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Pasó un nuevo aniversario de La Noche del Apagón, la serie de secuestros que se llevaron adelante en varias localidades de Jujuy durante una semana en la que se interrumpía el servicio eléctico por las noches. Este año impidieron la realización del festival organizado por CAPOMA. Paradójicamente, no les dieron luz para realizarlo. La voz de Ricardo Aredez, testigo de una de las noches nefastas, en la Ronda de las Madres de Plaza de Mayo. Entrevista: Julián Bouvier / Camila CataneoRedacción: Eugenia OteroEdición: Fernando Tebele Ricardo Aredez es hijo de Luis Aredez y Olga Márquez de Aredez. Como cada julio desde hace muchos años, se acercó a la Ronda de las Madres de Plaza de Mayo línea fundadora para sostener el reclamo de verdad y justicia por las víctimas del Terrorismo de Estado en Jujuy, en los hechos conocidos como “La Noche del Apagón”.  La Noche del Apagón en realidad fueron siete noches. En una acción perfectamente planificada y sincronizada, entre el 20 y el 27 de julio de 1976, se produjo un apagón total en las localidades de Calilegua, Libertador General San Martín y El Talar, la zona de influencia de la empresa Ledesma, y casi 400 personas fueron secuestradas; 55 personas aún continúan desaparecidas. Este 20 de Julio se cumplieron 48 años del terror que duró siete noches “porque el general Videla tenía que llegar a Tucumán junto con su mujer y a Jujuy. Entonces decidieron apagar las luces del pueblo y hacer lo que hicieron”, explica el luchador jujeño en el encuentro posterior a la ronda de las Madres.  En primera persona Bajo el gazebo que resguarda a quienes cada jueves rondan la plaza, Aredez agradece: “Gracias por el espacio que siempre me dan acá. Querida Elia, siempre mi recuerdo, con Mirta también, y Nora. Nora Cortiñas fue la primera Madre que fue a Jujuy a fundar Madres y familiares de la provincia de Jujuy, junto con Laura Armendáriz de Rivelli, de La Plata”. Sus palabras hablan de un agradecimiento actual pero también histórico, por el empuje y el acompañamiento desde hace 41 años, en 1983, año en que se realizó la primera marcha desde Calilegua a Libertador General San Martín.”Allí tuvimos bastante actividad, bastantes sueños, bastante formas de resistir en ese feudo” remarca el hijo de Luis y Olga.  “A mí me tocó estar en el segundo apagón en la plaza de Libertador. Ya mi padre estaba detenido. Era un detenido político”, relata Aredez, hijo del médico que fue intendente de la ciudad a la que mal se llama Ledesma. Comparte la escena del recuerdo: “lo que es correr por las calles sin luz… con una oscuridad tremenda. Solo la luz de la luna que alumbraba”, y lo vivido en primera persona que sigue siendo motor de lucha. Detalla cómo en el contexto del ingenio funcionando a full porque era época de cosecha “los móviles de la empresa Ledesma levantaban gente”. Y señala con certeza: “Eso yo lo vi, lo pasé y lo denuncié en los juicios de lesa humanidad”.  Resistir en el feudo Este 18 de julio se conmemoró el inicio de la marcha de los apagones en Ledesma. Aredez recapitula y valora los apoyos que tuvieron. “Empezamos a acordar con las Madres, a invitar a las Madres de Buenos Aires, bajo la protección de Adolfo Pérez Esquivel y Emilio Mignone, que era el presidente del CELS”. Recuerda cómo decidieron salir a la ruta para hacer a pie los 7 kilómetros que unen Calilegua con Libertador. Contaron también “con la protección de la CTA, que era Víctor De Gennaro y muchos políticos más”. Ese corte de ruta, en una ruta nacional que era utilizada sobre todo por los camiones que trasladaban caña de azúcar, fue el comienzo de la visibilización de la represión en esa zona. “Para nosotros ese hecho significa un hito de resistencia al feudo. Cortar la ruta con fotos y denunciar a la empresa Ledesma. Pasaban colectivos de distintos lugares para ir al norte, a Bolivia, y se paraban. Y se quedaban ahí viendo impactados. Y así fue que se fue replicando que en Ledesma había pasado algo”. “Lo hicimos con mucha valentía, muchas amenazas, inclusive en el mismo pueblo. Muchos allanamientos, en casa nuestra también”, afirma Aredez, valorando la lucha que encabezó su madre, Olga Marquez, en reclamo por la desaparición de su esposo.  