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Después de la absolución de Hernán González Rizzi, acusado por abusos sexuales reiterados, el colectivo Justicia para Luna afirmó que el mensaje disciplinador del fallo fue claro. “Es contra Luna, contra las niñeces y adolescencias, contra les sobrevivientes que se atrevan a hablar de la violencia que padecen y que padecieron, es contra Yama y contra todas las madres protectoras. No denuncien, porque la búsqueda de justicia será un calvario, porque vamos a investigarlas, peritarlas, acusarlas, invirtiendo totalmente la carga de la prueba. Vamos a perseguirlas, a criminalizarlas y hasta privarlas de la libertad como a Delfina”. “Seguimos de pie”, afirma el comunicado que publicaron en redes cuando se dieron a conocer los fundamentos de la absolución. Testimonios y foto: Tamara Alfaro Moreno Redacción: Nicolás Rosales / Eugenia Otero Edición: Pedro Ramirez Otero / Valentina Maccarone Después de una lucha de 12 años y un proceso de juicio oral de más de 3 meses, la Justicia decidió absolver a Hernán González Rizzi por el delito de abuso sexual agravado contra Luna cuando era una niña, entre sus 6 y 9 años. “No vamos a ocultar el profundo dolor que sentimos, el dolor nos hace humanas. Ellos gozan con nuestro dolor, quienes festejan este fallo, son perversos y perversas. Aunque las victorias no vengan, prefiero quedarme en este lugar, de este lado. Vamos a seguir abrazadas, luchando”, afirmó Yama Corín, militante feminista y madre protectora de Luna, en una conferencia de prensa que se realizó pocos días luego del veredicto en el salón Blanco del Congreso de la Nación, y en la que participó La Retaguardia.  El juicio, que comenzó el 8 de agosto, fue acompañado por la Agrupación Feminista Mundanas, organizaciones políticas, sindicatos, organismos de derechos humanos y referentas como Nora Cortiñas y Nelly Minyerski. El 21 de noviembre pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal N°15 conformado por Virginia Sansone, Adrián Martín y María Elisa Gaeta decidió absolver a Hernán González Rizzi a pesar de las pruebas, los testimonios y los peritajes. Pero Luna y su mamá, Yama Corín, aseguran que la lucha por justicia que comenzaron hace 12 años no termina. “Fue inesperada la absolución dictada por el Tribunal. Quiero destacar el testimonio de Luna, que con solidez y solvencia pudo contar los hechos que había vivenciado y había padecido. Y a pesar de eso el Tribunal desoyó y absolvió. La convicción que se nos había formado a lo largo del debate es que había elementos contundentes para condenarlo. La lectura que nosotras hacemos es que hay un cambio de época y que se empieza a plasmar en las sentencias que van tomando los jueces”, expresó Marina González, una de las abogadas de Luna, al referirse al sorpresivo resultado del proceso. Luego de conocer los fundamentos de la absolución, el colectivo Justicia para Luna expresó su preocupación en una publicación en redes sociales.  “El tribunal conformado por Virginia Sansone, Adrián Martín y María Elisa Gaeta nos hizo llegar los fundamentos de la absolución a Hernán González Rizzi. En un escrito de más de 1000 páginas, con transcripciones de declaraciones e interpretaciones, definen centralmente otorgar al imputado el “BENEFICIO DE LA DUDA”. Esto implica de hecho descreer de la veracidad del relato de luna y desconocer a peritos, psicólogas y testigos que aportaron sus declaraciones en el juicio. Consideramos que la fiscalía contó con los mismos elementos probatorios que fueron desplegados a lo largo de las audiencias y pudo fundamentar técnicamente su acusación solicitando 15 años de condena, por lo cual este fallo se posa sobre un sesgo ideológico profundamente patriarcal que rechazamos profundamente y seguiremos batallando en este caso, apelando a Casación y en las calles por una justicia que de una vez por todas escuche a las víctimas y condene a los abusadores. Seguimos de pie”. En la conferencia de prensa, Corín destacó: “Tuvimos el apoyo de muchísimas organizaciones de diferentes arcos políticos, y esto para mí es un orgullo enorme. Pudimos confluir de un modo respetuoso y amoroso que da cuenta no solo de la convicción y exigencia por el pedido de justicia para Luna, sino de como marcamos en la agenda la lucha contra el abuso sexual en las infancias en sectores que a lo mejor este tema no estaba”.  