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La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Ciudad de Buenos Aires revocó la condena que había recibido Luis Chocobar en 2021. En el fallo, que no absuelve al policía, se hace hincapié en que la sentencia del Tribunal Oral de Menores N°2 tiene un “déficit de motivación lógica” y que surgen evidentes inconsistencias y contradicciones en cada uno de los votos de los jueces y manda a realizarse un nuevo juicio. Sabina Frederic, exministra de Seguridad de la Nación y María del Carmen Verdú abogada de la Correpi, hablaron con La Retaguardia y explicaron qué significa esta resolución. La voz de Pablo Rovatti, abogado de Ivonne Kukoc, madre del joven asesinado por Chocobar.  Redacción: Agustina Sandoval LernerEntrevistas: Fernando Tebele / Lucrecia RaimondiEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Archivo Colectivo de Medios Populares En 2021 el Tribunal Oral de Menores Nº2 condenó a nueve años de prisión efectiva al menor acusado de intento de homicidio en ocasión de robo. El joven participó del hecho que terminó con el asesinato de Juan Pablo Kukoc por parte del policía Luis Oscar Chocobar. En el mismo juicio, también condenó a Chocobar a la pena de dos años de prisión en suspenso y a cinco de inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos, por encontrarlo culpable del delito de homicidio agravado por su comisión con un arma de fuego, cometido con exceso en el cumplimiento del deber por parte del integrante de la policía local de Avellaneda.  Luego de que tanto la querella como la defensa recurrieran esta sentencia, Casación emitió una nueva mirada sobre, específicamente, los votos de cada juez de primera instancia. La sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, con los votos de Horacio Días y Eugenio Sarrabayrouse (Daniel Morin no emitió un voto escrito), estableció que el fallo del Tribunal Oral de Menores N°2 cuenta con serias inconsistencias y contradicciones.  María del Carmen Verdú, abogada de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), habló con La Retaguardia sobre esta decisión de la Cámara. “El fallo de la Cámara de Casación reconoce que la sentencia del Tribunal de Menores que había condenado a Chocobar a una pena ridícula por homicidio en exceso del legítimo cumplimiento del deber, estaba plagado de fallas. Textualmente dice, por ejemplo, que ‘tiene un déficit de motivación lógica’, que es lo peor que se puede decir de una sentencia, y que surgen evidentes y serias inconsistencias y contradicciones internas en cada uno de los votos y también externas, pues los tres votos afirman circunstancias distintas sobre aspectos medulares del hecho atribuido a Chocobar”.  Producto de esta decisión, varios funcionarios y funcionarias salieron a celebrar, promoviendo la fake news de una absolución que nunca fue. Acerca de esto, Verdú aseguró: “Es una mentira, una gran tergiversación, lo que salieron a festejar el defensor de Chocobar, el funcionario Fernando Soto (abogado del policía), la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, o el presidente Javier Milei. La Cámara de Casación no absolvió a Chocobar. Lo que hizo fue anular esa sentencia a raíz de todos esos defectos, tomando muy en cuenta los argumentos de la querella del doctor Pablo Rovatti, que representa a nuestra compañera Ivonne Kukoc, y exigió apartar al Tribunal Oral de Menores N°2 y llevar adelante un nuevo juicio, ante un nuevo tribunal que analice correctamente los hechos y defina el derecho aplicable”.  La Doctrina Chocobar como caballo de batalla Sabina Frederic, ex ministra de Seguridad de la Nación durante la gestión de Alberto Fernández, habló con La Retaguardia acerca de  la relevancia de este caso, y se refirió a la puja entre un Estado que promulga la Doctrina Chocobar y las organizaciones de derechos humanos que quieren impedir su implementación. “Es un caso emblemático que se convirtió en el caballito de batalla del concepto de trabajo policial, sobre cómo deben trabajar los policías, para este gobierno y para Bullrich y Macri en el pasado. Tal es así que ella pasó de un reglamento que aprobó en 2018, que nosotros derogamos en 2019, a ubicar esa modificación para avalar situaciones como la de disparar, incluso ante la ausencia de un peligro inminente de parte del supuesto delincuente, en la Ley Bases original, que perdió estado parlamentario”. No fue absolución A pesar de que en un principio la noticia que había circulado era la anulación de la condena a secas, la decisión de la Cámara de Casación está muy lejos de una absolución.  El fallo de 166 páginas se centró en lo técnico de la condena a Chocobar, estrictamente sobre los votos de los jueces del Tribunal Oral de Menores N°2, y así los camaristas anularon esta condena para que se haga un nuevo juicio.  Se analizaron, entre otras cosas, las contradicciones de los votos de los jueces, indicando que no había en la sentencia una “unidad argumental” en cuestiones clave de los hechos, tales como la cantidad de disparos, y cómo fueron efectuados, y el supuesto movimiento corporal de Kukoc que Chocobar habría tomado como un ataque. Sobre esto, Sarrabayrouse dijo: “Los tres votos afirman circunstancias distintas sobre aspectos medulares del hecho atribuido a Chocobar”. Es importante comprender que el fallo de Casación no analizó cuestiones de fondo del caso, como la culpabilidad de Chocobar, sino que sobre una mala sentencia, en sentido estrictamente jurídico, ordenó sortear un nuevo tribunal y rehacer el juicio.  Pablo Rovatti, abogado de Ivonne Kukoc, la madre de Juan Pablo, indicó a LR: “Lo que hizo ahora Casación es muy importante. No sostuvo ni que nosotros como parte querellante, ni que la defensa, tuviéramos razón sobre el fondo de la cuestión. Lo que sostuvo es que la sentencia del Tribunal de Menores tenía o presenta vicios de fundamentación, errores argumentativos muy graves, que hacen que no se pueda entender cabalmente qué posición fijó cada juez y qué posición fijó el Tribunal como órgano colegiado; es decir que la decisión tiene que ser tomada por los tres jueces en conjunto y no simplemente una

