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Facundo Rivera Alegre


Lo dijo Viviana Alegre, a 11 años de la desaparición de Facundo Rivera Alegre. En su paso por el programa radial La Retaguardia, la mamá del joven que desapareció en 2012, denunció al poder político y a la Justicia cordobesa por no continuar con las investigaciones. Entrevista: Fernando TebeleRedacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez Otero Viviana Alegre es la madre de Facundo Rivera Alegre, el “Rubio del Pasaje”, como le decían en su barrio. Vivía en el pasaje Alejandro Carbó, del barrio Juniors, en Córdoba, con su pareja y su hija recién nacida. Estudiaba música y tenía una banda, Pura K-ravana. Viviana Alegre crió sola a sus hijos. Facundo salió a un baile con los amigos el 19 de febrero de 2012 y nunca más volvió. Viviana tiene un hermano desaparecido en dictadura. “Yo aprendí mucho de mi viejo en la insistencia de la búsqueda”, recordó. Hace meses, la familia de Facundo Rivera Alegre recibió la notificación por parte de la Fiscalía Distrito 1 Turno 5, ahora a cargo de la fiscal de Instrucción Celeste Blasco, donde aceptaron la demanda para que la familia sea querellante. Algo que exigían desde 2015, tras la finalización del proceso judicial en el que nunca se supo que pasó verdaderamente con Facundo. “A 11 años, se supo hacer un juicio irregular en el año 2015, donde nosotros absolvimos a quienes imputó el poder político judicial policial cordobés, porque son el último eslabón de una larga cadena de impunidad. Luego de ese juicio estuvimos 7 años luchándola, yendo para todos lados, presentando documentación para la real búsqueda de Facundo. La Cámara 11 del Crimen notificaba a la Fiscalía 1 Turno 5 del doctor Dalma que debían seguir buscándolo. Él no nos aceptó en varias oportunidades. Para Dalma fue un delito de homicidio, sin encontrar nada de Facundo”, detalló Viviana Alegre. En este sentido, existe un denominador común en este tipo de casos: son las familias de las víctimas quienes llevan adelante las búsquedas. “Hablando directamente con el juez, nos aceptaron unos peritos por parte nuestra, porque no creemos y nunca creímos en la búsqueda de Facu”, insistió la mamá del joven. El parque acuático antes que la búsqueda Por otro lado, la familia continúa demandando al poder político de Córdoba. Especialmente al intendente Martín Llaryora, para que no construya el megaproyecto acuático impulsado por desarrollistas públicos-privados en las Lagunas de Barrio Maldonado, zona señalada por testigos como el lugar dónde podría estar Facundo. A pesar de que la abogada de la familia, Adriana Gentile, presentó una cautelar con el objetivo de que no se innove en ese lugar, la Fiscalía la ha rechazado. “Hay testigos que habrían visto algo cerca de las lagunas”, dijo Alegre. La zona efectivamente nunca fue rastrillada. Allí cerca funcionó durante la última dictadura un Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio, el Campo de la Ribera. “No queremos que sigan las obras”, agregó. La familia y amistades de Facundo Rivera Alegre instalarán un nuevo memorial en homenaje que fue realizado por Elia Bisaro y Andrés Torregiani. El evento se realizará en la Plaza Aguilera, en las calles República Dominicana y Larrea, barrio Juniors. Allí se juntaba Facu con sus amigos. El municipio de Córdoba tardó 10 meses en autorizar la obra. “Esto lo hicimos todo a pulmón. Pedimos que nos acompañen”, dijo Viviana. Será el jueves 23 de febrero a las 18.30. “Voy a seguir buscando a Facundo hasta el último segundo de mi vida. Es en el 2023 Facu, te vamos a encontrar”, culminó.

