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Estación Darío y Maxi


A 17 años de la Masacre de Avellaneda y en el marco de la jornada cultural que se llevó a cabo en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, se presentó el fanzine ’26 de junio: Fuego en el Puente Pueyrredón’, una obra colaborativa que reúne fotografías y textos que buscan acompañar el pedido de justicia de las familias y retratar sus luchas. Alejandro Carmona, quien formó parte del equipo realizador del fanzine, habló con Agustina Sandoval Lerner y con Pedro Ramírez Otero en Radio La Retaguardia y contó sus sensaciones por haber concretado este proyecto. (Por La Retaguardia)Foto: Mecha Corta Pasaron 17 años de los asesinatos de Darío Santillán y de Maximiliano Kosteki. Sus familias, compañeros y compañeras continúan reclamando justicia y manifestándose cada 26 de junio en el Puente Pueyrredón. La idea de recopilar imágenes y textos que acompañaran el dolor de las familias y sus luchas para conseguir justicia y convertirlos en un fanzine fue de Agustina Salinas, fotógrafa de La Retaguardia. Inmediatamente, el proyecto fue sumando gente y convirtiéndose en un trabajo colectivo donde cada persona, desde su lugar, aportaba algo para que la idea fuera concretándose. Ale Carmona es diseñador y fue uno de los que se involucró de lleno en el proyecto que hoy es un fanzine y se consigue mediante redes sociales: “El fanzine ya está en la calle. Nos pueden contactar por Facebook o a través del boca en boca, siempre nos arreglamos para entregarlo. Es un laburo colectivo que llevó mucho trabajo y corridas. Nos pudimos dar el gusto y estamos muy contentos de hacer este aporte a la memoria colectiva para que esto no se pierda”, expresó Carmona y destacó, justamente, la cantidad de gente que participó de la revista: “Lo más hermoso de todo este proyecto fue el componente colaborativo. Los que llevamos adelante la edición y la materialización del fanzine fuimos Agustina Salinas, fotógrafa; Gala Abramovich, también fotógrafa; Germán Romeo, fotógrafo; y yo, diseñador. Yo le adjudico esta movida a la manija incansable de Agustina. Ella estuvo trabajando en esto, quería hacer su aporte y regalarles esta expresión a Leo y a Alberto Santillán. Lo publicó en sus redes y convocó a las personas que le fueron dando ‘Me Gusta’ a la publicación para hacer el fanzine entre todas. Fue muy emotivo. Abrimos una convocatoria y cada uno aportaba desde donde quería, podía y sabía. Así le fuimos dando forma”, contó.La presentación del fanzine fue en el marco de la jornada cultural que se realizó el último 25 de junio en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, en la previa del corte del puente, en conjunto con distintas actividades artísticas, paneles y bandas que estuvieron ese día: “Lo presentamos en la jornada en la estación. Llevamos los fanzines a la calle y los expusimos ahí. Fue muy lindo. Se acercaban compañeros y compañeras de los que habían participado y los que no, los que lo veían por primera vez. Fue súper gratificante el hecho de la apropiación de los compañeros y compañeras que estaban ahí, porque en definitiva fue un laburo colectivo. Se generó algo muy lindo. La gente pasaba y colaboraba con lo que podía. Fue una jornada muy hermosa  por lo emotivo de la fecha. Poder hacer ese aporte, ese día y con todas las personas que nos rodearon, nos llenó el pecho de amor y lucha. El acto pudo llevarse a cabo, compañeros y compañeras pudieron hablar y Leo Santillán leyó la contratapa del fanzine que le habíamos entregado. Eso fue muy emotivo. Hay una parte que está en el corazón y son las ganas de romper todo cuando vemos las fuerzas represivas en la calle contra el pueblo”, expresó Carmona en La Retaguardia.Por último, agradeció el apoyo de las personas que pudieron aportar dinero para concretar el proyecto: “Para poder materializar la idea del fanzine hizo falta poner plata. Cuando lanzamos la preventa para poder costear este proyecto, muchos compañeros y compañeras decidieron aportar y eso fue fundamental para poder concretarlo”.El fanzine puede solicitarse a través del Facebook: Fanzine 26 de junio, mediante un mensaje y la entrega se pacta con los autores de esta obra que retrata una de las luchas más intensas y fervorosas que se siguen dando en el país. DESCARGAR

