“A Natalia (Melmann) le tocó el hecho más atroz de calaña de violencia institucional”
Por LaRetaguardia en Género y Diversidad, Violencia institucional
Lo dijo Nahuel Melmann, hermano de Natalia, en el marco de la decisión de la Cámara de Apelaciones en lo Penal N° 1 de Mar del Plata que benefició con salidas transitorias al expolicía Ricardo Anselmini, uno de los condenados a prisión perpetua por el femicidio. En diálogo con el programa radial La Retaguardia, Nahuel habló acerca de esta nueva resolución en el marco de la causa y lo que implica para la familia.
Entrevista: Fernando Tebele / Pedro Ramírez Otero
Redacción: Agustina Sandoval Lerner
Edición: Pedro Ramírez Otero
Foto de portada: Ricardo Anselmini en 2002 cuando fue condenado a reclusión perpetua por el juez Ferrari
El 4 de febrero de 2001 Natalia Melmann, de 15 años, fue obligada por efectivos de la Policía Bonaerense a subir a una camioneta. Fue llevada a una casa ubicada en el extremo sur de la ciudad de Miramar, donde fue torturada, abusada sexualmente y estrangulada.
Los policías ocultaron su cuerpo, pero fue hallado cuatro días más tarde durante uno de los rastrillajes que se realizaron por esa zona.
En septiembre de 2002, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Mar del Plata condenó a Ricardo Anselmini, Oscar Echenique y Ricardo Suárez a prisión perpetua, y a 25 años de cárcel al exconvicto Gustavo Fernández, por su participación en el secuestro, aunque luego la pena fue reducida a 10 años.
En 2018 se enjuició a un cuarto policía, Ricardo Panadero, imputado por ser coautor. Fue absuelto porque se consideró que no pudo acreditarse la acusación, pero el fallo fue apelado por la fiscalía y por el abogado de la familia de Natalia. En 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló la absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso, que finalizó en mayo de 2023 con una condena a prisión perpetua.
Ahora, la Cámara de Apelaciones en lo Penal N° 1 de Mar del Plata decidió beneficiar con salidas transitorias a Ricardo Anselmini. El expolicía condenado a perpetua comenzará a tener salidas cada 15 días.
La decisión de los jueces Esteban Viñas y Gastón De Marco fue a partir de una solicitud presentada por la defensa que sostiene que Anselmini ya cumplió 20 años preso y que estarían dadas las condiciones legales para obtener el beneficio de salidas transitorias.
Nahuel Melmann, hermano de Natalia, reflexionó acerca de la constante revictimización que sufre junto al resto de la familia, y cómo impacta la decisión de la Cámara: “Es mucha impotencia, mucha angustia y temor. El acto salvaje responde a la más absoluta impunidad con la que gozaban, previo al acto que cometieron con mi hermana. Estas personas en primer lugar llegaron libres al juicio, ya estaban imputados de los delitos más graves que puede cometer el ser humano contra una niña de 15 años, siendo fuerzas de seguridad. Esa es la impunidad que gozaron para amedrentar, perseguir , amenazar y atentar contra la familia. Desde ese momento hasta hoy, todo lo que nos ha sucedido es muy complejo”.
También contó que no es la primera vez que reciben este tipo de noticias sobre beneficios a los condenados. “Estas personas vienen recibiendo beneficios. Luego de ser condenadas en primer término en el año 2001, luego en el 2017, y desde la pandemia para acá, vienen intentando todo tipo de planteos en lo jurídico”, dijo. Y continuó: “No es la primera vez que nos replanteamos qué es lo que sucede con la jurisprudencia y con la justicia en este país. A Natalia le tocó, quizás, el hecho más atroz de calaña de violencia institucional. Para nosotros, desde ese momento, la vida fue muy terrible. A cada uno de nosotros como individuos nos toca padecer muchísimo dolor en relación a la conciencia que tenemos del acto atroz que cometieron contra ella. En relación a lo jurídico, esto no hace más que provocarnos un mayor dolor”.
La ejecución de la pena en paralelo con la falta de perspectiva de género
Al momento de la condena a los imputados por el crimen de Natalia, el Código Penal de la Nación establecía que las personas condenadas a prisión perpetua podían acceder a la libertad condicional una vez que cumplían los 20 años en prisión.
Posteriormente hubo una serie de modificaciones a la ley penal, pero por la prohibición de la retroactividad, al expolicía Ricardo Anselmini le corresponde la aplicación de la normativa al momento en el que fue condenado.
Aunque la ley de Ejecución Penal es bastante clara con los requisitos de acceso al beneficio, es deber del Poder Judicial contemplar la gravedad del crimen cometido, analizando, en este caso en particular de Anselmini, con perspectiva de género el contexto y las relaciones de poder.
Ya lo había solicitado la Fiscalía y la familia durante el último juicio a Panadero, condenado por ser coautor del crimen, que a pesar de que la figura de femicidio no existía como agravante al momento del hecho, la prueba presentada en el juicio y durante la investigación debe ser valorada con perspectiva de género.
—¿Ya se le otorgó el beneficio de salidas transitorias al expolicía Ricardo Anselmini?
—Por lo que indica la resolución han asignado los días domingos en el horario de 8 a 20 horas. Él había solicitado las salidas semanales de 72 horas de duración en audiencias previas a esta resolución. La primera fue con el juez de ejecución que le denegó la posibilidad de brindarle beneficios. Luego, los jueces de la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata han revertido esta resolución. No es la primera vez que son beneficiadas estas personas. Los otros policías implicados han interpuesto muchísimos recursos a lo largo de la historia de su condena y han obtenido beneficios. Todo el tiempo revictimizan a las familias, porque en un sistema jurídico como el que tenemos lo único que hace la familia es padecer. Nosotros sabíamos que a estas personas, en algún momento, iban a comenzar a concederles beneficios y van a terminar recuperando la libertad. Venimos padeciendo que sean beneficiadas después de nueve años de ser condenadas a la pena máxima que existía en el 2001.
Hacer justicia por toda la sociedad
—Tenías muy poca diferencia de edad con Natalia y en la búsqueda de justicia te haces ver, y accionas, a pesar de lo duro que debe ser.
—Después de lo que le ocurrió a Natalia la vida para nosotros cambió. Nunca más volvió a ser la misma, se modificó de formas que hasta ahora desconocemos. Intentamos racionalizar, teníamos que seguir viviendo. Por supuesto que asumimos la responsabilidad de intentar hacer justicia con lo que implica hacer justicia con este sistema jurídico y habiendo intervenido las fuerzas de seguridad. Pero las condenas que se obtienen, desgraciadamente en los casos de violencia institucional, no siempre son las que corresponden. Nos tocó asumir un grado máximo de violencia por parte de integrantes de las fuerzas de seguridad, y lo único que intentamos desde ese momento hasta hoy es hacer justicia, no sólo por Natalia, sino por toda la sociedad. Cuando me preguntan qué me produce todo esto a mí, es temor. Yo soy padre de familia, y lo único que puedo tener de esta gente es temor.
“Nosotros somos los daños colaterales de la democracia. Todo nos ha costado muchísimo. Te hablo por mí, por un montón de familiares de víctimas de violencia institucional. Estos casos en democracia suceden todo el tiempo y la mayoría, desgraciadamente, quedan impunes, porque en este país las cosas son así. El Gobierno nacional en este momento está brindando un protocolo de acción de violencia en relación a la sociedad que es muy complejo y que culmina con daños colaterales como el que tuvimos que padecer nosotros”, finalizó Nahuel Melmann.