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floreal avellaneda


Es lo que señala Iris Pereyra de Avellaneda en esta nota escrita apenas se enteró de una nueva vandalización del homenaje a su hijo, Floreal Avellaneda, en ese predio militar. Es la cuarta vez que sucede. En este caso directamente lo arrancaron. El hijo de la actual presidenta de la Liga por los Derechos Humanos tenía 16 años cuando fue secuestrado y torturado en Campo de Mayo. Luego fue víctima de los Vuelos de la Muerte. Su cuerpo apareció en las costas uruguayas. Fue fotografiado y lo volvieron a desaparecer. (Por La Retaguardia) 📷 Foto de portada: Así quedó el lugar donde estaba el homenaje a El Negrito Avellaneda Hoy tengo mucha bronca. Otra vez la imagen del Negrito ha sido vandalizada. Es increíble el odio tremendo que tienen esos fachos milicos de Campo de Mayo…, la manera. Que le tienen de hacer el daño a una imagen  de quien era en esa época  un niño. El odio que tienen ahora es hacia mi. Soy mamá y como tal seguiré  levantando su bandera de lucha como militante Comunista. Les guste o no les guste. Esa palabra para los fachos es mala, pero yo la seguiré hasta mi muerte  Ellos no son quiénes para arrebatarme a mi hijo. Ellos lo asesinaron. Ellos lo tiraron por los Vuelos de la Muerte, y desde hace 46 años de lucha consecutiva siguen defendiendo ese maldito Golpe de Estado Cívico-Militar-Eclesiástico en el que hicieron desaparecer a 30.400 personas. Para mí entender,  estas vandalizaciones las hacen para que nosotros, los militantes, nos callemos la boca y que el mundo siga andando. Yo no les voy a dar ese gusto. Seguiré poniendo tantas veces como se necesario esa imagen de mi hijo que representa a los compañeros  desaparecidos en El Campito. Porque si perdemos ese amor a los desaparecidos, no somos nada. Por la Memoria ante todo. Por la verdad, siempre. Y por Justicia, aunque la Justicia este patas para arriba…  La seguiremos peleando. Me parece que el Sr. Presidente, que es jefe del Ejército, no debe saber lo que pasa en Campo de Mayo. Cómo ahí se destila odio a los que luchamos por un país para todos y todas.  Necesitamos que el Sr. Presidente se entere de lo que pasa en Campo de Mayo. Si 100 veces la vandalizan, 100 la volveremos a poner, y con más amor. Hasta la Victoria Siempre

Una vez más el cartel que recuerda al joven desaparecido fue afectado por un ataque fascista. Lo cubrieron con pintura roja. El próximo miércoles 13 desde las 14 volverán a restaurarlo. ¿Por qué el ensañamiento? Claves para entender el valor de ese símbolo dentro de Campo de Mayo. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Asoc. de Sobrevivientes, Familiares y Compañerxs de Campo de Mayo (Esta nota será escrita por única vez pero podrá ser usada en próximas ocasiones) Se reúnen. Van. Entran a esa gran ciudad militar que es Campo de Mayo. Colocan un recordatorio para el Negrito Floreal Avellaneda, el niño/adolescente comunista secuestrado, torturado y desaparecido en El Campito, víctima de los Vuelos de la Muerte, su cuerpo aparecido en las costas uruguayas, fotografiado, vuelto a desaparecer. Montan el cartel con su foto y se van. Lamentablemente, ya saben que van a tener que regresar cuando lo vandalicen. Y vuelven, siempre volverán.  Así es la historia con ese símbolo. Insisten de un lado, insisten del otro. Cabe preguntarse entonces por qué es tan importante como símbolo.  Campo de Mayo tuvo en su corazón varios centros clandestinos de detención, tortura y exterminio; El Campito es el más recordado, pero no fue el único. Hubo otros. Funcionó allí, además, en el Hospital que hay adentro como cualquier gran ciudad, una maternidad clandestina. También cuenta con un Batallón de Aviación desde cuya pista partían los Vuelos de la Muerte. Salvo El Campito, que fue destruido por los propios militares durante la dictadura, todo los demás sigue allí. Campo de Mayo nunca dejó de ser una gran ciudad militar.  Si la ESMA es actualmente símbolo de memoria, es porque los marinos ya no están allí. Campo de Mayo nos resulta ajeno a quienes pensamos que aquí hubo un genocidio, porque hay todavía quienes piensan que no y están de gran campaña de reclutamiento. Campo de Mayo siempre fue de ellos. ¿Alguien puede imaginarse a los marinos hoy dentro de la ESMA? ¿Acaso Auschwitz todavía está en manos del Ejército alemán? Resulta imperativo construir un Sitio de Memoria dentro de Campo de Mayo. Aunque no sea suficiente, es urgente. Está anunciado, pero debe hacerse realidad ya. Mientras tanto, montar un cartel con el rostro del Negrito es un acto de rebeldía inaceptable para quienes tienen allí su Meca. Nos bastó con ver cómo los abogados ideológicos de genocidas se empilcharon para la visita ocular del juicio por los Vuelos de la Muerte. Cita de honor. Lo hicieron notar. Uno hasta fue con un Falcon. Estaban entrando a un lugar donde ellos siguen haciendo lo que quieren. Salvo cuando vuelve ese grupete de personas obstinadas, encabezadas por Iris Pereyra de Avellaneda, la mamá del Negrito, sobreviviente de El Campito y actual presidenta de La Liga Argentina por los Derechos Humanos. Es un instante de rebeldía para recordar al pibe comunista. Resultará otra vez inaceptable para los fascistas, que volverán a la carga como ayer, como tantas otras veces ya. Y mientras los gobiernos midan fuerzas con el Ejército, y se animen poco y nada, todo seguirá en manos de las personas obstinadas, las que no se rinden nunca, aquellas que volverán a poner al Negrito ahí, como una daga en el corazón del Ejército (varias veces) genocida.