El Tribunal Oral de Menores 2 condenó a dos años de prisión en suspenso al policía Luis Chocobar, quien asesinó a Juan Pablo Kukoc de varios tiros por la espalda en 2017. Luego de escuchar el veredicto por celular, la familia exigió una condena justa a una justicia que, aseguran, jamás lo fue ni lo será. Por Colectivo de Medios Populares (*) “La justicia no es justa. Destrozaron a una familia”, lamentó Ivón Kukoc al escuchar el veredicto del juicio por el asesinato de su hijo Juan Pablo. La primera reacción fue la del llanto desconsolado de la impotencia. Ivón, abrazada a sus nietos y a sus hijos Belén y José, en su casa en la localidad bonaerense de Lanús Este, recibió la decisión de la Justicia por videoconferencia. El aislamiento impidió que estuvieran contenidos y apoyados por familias que sufrieron situaciones similares, y debieron ver la transmisión del veredicto por la pantalla de un celular, en su casa. Mientras que quienes alientan las políticas como la Doctrina Chocobar, rompieron las restricciones e igual se acercaron a la puerta de los Tribunales de Comodoro Py con carteles y cánticos de apoyo al policía que asesinó por la espalda a Pablo, a sus 18 años. El Tribunal Oral de Menores Nº2 condenó a Luis Oscar Chocobar a la pena de 2 años de prisión en suspenso y a 5 años de inhabilitación para cumplir funciones en las fuerzas de seguridad, por encontrarlo culpable del delito de homicidio agravado por su comisión con un arma de fuego, cometido con exceso en el cumplimiento del deber. Las últimas palabras de Chocobar fueron que para él cumplió con la ley. Afuera declaró a los medios de comunicación: “El corazón se me quiere salir porque es muy injusto. Estoy tranquilo porque está acá la gente que me apoya y me quiere. La Policía de la provincia tiene unos huevos impresionantes”. En el mismo veredicto, el menor acusado de intento de homicidio en ocasión de robo fue condenado a 9 años de prisión efectiva.  Ivón está disconforme con el veredicto, pero a la vez se siente tranquila porque no absolvieron a Chocobar y el asesino de su hijo recibió una condena. “La Justicia no existe y menos para personas pobres que no tienen la plata o contactos para moverse. Yo esperaba una condena justa que lo inhabilite, que él no sea más policía y que pase por lo menos un día en la cárcel. Eso iba a ser bastante para mi familia, que él sienta lo que es estar así, solo, triste, vacío y que capaz ahí hubiera tenido la capacidad de pensar y ver si puede seguir viviendo con lo que hizo, porque en realidad pasó de ser un policía a ser un asesino”. El tope de años para el delito por el que condenaron a Chocobar es de 3 años, excarcelables, como había pedido la fiscalía. Los jueces no le dieron la máxima, tampoco lo absolvieron. El policía de Avellaneda hubiera quedado libre de todos modos, por el tipo de delito con el que se lo juzgó -exceso en el cumplimiento de un deber-. Excepto que el tribunal hubiera aceptado condenarlo con la tipificación que pidió la querella -homicidio doloso agravado por abuso de sus funciones-. Pero más allá de los tecnicismos, en definitiva, Chocobar recibió una condena de la Justicia. “Lo más importante es que el tribunal dictó una condena. Los jueces consideraron que lo que hizo Chocobar es un crimen, que ningún policía puede hacer lo que hizo Chocobar, que eso está prohibido y es delictivo”, enfatizó Pablo Rovatti, titular del Programa de asistencia y patrocinio jurídico a víctimas de delitos y representante de Ivón Kukoc como parte querellante.  “La condena impide que Chocobar siga siendo policía y que porte un arma, para lo cual evidentemente no estaba capacitado. Eso es una garantía y un mensaje importante para toda la sociedad: ningún policía que mata a tiros por la espalda a una persona que huye está justificado. Nadie que haga eso cumple con su deber, sino exactamente lo contrario”, aseveró Rovatti. Y aclaró que “en este caso no se juzgó a ‘la policía’, sino a un funcionario concreto que abusó de su función y privó arbitrariamente de la vida a una persona”. La familia Kukoc sufrió el hostigamiento de los medios hegemónicos de comunicación, de sus vecinos del barrio y también de la Policía. Sin ir más lejos, mientras los canales de televisión hacían guardia en la puerta de su casa, llegaron efectivos de la Policía de Lanús y se dirigieron a Ivón de forma hostil intentando impedir un corte de calle que no iba a suceder. “Ya sabemos quiénes son ustedes”, impartieron los policías. “Nos dicen que ya saben quiénes somos, como si hubiéramos hecho algo malo. Después de todo esto, ya sé cómo sigue. Sentimos miedo porque en algún momento se va a acabar esta cuarentena y vamos a tener que hacer una vida normalmente, mis hijos van a tener que salir a comprar e ir al colegio. También nos perjudicó mucho porque la policía siempre nos hostiga a nosotros y a mi familia”, contó Ivón y relató que tuvo que cambiar a los chicos de escuela por situaciones de acoso: “Cuando iban a la escuela, influenciados por los padres, los chicos los trataban como los hermanos del asesino de La Boca, del que quiso matar a un turista”. Ya son casi cuatro años en que la familia Kukoc sufre la pérdida de Pablo. Hay días que se sienten quebrados y no quieren nada más que ver a su hijo, a su hermano, a su tío, que no está entre ellos porque un policía lo asesinó por la espalda. Ivón lo describe como un vacío que no van a poder llenar con nada. “Estos años fueron muy duros para nosotros porque nuestro hermano no va a volver nunca. Para mí en el momento que mi hermano murió como que se nos partió el corazón a nosotros. Están sus sobrinos que