Luis Aredez Luis Aredez era médico, había trabajado para la Empresa Ledesma, pero su compromiso con la salud y los derechos de las y los trabajadores le costó el despido y la expulsión de la provincia. A su regreso a Libertador General San Martín, militó sindical y socialmente, fue elegido intendente y depuesto violentamente a los pocos meses. El 24 de marzo de 1976 fue detenido por primera vez en una camioneta del Ingenio, sin ninguna acusación en su contra. Después de un año preso fue liberado hasta el 13 de mayo de 1977, cuando fue secuestrado. Continúa desaparecido hasta hoy. Su mujer Olga fue una de las organizadoras, junto a otras madres y a los organismos de derechos humanos, de la tradicional marcha de cada año desde 1983. Hoy, su hijo Ricardo es uno de los referentes de la búsqueda de verdad y justicia en la Provincia, “aunque la justicia es difícil buscarla en Jujuy, que nadie quiere meterse con el poder económico, porque Ledesma es el responsable de la desaparición de nuestra gente”. La responsabilidad empresarial “Muchos me dijeron: ´No se puede con el poder económico´. A veces pienso que realmente no se puede con el poder económico en Ledesma, en Jujuy. Ningún gobierno desde el 83 hasta acá pudo frenar la impunidad y las violaciones a los Derechos Humanos diarias -de los hijos de Blaquier, ahora en el directorio- con la población y los obreros”, afirma el militante popular.  “Blaquier fue uno de los integrantes del Grupo Azcuénaga, el grupo de empresarios que financió el golpe de Estado en 1976. Cuando a mi padre lo detienen, a mi madre la recibe el administrador

Lo dijo la docente Martina Montoya, integrante de CAPOMA. En diálogo con el programa radial La Retaguardia, la comunicadora popular habló acerca de las protestas que sigue habiendo en la provincia y se refirió al aumento que consiguieron los y las docentes jujeñas.  Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez OteroRedacción: Julián BouvierEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: CAPOMA Hace algunos días se cumplió un mes de la primera marcha multitudinaria de docentes que salieron a la capital jujeña. En los últimos años hicieron reclamos, paros, cartelazos, pero lo que hizo que las comisiones directivas de los sindicatos miraran a la docencia fue la masividad del pasado 5 de junio.  “Ese día explotó la capital jujeña con maestros y profesores que bajaron de toda la provincia. En todo Jujuy se conmemoró esa fecha, porque además el sector de inicial y primario seguimos de paro por tiempo indeterminado. En el medio de esto hicimos marchas, plenarios, nos sumamos a acompañar a organizaciones sociales al costado de la ruta cuando cortaron. El último fin de semana hicimos una huelga de hambre. La voz del reclamo docente nos dice que es ahora. Algo contenido que desde que empezamos, no para. Haciendo una recopilación de fotos para mostrar ahora en el fogón, no podemos creer lo que hicimos en un mes”, contó la docente Martina Montoya, integrante del Centro de Acción Popular Olga Márquez de Aredes (CAPOMA). Desde que gobierna Gerardo Morales en la provincia, las “paritarias” eran reuniones entre los gremios y los representantes del Ministerio de Educación, donde estos últimos decidían de cuánto eran los aumentos. Los números no subían del cuatro o cinco por ciento, y aunque los gremios denunciaban que era insuficiente, el Gobierno liquidaba los sueldos por decreto.  “Logramos que este mes hubiera reuniones paritarias. Semana tras semana fuimos consiguiendo algo y los aumentos eran de un 10%. Hemos conseguido en estas cuatro semanas, que nos aumentaran un 100% de nuestro básico, que sigue siendo insuficiente, de todos modos. No queremos hablar de porcentajes, queremos hablar de un monto fijo para una verdadera recomposición salarial. Un sector pedía 100 mil pesos de básico, y otro 200 mil”, contó Montoya. El sector de nivel inicial y primario, al que pertenece la docente, es el que tiene los sueldos más bajos. “Por eso pedíamos un monto más alto, porque considerábamos que nuestras horas cátedras no estaban siendo consideradas. El día de la huelga de hambre hemos conseguido un compromiso del Gobierno de que en la próxima reunión paritaria se iba a aumentar la hora cátedra del docente y se iba a empezar a hablar de otra manera, lo cual es una lucha histórica en el sector inicial y primario. Desde los 90 estamos exigiendo que nuestra carrera sea reconocida por hora cátedra y no solo por cargo. Ya que trabajamos 35 horas cátedras y nos están reconociendo 15. Son muchas las reivindicaciones. Hemos pasado de tener un básico de 32.700 pesos a hoy 62.700 pesos. En esta lucha hemos logrado algo que en los últimos años no ha logrado ningún gremio. 100% de aumento. Pero es insuficiente. Además, nos dicen que nos van a descontar los días de paro, y eso va a ser muy duro. Por eso la docencia sigue firme en esta lucha”, dijo.  La integrante de CAPOMA contó también que la Fiscalía de Jujuy, a cargo de Miguel Ángel Rivas, actuará como querellante en las causas que se inicien contra las personas que fueron detenidas en la manifestación del 20 de junio, en la que hubo represión. “La represión que se está viviendo, la persecución, el hostigamiento y no solo por parte del Gobierno con la mano ejecutora que es la policía, sino también de la Justicia. Un fiscal hablando de ‘delincuentes’ y maltratando a todo aquel que se manifiesta. Tratan de desprender a los docentes de esa lucha. Cuando fue la represión del 20 de junio había docentes detenidos, maestras que habían sido detenidas con sus hijos. Los hijos de la maestra que estaban apoyando a la marcha, fueron detenidos casi a 20 cuadras, pero sin embargo no hay ningún detenido de los que entraron a la Legislatura y nos preguntamos por qué con semejante fuerza policial no pudieron detener a nadie que estaba en la Legislatura. Y sí, era gente que estaba a los alrededores, además de que después se produjeron las persecuciones, detención en camionetas que no tenían patente, que pertenecen al empresariado que tiene contratos con el Gobierno. Y lamentablemente todo te lleva a hacer esa comparación con lo que se vivió durante la dictadura en nuestra región”, planteó la docente. La comparación es en referencia al Apagón de Ledesma, en 1976, donde hubo cortes intencionales de luz en Libertador General San Martín, en Jujuy. Durante esos cortes, hubo personas secuestradas en camionetas de la empresa Ledesma. “Y muchos lo dijeron, cuando vieron en las noticias y los relatos, que parecía que estamos viviendo en la dictadura. Es lamentable que esté pasando eso. El Gobierno nos ha llevado a esa situación su accionar totalmente patronal, totalmente arbitrario, donde no hay diálogo”, agregó.  Los medios de comunicación “Los medios vienen solamente cuando hay un estallido. Tenemos cortes en la provincia, en todo el norte y los pueblos originarios en la zona de Abra Pampa, La Quiaca, Purmamarca. Y ya van van tres semanas de corte de ruta. Después de la represión, comenzó la persecución. Policías de civil entraban en las casas de los docentes, buscaban cosas, no sabían qué. A una profesora de teatro la golpearon en la cara y tiene un derrame en el ojo. La manosearon, le decían ‘así que vos sos la maestra piquetera, a ver cómo movés el culo’. Ella en un estado de shock, lo único que pudo hacer es pedir ayuda. Después se fue a denunciar penalmente acompañada por su sindicato. Y hay muy poca difusión sobre estas cuestiones”, planteó Montoya. La integrante de CAPOMA aportó una perspectiva esperanzadora acerca de la lucha del pueblo jujeño: “Es una persecución en todos los planos.