La Ilusión del Rubio, obra teatral escrita por Santiago San Paulo y dirigida por Gastón Marioni, narra el caso de la desaparición forzada de Facundo Rivera Alegre, con una extraordinaria actuación de Martín Slipak. Se presentará en Córdoba, de donde era el joven, el 12 de noviembre. San Paulo contó cómo fue la experiencia de trabajar sobre el caso de Facundo, con su mamá, Viviana Alegre, y habló sobre su actuación en la obra Los Ahogados, basada en un cuento de María Teresa Andrueto, sobre los vuelos de la muerte, que tendrá una última presentación en CABA el próximo domingo. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Agustina Sandoval Lerner 💻 Edición: Fernando Tebele La Ilusión del Rubio, que se estuvo presentando en el Teatro Cervantes durante la pandemia, puede verse completa en la plataforma de YouTube. El actor Martín Slipak se pone en el cuerpo de Facundo Rivera Alegre, desaparecido el 19 de febrero de 2012 en la Ciudad de Córdoba cuando tenía 19 años. —¿Cómo llega a tu conexión a la desaparición de Facundo Rivera Alegre, a su mamá, Vivi, y a la necesidad de escribir una obra en el cuerpo de Facundo y en primera persona? —En principio quiero contar, para la gente que no conoce a Viviana Alegre, ella es una gran luchadora, mamá de Facundo y también una gran referente en relación a otras desapariciones en democracia en Córdoba y también a otras luchas. Viviana es una persona que tira mucho para adelante. Yo la conocí a Viviana en la calle, participando de distintos eventos en relación a la desaparición de su hijo y también de otras luchas. Y después, mi participación en un ciclo que se llama Escena y Memoria, en los ex centros clandestinos de detención de personas que hoy son museos y archivos de la memoria, se monta este ciclo ya hace bastantes años y mi participación en el Grupo Zeppelín Teatro, con la dirección de Jorge Villegas, me llevó a estos ciclos y colaborando en su organización se la ha invitado Viviana a que participara para extender aquella lucha y militancia de los compañeros, compañeras y compañeres desaparecides en la dictadura a lo que sucede en democracia. Yo nací en democracia y la verdad que siempre me genera muchas dudas este sistema de representación que hay en la democracia y desde mi lugar de artista de teatro me interesa trabajar sobre la historia, sobre la memoria, me interesa ligar mi historia personal a lo que nos ha sucedido y lo que nos sucede como sociedad. Si no podemos mirar el pasado, es muy difícil que podamos entender el presente, y eso llevarlo al teatro, que es una práctica muy ancestral, que siempre ha estado en crisis y que se ha notado mucho en estos últimos dos años por la pandemia y la falta de laburo. Entonces, en ese marco, yo escribo la obra La ilusión del Rubio para presentarla al concurso de dramaturgia del Teatro Cervantes, un concurso que es nacional, de textos teatrales, y que salió en el 2020. Al participar de este concurso me empecé a preguntar sobre qué escribir. Siempre tengo mucho material por ahí desparramado y bueno, elegí escribir sobre Facundo Rivera Alegre, porque me parecía que además de los procedimientos teatrales que yo pudiese investigar en esta dramaturgia que es unipersonal y que tiene que ver con una actividad muy propia del teatro, que es intentar hacer aparecer lo que está ausente, me pareció que estaba bueno que en un concurso así pudiese mandar una obra que hable también sobre Córdoba. Por eso es que decidí focalizarla en ese punto y la obra quedó seleccionada, y el Teatro Cervantes se encargó del montaje, la producción de la obra y ahí es que convocan a Gastón Marión para dirigir, un director de La Plata muy comprometido, tanto con el teatro como con la historia social, y él es el que convoca a todo el equipo de escenografía, iluminadora, vestuarista y al actor, Martín Slipak, que hace un trabajo impresionante. En escena tuvimos la oportunidad de