En una nueva audiencia del juicio, la madre de Juan Pablo Kukoc declaró en contra del policía que asesinó a su hijo en el barrio de La Boca. Mañana miércoles, y a muy poco de que se cumplan 3 años del homicidio, se realizará la inspección ocular en el lugar donde sucedieron los hechos. Por Colectivo de Medios Populares* Familiares que se nuclean en la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil se congregaron el pasado miércoles en las puertas de Tribunales de Comodoro Py en apoyo a la familia de Juan Pablo Kukoc, un joven asesinado por la espalda por Luis Chocobar. Allí se llevó adelante la cuarta audiencia del juicio al policía, quien asesinó al joven en diciembre del 2017 luego de que este cometiera un asalto en el que resultó gravemente herido un turista estadounidense. La madre del joven, Ivone Kukoc, antes de iniciar su declaración, conversó con las madres de otros pibes asesinados. Fue así que respondió a la justificación previa del policía que aseguró haber cumplido con su “deber”. “Dice que fue su deber. Eso le quiero preguntar al juez, si el deber de los policías es matar y dejar tirado así como lo dejó a Pablo”, arremetió Ivone. Y agregó: “Con la cabeza en alto pido justicia y que el juez me aclare qué pasó con mi hijo y que haya un castigo para ese policía que es un asesino (…) No quiso responder las preguntas que le hizo mi abogado. Solamente declaró que él cumplía con su deber. Él sabe cuál es la verdad, él sabe que lo mató, que tiró a matar”. La jornada tanto dentro como fuera del recinto estuvo marcada por el sentir de las familias, con cánticos y pancartas recordaron a quienes murieron bajo el ilegítimo accionar policial y expresaron su repudio. En la calle un cordón de la Policía de la Ciudad separaba a quienes acompañaron el reclamo de justicia por Kukoc de un grupo “autoconvocado” que exige el sobreseimiento de Chocobar. Este último grupo, en las primeras audiencias contó con la presencia de Mariano Díaz, ex capitán del Grupo Halcón, sumariado en 2014 y reconocido vocero de los levantamientos sediciosos de la Policía bonaerense en septiembre de este año. En cuanto a la declaración, el abogado de la familia Kukoc, Pablo Rovatti, aseguró que el testimonio de Ivone fue “muy duro, muy sentido y doloroso”. “Declaró durante alrededor de una hora, y debió ser interrumpido durante algunos minutos”, expresó el abogado respecto al pedido de la madre que no pudo contener el llanto. Tras su participación, Ivone se comunicó nuevamente con las familias que por altavoz pudieron escuchar sus palabras. “Gracias a ustedes que estuvieron ahí dándome fuerza, pude contestar todo con la verdad, porque hay una sola verdad: el policía le disparó a mi hijo por la espalda (…) Yo no estoy pidiendo que lo maten como hicieron con mi hijo. Como él tiene la oportunidad de ser juzgado, que le den un castigo”, finalizó. El tribunal decidió continuar la próxima instancia este miércoles 11 de noviembre en el barrio de La Boca, para realizar una inspección ocular en Garibaldi y Olavarría, donde ocurrió el robo en el que fue herido el turista, y en Suárez e Irala, a más de dos cuadras de allí, donde Chocobar le disparó a Pablo por la espalda. Según comunicó Ivone Kukoc, espera estar en esta oportunidad, ya que su abogado, Pablo Rovatti, estaría tramitando el viaje de Salta a Buenos Aires para poder presenciar lo que resta del juicio. *La Retaguardia, Radio Gráfica, Radio Presente, FM Riachuelo, Revoluciones, Agencia Paco Urondo, Sur Capitalino, Revista Resistencias

Continúa el juicio contra el policía que asesinó por la espalda a Juan Pablo Kukoc en diciembre de 2017. Mañana miércoles 4/11, le toca declarar a su mamá, Ivone, quien lo hará de modo virtual. Familiares de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil convocan a acompañarla desde las 8 hs en Comodoro Py.  Por Colectivo de Medios Populares (*) El miércoles pasado se llevó adelante la tercera audiencia de este juicio en el Tribunal Oral de Menores 2 de Comodoro Py, donde se les tomó declaración indagatoria al menor imputado y al policía Chocobar. Recordemos que mediante una decisión cuestionada por organismos de Derechos Humanos y la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, en esta oportunidad se juzga al mismo tiempo tanto al joven que presuntamente participó del robo en el que habría estado involucrado Juan Pablo Kukoc, como al policía que lo asesinó. Esto impide que los organismos puedan ingresar al juicio, lo mismo que los medios de comunicación, con la excusa de preservar la privacidad del menor.  