Con una bandera que decía Familiares y Amigxs de Luna y Yama que colgaba de la mesa, la conferencia de prensa cerró con un agradecimiento “a quienes han acompañado a esta lucha que lleva más de 12 años”, y con un reflexivo relato del proceso judicial: “Llegar a la instancia de juicio oral fue una carrera de obstáculos. Un permanente ejercicio de la crueldad y la revictimización que tanto veces hemos denunciado desde los feminismos por parte del aparato judicial, y de las instituciones del estado que supuestamente deberían garantizar el cuidado de las niñeces y de las madres protectoras partiendo de entender y abrazar el dolor que implica atravesar una situación como la del abuso sexual en la infancia”.  Además, afirmaron: “Esta red amorosa de cuidados la fuimos tejiendo entre las organizaciones, compañeras, compañeres, de las más diversas procedencias políticas, gremiales, sociales.  Y así llegamos a la instancia de juicio oral en el mes de agosto. Y así sostuvimos en la calle el aguante colectivo en cada una de las trece audiencias los 3 meses que duró el juicio que se extendió de una manera inusitada por las maniobras de la defensa, a cargo de Patricia Anzoátegui, reconocida defensora de pedófilos, directora del Observatorio contra las Falsas Denuncias que apuntó desde el principio a un cambio de gobierno más favorable. Y al tribunal integrado por Virginia Sansone, Adrián Martin, María Elisa Gaeta que dejó correr esas maniobras dilatorias. Debemos decir, que aun atravesadas por el dolor más profundo, que la maniobra funcionó, que no existe ninguna otra explicación que justifique el aberrante fallo absolutorio de Hernán González Rizzi que no sea este cambio de época, este presente oscurantista y reaccionario que se cierne sobre nosotras y nosotres. No porque antes no existiera la

Yama Corín, mamá de la adolescente que denunció abusos en la infancia por parte su progenitor, expresó su bronca en diálogo con el programa La Retaguardia. El Tribunal Oral en lo Criminal N° 15 de la Ciudad de Buenos Aires decidió el martes absolver al acusado. Este juicio llegó después de 12 años de lucha y, a pesar de contar con elementos probatorios considerados “inapelables” que generaron cierta expectativa para que el acusado sea condenado, la Justicia hizo caso omiso. Corín mencionó que van a apelar una vez que puedan acceder a los argumentos de la absolución y planteó que la defensa del progenitor de Luna tiene vínculos con el gobierno electo. Este viernes desde las 15 horas realizarán una conferencia de prensa en el Salón Blanco del Congreso de la Nación. Entrevista: Fernando Tebele / Pedro Ramírez OteroFotos: Bárbara Barros / La Retaguardia Audio de la entrevista:

Lo dijo Yama Corin, mamá de Luna. Fue al final de otra jornada más del juicio en la que después de 12 años se que espera que el progenitor de Luna reciba la condena que la Justicia aún no ha determinado. La cobertura en imágenes de La Retaguardia. Redacción: María Eugenia OteroFotos: Bárbara Barros / La Retaguardia Se acerca el final del juicio por Luna en el que está acusado su progenitor por abuso sexual. Yama Corin, su mamá, dice que espera “que este juicio termine con justicia y con una condena que empiece a cumplirse al momento de la sentencia”. Con el cansancio de una extensa jornada de alegatos de la defensa, agrega que “es un juicio que llega después de 12 años de la denuncia, y ya habiendo atravesado tres meses desde el comienzo”. Además, la mamá de Luna cuenta: “Para nosotras ha sido un proceso realmente muy largo, muy doloroso. Nos merecemos el comienzo de una vida en la cual nos podamos dedicar a la reparación y el descanso, o a lo que deseemos. Espero que él empiece a cumplir la condena al finalizar este juicio”. “Siento profundo agradecimiento hacia todas las personas que nos acompañaron todo este tiempo y confío enormemente en que este juicio servirá para abrir otras tantas puertas a instituciones y compromisos que impacten sobre políticas públicas en relación al acompañamiento a otras madres protectoras y niños, niñes, niñas víctimas de abuso sexual en la infancia. Porque Luna es una más de las tantas niñas y niños víctimas que requieren ser acompañadas y que necesitan justicia”, agrega. Y se va Yama. Dice que a descansar. Quizás a seguir pensando en ese momento reparador que está tan cerquita.

