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juicio brigadas

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Declaran: Nestor Raul Barberan, Manuel Casco, Marcelo Casco y Eduardo Luis Nieves.

Hace algunos días el exfiscal Luis Moreno Ocampo dijo en la TV Pública que “si mostrabas el carnet del Partido Comunista no te torturaban”. Jorge Garra, durante su testimonio en el juicio Brigadas, relató su paso por la Brigada de San Justo y al cierre repudió las declaraciones del exfiscal del Juicio a las Juntas.

Se le tomará declaración indagatoria al imputado Candioti, a quien se le sumaron nuevos casos. Luego declaran Jorge Garra y Nora Feliz.

Declaran: Nicolás Albert Hure, Ricardo Santos y Luis Ángel Firpo.

Declaran: Maria de las Mercedes Estevez, Julio Mogordoy, Ana Eugenia Mazzoti Percivati Franco y Hector Domingo Bonet.

Por primera vez en la historia de los Juicios de Lesa Humanidad, en el Juicio Brigadas, pudimos escuchar a cinco travestis sobrevivientes que estuvieron secuestradas en el Pozo de Banfield y, además, a Marlene Wayar, que dio una clase magistral de Memorias Travesti. Sus testimonios se suman al de Valeria del Mar Ramírez, quien había declarado el año pasado y fue la primera querellante travesti trans es declarar en un juicio de Lesa Humanidad. Redacción: Julia Varela (Pulso Noticias)Edición: Pedro Ramírez Otero (La Retaguardia) Podemos decir que la historia empieza así: el Juicio Brigadas, como decidimos llamarlo, es un juicio unificado por los crímenes cometidos en tres Brigadas de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en el conurbano sur, durante la última dictadura cívico militar: el Infierno, en Avellaneda, el Pozo de Quilmes y el Pozo de Banfield. El juicio empezó el 27 de octubre de 2020 y tiene audiencias todas las semanas; desde las 8:30 hasta pasado el mediodía. Cuando empezó, Brigadas tenía 442 víctimas, 468 personas citadas para declarar y 18 genocidas imputados. Pero se murieron cuatro imputados (Miguel Ángel Ferreyro, Miguel Osvaldo Etchecolatz, Carlos del Señor Hidalgo Garzón y Emilio Herrero Anzorena) y este año, se sumó un imputado nuevo: Horacio Luis Castillo. ¿Por qué? Porque el año pasado, antes de que muriera Etchecolatz, el juez federal Ernesto Kreplak y a raíz de la investigación de la Fiscalía, procesó al genocida y a Jaime Lamont Smart, Jorge Antonio Bergés, Roberto Balmaceda, Alberto Candioti, Carlos María Romero Pavón, Juan Miguel Wolk, Héctor Di Pasquale y Luis Horacio Castillo por perseguir, detener y torturar a ocho personas travestis trans en el Pozo de Banfield entre 1976 y 1983. Y ahí empezó otro capítulo en el Juicio Brigadas. Primero, en noviembre del año pasado, durante la audiencia 88, declaró Valeria del Mar Ramírez. Fue la primera. La que le puso voz y cuerpo al procesamiento de Kreplak y que, además, es querellante en la causa. Fue la primera vez que la Justicia escuchaba a una travesti declarar como víctima de violaciones, torturas, trabajo esclavo y secuestros. “Tenía miedo de que no me creyeran, tenía miedo, tenía vergüenza. Es muy fuerte todo lo que me hicieron”. Valeria contó cómo la secuestraron dos veces. Una a finales de 1976 y otra a principios de 1977. Ayer, después de un mes de declaraciones de testigos de contexto que aportaron marco teórico y fundamentos al testimonio de Valeria del Mar, escuchamos las voces de sus compañeras, con las que trabajaba ejerciendo el trabajo sexual en La Tablada, en Camino de Cintura: Carla Fabiana Gutiérrez, Paola Leonor Alagastino, Julieta Alejandra González, Analía Velázquez y Marcela Viegas Pedro y que también estuvieron detenidas desaparecidas en el Pozo de Banfield. Carla y Paola declararon desde el exilio, en Italia, donde todavía viven. Las dos cruzaron el océano ni bien empezó la Democracia. “Cuando llegué a España fui la personas mas feliz del mundo porque sabia que no iba a sufrir más”, dijo Paola. “De la Argentina tengo lo peores recuerdos de mi vida por las injusticias que sufrí. Para ellos nosotras éramos monstruos. No se puede entender cómo nos trataban”, agregó Carla.  