En diálogo con el Colectivo de Medios Populares, Pablo Rovati, abogado de Ivone Kukoc en la querella en la que se acusa a Chocobar como autor del homicidio agravado de Juan Pablo, indicó que al menor de edad “se le realizó un interrogatorio de identificación, donde brinda sus datos personales y antecedentes de su vida, pero decidió no dar una declaración sobre los hechos que se le imputan”. A su vez, y aunque no estaba previsto que sucediera, “la defensa de Chocobar pidió que por lo menos le hicieran el interrogatorio de identificación, de manera que declaró sobre estos aspectos nada más, aspectos profesionales, de su vida y de su formación”. Es importante destacar que cuando la querella en representación de los intereses de la madre de la víctima “quiso profundizar un poco el interrogatorio sobre su formación como policía, su formación y entrenamiento en el uso de armas, el conocimiento de la ley que rige la actividad policial, rápidamente su defensa a cargo de los doctores Fernando Soto y Luis Cevasco, se opuso a que contestara esta línea de interrogatorio alegando una estrategia procesal”. De esta manera, al oponerse la defensa, cuando fue consultado por el presidente del tribunal “Chocobar dijo que no iba a contestar preguntas sobre esto ni sobre ninguna cuestión que tuviera que ver con los hechos, y así terminó su declaración”. “Lo único que señaló fue muy genéricamente que creía que había cumplido con su deber y con las leyes de la policía, cuando las partes le quisimos preguntar y ahondar en esto se negó a contestar pregunta”, agregó Rovati. En la próxima audiencia, que será mañana desde las 9 hs en Comodoro Py 2002, le tocará el turno de testimoniar a la madre de Juan Pablo, Ivone Kukoc, quien no podrá presentarse personalmente pues quedó varada en su provincia al desatarse la pandemia. Lo hará por lo tanto de modo virtual, y les familiares de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil convocan a acompañarla desde las 8 hs en las puertas del tribunal. *La Retaguardia, Radio Gráfica, Radio Presente, FM Riachuelo, Revoluciones, Agencia Paco Urondo, Sur Capitalino.

El Tribunal Oral de Menores 2 rechazó esta mañana el planteo de la defensa del policía Luis Chocobar que buscaba suspender el debate y pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles. En las puertas de Comodoro Py, madres de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil acompañaron a la familia y amigues de Juan Pablo Kukoc.  Por Colectivo de Medios Populares (*) 📷 Foto de portada: Juan Manuel Ciucci La segunda jornada del juicio oral que juzga al policía Luis Chocobar, acusado de haber matado en 2017 al joven de 17 años, fue breve. Los jueces sólo notificaron a las partes de su decisión de rechazar el pedido de la defensa que en la primera audiencia volvió a insistir con un juicio por jurados.  “Estamos felices porque el juicio va a seguir en pie. Gracias a Dios por todo el apoyo que nos dieron los familiares que son los que nos ayudan a nosotros a seguir en pie con este juicio. Espero que se haga justicia, que es lo que venimos a pedir todos los familiares”, expresó Belén, la hermana de Juan Pablo, en la vereda del Tribunal donde desde temprano esperaban la decisión de los jueces.  Desde Salta y por teléfono, Ivone la mamá de Juan Pablo, agradeció a quienes se acercaron hoy a acompañar a la familia y pidió que se haga justicia por su hijo “porque lo mataron a quemarropa, podría haberlo detenido y nosotros podríamos verlo en la cárcel, no en un cementerio”.  “En este sistema injusto jamás vamos a tener justicia, pero se la tenemos que arrancar y tenemos que seguir en la calle no sólo por Pablo sino por todos los pibes asesinados por gatillo fácil: a Pablo lo asesinó Chocobar y el Estado es responsable”, agregó Emilia Vasallo, madre de Pablo “Paly” Alcorta, un chico de 17 años que recibió un disparo del policía bonaerense Diego Tolaba en 2013, y una de los motores de la Marcha Nacional.   Además de Emilia, con las imágenes y las remeras que recuerdan a sus hijos asesinados se movilizaron otras madres como Angélica, quien en julio de 2009 perdió a Jonathan “Kiki” Lezcano de tan sólo 18 años. “Estamos acá, a pesar de la pandemia porque nos matan a nuestros hijos. Hoy estoy acá por Chocobar, para que no sea injusto como lo que hicieron con Santiago Veyga el asesino de mi hijo, que está en la calle y ahí está matando… Hoy más convencida que nunca, estoy de pie, puedo decir justicia por todos los pibes asesinados por gatillo fácil, justicia por esas chicas que se las llevaron y nunca más volvieron, justicia por el hambre que estamos pasando en nuestros barrios, justicia para la igualdad”. Muy cerquita, policía mediante, un pequeño grupo de personas se manifestaron en apoyo al policía que mató por la espalda a Juan Pablo Kukoc aquel diciembre de 2017 y que fue recibido por el ex presidente Mauricio Macri. Entre los manifestantes que tocaban cacerolas con la Marcha de las Malvinas como música de fondo, se encontraban oficiales y policías retirados que también fueron parte de las protestas que exigían aumento salarial. Como Mariano Díaz, ex suboficial del Grupo Halcón, separado de la fuerza por intento de sedición en 2014.  El juicio continuará el próximo miércoles al mediodía y está prevista la declaración –si es su intención declarar- del chico menor de edad acusado de haber participado del asalto al turista estadounidense. Luego será el turno de la indagatoria de Chocobar. (*) Sur Capitalino, La Retaguardia, Radio Gráfica, Radio Presente, FM Riachuelo, Revoluciones, Agencia Paco Urondo.

