radio
Radio en vivo
La Retaguardia

Juicio intento de magnicidio contra CFK -día 14 Parte 1- “Lástima que no ensayó antes”

Por LR oficial en Intento de magnicidio CFK, Otras - publicado el 28 octubre 2024

El Tribunal Oral Federal N°6 admitió el pedido de la fiscalía y la querella, para sumar nuevos cargos “por violencia de género en la modalidad de violencia política” a la acusación contra los tres imputados por el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner. Este miércoles, las partes acusadoras harían su exposición para fundamentar el planteo. 

El Tribunal resolverá si acepta o no el agravamiento de la imputación una vez que se expresen también las defensas. Los imputados tendrían la posibilidad de ampliar sus indagatorias para responder al pedido de agravante por violencia de género en caso de que el tribunal acepte finalmente sumar el pedido de las partes acusadoras.  

Por otra parte, en el cierre de la audiencia, el querellante José Manuel Ubeira dejó constancia ante el Tribunal, en nombre de Cristina Fernández de Kirchner, de la preocupación por expresiones públicas recientes del presidente Javier Milei. Ubeira señaló que CFK, además de haber sido dos veces presidenta y una vez vicepresidenta de la Nación, sigue siendo “una personalidad política relevante”. Sostuvo que, como abogado que la representa, tiene la obligación de tener a resguardo su “seguridad personal”. 

Recordó que, en el juicio, la expresidenta se refirió a los ataques recibidos por su actividad política. Los mensajes de los medios y de sectores políticos, según entienden los querellantes, fueron los que derivaron en el intento de magnicidio ocurrido el 1 de septiembre de 2022. 

Ubeira afirmó que ahora se ha producido “una violencia aún más grave”, porque partió del actual presidente de la Nación, cuando dijo: “Me gustaría meterle los últimos clavos al cajón del kirchnerismo con Cristina Kirchner adentro”. Ubeira señaló que el presidente Milei es quien está “a cargo de la seguridad de todos los habitantes de la Nación, de él depende el Ministerio de Seguridad y la Policía Federal, organismo de custodia de nuestra cliente”. Ubeira recordó que Milei dijo que sólo fue “una metáfora”, pero replicó que “una afirmación de este tipo excede cualquier metáfora”.   

El abogado volvió a señalar los hechos de violencia en su contra expuestos por Cristina Kirchner en el juicio oral y subrayó que ahora “esos actos de violencia están encabezados por el presidente de la Nación”. El querellante dejó constancia de esta situación ante el Tribunal, no para que se tome una medida, sino para que se tenga en consideración que esa violencia verbal pone en peligro la seguridad de CFK, de su familia e incluso de los militantes kirchneristas. 

La audiencia

En el juicio por el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner, el Tribunal 6 admitió que la fiscalía y la querella avancen, en la audiencia del próximo miércoles, con lo referido a la ampliación de la acusación contra los imputados Fernando Sabag Montiel, Gabriel Nicolás Carrizo y Brenda Uliarte. 

El pedido formulado por la fiscala Gabriela Baigún, con el acompañamiento de la querella, tiene que ver con el agravante de violencia de género, en la modalidad de violencia política. El miércoles, las partes acusadoras tendrán la oportunidad de avanzar con la exposición de los fundamentos, ampliando lo que ya adelantaron en la jornada 13 del debate que se desarrolla en la Sala AMIA de los Tribunales de Comodoro Py. 

El agravante por violencia de género

En la apertura de la sesión, la presidenta del Tribunal, Sabrina Namer, hizo leer por secretaría varias resoluciones; la primera, referida al pedido de ampliar la acusación contra los imputados. 

La resolución fue por mayoría, con el voto de Sabrina Namer y de su colega Ignacio Fornari. El juez Adrián Grünberg votó por la negativa.  Namer y Fornari recordaron que la fiscala, al inicio del debate, hizo saber a las partes y al Tribunal que su teoría del caso no era coincidente con la del fiscal de instrucción, Carlos Rívolo, en lo que respecta al agravante por violencia de género. Baigún anticipó su disidencia con Rívolo y su postura de mantener ese agravante. Los jueces de la mayoría rechazaron el planteo de los defensores, en lo que respecta a una supuesta “pérdida de objetividad” por parte de Baigún por “avisar con anticipación” el propósito de sostener como agravante “la violencia de género en la modalidad de violencia política con que, a su entender, se habría producido el intento de homicidio que constituye el objeto principal” del debate.  

