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El jueves se realizó  una nueva Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Fue la número 41. Hubo una mesa sobre los juicios, y muchas otras luchas reflejadas en la propia voz de quienes acompañaron a las Madres. La Retaguardia participó de la radio abierta con transmisión en vivo junto a FM La Tribu, Canal Abierto, La Colectiva Radio y Radio Sur. Te mostramos algunos de los momentos más destacados en este fotoinforme. (Por La Retaguardia) 📷 Fotos: Nicolás Rosales/La Retaguardia

Pensar el significado de las palabras Memoria, Verdad y Justicia. Desde El Dipy al obispo Castrense Monseñor Olivera. El pedido de reconciliación 2021 y la prisión domiciliaria para los genocidas sin escuchar a las víctimas del terrorismo de Estado. Los pañuelos de las Madres y el llamado a la sociedad del sobreviviente Walter Docters. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Diego Adur 🎤 Entrevista: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: La detención de Eduardo Ascheri tras haber sido condenado a cadena perpetua en el juicio Contraofensiva (Natalia Bernades/ Archivo La Retaguardia) El icono artístico del macrismo, míster El Dipy, tiene un programa en Radio Rivadavia donde saca a pasear su filosofía de vida. El primero de julio dijo que los militares “se equivocaron un montón, han hecho un montón de cosas, pero se equivocaron un montón”, fue su punto más alto después de decir que al gobierno había que sacarlo a patadas en el culo. Al programa siguiente resaltó al genocida Alfredo Astiz por sobre Hebe de Bonafini. Difícil analizar el total de sus dichos porque en poco tiempo mezcló muy rápido todo. Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, le contestó con mucha paciencia. Le pidió que piense sobre el significado de las palabras “Memoria, Verdad, Justicia”.  Míster El Dipy eligió otro camino y fue al programa de la provocadora Viviana Canosa, en A24. La conductora sube la vara día a día, se autoexige, aunque no logra superar su performance de tomar dióxido de cloro de una botella de plástico. Canosa fue denunciada por la muerte de un niño de cinco años en Neuquén por ese momento de rating. “Cuando dije que los militares hicieron cosas, la autopista que ella (Estela) agarra para ir por todo el mundo la hicieron los milicos, de obras hablé yo”, dijo míster El Dipy. No hay caso, la lógica actúa de maneras misteriosas y debe ser como decía irónicamente Osvaldo Bayer, Hitler mató millones de judíos, pero hizo autopistas y le dio trabajo a todo el mundo.  Pensar el significado de las palabras “Memoria, Verdad y Justicia” no es un ejercicio solo para míster El Dipy. El consejo le cabe también a algunos políticos de Juntos por el Cambio y otras faunas autóctonas que hacen comparaciones numéricas entre los 30 mil desaparecidos y desaparecidas y las personas  fallecidas por Covid. El último 9 de Julio, en esas marchas de consignas amplias donde prima la utilización de los símbolos patrios para autoproclamarse  como únicos herederos de Argentina y con una notoria pertenencia política partidaria, nuevamente fueron vandalizados los pañuelos de las Madres que están alrededor de la pirámide en la Plaza de Mayo. Las pintadas hacían alusión al número de muertos por la pandemia en nuestro país.   Asuntos más sagrados El 17 de junio el Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera, se dirigió por carta a los sacerdotes del vicariato. Recordó escritos del Papa Francisco, ex Jorge Bergoglio, al tiempo que pidió por la prisión domiciliaria para los genocidas de la última dictadura cívica, militar, religiosa.  El texto del Papa Francisco es  “Caminos de Reencuentro” Encíclica Fratelli Tutti, que luego de meditar en voz alta sobre paz, memoria, verdad, justicia y venganza, dice: “La verdad no debe, de hecho, conducir a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón. Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos”.   “¿Quién no puede sentirse conmovido e interpelado en nuestra querida Argentina?” se preguntó Olivera en su insistente peregrinar por reconciliación.  