Belén Kukoc es la hermana de Juan Pablo, el joven de 17 años que fue asesinado por el policía Luis Chocobar en diciembre de 2017. Mañana miércoles se reanuda el juicio oral contra el efectivo policial incriminado por dispararle por la espalda con su arma reglamentaria. En esta nota, Belén recuerda a su hermano y convoca a acompañarla en los Tribunales de Comodoro Py, donde recibirá el apoyo de madres y familiares que se nuclean en la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil. ¿Qué se resuelve en la audiencia de mañana?  Por Colectivo de Medios Populares (*) “Cuando vi en la tele que estaban todos apoyando a Chocobar dije: ‘voy a empezar a hablar’. Nosotros no íbamos a ir por la cuarentena, pero ahí empecé a comunicarme con las madres que conocí en las marchas y nos organizamos para ir este 21”, nos cuenta Belén. En su voz se percibe el dolor que viene arrastrando desde aquel fatídico diciembre de 2017. Es que el inicio del juicio al policía que asesinó a su hermano, Luis Chocobar, no trajo sólo expectativas de justicia. Las manifestaciones en los Tribunales de Comodoro Py de quienes lo defienden en nombre de “la mano dura” también sumaron angustia. El respaldo a Chocobar encontró sus réplicas no sólo en los medios hegemónicos de comunicación, sino también en asociaciones policiales y hasta en legisladores nacionales.   Ese apoyo tuvo sus consecuencias para el grupo familiar: “Estamos muy mal, muy tristes por todas las cosas que nos dijeron, las amenazas. Gracias al ex presidente (en referencia a Mauricio Macri, que apoyó a Chocobar desde el primer instante) recibimos amenazas, hasta a mis hijos, todas cosas que jamás haría, nunca”, agrega Belén. “La gente habla mal por una cosa que pasó. Mi hermano hasta que se lo olvide va a ser un asesino, un chorro, por algo que hizo, y eso no se va a cambiar nunca. Nosotros jamás haríamos eso, no hablaríamos mal de la gente, somos de un barrio humilde y jamás haríamos eso. Hay gente que es ignorante, cada uno piensa como quiere, pero nosotros nunca fuimos así de desear el mal a nadie”. Pero el recuerdo de Juan Pablo excede los discursos que sobre él han querido instalar: “Todos los que lo conocimos siempre lo vamos a recordar cómo un chico al que le encantaba el fútbol, que siempre amó a su familia, que quiso lo mejor para todos nosotros y nunca fue un pibe malo. Que la gente diga lo que quiera, nosotros sabíamos lo que era mi hermano y jamás lo vamos a dejar sólo. Vamos a pedir justicia por mi hermano y por todos los pibes que también fueron asesinados por las fuerzas de seguridad, exigiendo basta de gatillo fácil”. El miércoles 21 a las 8 horas, la familia de Kukoc está convocando junto con la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil a las puertas de Comodoro Py 2002, para repudiar los apoyos brindados al policía asesino y exigir justicia. “Nosotros confiamos en los abogados que tenemos, en el juez, que ojalá nos dé justicia porque la verdad que es lo único que tenemos”, indica Belén.  Por su parte Pablo Rovati, abogado de la familia que acusa a Chocobar por el homicidio agravado de Juan Pablo, explicó que “en la próxima audiencia ante el Tribunal Oral de Menores 2, se va a comunicar la decisión a la que llegaron los jueces en relación con el pedido de suspensión del juicio que hizo una vez más la defensa del acusado”. Los abogados Fernando Soto y Luis Cevasco sostuvieron que había que suspender el juicio al menos hasta tanto no esté resuelta definitivamente por la Corte Suprema, que es el único tribunal que queda, la cuestión del juicio por jurados”.  “Este planteo de ser juzgado por un juicio por jurados ya lo había hecho hace meses la defensa de Chocobar, y tanto la fiscal general como los querellantes dijimos que no”, indicó Rovati. “Pero es importante aclarar que no decimos que no porque sea un capricho, sino porque no hay ninguna ley que prevea el juicio por jurados en la administración de justicia nacional. Y sin una ley es absolutamente imposible. Es la ley la que regula la manera de hacer un juicio por jurados, de dónde se seleccionarían los jurados, cuál sería el régimen de mayorías para tomar decisiones, toda una serie de cuestiones que sin ley es imposible. El Tribunal de Menores le dijo que no, la Casación le dijo que no y el propio Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad también le dijo que no. Así que ante el nuevo planteo nosotros dijimos que no correspondía suspender el juicio desde ningún punto de vista, la fiscalía contestó lo mismo, la defensa del chico imputado y la defensora de menores lo mismo. Así que tenemos fe de que el Tribunal resuelva favorablemente en el día de mañana y el juicio pueda continuar”.  