Los jueces de la mayoría consideraron que la temprana presentación de la fiscalía fue “con el fin admitido de no generar sorpresas posteriores”. Los jueces entienden que “no corresponde que el Tribunal determine su opinión en esta instancia, por riesgo de adelantar posición antes de que se expongan la prueba y el eventual encuadre” jurídico que confirme “si está ajustado a derecho” el planteo de las partes acusadoras para ampliar los cargos “contra todos los imputados o alguno de ellos”.  En la próxima audiencia, la fiscalía y la querella tendrán que presentar la argumentación final, que será dada a conocer a los imputados, quienes tendrán el derecho de ampliar su declaración indagatoria para responder al nuevo elemento planteado en caso que el tribunal finalmente lo acepte. Las defensas tendrán también que exponer sus argumentos respecto de la nueva imputación. El Tribunal recién fijará su postura, luego de analizar los argumentos expuestos por todas las partes. 

El juez Adrián Grünberg votó por la negativa.  Dijo que, a su entender, en lo que va del debate, no se han registrado pruebas diferentes a las reunidas en la instrucción, respecto del agravante por violencia de género. Precisó que en su indagatoria, Sabag Montiel no hizo ninguna manifestación que pueda configurar el agravante de violencia de género. La fiscalía y la querella consideran que Sabag Montiel, en su indagatoria, expuso argumentos de que su accionar estuvo dirigido a CFK por su condición de mujer.

Otras resoluciones   

En una segunda resolución, los jueces, por unanimidad, cuestionaron la actitud asumida, en la audiencia anterior, por la fiscala Gabriela Baigún. Ese día, la representante del Ministerio Público hizo un fuerte reclamo a la presidenta del Tribunal, Sabrina Namer, quien no le permitió hablar para responder a las intervenciones de los abogaos defensores Fernanda López Puleiro, quien representa a Sabag Montiel: y Gastón Marano, defensor de Gabriel Carrizo. 

Los jueces exhortaron a la fiscala a “abstenerse de actitudes provocativas o contrarias al orden y al decoro debido” en el marco de la audiencia, por respeto a los integrantes del Tribunal Oral 6 y al resto de las partes. Le advirtieron que, de repetirse esa actitud, sería sancionada. 

La tercera resolución hizo centro en la imputada Brenda Uliarte, por los insultos y el intento de agresión contra el defensor Gastón Marano, que representa a Carrizo. Le advirtieron a la imputada que no tolerarán “nuevos disturbios o perturbaciones al orden”. En caso de repetirse será “expulsada de la sala de debate”. A la vez, se solicitó al Servicio Penitenciario Federal que adopte medidas para evitar alteraciones al orden. 

En la audiencia, Uliarte estuvo sentada en otro lugar, alejada del sector que ocupan los abogados defensores y los otros dos imputados. Fue vigilada en forma permanente por dos efectivos, un hombre y una mujer. 

Alejandro Cipolla, su defensor, solicitó al Tribunal que autorice la realización de un examen psiquiátrico a su representada. Pidió que sea realizado por especialistas del Cuerpo Médico Forense y no del Servicio Penitenciario. Argumentó que lo que ocurrió en la audiencia anterior se debió a que Brenda “no entiende bien lo que se está juzgando acá”. Uliarte se abalanzó sobre Marano, por entender que el abogado estaba de acuerdo con que le agravaran la acusación por violencia de género, cuando el defensor de Carrizo había dicho todo lo contrario. Desde el comienzo del debate, Cipolla viene sosteniendo que su representada es inimputable. 

Por su parte, el defensor Gastón Marano sostuvo que Uliarte no sólo “se abalanzó” sobre él sino que “se abalanzó y me golpeó”. De todos modos, aclaró que no va a promover ninguna acción penal por lo sucedido. 

El testigo “No recuerdo” 

El primer testigo fue Mario Pablo Borgarelli, de 36 años, quien dijo haber sido “conocido de la adolescencia” del imputado Sabag Montiel. Se  conocieron en el boliche Requiem cuando ambos “eran chicos”, en los años 2006 y 2007. Fuera de esos encuentros en Requiem, señaló que alguna vez “se cruzaron” en Villa del Parque, en 2019. Estimó que los encuentros fueron dos o tres y aseguró no recordar de qué hablaron. Consideró que Sabag era una persona “introvertida que siempre quería ‘pertenecer’ a los grupos” que se reunían en ese boliche. Con frases cortas, mínimas, Borgarelli insistió en que Sabag era “introvertido, no hablaba mucho”. Luego aclaró: “Es lo que me parecía a mí, no soy psiquiatra”. 