Y es que durante la Dictadura hubo una persecución específica y particular. La dictadura quería construir un modelo de país, económico, cultural, social, religioso y, fundamentalmente, sexogenérico. Eso es lo que está queriendo demostrar la Fiscalía en este juicio: “Hubo un ensañamiento particular hacia las personas travestis y trans”, dijo la fiscal Ana Oberlin y agregó: “Creo que ha quedado claro, muy claro, cómo ha sido la persecución y el ensañamiento sobre esos cuerpos en particular”. El trabajo de la Fiscalía, el de Ana Oberlin, tiene su raíz: hay muchas personas y organizaciones que trabajan hace tiempo en la investigación, sistematización y difusión de archivos y en demostrar que la dictadura fue profundamente hetero-cis-patriarcal y buscaba eliminar todo aquello que reconocía por fuera de la norma que buscaba imponer. “Si no nos enmarcamos en esto, no vamos a poder analizar cuál es la pertinencia, la particularidad y la especificidad de este llamado proceso de reorganización nacional. Esta fuerza opresora busca sobre todo un hombre familiero, que vaya de casa al trabajo, que no haga juntas masivas. Se entiende a disidencias sexuales en ejercicio de prostitución como una amenaza al sistema familiar cristiano. Y el sistema sexo-género es lo que las personas travestis, trans, intersex amenazan”, dijo Marlene Wayar, activista travesti, ceramista y psicóloga social, con la voz quebrada por la angustia cuando le tocó declarar como testiga de contexto. “Es importante que una travesti salga de un campo de concentración donde ha visto atrocidades y las cuente. Porque puede provocar un efecto. Después del proceso militar hemos tenido que escuchar miles de relatos. Pero una no ve que nuestros relatos interesen. Por eso la importancia trascendental histórica porque es este juicio es de los primeros donde podemos escuchar estas voces. Nunca hemos tenido derecho a la Verdad, a la Justicia ni a la Memoria, ni a sentir el respaldo de que nuestros cuerpos importan”. “Todo este desastre ha sido construido por hombres y mujeres. La responsabilidad política, económica, ética, cultural, social es de hombres y mujeres. Nosotras, las disidencias, hemos estado sometidas a vivir a su arbitrio. Incluso en momentos en los que nos pueden reconocer la Ley de Identidad de Género, nos dan la limosna. ¿Cuándo vamos a alcanzar a la heterosexualidad y su acumulación de poder económico nosotras que hemos sido condenadas permanentemente a la pobreza estructural?”, le preguntó Wayar al TOF 1. Brigadas, como decidimos nombrarlo, es un megajuicio: hay 442 víctimas, 468 testigos, tres centros clandestinos de detención, tortura y exterminio y una clara articulación con Uruguay y el resto del país. Recién el año pasado, el 3 de mayo de 2022, pudimos volver a la sala de audiencias de manera presencial, en el TOF 1  de La Plata, en 8 y 50. Ahora, las audiencias alternan entre presencialidad y virtualidad, dependiendo del pedido de quienes dan testimonio, la disponibilidad del tribunal y las subrogancias. 

Declaran: Julieta Alejandra González, Analia Martires Velazquez, Marcela Daniela Viegas Pedro, Marlene Wayar, Carla Fabiana Gutiérrez y Paola Leonor Alagastino.

Declaran: Isabel Ibarra, Pablo Estévez, Ana Cecilia Solari Paz y Cristian Oscar Prieto Carrasco.

Declaran: Rafael Runco, Carlos Alberto Geraci, Oscar Ricardo Geraci y Norma Dolores Castillo.

Declaran: Juan Velázquez Rosano, Mónica Beribei, Santiago Ortiz de Morua, Raúl Santos, Laura Vassena Zaballa y Ana Gallart.