El abogado de la querella también aclaró que “Chocobar no prestó declaración indagatoria, la parte del juicio cuando el presidente del Tribunal le da la oportunidad al acusado de dar su versión de lo que pasó. Eso tiene lugar después de la lectura de las acusaciones (que sí sucedió en la primera audiencia) pero no se llegó al momento en que los acusados, Chocobar y el menor, declararan. Habrá que ver, dependiendo de cuál sea la decisión del Tribunal, si estas declaraciones se llevarían a cabo en esta audiencia o no”.  Desde la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil brindaron detalles de la polémica decisión del Tribunal de enjuiciar al mismo tiempo a Chocobar y al menor al que se acusa de haber participado del robo que habría realizado Juan Pablo Kukoc. “El juicio fue planeado por el poder político y los jueces para que Chocobar sea juzgado por un tribunal de menores, utilizando la excusa de preservar al menor imputado para dejarnos afuera de poder presenciar el debate a los familiares de víctimas, a las distintas organizaciones antirrepresivas,

A casi tres años del asesinato de Juan Pablo Kukoc, comienza mañana el juicio oral y reservado contra el policía bonaerense Luis Oscar Chocobar, que en 2017 en el barrio de La Boca disparó por la espalda contra el adolescente y lo fusiló con su arma reglamentaria. El debate se desarrollará por videoconferencia, en el Tribunal Oral de Menores Nº2, presidido por Fernando Eugenio Pisano e integrado por los jueces vocales Jorge Ariel María Polo y Adolfo Calvete. La decisión de juicio reservado, a puertas cerradas sin público, es para preservar las garantías del menor involucrado en el asalto al turista estadounidense. La Justicia entendió que un hecho desencadenó el otro y por eso el menor y Chocobar deben ser juzgados en el mismo proceso pero con distinta imputación. Esto impide que se pueda presenciar el juicio para saber desde adentro qué pasa en el debate: cuáles son las pruebas y en qué condiciones se presentan, cómo intenta la defensa justificar el brutal accionar del policía Chocobar y qué actitud tiene el tribunal. (Por Colectivo de Medios Populares*) La fecha de inicio estaba prevista para el 15 de abril pero fue suspendida por el aislamiento social y obligatorio por la pandemia de coronavirus. El abogado de Chocobar se opuso a la modalidad virtual por considerar que afecta el ejercicio del derecho a defensa, que tampoco permite percibir los gestos y movimientos para orientar las preguntas, más las limitaciones para la exposición de pruebas: “La modalidad remota del debate conculcaría de manera inexorable los principios de oralidad e inmediación en tanto resultan parte integrante de la garantía del debido proceso y del derecho de la defensa en juicio.”, sostuvo Fernando Soto en su oposición. Además, insistió en que aún no fueron resueltos los recursos interpuestos ante el Tribunal Superior de Justicia y la Corte Suprema, para que Chocobar sea juzgado por un jurado popular. E informó que su defendido “no cuenta con los recursos necesarios para poder acceder a internet con los requisitos y tiempo necesario de conexión que demandarán las largas jornadas del juicio”. Pero el pedido fue rechazado: “Las alegaciones defensistas enunciadas sin orden sistemático y hasta conjeturales; no han demostrado a nuestro criterio la naturaleza del error o inobservancia de los principios reclamados cuyo contenido además parece confundir. En ese sentido creemos que la confusión más importante se suscita en torno al principio de inmediación”, respondió el Tribunal a la defensa de Chocobar que exigía la presencia física de las partes y de los jueces durante el debate. Hecho que fundamentan innecesario por interpretar que la modalidad remota no resulta un impedimento mientras los sistemas informáticos que proveen para el funcionamiento de la justicia, garanticen la presencia de un mismo juez que examine todo el proceso, las pruebas presentadas y dicte una sentencia. Además de posibilitar a las partes presenciar, interpelar y evaluar la validez de las pruebas que se analicen en el juicio.  “El derecho del imputado a presenciar la producción de la prueba y a interrogar personalmente o por intermedio de sus abogados a los testigos de cargo, no exige como única forma de materialización la presencia física de éstos durante las audiencias del debate oral, desechándose sin más su intermediación a través de medios tecnológicos. Por el contrario, nada obsta a que tales derechos y garantías sean ejercidos satisfactoriamente de manera remota tanto por el imputado como por su defensa mediante un sistema de video conferencia apropiado. -entienden los jueces del TOM 2- Tampoco tendrá favorable acogida la pretendida disminución de la capacidad de observación en el recinto de los gestos, movimientos o posturas corporales y tono de voz de quienes tengan manifestarse durante el debate oral”.  