El primer juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo todavía no tiene sentencia firme. En 2009 se condenó a los responsables de la desaparición de Floreal “el Negrito” Avellaneda, el niño de 15 años, militante del Partido Comunista y secuestrado en su domicilio junto a su madre, Iris Pereyra. Después de una serie de apelaciones el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia, que intentó beneficiar a los genocidas con la ley del 2×1. Ocho años después, devolvió el expediente a la Cámara de Casación. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Paloma García El caso de Floreal Avellaneda es emblemático. Se trata de uno de los primeros casos conocidos de los Vuelos de la Muerte. Rodolfo Walsh, en la mítica Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, denunció las torturas que sufrió el Negrito y que su cuerpo fue encontrado en la costa de Uruguay. Pese a eso, continúa desaparecido. En diálogo con Oral y Público, Iris Pereyra de Avellaneda, su madre también secuestrada en el mismo operativo, dijo: “En la Corte Suprema se burlan de nosotros”, en referencia a la reciente decisión de mantener el expediente sin sentencia firme. “Después de ocho años encajonaron la causa en la Corte y ahora la mandan a Casación; es una burla. No nos respetan a nosotros, los sobrevivientes, el dolor que uno siente por la pérdida de un hijo”, señaló. Sucede que 3 de los acusados recibieron penas bajas y las querellas apelaron. Se trata de los represores Alberto Aneto, Raúl Harsich y César Fragni. “No estábamos de acuerdo con las condenas, y no quedaron firmes y quedaron sueltos”, detalló. El caso llegó a la Corte Suprema y ahí quedó hasta que lo devolvió a Casación.   “Los genocidas se están muriendo. Los testigos ya estamos grandes, seguimos perdiendo tiempo, que te llaman a declarar. Yo declaré ocho veces. Entonces no puede ser esto, por eso vamos a exigir que pongan las barbas en remojo y que los metan presos”, exigió.   15 de abril de 1976 Iris relató su secuestro y el de su hijo como si no hubieran pasado 45 años, con la entereza de quien lucha, milita y persigue justicia. “En el 76 fueron tan siniestros los casos. Lo que pasó con tanta desaparición de gente y el caso nuestro que fue a los pocos días, el 15 de abril”, arrancó. “Justo al mes del secuestro nuestro, que El Negrito cumplía los 16 años, aparece en los vuelos de la muerte. Yo estaba presa todavía, porque yo me comí más de tres años en distintas cárceles, y recién me entero cuando salgo que El Negrito había sido asesinado y tirado en los vuelos de la muerte”, recordó.   Madre e hijo fueron torturados en Campo de Mayo. Iris piensa que se llevaron a ellos dos porque no se pudieron llevar a Floreal, el padre del Negrito, que se escapó por los techos de la casa. El cuerpo del Negrito apareció en las costas uruguayas junto al de otras nueve personas, en bolsas negras. Se lo reconoció por un tatuaje con sus iniciales. “La FA y un corazón en el brazo, igual que su papá”, graficó Iris.  “Imaginate cuando salgo en libertad y me entero de todo esto. Mi desesperación de saber el porqué, dónde están, pero estábamos con el golpe militar. Hasta el 83 que vino la democracia, recién pudimos movilizarnos un poco, viajamos al Uruguay tres veces. Los jueces se declararon incompetentes”, detalló Iris. “Cuando salgo en libertad para mí fue una desesperación. Han pasado 45 años y no sabemos que pasó con el cadáver”, agregó. Iris contó que solo tiene del Negrito unas fotos escalofriantes, que un fotógrafo tomó de casualidad paseando por la playa: “Y de ahí, como apareció, desapareció. No se sabe si fue a fosa común o lo enterraron en algún lado. Por eso exigimos que nos abran los archivos para saber qué pasó con nuestra gente”.  Las empresas Iris Pereyra también exige a la Justicia que se juzgue a los empresarios que fueron parte del genocidio. “Queremos hacer juicio a las empresas” que tenían vínculo directo con el Ejército Argentino que comandaba el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio El Campito, montado en Campo de Mayo. “Varios militares estuvieron en Tensa. Imaginate si nos quedamos de brazos cruzados y dejamos que esta gente que se enriqueció en forma, a costilla de nosotros, los secuestrados. Eso no se puede perdonar”, dijo. En Tensa trabajaba Floreal padre.   Por último, Pereyra de Avellaneda sostuvo que el camino para revertir la impunidad y lograr algo de justicia es el mismo de siempre: “Nosotros queremos hacer una movilización porque la lucha se gana en las calles, no queda otra. Nosotros lo que queremos es eso”.