Lo afirmó Pablo Pimentel, referente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza en relación a la situación que se vive en Jujuy con las violaciones a los derechos humanos. Pimentel estuvo allí la semana pasada. También se refirió a la lucha antiminera del pueblo de Andalgalá, en Catamarca, donde participó de la marcha N° 650 contra la megaminería a cielo abierto. Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián BouvierEdición: María Eugenia Otero/Fernando Tebele

El Frente de Izquierda de los Trabajadores – Unidad superó los 23 puntos en las PASO en Jujuy.  Alejandro Vilca, candidato a diputado, pasó por Hasta que vuelvan los abrazos, el programa de la mañana de La Retaguardia y Radio Sur. (Por La Retaguardia) 📷 Foto de portada: La Izquierda Diario

El miércoles 20 de noviembre se originó un incendio dentro del Ingenio La Esperanza, ubicado en la localidad de San Pedro, provincia de Jujuy. La tragedia se produjo tras la explosión de quince tanques de alcohol por un cortocircuito, causando 8 muertes y decenas de personas heridas de gravedad. Enrique Wandschneider, abogado del Sindicato Azucarero de La Esperanza, dialogó con Graciela Carballo y Nicolás Rosales en el programa Tengo una Idea, de Radio La Retaguardia, y contó lo sucedido, denunciando las pésimas condiciones de seguridad  en las que se trabajan en los ingenios del norte del país. (Por La Retaguardia)Foto: eltribuno.com Se cumplió una semana del incendio del ingenio La Esperanza, en la provincia de Jujuy. Las condiciones en las que se trabaja en los ingenios suelen ser deficientes y, en este caso, culminaron en una tragedia. Luego de que las familias de las 8 personas fallecidas puedan recibir los cuerpos se realizarán las denuncias correspondientes.La Retaguardia se comunicó con Enrique Wandschneider, abogado del Sindicato Azucarero de La Esperanza. —La Retaguardia: ¿Cómo está la situación ahora? —Enrique Wandschneider: Nosotros hemos empezado con un número de compañeros desaparecidos, luego a medida que se prestaban declaraciones, el número se redujo a 12 personas desaparecidas, y ahora estamos con 8 compañeros fallecidos. Esta es una enorme tragedia, aunque no estamos muy de acuerdo con el término. —LR: Ustedes están hablando de estrago doloso agravado… —EW: Sí. Si bien mi fuerte no es el derecho penal, porque soy abogado laboralista, también podría caber algún tipo de figura que tiene que ver con la administración pública de forma fraudulenta. En estos días, la actividad se trata de la identificación de los cuerpos y cada tanto nos preguntan por el tema de las denuncias, pero nosotros hasta tanto no resolvamos el tema humano, que es lo que le urge a las familias de los trabajadores, y el que vela a su miembro de la familia en paz y sea identificado como tiene que ser, nosotros no vamos a hacer las denuncias.  —LR: Por lo que pudimos averiguar, las familias no estaban siendo asistidas psicológicamente, ¿esto se ha solucionado? —EW: Entendemos que el apoyo ha sido insuficiente, por más que algunas trabajadoras sociales de tribunales y algunos miembros del cuerpo psicológico del centro judicial habían llegado, pero se imaginan que estamos hablando de las familias de por lo menos 8 trabajadores, es mucha gente. Nadie me había preguntado sobre eso, y la verdad es que claramente ha sido insuficiente. —LR: Para quienes no conocen, ¿cómo se trabaja en los ingenios? —EW: En general los vemos a los ingenios como parte de una región como Salta y Jujuy, los del norte, a diferencia de lo que son los ingenios de Tucumán; y les tengo que decir que las condiciones de trabajo, de higiene y seguridad son deficientes. También es culpa