verlo de manera presencial en la Biblioteca Nacional en febrero de este año, donde participamos del estreno junto con Viviana Alegre, viajamos desde Córdoba y éramos un grupo muy heterogéneo, de una tribu muy mezclada entre gente de teatro, gente joven y más grande, dedicada enteramente a la militancia social. Así que fue muy emocionante verlo ahí. Y ahora tenemos la oportunidad de verlo en una única función que se va a hacer justamente en Córdoba. —Es muy periodística la obra, la escribiste claramente con la intención de que quien vaya a verla no le quede ninguna duda sobre la historia de Facundo Rivera Alegre.  —Sí. Lo que yo intenté hacer es ponerle voz a un testimonio vivo de un desaparecido. En ese sentido, obviamente que trabajé con muchos datos que pude recolectar, pero también con un posicionamiento sobre la mirada que los medios de comunicación y la justicia le han dado al caso de Facundo, también con muchos datos que me aportó Viviana sobre su historia y la de su hijo y permitiéndome ponerme en el lugar de esa persona que desaparece teniendo 19 años y por lo tanto lo de los sueños, las ilusiones de una persona de 19 años, de un joven que podemos tratar de comprender por dónde iba su vida, no solamente de la cuestión de su desaparición. En esa mezcla es que intenté montar este testimonio, plasmarlo en una dramaturgia que muchas veces, cuando se trabaja en teatro, la gente que agarra un texto escrito para ser llevado a escena, le da su interpretación. Hay un diálogo entre el director, el actor, la escenógrafa, la iluminadora, etcétera, que el equipo de montaje, con la obra misma. Hubo también un gran respeto por la investigación propia del caso a la hora de meter mano en el texto. Entonces lo que queda en la obra es un trabajo en conjunto de mucha gente. Empezando por Viviana.   —Poner

En el aire de Radio La Retaguardia se produjo este viernes un encuentro lleno de amor y de fuerza: cuatro madres que comparten el dolor por la desaparición de sus hijos a manos de fuerzas del Estado y que reconvierten esa fuerza para seguir luchando por la verdad y la justicia. Nora Cortiñas, Mónica Alegre y Viviana Alegre se juntaron para bancar a Cristina Castro en este momento de definiciones sobre el caso de Facundo Astudillo Castro. Las cuatro Madres intercambiaron sus sensaciones y experiencias propias, todas con su coraje y fortaleza características. Además de exigir verdad y justicia por Facundo, pidieron por todos los casos de pibes y pibas asesinadas por el Estado a lo largo de los distintos gobiernos constitucionales. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Giselle Ribaloff/Fernando Tebele ✏ Redacción: Diego Adur/Pedro Tato 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Captura de pantalla Facundo Astudillo Castro (desparecido en 2020), Gustavo Cortiñas (1977), Luciano Arruga (2009) y Facundo Rivera Alegre (2012), estuvieron presentes a través de sus madres luchadoras.  Aquellas primeras madres que, como Nora Cortiñas, le exigían al gobierno genocida la aparición de sus hijos e hijas desaparecidas, fueron las referentes de las siguientes Madres que, como Mónica Alegre —mamá de Luciano Arruga— y Viviana Alegre —que busca a Facundo Rivera Alegre—, siguen reclamando saber qué les pasó a sus hijos, desaparecidos a manos de fuerzas de seguridad del Estado. Ellas, entre tantas otras, son quienes han marcado el camino para que más nuevas Madres, como Cristina Castro, puedan enfrentar a quienes puedan ser responsables y participen del encubrimiento de una nueva desaparición forzada en democracia. Están atravesadas por el dolor que significa la desaparición de un hijo. Comparten la angustia que representa no saber, mezclada con la esperanza incansable de encontrarlos, si no pueden vivos, al menos recuperar sus restos… Viven abrumadas por la desesperación de la búsqueda interminable de verdad y justicia, que a la vez las carga