El primero en interrogar al testigo fue el querellante Marcos Aldazábal. Eso marcó un cambio, porque hasta ahora, siempre había comenzado la fiscala Baigún. El abogado que representa a CFK junto con José Manuel Ubeira, hizo un gran esfuerzo para tratar de romper el hermetismo, las escuetas respuestas del testigo, siempre al borde de la reticencia y el falso testimonio. 

Borgarelli sostuvo que no tiene actividad política y que no recuerda haberse afiliado a algún partido político. Como si hablara en tercera persona sobre sí mismo, llegó a decir: “Habré ido alguna marcha en la pandemia”. Esas eran las marchas que se hacían todo el tiempo en el Obelisco, con participación de grupos de extrema derecha y al que concurrió Patricia Bullrich, entre otros dirigentes políticos. 

Lo único que dijo recordar de esas manifestaciones es que “la gente estaba enojada”. Estimó que se habría enterado de la marcha “por Internet” y que fue “porque ese día no trabajaba y me surgieron ganas de ir, capaz”, y que “capaz” se enteró por Instagram. 

Como si le estuviera tomando el pelo al querellante, admitió que conocía “de nombre” a la agrupación de ideología nazi Nuevo Centro Derecha, pero que sólo sabía eso, “que se llama Nuevo Centro Derecha”. Luego respondió con un desconcertante “probablemente”, cuando le preguntaron si recibía mensajes de dirigentes de esos grupos de extrema derecha. Ubeira tomó la palabra para decirle que el testigo ya iba “por el sexto no recuerdo” y que sería bueno que recordara cuál era su vinculación con esos grupos de extrema derecha. 

Admitió que “quizás en algún momento me afilié a un partido” político, e insistió con su muletilla: “No lo recuerdo”, pero al final reconoció que “podría ser Nuevo Centro Derecha o el Partido Libertario”. Lo afiliaron “en una marcha”, a las que, al principio, dijo no recordar si iba o no. 

“Quizás llené una ficha, como tantas fichas que se llenan en tantas marchas”, fue otra de sus ambiguas respuestas. Hablaba como si tuviera un otro yo, con el que estaba peleado y se hablaba muy poco. Sus desplantes continuaron cuando Ubeira le pidió alguna precisión sobre las fechas en que recibió mensajes de esos grupos de extrema derecha. “Había sol”, respondió cuando el querellante quiso precisar en qué momento de los años 2019/2020, había llenado la ficha de afiliación. Su fichaje en la Nueva Centro Derecha fue en julio de 2022, le tuvo que recordar Ubeira. 

Los mensajes que recibía le fueron enviados por el dirigente de ultraderecha Hernán Carrol, cercano al hoy presidente Javier Milei,  a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y a José Luis Espert, entre otros referentes de la derecha política. El testigo insistió en que no sabe quién es Hernán Carrol, quien dio testimonio recientemente en este juicio. 

Cuando Aldazabal le volvió a preguntar sobre qué habló con Sabag Montiel en esos “dos o tres encuentros casuales” que tuvieron, finalmente señaló un dato que difícilmente se le pueda olvidar a cualquier persona normal. El detalle fue que se vieron “en una parada de colectivos” y Sabag “venía enojado y decía que se iba a comprar un arma a la villa”. El enojo era porque Sabag decía que  “había personas que le debían plata”. El testigo mostró sus tatuajes, un búho apuñalado y una gheisa. Se los hizo cuando tenía 18 años. Luego dijo que se enteró del atentado contra CFK viendo la televisión y opinó sobre lo hecho por Sabag Montiel: “Fue idiota como se mandó al muere”. 

Borgarelli se refirió luego a una entrevista que le hicieron en Telefe, después del intento de magnicidio. Dijo que lo llamaron porque era “conocido de la adolescencia” de Sabag Montiel. Reconoció que había dicho algo “muy negativo” y que pidió disculpas por esos dichos. Su comentario en la televisión, el día después del intento de homicidio fue: “Lástima que no ensayó antes”, en alusión al error cometido por Sabag Montiel al intentar asesinar a la vicepresidenta. 

Reiteró que eso fue “un error” y volvió a “pedir  disculpas” por lo que dijo”. La fiscala Baigún le recordó que la entrevista fue en el programa de Georgina Barbarossa y que lo presentaron como “el mejor amigo” del autor del intento de magnicidio. El testigo ratificó que sólo fueron “conocidos de la adolescencia” y que fue al programa porque lo invitó una amiga suya que, a su vez, era amiga de una productora del programa. Sobre su supuesta amiga, apenas recordó que se llama Luna, porque no sabe su apellido. 