A 17 años de la Masacre de Avellaneda se realizó, como todos los años, la jornada cultural en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. A lo largo del día, diversas intervenciones artísticas, paneles y bandas fueron parte de la jornada que no pudo finalizar en el Puente Pueyrredón por órdenes del ministerio de Seguridad que montó un operativo que impidió el paso. Con la valla desplegada sobre la Avenida, el miércoles 26 tampoco se pudo realizar el acto arriba del Puente Pueyrredón, tal como se hizo durante 16 años. La policía federal estuvo a cargo del cordón que impidió el ingreso y además amenazó con reprimir a familiares que intentaban pasar a realizar la jornada en memoria de Darío y Maxi. A continuación, un fotoinforme de ambos días de lucha, emociones, abrazos y exigencias de justicia (por Agustina Salinas para La Retaguardia.)

“Darío y Maxi ¡Presentes!” Gritan con el puño en alto. A 16 años de la Masacre de Avellaneda, cientos de personas se concentraron en la Estación que lleva el nombre de los piqueteros asesinados en 2002. A pesar del cordón policial que en principio prohibió el acceso al Puente Pueyrredón, se logró subir y hacer el acto donde Alberto Santillán, hizo un cierre recordando la lucha de Darío y exigiendo que los responsables políticos de los asesinatos sean condenados. (Por Agustina Salinas para La Retaguardia).

16 años son mucho para demasiadas cosas. Para el dolor de los familiares, 16 años de tristeza imparable. También son gran cantidad de años para la impunidad. Dos policías presos por las crímenes de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, pero siguen siendo para la justicia dos locos sueltos, dos zarpados. 16 años de acumular testimonios de ex funcionarios o de referentes políticos dan cuenta de que la represión estaba preparada, y que la planificación contemplaba la brutalidad que luego se vio. Aquí compartimos un fotoinforme y las intervenciones desde el escenario, durante la Jornada Cultural que se realizó el domingo en la Estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. (Por La Retaguardia)Fotografías: Agustina Salinas / Audios: Fernando Tebele / Redacción: Paulo Giacobbe y Fernando Tebele. Entre aplausos, Alberto Santillán comenzó a agradeciendo a los presentes, a las Madres, a Vanesa Orieta, a Vicente Zito Lema, a Orlando (Agüero) que acompaña  en la Comisión Independiente por Justicia por Darío y Maxi, a sus hijos y nietos. También dijo que Nora Cortiñas no pudo ir por estar enferma y le mando un fuerte abrazo. Luego repasó lo conseguido: “Estamos a días de cumplir 16 años del asesinato de Darío, del asesinato de Maxi. Lo que hemos conseguido lo hemos conseguido en las calles, la condena a perpetua a Fanchiotti y  Acosta, hemos conseguido que esta estación no se llame más Avellaneda, esta estación se llama Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, hemos conseguido que el poder judicial que nos ha archivado la causa, hemos conseguido que se desarchive la causa”, y pidió un fuerte aplauso para “los abogados que dan todo y no piden nada”.  