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La Retaguardia

El fallo contra Luna, contra Yama y contra todas las madres protectoras

Por LR oficial en abuso sexual en la infancia, Género y Diversidad, Luna

Después de la absolución de Hernán González Rizzi, acusado por abusos sexuales reiterados, el colectivo Justicia para Luna afirmó que el mensaje disciplinador del fallo fue claro. “Es contra Luna, contra las niñeces y adolescencias, contra les sobrevivientes que se atrevan a hablar de la violencia que padecen y que padecieron, es contra Yama y contra todas las madres protectoras. No denuncien, porque la búsqueda de justicia será un calvario, porque vamos a investigarlas, peritarlas, acusarlas, invirtiendo totalmente la carga de la prueba. Vamos a perseguirlas, a criminalizarlas y hasta privarlas de la libertad como a Delfina”. “Seguimos de pie”, afirma el comunicado que publicaron en redes cuando se dieron a conocer los fundamentos de la absolución.

Después de una lucha de 12 años y un proceso de juicio oral de más de 3 meses, la Justicia decidió absolver a Hernán González Rizzi por el delito de abuso sexual agravado contra Luna cuando era una niña, entre sus 6 y 9 años. “No vamos a ocultar el profundo dolor que sentimos, el dolor nos hace humanas. Ellos gozan con nuestro dolor, quienes festejan este fallo, son perversos y perversas. Aunque las victorias no vengan, prefiero quedarme en este lugar, de este lado. Vamos a seguir abrazadas, luchando”, afirmó Yama Corín, militante feminista y madre protectora de Luna, en una conferencia de prensa que se realizó pocos días luego del veredicto en el salón Blanco del Congreso de la Nación, y en la que participó La Retaguardia. 

El juicio, que comenzó el 8 de agosto, fue acompañado por la Agrupación Feminista Mundanas, organizaciones políticas, sindicatos, organismos de derechos humanos y referentas como Nora Cortiñas y Nelly Minyerski. El 21 de noviembre pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal N°15 conformado por Virginia Sansone, Adrián Martín y María Elisa Gaeta decidió absolver a Hernán González Rizzi a pesar de las pruebas, los testimonios y los peritajes. Pero Luna y su mamá, Yama Corín, aseguran que la lucha por justicia que comenzaron hace 12 años no termina.

“Fue inesperada la absolución dictada por el Tribunal. Quiero destacar el testimonio de Luna, que con solidez y solvencia pudo contar los hechos que había vivenciado y había padecido. Y a pesar de eso el Tribunal desoyó y absolvió. La convicción que se nos había formado a lo largo del debate es que había elementos contundentes para condenarlo. La lectura que nosotras hacemos es que hay un cambio de época y que se empieza a plasmar en las sentencias que van tomando los jueces”, expresó Marina González, una de las abogadas de Luna, al referirse al sorpresivo resultado del proceso.

Luego de conocer los fundamentos de la absolución, el colectivo Justicia para Luna expresó su preocupación en una publicación en redes sociales.  “El tribunal conformado por Virginia Sansone, Adrián Martín y María Elisa Gaeta nos hizo llegar los fundamentos de la absolución a Hernán González Rizzi. En un escrito de más de 1000 páginas, con transcripciones de declaraciones e interpretaciones, definen centralmente otorgar al imputado el “BENEFICIO DE LA DUDA”. Esto implica de hecho descreer de la veracidad del relato de luna y desconocer a peritos, psicólogas y testigos que aportaron sus declaraciones en el juicio. Consideramos que la fiscalía contó con los mismos elementos probatorios que fueron desplegados a lo largo de las audiencias y pudo fundamentar técnicamente su acusación solicitando 15 años de condena, por lo cual este fallo se posa sobre un sesgo ideológico profundamente patriarcal que rechazamos profundamente y seguiremos batallando en este caso, apelando a Casación y en las calles por una justicia que de una vez por todas escuche a las víctimas y condene a los abusadores. Seguimos de pie”.