de energía rebelde y contagiosa. A ese sufrimiento sólo lo supera la fuerza que ellas han tenido y siguen sosteniendo para no claudicar en su lucha. Nora, Mónica, Viviana y Cristina, se encontraron en el programa Hasta que vuelvan los abrazos de Radio La Retaguardia. Nora Cortiñas, la madre de todas las Madres (como la calificó Mónica Alegre: “déjenme ser cholula y saludarla”, pidió sonriente), fue quien tomó la posta y puso en palabras los sentimientos que todas querían compartir con Cristina Castro: “No queremos que Cristina siga en la agonía de esta espera. Queremos que pronto tenga alguna respuesta. Quisiéramos que aparezca con vida, como le habían prometido. Estamos esperando la gran noticia. Ya nos vamos a abrazar en la Plaza de Mayo y en todas las plazas donde nos encontremos. La pandemia vino a cortarnos la posibilidad de estar en la calle para  seguir reclamando la aparición con vida de Facundo y estar juntas en un solo grito. Entre todas nos damos la fuerza para seguir la lucha. Decimos no más desaparición forzada de persona, no más persecución a los jóvenes, no más asesinatos, fusilamientos, y torturas de pibes, como los que hubo últimamente en distintos lugares de la República Argentina. Tenemos que terminar con estas persecuciones y estos crímenes terribles”, dijo de entrada Nora Morales de Cortiñas, la mamá de Gustavo Cortiñas, desaparecido el 15 de abril de 1977, a los 24 años de edad, por la dictadura cívico-militar-eclesiástica. La integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora resaltó la fortaleza de Cristina Castro: “Tiene la decisión de buscar a su hijo. Cada momento del día, las 24 horas, está atenta. Yo la abrazo muy fuerte a Cristina y deseo que pronto termine esta angustia, esta agonía del ocultamiento de la verdad. Deseo que sigan adelante con fuerza por la memoria, por la verdad y por la justicia. Los responsables que paguen con la cárcel”, exigió. Mónica Raquel Alegre es la mamá de Luciano Arruga, desaparecido por la policía el 31 de enero de 2009, en Lomas del Mirador, a los 16 años. Moni destacó el legado de las Madres de Plaza de Mayo y ofreció el sostén a otras madres que pasaron, como ella, por la perversa experiencia de la desaparición forzada de un hijo. Se generó entre ellas este diálogo: —Mónica Alegre: Hemos tenido mucha referencia, como Norita, Elia (Espen) y todas esas madres inmensas que nos han enseñado cómo se lucha. Es muy importante estar unidas en este momento y darle fuerza a Cristina. Va a llegar un momento en que va a poner los pies sobre la tierra. Hoy está como con una coraza, fortalecida. Eso es lo que todos admiramos. Todos la vemos con ese temple y firmeza. Vamos a estar pendientes de ella. Cuando ella quiebre nosotras vamos a estar ahí. Yo sé que va a pasar porque todas lo hemos pasado —marcó la mamá de Luciano. —Nora Cortiñas: No, ella no se va a caer. Ella va a estar con esta fortaleza. El amor de una madre da fuerza desde no sabemos dónde. No se claudica jamás. Esa búsqueda de la verdad y la justicia es permanente. Somos muchas y estamos dispuestas a que en este país no haya impunidad —remarcó Norita desde su experiencia. —MA: Yo no digo que claudique. Va a llegar un momento que va a flaquear. Ahí vamos a estar nosotras para sostenerla, para darle fuerza y para darle ánimo. Como lo estuvimos con Sergio. En la lucha no va a estar sola. Es un camino muy largo y muy difícil. A todos los familiares se nos han puesto piedras durísimas que tuvimos que pasar. Nos costó, pero seguimos el camino y seguimos la lucha. Lamentablemente, no es con los resultados que nosotros queremos. Este Estado te pone escollos en el camino —reforzó Mónica. —NC: Por eso hay que estar siempre fuerte, para separar esos escollos y buscar toda la justicia y toda la verdad. Estamos juntas. Este país vive en lucha permanente. Reivindicamos a nuestros hijos con la fuerza que ellos nos dejaron. Es una