De todos modos, la dinámica será semi presencial ya que las partes podrán solicitar con antelación audiencias excepcionales para la declaración de testigos, que no podrán superar el máximo de ocho personas presentes en la sala. “Chocobar podrá ser oído para efectuar su eventual descargo bajo cualquiera de esas modalidades presencial o remota, con total seguridad para su salud y la de terceros, garantizando asimismo la salvaguarda de sus derechos. Así las cosas, entendemos que están dadas las condiciones indispensables para comenzar el debate oral y reservado a llevarse a cabo de forma semi presencial, cuya tramitación no admite más demora”, concluyó el Tribunal. La querella por el asesinato de Juan Pablo está a cargo de Pablo Rovatti y Sebastián Davita del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos, de la Defensoría General de la Nación, que representan a Ivón Kukoc, mamá de Juan Pablo. Esta parte pidió que Chocobar sea juzgado por “homicidio agravado por haber sido cometido por un funcionario de una fuerza policial con abuso de sus funciones”, delito que tiene prevista la pena de prisión perpetua. La Fiscalía General de Menores, parte acusadora a cargo de Susana Pernas, consideró que Chocobar es responsable, pero aplicó una calificación más leve: “homicidio cometido con un arma de fuego en exceso del cumplimiento de un deber”, que tiene un máximo de 5 años de prisión.  Luis Chocobar volvió a trabajar como policía municipal el 22 de agosto de 2018. Hace pocas semanas se conoció que realizaba horas adicionales en el Hospital Melo de la localidad de Lanús, cuyo intendente adscribe al espacio político desde donde se defiende el accionar del policía, a pesar de estar procesado y a punto de enfrentar un juicio oral. La seccional Lanús de ATE repudió este hecho con un comunicado donde expresaron: “ATE Lanús se une al repudio expresado por los trabajadores y dice NO a la presencia de Chocobar en el Hospitall Melo”. Chocobar debió ser reubicado. El futuro de su función policial dependerá del resultado de este juicio oral. *La Retaguardia, Radio Gráfica, Radio Presente, FM Riachuelo, Revoluciones, Agencia Paco Urondo, Sur Capitalino

El caso de gatillo fácil más trascendente de los últimos años será juzgado sin público y sin periodistas. Así lo informó el Tribunal Oral de Menores N° 2 que llevará adelante el proceso que tiene dos imputados: Luis Chocobar, el policía de Avellaneda que mató por la espalda a Juan Pablo Kukoc, de 18 años; y el adolescente que habría protagonizado el robo y la agresión contra un turista en el barrio de La Boca. Chocobar llega al juicio en libertad, procesado por “homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber”. (Por Colectivo de Medios Populares*) La unificación en un solo juicio de los dos hechos que ocurrieron en diciembre de 2017 fue definida por la Cámara de Casación Penal luego de que el Tribunal Oral Criminal que debía juzgar a Chocobar se declarara incompetente.   La decisión de la Justicia de juzgar a un menor y a un adulto en un mismo proceso implica que el juicio sea “reservado” en pos de preservar los derechos del niño. Esta ausencia de público y prensa en las audiencias beneficia al policía con las mismas garantías procesales que un menor y, al mismo tiempo, impide propiciar el debate de un caso de gran repercusión social y política.   Ante esta decisión, el Colectivo de Medios Populares, que cubre casos de violencia institucional y represión estatal, presentó un pedido ante el TOM para que permitiera el ingreso de periodistas en las audiencias donde se aborde el hecho concreto del homicidio de Kukoc, con expreso compromiso de respetar los derechos del menor de edad imputado. La solicitud se sustenta en el derecho a la información y el derecho de la sociedad a ser informada sobre un proceso que debiera ser oral y público. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires firmó y avaló el pedido. En simultáneo, el CELS solicitó, como organismo de derechos humanos, autorización para ingresar a las audiencias en calidad de observadores, basados en el inciso 1 del artículo 413 del Código Procesal Penal de la Nación que permite asistir a juicios de menores a quienes “tengan interés legítimo en presenciarlo”.  Luego de correr vista a las partes del proceso, y a pesar de que la asesora de menores no se opuso a la petición, los jueces del TOM rechazaron ambas solicitudes.  El (no) debate Para un sector de la población el “caso Chocobar” fue un claro caso de gatillo fácil, avalado por las imágenes del video en el que se ve cómo el policía bonaerense le dispara por la espalda al joven Juan Pablo Kukoc, mientras huía sin representar peligro aparente. Para otro sector de la sociedad, Chocobar fue el ejecutor de lo que las fuerzas de seguridad deben hacer: disparar siempre, por las dudas. En esta última línea se encolumnó el gobierno nacional de Mauricio Macri: el ex presidente se reunió en Casa Rosada con el policía -a quien llamó “héroe”- para brindarle su apoyo, y la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, modificó el reglamento para el uso de armas de fuego por parte de los miembros de esas fuerzas, a través de una Resolución que autorizaba a disparar contra quien “se fugue luego de haber causado, o de haber intentado causar muertes o lesiones graves”. Desde entonces comenzó a hablarse de la Doctrina Chocobar.  