En la conferencia de prensa, Corín destacó: “Tuvimos el apoyo de muchísimas organizaciones de diferentes arcos políticos, y esto para mí es un orgullo enorme. Pudimos confluir de un modo respetuoso y amoroso que da cuenta no solo de la convicción y exigencia por el pedido de justicia para Luna, sino de como marcamos en la agenda la lucha contra el abuso sexual en las infancias en sectores que a lo mejor este tema no estaba”. 

Con una bandera que decía Familiares y Amigxs de Luna y Yama que colgaba de la mesa, la conferencia de prensa cerró con un agradecimiento “a quienes han acompañado a esta lucha que lleva más de 12 años”, y con un reflexivo relato del proceso judicial: “Llegar a la instancia de juicio oral fue una carrera de obstáculos. Un permanente ejercicio de la crueldad y la revictimización que tanto veces hemos denunciado desde los feminismos por parte del aparato judicial, y de las instituciones del estado que supuestamente deberían garantizar el cuidado de las niñeces y de las madres protectoras partiendo de entender y abrazar el dolor que implica atravesar una situación como la del abuso sexual en la infancia”. 

Además, afirmaron: “Esta red amorosa de cuidados la fuimos tejiendo entre las organizaciones, compañeras, compañeres, de las más diversas procedencias políticas, gremiales, sociales.  Y así llegamos a la instancia de juicio oral en el mes de agosto. Y así sostuvimos en la calle el aguante colectivo en cada una de las trece audiencias los 3 meses que duró el juicio que se extendió de una manera inusitada por las maniobras de la defensa, a cargo de Patricia Anzoátegui, reconocida defensora de pedófilos, directora del Observatorio contra las Falsas Denuncias que apuntó desde el principio a un cambio de gobierno más favorable. Y al tribunal integrado por Virginia Sansone, Adrián Martin, María Elisa Gaeta que dejó correr esas maniobras dilatorias. Debemos decir, que aun atravesadas por el dolor más profundo, que la maniobra funcionó, que no existe ninguna otra explicación que justifique el aberrante fallo absolutorio de Hernán González Rizzi que no sea este cambio de época, este presente oscurantista y reaccionario que se cierne sobre nosotras y nosotres. No porque antes no existiera la impunidad para los abusadores, la desprotección a las madres protectoras, o la vulneración de los derechos a las niñeces, sino porque en este caso en particular contábamos con un elemento que no se da habitualmente, la acusación del fiscal Guillermo Morosi que pidió una condena de 15 años para el abusador”. 

«El tribunal desoyó a la querella representada por las maravillosas abogadas de Luna y Yama y también al alegato del fiscal que tuvo perspectiva de género, de niñez y calidad humana. Fue el único en aportar algo de reparación desde el aparato judicial al considerar a Luna por primera vez como ser humano con derecho a que su voz sea oída ni más ni menos que eso”, agregaron.

Por último, afirmaron que el fallo tiene un tono aleccionador. “El mensaje de este fallo es claro: es contra Luna, contra las niñeces y adolescencias, contra les sobrevivientes que se atrevan a hablar de la violencia que padecen y que padecieron, es contra Yama y contra todas las madres protectoras. No denuncien, porque la búsqueda de justicia será un calvario, porque vamos a investigarlas, peritarlas, acusarlas invirtiendo totalmente la carga de la prueba. Vamos a perseguirlas, a criminalizarlas y hasta privarlas de la libertad, como a Delfina, para quienes exigimos libertad, pero es también un mensaje disciplinador para todas nosotras y nosotres. Para los feminismos, vienen por nosotras, por los derechos conquistados, por las redes de acompañamiento, por nuestra organización, por los lazos de solidaridad que hemos construido en estos largos años en que nos hicimos marea y nos atrevimos a cuestionarlo todo. Desde la mesa de justicia para Luna, que entendimos todo, que entendimos el mensaje. Pero que no festejen de antemano, que acá no se rinde nadie, que no pasarán”.