Y denunció lo que falta: “Ni la justicia ni el poder político nunca tuvieron la mas perra idea de investigar a los políticos, hace unos días nos tenemos que fumar que Felipe sola se presente para candidato a presidente, que bronca, que impotencia”. Y lo que genera bronca: ”No puedo ver que compañeros que caminaron al lado de Darío, al lado mío exigiendo justicia, que hoy estén encolumnados  atrás del asesino de Sola, no lo voy a perdonar, no me voy a olvidar, entonces parece que cada hombre tiene su precio, se cagan y pisan a los asesinados. No solo están los asesinos, están los traidores, no permitamos que después vuelvan. Basta de pisar el cadáver de Darío y pisar el cadáver de Maxi para ellos avanzar”. Alberto relató la importancia de estar acompañado y sumarse a otras luchas: “Uno se fortalece. Como padre voy a varios lugares, y me solidarizo con muchos casos como ellos se solidarizan conmigo, es ahí donde uno se pone fuerte. Porque uno esta al lado de un par que también necesita que estén al lado de él, y esa persona se da cuenta que también uno necesita. Solos no podemos hacer nada. Yo solo no hubiese podido sostener estos 16 años de justicia sino fuera por ustedes. Por distintos movimientos, madres,  padres, y tantos compañeros”. La desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado y el accionar represivo como política de Estado: “Si hablamos del caso de Santiago Maldonado todos los que tuvieron que ver con la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado, fueron todos ascendidos. Después viene la doctrina Chocobar, este asesino recibido por el presidente, generando todas muertes nuevas. Total, si el gobierno los ampara, la justicia los ampara, matemos a los pibes. Esto es una demostración, la de hoy, de que estamos firmes. Que nadie piense que vamos a claudicar”. Por ultimo, Alberto, recordó a su hijo Darío y dijo estar orgulloso de ser su padre: “Darío decía la importancia de creérnosla, porque si nos la creemos, vamos a poner a cada uno en su lugar. Y él hablaba de toda esta clase política, corrupta, asesina. Son 16 años y nadie me quita el orgullo, si bien el dolor es grande, nadie me quita el orgullo y en él me fortalezco. Sigo aprendiendo de Darío. Yo hace rato que no había visto el documental de Dari y lo fuimos a ver el otro día con los compañeros de Lanús, y si bien me pego fuerte, por otro lado también esta esto de que uno es digno, de que uno tiene, porque él vive en nosotros,  un hijo al cual hay que honrar, que no hay que quedarse en la calle llorándolo, sino todo lo contrario. Seguir y seguir. Si bien la justicia va a tardar en condenar a los autores intelectuales, este es el camino, nos va a costar mucho. Tenemos el ejemplo de las Madres. Nadie nos va a correr. Nadie nos va a callar la boca, nadie de la clase política va a tener la tranquilidad suficiente porque donde vayan los iremos a buscar”. Recién llegado de Patagonia, donde estuvo acompañando a los familiares y amigos de Daniel Solano en el juicio que investiga la desaparición y asesinato del trabajador, Vicente Zito Lema explicó que fue “para que los nueve policías tengan la sentencia que merecen y que otra vez el poder, con las artimañas del poder judicial,  trata que esto no se cumpla”. Anteriormente había estado en un acto en Mar del Plata por Santiago Maldonado. “La muerte no tiene reparo. Los asesinatos tampoco. Pero los asesinos tienen que pagar por lo que han hecho. Aquí hay mucha gente joven y eso es hermoso. Cuando hace 16 años asesinaron a los compañeros Darío y Maxi, eran apenas niños o recién saliendo a la vida y aquí están. La muerte está pero la vida también esta y de eso se trata. Esa historia de pelea contras el poder que es la muerte y ponerle el cuerpo, la dignidad, la memoria, el amor, la fraternidad, el deseo de no bajar los brazos por mas que parezca que hay noches que son eternas y que no hay nada que hacer contra el poder y el terror. Y eso no es así, compañeros, nunca bajaremos los brazos. Porque bajar los brazos es entregar el país a los compañeros caídos, a los compañeros