del “secretismo” que hay en las empresas en el sentido no solamente de no dejarse inspeccionar, sino también de no permitir a su gremios ingresar a las plantas laborales. Esto pasa por ejemplo en el Ingenio San Isidro de Salta, pasa en el Ingenio Tabacal, pasa en el Ingenio Ledesma de Jujuy, y en el Ingenio La Esperanza pasaba. La excepción que tenemos es el Ingenio Río Grande que sí permiten las inspecciones, por más que siempre hay observaciones de higiene y seguridad por parte de los gremios. —LR: ¿Es el grupo económico Budeguer quien se hizo cargo de este Ingenio? —EW: Sí, y eso es lo que lo hace aún más grave lo que ha pasado. Porque tiene experiencia en la industria azucarera, tiene ingenios en Tucumán y, lejos de adoptar las medidas de higiene, seguridad y medio ambiente, tampoco hizo una reparación a conciencia de la fábrica. A modo de ejemplo, en el ingenio uno tiene que cambiar todos los años los cables de media y alta tensión. Lo que pasó es que este año no cambiaron los cables. Y tres días antes estaba en cortocircuito el cableado donde se produjo el chisperío y dio en contacto con el sector del alcohol. Y produjo la explosión. Hacia el final de la entrevista Enrique quiso ratificar la posición del secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del ingenio La Esperanza, Sergio Juárez: “él ratifica su voluntad de hacer las denuncias penales que correspondan a los que infligieron la ley”, afirmó.

Se celebró en Jujuy la 34° Marcha del Apagón y esta vez coincidió con el juicio que se está desarrollando en esa provincia por delitos de lesa humanidad. Se trata de una megacausa que acumula 15 procesos judiciales ocurridos durante el terrorismo de Estado. Entre las más emblemáticas se encuentran la causa conocida como la Noche del Apagón y los delitos cometidos en la Mina El Aguilar. Para relatar lo ocurrido en la marcha, Martina Montoya, de CAPOMA, habló con Fernando Tebele en el programa Oral y Público por Radio La Retaguardia. Además, María José Castillo, abogada querellante en el juicio, habló en el mismo programa radial y contó los detalles de esta megacausa que tiene 22 imputados y 113 víctimas. (Por La Retaguardia) La Marcha del Apagón se celebra todos los años en Jujuy recordando a los detenidos desaparecidos durante la noche del 19 al 20 de julio y hasta el 27 inclusive. En ella se exige el juzgamiento de los responsables militares y civiles de los secuestros, las torturas y las desapariciones de más de 100 personas de los pueblos jujeños Calilegua y Libertador General San Martín. Este año, la Marcha coincidió con el juicio que está en marcha por la Noche del Apagón y otras causas más por delitos de lesa humanidad en la provincia. Martina Montoya, de CAPOMA, expresó estar muy contenta por la convocatoria a la marcha del jueves pasado: “Fue una marcha tranquila. Nos sorprendió la cantidad de gente. Pensamos que iban a ser menos porque sabemos la situación que se está atravesando. A muchas compañeras y compañeros se les ha dificultado muchísimo poder viajar. Hubo más de 5 mil personas marchando. Después nos recibió la CCC (Corriente Clasista y Combativa) en Libertador con 2 mil personas más. Fue tranquila y muy diversa. Hubo hasta organizaciones y sectores que no comulgan en muchas cosas. Esta marcha logra unificar a esa diversidad de espacios de lucha por la memoria. Estamos muy conformes”, dijo.La integrante de CAPOMA se refirió a las sensaciones que dejó el acto central, realizado en la Escuela Normal de Libertador: “El acto es el momento del encuentro. Es muy significativo porque los ex alumnos vuelven. Los compañeros que han podido sobrevivir, vuelven a esa escuela. Traen