Lo que para unos/as fue un crimen, para otros/as fue justicia. Con su decisión, la justicia “se pierde” la oportunidad de contribuir a esclarecer al resto de la sociedad si es o no un delito que un integrante de una fuerza de seguridad le quite la vida a alguien que ya no representa un peligro para nadie. Si, aunque haya cometido un delito previo, Kukoc fue víctima de una pena de muerte de facto, o del obrar en defensa propia de un policía que cumplió con su deber.      Quienes formamos parte de este Colectivo de Medios Populares tenemos una posición clara al respecto. Fue gatillo fácil. Y, como suele suceder, la víctima fue un pibe adolescente de una barriada pobre. Como comunicadores nuestro objetivo es presenciar el juicio, no como meros espectadores, sino como narradores de lo que suceda puertas adentro de las audiencias, con el fin de aportar a un debate que hoy casi no existe. El interés superior es el del niño. Pero ese interés superior se puede garantizar cubriendo el juicio, con todos los derechos que le asisten: no exponerlo, no nombrarlo, ni hacer referencia alguna a esa parte del juicio. El derecho a la información quedó perdido en algún cajón. La defensa de Chocobar se opuso al ingreso de los medios y de otros legítimos observadores. Claramente, estará contento con la decisión. * Sur Capitalino / La Retaguardia / Revista Revoluciones – revoluciones.net / FM Riachuelo / Agencia Paco Urondo / Radio Gráfica / FM La Caterva

Se realizó esta tarde la 5ª Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil. En distintos puntos del país, familiares de víctimas de gatillo fácil organizados movilizaron para exigir justicia por los pibes asesinados por las fuerzas represivas. En Capital, la marcha recorrió desde Congreso hasta Plaza de Mayo con una columna de familiares cada vez más extensa, denunciando el avance represivo y la responsabilidad del Estado que asesina a un pibe o a una piba todos los días. Aquí un fotoinforme de la jornada y algunas reflexiones. (Fotos de Agustina Salinas y Natalia Bernades / Texto de Valentina Maccarone para La Retaguardia) ¿Será la pistolaque disparaola indiferenciade quien la ve disparary callalo que determinala muerte injustadel pibe o la pibagatilladesmientras hacíano nolo esperableo nopor esta sociedad asquerosa? ¿Será la señorasentada en el ministerioola televisión atpque señala que robó y mató con 13 añosla que elige ciegamente (pero con el clasismo como criterio)a quién le caeo noa quién le queda dentroo nola bala que dispara este estado asesino? Ojalá fuesen sólo dudasy nobalas.

Lo dijo Ivonne, la madre de Juan Pablo Kukoc, asesinado por el policía Luis Oscar Chocobar. En el día de ayer, la Corte Suprema desestimó un recurso de parte del policía, que disparó por la espalda a Juan Pablo Kukoc en La Boca, en diciembre de 2017, y que fue reivindicado por su accionar por el Presidente Mauricio Macri y la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich. (Por Colectivo de Medios Populares*) Luego de conocerse que, a pesar de las maniobras de la defensa de Chocobar, la causa se encamina a un juicio oral, Ivonne Kukoc, la madre de Juan Pablo, expresó sus sensaciones ante la noticia: “Estoy de pie. Con mucha fuerza y ganas de seguir para llegar al juicio. El dolor lo convierto en lucha: esperamos una condena justa”.La madre de Juan Pablo Kukoc también se manifestó sobre el decidido respaldo político que Chocobar recibió por parte del Ejecutivo Nacional: “Esto también es un mensaje para el Presidente. Aunque tenga el poder que tenga, esto es un mensaje de la justicia: Chocobar no tendría que estar trabajando”.Ivonne anunció que para el 23 de noviembre, en el barrio de La Boca, a 4 días del cumpleaños de Juan Pablo –el 19 de noviembre-, se está organizando un festival para reivindicar su vida y repudiar las situaciones de violencia y gatillo fácil que sistemáticamente amenazan la vida de los pibes en los barrios populares: “el 23 lo vamos a festejar con todas las organizaciones del barrio, por la vida de Juan Pablo”. *FM Riachuelo/FM La Caterva/La Retaguardia/Agencia Paco Urondo/Sur Capitalino/Radio Gráfica (Desde el colectivo de medios populares producimos en unidad como urgencia y como apuesta.  Coincidimos en que la comunicación que no es mercancía. Nos encontramos, ensamblamos, complementamos, potenciamos y existimos, intentando romper con una máxima natural: que entre iguales, solo queda competir).