Hoy iba a declarar Luna, una joven de 17 años que denunció hace diez a su progenitor abusador. Sin embargo, la comparecencia en Cámara Gesell fue suspendida por una fractura ósea de la abogada del denunciado. (Por La Retaguardia)📝 Texto 👉 Rosaura Barletta 💻 Edición 👉 Fernando Tebele 📷 Foto 👉 Melisa Abril “Los bombos sonaban adentro”, dijo, risueña, Yama Corín al salir de Tribunales. No es que hoy sea un día que dé mucho para reírse, son momentos, breves, mayormente miradas cómplices con alguna compañera. Yama se ríe bastante, incluso en actividades vinculadas a la temática que la impulsa, le duele y la atraviesa, que es el abuso sexual en la infancia. Pero la jornada empezó con una mala noticia. Luna, su hija, que tenía que declarar en Cámara Gesell, después de diez años, en el marco de la denuncia a su progenitor abusador, hoy no sería escuchada por el poder judicial. Como siempre… Sólo que hoy iba a ser el día en que sí,  Luna, ahora una chica de 17, iba a ser escuchada por el poder judicial. “Escuchen a Luna”, la frase más sintética, escrita en afiches pegados frente a los Tribunales de Morón, dirigidos al Juzgado de Garantías Nro. 1 (a cargo de Alejandro Horacio Lago) y la Fiscalía Nro 7 (a cargo de Matías Rappazzo). El día era hoy, pero no fue.Luna denunció a su progenitor abusador hace casi diez años. Él, al momento de la denuncia, militante de Izquierda Socialista, es protegido por el partido hasta hoy. El último pronunciamiento público al respecto es de Laura Marrone, dirigente de la organización: “Son mentiras o equivocaciones”, “Jamás existió un proceso en el que se le dé curso a la denuncia realizada contra nuestro compañero”. Lo dijo en la marcha de Ni Una Menos en 2016. Antes de eso, la organización de mujeres Mundanas y Yama habían sido declaradas “enemigas” de Izquierda Socialista por sostener la denuncia de Luna. El partido lo anunció en un boletín interno del año 2015 que se filtró y trascendió, en el que también esgrimen que su Comisión de Moral analizó el caso, y consideraron que las pruebas evaluadas no eran suficientes. “El caso está cerrado en la Comisión de Moral y por lo tanto en el partido” (Sic). Si bien nunca hubo una retractación pública ni privada hacia las denunciantes, ahora hay rumores extraoficiales de que el denunciado no participa más en Izquierda Socialista. No trascendieron las razones, tampoco ninguna aclaración oficial del partido respecto de si es así ni retractación alguna por la conducta de defensa activa del denunciado sostenida durante los siete años posteriores a la denuncia de Luna.En el poder judicial, el expediente pasó los primeros tres años encerrado en un entramado burocrático respecto de la competencia jurisdiccional de la investigación. Hoy era el día en que Luna tenía que ser escuchada. Casi diez años después, había llegado el día. Luego de meses de una serie de nimiedades técnicas que hacen las veces de dilatación burocrática y garantía de impunidad, recursos que la defensa del abusador aprovechó, hoy era el día. Al abusador lo defiende la abogada Patricia Anzoátegui. Es asesora legal de la organización Mujeres Sanas, que sostiene que hay una “mafia e industria” de las falsas denuncias de violencia de género y defiende la falsa teoría del Síndrome de Alienación Parental (SAP), la estrategia por excelencia de los abusadores, que convierte al denunciado en víctima y a las denunciantes en victimarias. Esta teoría plantea que las mujeres madres pueden ‘programar’ las mentes de les niñes para impulsar denuncias falsas. Fue creada por Richard Gardner, un pedófilo confeso, carece de todo aval científico y está desestimada por la comunidad de la salud mental en su conjunto. Anzoátegui sostuvo en una entrevista sobre la labor de su organización, que los Tribunales de Familia deben aggiornarse a la realidad de que “quien convive con el niño le enseña al niño a no querer a su padre, les van inculcando ese odio que ellas sienten, y el niño cuando va a la Cámara Gesell siempre dice lo mismo, ‘no quiero ver a mi papá’, y el juez no se da cuenta de que ese chico fue inducido”. Mujeres Sanas, además, se posiciona en contra del aborto legal, seguro y gratuito. Para conseguir la suspensión de la Cámara Gesell en la que Luna iba a declarar hoy, Patricia Anzoátegui esgrimió razones de salud que le impedían presentarse. Lo acreditó con un certificado por un hueso roto que data del 9 de diciembre de 2019. El poder judicial le concedió la cancelación. Luna tiene 17 años, y la Cámara Gesell es un derecho que tiene antes de los 18, de declarar en un lugar a resguardo, con un/una perito profesional de la salud que hace todas las preguntas necesarias para conocer los hechos en detalle. Así, los dichos de Luna en ese contexto son los que se analizan en el juicio. Ese es el recurso que permite evitar la revictimización que implicarían las preguntas de la defensa del abusador e incluso la presencia del abusador en el momento de la declaración. La revictimización sucedió igual. Luna, después de diez años, se preparó para enfrentar el recorrido más minucioso y detallado de todos los hechos que denuncia, pero sin ninguna notificación formal de por medio, su defensa supo, de casualidad, ayer a mediodía, que la Cámara Gesell programada para hoy estaba cancelada. Por el hueso roto de Patricia Anzoátegui. “No es condición sine qua non que la defensa esté presente”, aclaró Marina González Rodríguez, abogada de Luna.La organización Mundanas había convocado a acompañar y abrazar la declaración de Luna frente a los Tribunales de Morón, y la concentración se sostuvo. Ahora había que ir a exigir una nueva fecha, sin conceder por un segundo el derecho que Luna tiene irrefutablemente: declarar en Cámara Gesell. “Necesitábamos que Luna fuese acompañada porque iba a declarar después de diez años. Esta es una causa más de las tantas que duermen en los juzgados. Los juzgados