con sus palabras a los compañeros desaparecidos. Cómo eran, qué leían, de qué se reían, las bromas que se hacían, el pensamiento que tenían y todos los sueños que la dictadura les dejó truncados. Es muy emocionante ese acto, sobretodo escucharlos a ellos cuando hablan de sus compañeros. Lito, un compañero ex detenido, recordó dónde vivían, habló de las novias, de los sueños que tenían y también de cómo los torturaron. Los que participan de este acto pueden tener esa empatía y hacer contacto con la realidad que se vivió acá”, manifestó Montoya en Radio La Retaguardia y se refirió a lo que viene luego de esta marcha: “Ahora estamos en un momento de evaluación donde hablamos de todo lo que se dijo y de todo lo que se vio. Ya estamos pensando para el año que viene que tenemos que buscar más lugares para acoger a los compañeros que no se podrán quedar. Tenemos que armar fotos para el año que viene y pensar algunas cuestiones. No es que solamente hacemos la marcha del apagón sino que estamos acompañando y pacificando en un montón de conflictos y acciones. Nos empezamos a preparar para lo que viene. La Marcha del Apagón es para nosotros el fin de un año y el comienzo de otro en esto de la militancia. Nos llenamos de energía. Vemos que las compañeras y los compañeros siguen apostando a que tenemos que estar en la calle y acompañar cada acto de la memoria”, celebró.Por último, Montoya mencionó el hecho de la convivencia de distintas organizaciones sociales y políticas dentro de la Marcha: “A nosotros mismos nos sorprende. Hace tiempo hay sectores que no marchan. Han encontrado diferencias muy fuertes. Este año se marchó. El FIT hace su propia convocatoria y no llega hasta la plaza. Son acciones contradictorias. En otros momentos estamos todos juntos. En el momento de marchar se confluye en eso. No es un logro nuestro. Sí consideramos que tiene un valor impresionante. Los discursos se van renovando, pero la memoria es la misma. Es una convocatoria abierta, donde se le deja la libertad a cada compañero y a cada espacio que levante su propia bandera y que se una en ese pedido por la memoria de los compañeros detenidos desaparecidos de Libertador, de Calilegua y por los 30 mil. Siempre en el acto se les da lugar a todos. Se permite que cada uno se exprese del lugar que lo considere. Marchamos todos juntos. Es un camino marcado que nos dejaron las Madres y los Familiares y nosotros respetamos eso. Les permitimos a todos expresarse”, explicó Martina Montoya, de CAPOMA. El juicioEstos crímenes ocurridos durante las noches de los apagones en Jujuy están siendo juzgados en una megacausa que abarca distintas causas de delitos de lesa humanidad ocurridos en la provincia durante el terrorismo de Estado.María José Castillo, abogada querellante en el juicio, describió sus sensaciones por este nuevo juicio y se refirió a los grandes ausentes en el banquillo de los imputados, el dueño del Ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, y su mano derecha, Alberto Lemos:“Es una mezcla de ansiedad y emociones. Es un juicio muy esperado y trabajado. Ha significado un esfuerzo descomunal de parte de víctimas, de testigos y de organismos para llegar a esta instancia. Nosotros la llamamos la megacausa, sin embargo hay personas que no están en el banquillo de los imputados. Genera esa mezcla de alegría y tristeza. Aunque tardío es necesario e imprescindible para avanzar en la sociedad con Justicia, Verdad y Memoria. Hay otras personas que por fallecimiento o estado de salud tampoco se encuentran sentados en el banquillo. Son 22 los imputados que sí están. En el caso de Blaquier y Lemos para la Cámara de Casación Penal faltó