Todos los 26 Mabel llega a la estación Darío y Maxi (ex Avellaneda), con su monolito, dispuesta a ofrecer su ceremonia a los caídos en la Masacre de Avellanda. Una integrante de La Retaguardia se cruzó con ella y escribió este relato que describe el encuentro. (Texto y fotos de Agustina Salinas para La Retaguardia) Bajé al hall de la estación y la vi. Cuando la saludo me cuenta que ella siempre llega para el mediodía, que la encontré de casualidad en ese horario. El sol de la siesta alumbraba la mitad del patio de la estación.Todos los 26 está ahí, con su altar y los lirios que reparte a lo largo de la estación. Desde hace 16 años le brinda la ceremonia a San Darío del Andén, el patrono de los piqueteros. Mabel se alegra. Dice que muchos jovenes la estigmatizan porque piensan que es vieja y loca. Pero me acerco y noto que me mira de reojo mientras bendice el altar que ella misma hizo, y al que traslada todos los meses hasta la estación. En el pie del altar esta la foto de Dario, “la que tiene la postura de jesús, con los brazos abiertos”. Un tul naranja recorre toda la figura, flores de todo tipo decoran junto con imagenes de Krishna el árbol alrededor del monolito en homenaje a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, asesinados por la policía hace casi 16 años, en lo que se conoce como “La Masacre de Avellaneda”. Acompañan otros rostros conocidos: Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, también asesinados por la impunidad vestida con uniforme. Mabel reza y bendice. No sé qué dice en su ceremonia de hare krishna pero canta y sonríe. Recorre el hall repartiendo pétalos de lirios en cada rincón de la estación del arte y la rebeldía, donde se reconoce la figura que se convirtió en ícono: Darío con su mano levantada auxiliando a Maxi. Deja un ramo de flores en el monolito. Roza con agua y finaliza. Me acerco para saludarla y pedirle disculpas por meterme en su ceremonia. Me agradece y pregunta mi nombre. Cuenta que las flores son de Lirio porque a pesar del invierno de julio, en una de las marchas que se hizo en reclamo de justicia por Darío y Maxi, las veredas de la calle estaban repletas de lirios florecidos, y ella le atribuye ese hecho a Darío y su magia.    En aquella marcha que partió del Puente Pueyrredón hasta Plaza de Mayo, Mabel repartió 1000 sahumerios con un una etiqueta que decía: “San Darío del anden, patrono de los piqueteros”. Desde ese momento, no falta ningún 26, excepto este último febrero, que viajó a Bariloche a una marcha por Rafael Nahuel, fusilado por la Prefectura en la Lof Lafken Winkul Mapu. La gente pasa y nos mira, nos toma fotos con sus celulares. Los laburantes del Roca sonríen y escuchan desde un costado mientras Mabel recorre con palabras el compromiso con su amigo Darío. Me cuenta que ella no sabía hablar en público y que ahora se anima porque el Turco y Fede, dos compañeros que la conocen desde que son “re jovencitos y también fueron amigos de Dario”, la incentivaron a hablar en público y expresar lo que siente. Entonces se fue animando de a poco y dice “ ahora no me para nadie”. Y entonces sigue contando: “Yo no sabía qué hacía Darío. Cuando lo mataron me cayeron todas las fichas juntas, entendí que no funciona la justicia, ni la policía, todos los gorras son una manga de mentirosos, traicioneros”.   Cuando recuerda su compromiso con Darió sus ojos celestes brillan cada vez mas, las lágrimas se asoman y su voz aguda se va quebrando. Me dice que es muy injusto todo, que a Darío le arrebataron su juventud, su militancia, su conducta. Entiendo que nos lo arrebataron a todos. Que no fue casual su muerte. Que fue una represión planificada y coordinada. Nos reconforta saber que a pesar del dolor de la ausencia, Darió se multiplicó. Y que como dice su papá Alberto, Darío estaría luchando en cada rincón donde se viva una injusticia. Que Darío está presente en cada pedido de justicia. Sus lágrimas ya recorren las mejillas y me contagia, trato de no quebrarme y seguir la nota pero no puedo. Nos emociona reconocer lo doloroso de la ausencia.    Terminamos de charlar y es todo más amistoso que periodístico. Me mira y sonríe. Le digo que tengo que irme rápido y que me gustó haberla cruzado. Me abraza fuerte y me dice: “te veo el próximo 26”.