En su Encíclica, el Papa Francisco también se refirió a la pena de muerte y a la cadena perpetua: “Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad están llamados, por lo tanto, a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal que sea, y en todas sus formas, sino también con el fin de mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad. Y esto yo lo relaciono con la cadena perpetua. La cadena perpetua es una pena de muerte oculta”. Olivera entonces escribió: “Esta situación, tristemente, la vivimos con tantos presos imputados de delitos en tiempos de la dictadura, algunos casos sin proceso, con detenciones preventivas por más de dos años, con edades muy avanzadas, enfermedades y delicados estados de salud. Incluso en este tiempo de pandemia con riesgo sanitario, no se les ha permitido cumplir la detención en forma domiciliaria”. Así, directo, el obispo Castrense. Pero cuando creíamos que lo peor ya había pasado, llegó el cierre: “Que esta Encíclica que nos ha regalado Francisco nos permita crecer como sociedad en amistad y concordia, buscando siempre el bien común en verdad, memoria y justicia”. Santiago Olivera, el Obispo para las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad de la República Argentina, estuvo pensando en el significado de las palabras Memoria, Verdad y Justicia, pero la hostia le cayó del lado de la impunidad.  Escuchar a las víctimas Otorgar el beneficio de prisión domiciliaria a detenidos por crímenes de lesa humanidad es algo que viene en aumento desde 2015,  más de la mitad están en su casa. Algunos incluso la conservan después de salir a pasear sin autorización o pese a haber estado prófugos. En los juicios de todo el país las víctimas piden lo mismo: cárcel común, perpetua y efectiva. Cuando en 2017 la Corte Suprema de Justicia decidió acelerar el proceso de impunidad favoreciendo a los genocidas con el 2×1, el repudio de la sociedad fue enérgico. Con los pañuelos de las Madres en alto se realizaron movilizaciones en toda Argentina y en el extranjero. El Congreso aprobó una Ley para evitar su aplicación. El máximo Tribunal volvió a sacar las cuentas; ahora el resultado le daba rechazo multitudinario y dio marcha atrás.  “Revocar las prisiones domiciliarias otorgadas a los imputados y ordenar sus traslados a cárceles del Servicio Penitenciario Federal” ordenó el 10 de junio de este año el 

La actual interventora de los servicios de inteligencia, Cristina Caamaño, recibió ayer por la mañana a Carlos Lordkipanidse y Carlos Loza, integrantes del Encuentro Militante Cachito Fukman. Fueron en representación de miles de firmas que apoyaron un petitorio entregado al presidente Alberto Fernández el 3 de diciembre pasado exigiendo la apertura de archivos de los años del genocidio. Les mostraron varios muebles con fichas, entre ellas una de espionaje, siempre ilegal, al sobreviviente de la ESMA Enrique Fukman, fechada en 1986. El mensaje de Nora Cortiñas para Caamaño. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista y redacción: Nicolás Rosales  📷 Fotos: Natalia Bernades/La Retaguardia 💻 Edición: Fernando Tebele Los dos Carlos caminan con pasos firmes dejando a sus espaldas el fondo de la Casa Rosada bajo un sol otoñal. Uno de ellos es Carlos “Sueco” Lordkipanidse y el otro es Carlitos Loza. Ambos son  sobrevivientes de la perversidad de la ESMA durante el genocidio, e integran el Encuentro Militante Cachito Fukman.  Desde este espacio, habían convocaron a una conferencia al mediodía en la Pirámide de la Plaza de Mayo, que también derivó en charla con La Retaguardia. Lordkipanise y Loza se reunieron ayer a las 11 de la mañana con Cristina Caamaño, interventora de la AFI (Agencia Federal de Informaciones ex SIDE), en la sede de los servicios de inteligencia, apenas a 40 metros de la Casa de gobierno.  La cita es una respuesta del gobierno nacional a una rápida y nutrida juntada de firmas que el EMCF entregó en la Rosada hace algunos meses con la exigencia de la apertura de todos los  archivos de la dictadura.  