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Juicio Intento de Magnicidio CFK -día 12 Parte 3- El mito del hombre bueno

Por LR oficial en Intento de magnicidio CFK, Otras - publicado el 21 octubre 2024

La testiga Florencia Nahir Canosa, de 30 años, juró decir verdad levantando un ejemplar de la Biblia que llevaba consigo. Fue novia de Miguel David Robles, quien declaró en la audiencia anterior y la fiscalía pidió que quede detenido por falso testimonio. Canosa conoció personalmente al imputado Fernando Sabag Montiel. 

Aunque en forma confusa, la testiga Florencia Nahir Canosa sostuvo que Sabag Montiel era “un buen tipo” que fue “manipulado”. Con dificultades notorias para expresarse, Canosa dijo de todos modos que su exnovio Miguel David Robles le dijo que Brenda “había organizado todo”, en relación al intento de magnicidio. 

Ante preguntas de la fiscala Gabriela Baigún, dijo que le dio “vergüenza ajena” lo que declaró Robles en el juicio. Su opinión es porque “se contradecía todo el tiempo”, motivo por el cual fue el primer testigo que será investigado por el presunto delito de “falso testimonio”. 

Canosa declaró que conoció a Sabag Montiel en 2015, cuando eran “amigos de la noche” porque frecuentaban los mismos boliches. “Él era una persona tranquila con quien yo tenía empatía porque era respetuoso y, por eso, lo que pasó (por el atentado) me dejó sorprendida”, dijo. Tuvieron contacto personal hasta 2016 y luego siguieron comunicados por Facebook. La relación se hizo menos frecuente porque él empezó “a publicar cosas esotéricas, tarot y otras cosas” por el estilo. Luego siguió mostrando armas y “tirando mensajes como de odio”, al parecer por problemas que tenía con su familia. Al principio, en materia política, “él era de izquierda, pero después empezó con ese grupo Revolución Federal y a mí me llamó la atención”. La testiga luego ratificó que con Sabag eran “partidarios de Cristina”, pero aclaró que no le consta que haya estado en Revolución Federal. “De eso me enteré por El Gato Silvestre”, contó en referencia al periodista de C5N. Canosa precisó que “los mensajes de odio eran tanto por problemas familiares como por la política”. 

A la testiga le mostraron un chat que compartió con Robles, el 25 de septiembre de 2022, a las dos de la tarde. De manera confusa, la testiga sostuvo que, según Robles, el intento de magnicidio había estado “armado” por el propio gobierno encabezado por Alberto Fernández. Esa visión coincide con lo que afirmaron, en los primeros días, los dirigentes de grupos de extrema derecha, algunos de los cuales declararon que no creyeron en la versión del atentado y estimaron que se trataba de una supuesta maniobra del oficialismo de entonces para mostrar a CFK “como víctima”. Claro que después, ante la evidencia, tuvieron que asumir la realidad de que había sido, efectivamente, víctima de un intento de magnicidio, sin lugar a duda. 

Canosa recalcó que tanto ella como Robles estaban “sorprendidos” por lo que había sucedido. Robles le dijo a la testiga que Brenda le había pedido plata. “Después me enteré por los medios que esa plata era para pagarle a ella favores sexuales”, declaró. En definitiva, la joven tiene las mismas dudas que las distintas partes del juicio, acerca de la veracidad del testimonio del testigo Robles. 

Canosa opinó que Sabag Montiel “se arruinó la vida por juntarse con gente que no debía”. Según la testiga, Robles le dijo que supo, por Brenda, que ella “había organizado todo y después se escapó” del lugar del hecho. Canosa agregó que “Fernando falló y ella tuvo que escapar por la incapacidad de él”. La testiga, en forma confusa, pero insistente, dijo que Sabag era alguien “manipulable” y dio a entender que eso tuvo algo que ver con su intervención en un hecho que la “sorprendió” porque ella creía que era “un hombre bueno”, 

Los últimos testigos

La agotadora jornada 12 incluyó el testimonio de Ignacio Gastón del Canto, quien tuvo una breve relación con Brenda Uliarte, que incluyó una salida al cine. Brenda expresaba opiniones políticas críticas hacia el gobierno kirchnerista. Sus críticas incluyeron algunas frases como “hay que matarlos a todos, se tienen que ir”. Recordó, ante una pregunta, que después de ir al cine juntos, ella tenía que ir a una marcha opositora al gobierno, pero no aportó más datos sobre ese punto. Cuando se enteró del atentado y de la detención de Brenda, reflexionó que “no era normal que una persona se quejara todo el tiempo” del gobierno de turno. El testigo dijo que no recordaba haber hablado con Brenda sobre armas de fuego, pero luego le mostraron un chat en el cual ella habló de la posibilidad de usar “un fierro” para expresar su descontento. Cuando él intentó hacerle cambiar de idea, ella lo calificó “de tibio, de no tener sangre en las venas”. En una declaración en la etapa de instrucción el testigo dijo que Brenda estaba “en contra de cualquier partido político, tanto Cristina como Mauricio Macri”. 

Los últimos testigos fueron Walter Álvarez Lirdt y Emilio Sergio Racciopi, quienes presenciaron la manipulación, por parte de expertos balísticos, de la pistola Bersa utilizada por Sabag Montiel. Los dos coincidieron en que vieron cuando le retiraban el cargador y los cinco proyectiles. Con posterioridad, los dos fueron llevados a la División Balística de la Policía Federal, en la calle Azopardo. Álvarez Lirdt dijo que vio cuando le sacaron a Sabag Montiel su celular. Sostuvo que “no encendió porque no tenía batería”. No pudo ver si la pantalla estaba dañada, como dijeron testigos anteriores. El testigo admitió que no tuvo una buena visión del celular porque en el lugar había “un reflector” que le daba de frente, en el rostro, y dificultaba la visibilidad. 

Racciopi repitió prácticamente lo mismo, incluyendo las dificultades para ver el celular, aunque aclararon que su participación tuvo que ver exclusivamente con el arma. Los dos testigos señalaron, como ya se sabe, que el arma estaba en condiciones de disparar, de manera que la bala no salió por el error de Sabag Montiel al apretar el gatillo. Eso fue lo que evitó que se concretara el magnicidio.