijo, acerca del atentado en sí, que es “muy impresionante que no haya salido la bala” cuando Sabag apuntó “a la cara de Cristina”, como el mismo imputado admitió. “El arma estaba en condiciones, porque después se hicieron más de 300 disparos de prueba y todos salieron”, explicó.
Sobre la segunda audiencia de este miércoles 3 de julio, dijo que hay que ver “si quieren declarar o no los otros dos imputados”. Respecto de lo que este juicio puede aportar en la causa que lleva Servini de Cubría, comentó: “Lamentablemente la causa se dividió y el teléfono celular de Sabag está destruido, cuando él afirmó ahora que lo entregó en perfectas condiciones”, en el mismo momento en que fue detenido en la noche del 1 de septiembre de 2022, poco después del fallido atentado.
“Nosotros estamos seguros de que Sabag no actuó solo, sino que es miembro de una organización”, planteó el abogado. En la primera jornada del juicio, Sabag dijo que entregó su celular “en perfectas condiciones” y que dio la clave para que pudieran abrirlo. La clave del Samsung era la letra “Z”. No pudieron abrir el teléfono. Las posibilidades que quedan ahora son mediante la intervención de expertos de Samsung de Corea o enviarlo al Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Los querellantes creen que la destrucción fue para que “no se pudieran establecer contactos de Sabag” con personas de organizaciones de ultraderecha como Revolución Federal, por ejemplo. Sabag negó toda relación suya con Revolución Federal, pero Ubeira señaló que “con ellos aparecen ligados los Caputo”.
En el terreno político, lo que se investiga es la relación que pudo haber tenido el diputado de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman. Testigos afirmaron que le escucharon decir, dos días antes del atentado: “El día que la maten, yo voy a estar camino a la costa”.
En sus declaraciones luego del comienzo del juicio, Ubeira recordó que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, designó como director de Tecnología de la Información y Comunicaciones, al perito Jorge Adolfo Teodoro, el mismo que habría borrado los teléfonos de las secretarias de Milman, presentes en el bar Casablanca, el día que habló sobre esa “muerte”, dos días antes del atentado a Cristina.
Esas dos mujeres son Carolina Gómez Mónaco, exdirectora de la Escuela de Inteligencia sobre el Delito durante el gobierno de Cambiemos e Ivana Bohdziewicz, colaboradora del legislador Milman.
El 10 de noviembre de 2022, Bohdziewicz relató en la Justicia que en las oficinas de Patricia Bullrich, en Avenida de Mayo 953, el perito mencionado borró por completo el contenido de su teléfono celular. Lo mismo habría hecho con el teléfono de Milman. La excusa fue evitar que hubiera “filtraciones”.
En el caso de Gómez Mónaco, ella tenía dos celulares, pero solo uno estaba registrado a su nombre. Le aconsejaron deshacerse del otro y comprar un celular nuevo.

La acusación contra Sabag y compañía

Los tres, pero con mayor gravedad Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, pueden recibir condenas por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa, porque hay datos concretos de que fue premeditado y con alevosía, además del concurso de dos o más personas. La fiscal Gabriela Baigún, estima que la participación de Gabriel Nicolás Carrizo fue como partícipe y no como coautor.
En la acusación que llegó al juicio se dice que el 1 de septiembre de 2022, luego del intento de homicidio, Uliarte se fue de la Recoleta a la casa de un exnovio en la localidad bonaerense de San Miguel. En el trayecto se comunicó con Carrizo para contarle que Sabag había fallado en su intento de matar a Cristina.
El atentado venía siendo tema de conversación entre los tres imputados, desde abril de ese año. Uliarte, en conversación con su amiga Agustina Elías, le comentó: “Yo estoy organizando para ir a hacer bardo a la Casa Rosada con bombas Molotov, voy con un fierro y le pego un tiro a Cristina, me sobran los ovarios para hacerlo, el tema es cómo porque la vieja tiene seguridad”.
Agregó que estaba “armando un grupo para ir con antorchas, fierros, todo”. En otra comunicación sostuvo que “para limpiar la Argentina tiene que correr sangre”. Alentaba la mudanza a Recoleta para “ir y pegarle un corchazo” a la vicepresidenta. Sabag ratificó la idea: “Le voy a pegar un corchazo a Cristina y ahí sí voy a salir en Crónica TV”. Estuvieron planificando juntos como concretar la idea del magnicidio. Uliarte comentó: “La mandé a matar a Cristina, pero se metió adentro (de la casa), los liberales ya me tienen podrida yendo con antorchas a la Plaza de Mayo; basta de hablar, hay que actuar”.
En la acusación de la querella sostienen que el atentado se produjo en momentos en que los imputados estaban “en contacto con grupos de ultraderecha que siempre reproducen estas ideas”. Uno de esos grupos es Revolución Federal “a cuyas marchas Sabag y Uliarte han asistido”. Sabag dijo en su declaración que Uliarte tenía trato frecuente con “los libertarios”.
Los imputados tenían en su poder, desde abril, la pistola Bersa calibre 32 y cerca de un centenar de balas correspondientes a la misma arma. También contaban con certificados falsos de incapacidad suministrados por el otro imputado, Nicolás Carrizo. Esa documentación falsa habría sido utilizada para merodear sin levantar sospecha en los alrededores de la casa de Cristina Kirchner.
La querella sostuvo que Gabriel Nicolás Carrizo “participó activamente” en la planificación del atentado a Cristina Kirchner. Incluso aportó una pistola calibre 22 que finalmente no fue la utilizada por Sabag Montiel. Después del fallido atentado, Uliarte le envió un mensaje a Carrizo: “Gaby, no lo difundas, hagámonos los pelotudos, porque sino vamos a caer todos en la volteada”. La respuesta de Carrizo fue: “Estamos todos juntos, a la mierda esta Cristina”. Carrizo, a pesar del fallido atentado, sostuvo: “Lo aplaudo a Nando (apodo de Sabag), estuvo a punto de ser héroe nacional”. Carrizo sólo estaba preocupado porque pensó que el arma utilizada por Sabag era la pistola calibre 22. Temía que en ella aparecieran sus huellas digitales. De todos modos, en uno de sus contactos con Uliarte, ratificó que estaban “decididos a matarla a la puta esa”.
Carrizo admitió que la situación estaba siendo analizada por él “con un grupo de 90 personas”. En otro posteo, señaló: “Recién intentamos matar a Cristina, mi empleado le quiso disparar, va a ir preso”. En charla con Kevin Vargas, insistió: “El que la va a matar va a ser un amigo o voy a ser yo, esta HDP ya está muerta”. Agregó que también estaban pensando “en matar al jefe de La Cámpora y al jefe de las movilizaciones de la izquierda”.
La fiscal Gabriela Baigún señaló que va a mantener en el juicio oral el agravante por “violencia de género en su forma de violencia política”, cargo que fue desistido por el fiscal de instrucción Carlos Alberto Rívolo en el auto de elevación a juicio.