Al culminar la reunión, en diálogo con La Retaguardia, bajo la sombra de la pirámide, El Sueco, claramente conmovido y algo ansioso por expresar sus primeras sensaciones dijo: “Nosotros vinimos acá con una premisa clara que es la que se manifestó en el petitorio que le habíamos presentado previamente al Presidente Fernández, que como ya se sabe nos mandó a contestar en primera instancia por el Secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, con una respuesta absolutamente insuficiente. Por lo tanto presentamos una nota, y en lo que consideramos un salto cualitativo, nos llamó la interventora y nos citó en la AFI. Si bien no nos agradó, concurrimos a la cita. Respecto al petitorio presentado exigimos saber el paradero de los desaparecidos, los lugares donde estuvieron detenidos, quiénes son los responsables, y dónde están los niños y niñas apropiados”. En referencia a la respuesta recibida contó: “Ellos tienen esto que han encontrado que son los famosos archivos, y que nos mostraron. Son tres muebles grandes, de un conjunto de trece en total, o sea que faltan diez. Nos dijeron que supieron de estos faltantes por unas fotos viejas que encontraron. La pregunta que nos hacemos es, ¿dónde está la información faltante? Por ahora no sabemos”. Por otro lado hizo referencia a ciertas limitaciones burocráticas: “La información que ellos nos brindaron a nosotros fue de carácter personal. Lo que quiere decir que tiene que venir una víctima o familiar a buscar su información. No dan información por el cumplimiento de una ley, que desconocemos. Esta respuesta, entre otras cosas, fue la que esperábamos. También les entregamos el petitorio que habíamos hecho en mano y que lo firmaron como recibido. Además nos transmitieron que, a pedido de la justicia, este material está disponible”, y en varias ocasiones fue utilizado en juicios por crímenes de lesa humanidad. Para acceder a esa información personal se puede escribir al correo electrónico informacion.publica@afi.gob.ar El mensaje de Norita para Caamaño En el transcurso de la reunión, El Sueco puso sobre la mesa un mensaje muy especial para Caamaño. “Cuando le conté a Nora Cortiñas que íbamos a venir, me dijo: `Bueno, haceme un favor, cuando hables con ella decile que en la información que le hicieron llegar a Madres de Plaza de Mayo, me encontré con una ficha mía que dice que me espiaron cuando yo estaba entrevistando a una delegación internacional. Decile a la doctora que sé que me han espiado en cada uno de mis pasos, pero que lo que yo quiero saber es el destino de mi hijo”. Hace algunos meses, el gobierno entregó a varios organismos de derechos humanos carpetas de espionaje a sus integrantes. En ese paquete estaba la ficha a la que se refiere Norita. Expediente Fukman Lordkipanidse hizo una pausa, y visiblemente emocionado detalló que le mostraron una ficha con material de espionaje sobre su querido compañero de militancia, Enrique Cachito Fukman, quien falleció en 2016. “Cuando nos muestran el material, que fueron tres personas, uno de ellos me dice: ‘Acá tengo algo que te puede interesar, la ficha de Cachito Fukman’. Que está elaborada en el año 1986, en plena democracia. Se nota que hay una investigación, un seguimiento a él y a un grupo de personas. Investigaron todos los viajes que hizo al exterior, con quien se reunió, donde militaba en esa época”, dijo acongojado como cada vez que pronuncia su nombre. Lordkipanidse dejó ver cierta disconformidad por el resultado de la reunión: “Sigue habiendo una confusión de qué es lo que queremos. Por eso en el petitorio lo dejamos claro”, pero remarcó una diferencia con gestiones anteriores: “Esta administración puso mucho esmero en deslindarse de todas las administraciones anteriores en función de la tenencia de este material, y que el mismo no se haya hecho público nunca. Lo que implica una situación compleja, porque pasaron gobiernos que responden a la línea política, o fueron muy cercanas o iguales a la del actual”. Carlos Loza agregó: “Además de los archivos metálicos como los mencionan, está el álbum de fotos que estaba ahí adentro en un armario, que salió en los medios. Y en el altillo encontraron material deteriorado, sucio, viejo, comido por ratas. Lo que nos dijeron además, es que ellos no tienen otros archivos; y que los que están, los están digitalizando. Nos entregaron una carpeta sobre este trabajo que vienen haciendo”. Por último, ambos coincidieron en una misma sensación: perciben que se

El 30 de abril de 1977, un grupo de 14 mujeres se citaron en la Plaza de Mayo, frente al monumento a Manuel Belgrano, bien cerca de la Casa Rosada. Pretendían que las atendiera el dictador Jorge Rafael Videla. Clamaban por la aparición con vida de sus hijas e hijos. No sabían, entre tanto dolor, que estaban haciendo historia.