La entrevista en Telefe

Para contrastar los dichos de Borgarelli en el juicio oral, La Retaguardia repasó lo que dijo en la nota con Telefe, que se hizo en la casa del testigo. En el video, sentada al lado del entrevistado, la movilera lo presentó como “uno de los mejores amigos de la infancia” de Sabag Montiel. 

Dijeron solo su nombre, Mario, quien llamaba a Sabag Montiel por el apodo “Tedy, el cristiano” y que ambos compartieron “muchísimas cosas” en “la infancia”. 

En esa entrevista, el testigo no desmintió nada, sólo se limitó a agitar su mano derecha para saludar a Barbarossa. La periodista que lo entrevistó insistió en que “Mario lo conoce más que nadie” a Sabag. 

“Nosotros éramos parte de una subcultura urbana, teníamos 15 años, siempre estaba con una petaca en la mano (…) siempre lo agarraban a las piñas, siempre aparecía moretoneado, era el pibe al que todos le hacían bullyng. Si estuviéramos en la escuela, él sería el gordito marginado”. 

Contó como anécdota que una vez se rebeló contra el “más canchero de la banda, que medía un metro ochenta largo. (Tedy) lo agarró a trompadas y lo dejó tirado en el piso”. Después de eso, Sabag se presentaba así: “Yo soy Tedy, yo le pegué a Ramiro”. Aclaró que le decía “Tedy el cristiano” porque “se había metido en una Iglesia evangelista”. Ante una pregunta de Barbarossa, consideró que “era de esperar” que Sabag hiciera “algo así”, en referencia al atentado contra CFK. “Iba a hacer alguna locura para salir en la tele”. Luego contó con lujo de detalle uno de los encuentros con Sabag. “Yo estaba esperando el 109 para ir a la casa de mi mamá (…) estaba vestido bastante prolijo (…) siempre vivía enojado”. Fue entonces que le comentó: “Me faltan diez, doce lucas para comprar un fierro”, porque quería vengarse de unos peruanos que le debían plata. 

Los otros testigos

Declaró también Lorena Berenice Leiva, de 31 años, quien realiza tareas domésticas a través del plan social Volver al Trabajo. La testiga se conectó con el imputado Sabag Montiel, a través de Facebook, y recordó que en una oportunidad, Sabag publicó este mensaje a través de la red social: “Tengo ganas de matar a CFK”. Leiva le aconsejó: “No vayas porque vas a perder todo. Pero bueno, ahí lo tienen, terminó así”. Aclaró que ella lo aconsejó “de buena fe” porque “en qué cabeza cabe que haga algo así”. 

Luego prestó testimonio Sebastián Ariel Torcisi, de 43 años, empleado de la Universidad de San Martín. El testigo dijo que no conocía al imputado Sabag Montiel, pero reconoció que tuvo una dirección de mail denominada Sebastián Vrildom. Esa dirección de mail estuvo en contacto con el número telefónico 1122975787, que era el del teléfono celular del principal imputado en esta causa. Aclaró que Vrildom es el nombre de una banda de black metal. Cuando le preguntaron si la definición completa del género musical es black metal nacional socialista, respondió: “No, esa es una definición que ponen algunas personas, pero no”. 

Luego reconoció que en el codo tiene el tatuaje de un sol negro, al que definió como “un símbolo pagano esotérico” que le interesaba cuando tenía 20 años. Aunque el testigo dijo que es un símbolo “espiritual, religioso”, es sabido que es un símbolo del nazismo. El imputado Sabag Montiel tiene el mismo tatuaje en uno de sus codos. 

El siguiente testigo fue Agustín Eliel Alvarez, quien dijo que conoció al imputado Sabag, pero con un apodo que usaba en un grupo de whastupp. Lo pudo reconocer por la foto del perfil, cuando su imagen se hizo pública luego del atentado. Afirmó que en el grupo “nunca se hablaba de política”. La declaración fue muy breve y no aportó datos de interés para la causa. 

Ronda de peritos

Luego declararon peritos que confirmaron los datos respecto de los peritajes sobre la pistola Bersa utilizada por Sabag Montiel en el intento de magnicidio. La primera testiga fue María Laura Longobucco, de la División Rastros de la Policía Científica. Luego declaró Gabriela Vera, fotógrafa que se desempeña como personal civil en la División Criminalística de la Policía Federal. Ella dejó asentado que no coincidían la fecha en que ocurrió el hecho con la que aparecía en la cámara fotográfica. Dijo que eso fue por “un error de la cámara”. 

Los siguientes testimonios fueron de Nadya Ferreira Gómez, la experta que realizó el plano describiendo el lugar del hecho, y Matías Muriale, de la División Operativa de Videos de la Federal. Todos los nombrados confirmaron los informes que obran en la causa.