La caravana convocada por el Sitio para la Memoria ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Pozo de Quilmes pasó por la puerta de la casa del ex médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Bergés, quien pese a sus condenas por crímenes de Lesa Humanidad, goza del beneficio de la prisión domiciliaria en la localidad de Quilmes. “¿Dónde está Rosita?”, fue la consigna que las y los militantes exhibieron frente a su domicilio el 24 de marzo. El cartel colgado en la persiana de su casa llamó la atención. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Fernando Tebele Al lado del cartel celeste de la empresa de seguridad privada hay otro cartel, blanco y con letras negras: “ES BUENO ESTAR EN CASA”. Cualquier transeúnte podría pensar que desde esa ventana proponen cuidarse del Covid-19, pero no. Se trata de un mensaje siniestro de impunidad. Porque en esa casa de rejas verdes vive un torturador, violador y ladrón de bebés, el ex médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Bergés. El 22 de Mayo de 2001, por ordenanza municipal “para perpetuar la memoria de los desaparecidos durante la represión”, la calle donde Bergés actualmente goza de la prisión domiciliaria cambió de nombre y pasó a llamarse “Madres de Plaza de Mayo”. Sin embargo la casa conserva dos placas con el nombre incorrecto: “Magallanes 1441 ex 723” y “Magallanes 723”. El 24 de marzo, desde el consejo del Sitio para Memoria ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Pozo de Quilmes, realizaron una caravana recorriendo el territorio. Unieron en su recorrido los Sitios de Memoria, ex centros clandestinos como El Infierno de Avellaneda, Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes, actualmente en juicio, en el que Bergés ha sido ya varias veces reconocido por sobrevivientes. También fueron hasta Temperley, en el Barrio San José, recordando la Masacre de Pasco, ocurrida el 21 de marzo de 1975 a manos de la Triple A.  En Quilmes pasaron por la Comisaría 3ª que “durante el Rerrorismo de Estado albergó prisioneres ilegales” y por la Comisaría  1ª, que tuvo “detenidas ilegales en cautiverio” y donde “cuatro jóvenes fueron torturados y asesinados” en 2004, informaron desde el sitio en la invitación a la actividad. En un tramo del recorrido, pasaron cerca de la casa del represor y se realizaron una serie de intervenciones, como repintar el nombre de la calle Madres de Plaza de Mayo.  Rosita Una militante de la caravana bajó del auto y comenzó a tirar volantes y mariposas de papel para el otro lado de la reja verde de la casa del represor Jorge Bergés. A los pocos segundos, “Como a los nazis/les va a pasar/adonde vayan los iremos a buscar”, era el retumbar que sobresalía en las gargantas y la pregunta: “¿Dónde está Rosita?” atravesaba el viento en cartulinas blancas. Durante la actividad no solo se identificó el domicilio del torturador, violador y ladrón de bebés nacidos en cautiverio, también se repintó el nombre de la calle, se colgaron pañuelos blancos en los árboles y se habló con los vecinos y vecinas.   Viviana Buscaglia, del Colectivo Quilmes Memoria Verdad y Justicia, contó a La Retaguardia la historia de Rosita, una beba robada por el ex médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires: “El caso de Rosita es emblemático para Quilmes. Cuando en diciembre del 1976 secuestran a Silvia Mabel Isabella Valenzi la llevan al pozo de Quilmes, en febrero de 1977 la reconoce María Kubik Marcoff, que estaba presa ahí y tenía a su hija también ahí, ella dice que estuvo con Silvia y que estaba embarazada. El 2 de abril la llevan a Silvia a parir al Hospital de Quilmes y atiende el parto el Doctor Blanco. Da a luz, la trasladan, y del Pozo de Quilmes la llevan al Pozo de Banfield. Silvia cuenta que había dado a luz estando en cautiverio en el Hospital de Quilmes y las presas que estaban ahí no le creían. La última vez que se la ve a Silvia es a fines de abril, y está desaparecida”. Quien llevó a Silvia a parir al Hospital de Quilmes fue Bergés, en ese momento médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.   “El 2 de abril nace Rosita, la hija de Silvia”, retoma Buscaglia, “el Doctor Blanco lo echa a Bergés y Silvia puede contar que estaba secuestrada.  La partera era Norma Brola. Anotan en el libro de partos que había nacido Rosita y después lo tachan, lo borran, ese libro está en la Justicia”. La enfermera Generosa Fratassi y la partera María Luisa Martínez, trabajadoras del Hospital, se van a poner en contacto con la familia de Silvia para avisarles del nacimiento de Rosita. “No estaban de guardia en ese momento y al día siguiente, cuando van a trabajar, se enteran de que Bergés había traído a esta parturienta y que la beba no estaba en neonatología. Silvia y la beba habían desaparecido”.  Martínez y Fratassi escriben una carta a máquina de escribir y Emma Salas de Ciavaglia la deja en el correo con remitente anonino, así “avisan a la familia de Silvia que estaba viva, que había dado a luz en el Hospital de Quilmes una niña y le había puesto Rosita”. Fratassi y Martinez son secuestradas, “se las vio en Vesubio”, y sus cuerpos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.   “Por eso cada vez que hacemos una campaña de visibilización de que Bergés está cumpliendo prisión domiciliaria, para los y las quilmeñas, la pregunta es: “¿Dónde está Rosita?”, además de todos los bebés que este genocida se apropió”, concluyó  la integrante del Colectivo Quilmes Memoria Verdad y Justicia. 

Entre las actividades a 45 años del golpe de Estado, La Retaguardia participó de una movida cultural en el CuSam de la Unidad Penal 48 de San Martín. Compartimos la crónica de un día de libertad entre los muros. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Diego Adur 📷 Fotos: Mauro Martínez/Julián Bouvier/Lorenzo Dibiase Este 24 de marzo fue sin dudas especial. La pandemia de Covid-19 obligó a dividir las distintas actividades: se realizó una transmisión especial con las Madres, de manera virtual; se marchó en la Plaza de Mayo; se plantaron árboles en plazas y espacios de todo el país. Las formas de manifestación en nombre de la Memoria, por la Verdad y la Justicia fueron muchas. Otra actividad, de la que participó La Retaguardia, la realizaron las personas privadas de su libertad en la Unidad 48 del Penal de San Martín, en la Provincia de Buenos Aires. Allí funciona el CuSam (Centro Universitario San Martín), donde las pibas y los pibes se encuentran y construyen un espacio de libertad. “Acá somos libres”, se escuchaba cada vez que alguien agarraba el micrófono. Es emocionante imaginar lo que significa ese lugar para personas privadas de su libertad, que sienten que, luego de recorrer diferentes unidades a lo largo y ancho de la Provincia, son libres por un rato Hay un edificio principal, emplazado en un lugar verde, no muy grande, pero lleno de actividades y de vida. Allí funcionan una biblioteca, la “Juan Gelman”; una sala de computación, la “Paulo Freire”; una sala de música; aulas para las cursadas de las materias de la Universidad; y también funcionaba una radio hasta hace algunos meses, Radio Mosquito. En octubre del año pasado, durante una protesta de los internos, la policía reprimió brutalmente el penal y terminó por destruir parte del CuSam. La sala de música y la radio son las que más lo sufrieron. Instrumentos musicales y elementos de la radio fueron destrozados. Los pibes aseguran que Radio Mosquito pronto volverá a sonar. No piensan permitir que nadie les robe la voz. En las afueras del edificio hay una pequeña casilla con un horno, donde se producen artesanías en cerámica. En otro lado, una huerta, con ganas de convertirse en agroecológica. Todo esto gestionado por las pibas y los pibes del CuSam, y acompañado por coordinadores de la Universidad de San Martín, muchos de ellos presentes durante la actividad. La actividad central se realizó en el patio del CuSam. El día lo ameritaba. Las sillas se colocaron frente a la entrada del centro universitario. El piso de cemento que anticipa la entrada al edificio hacía de escenario, con varios micrófonos, equipos de sonido, una batería e instrumentos musicales esperando a ser utilizados. Los pañuelos de las Madres y Abuelas bailaban al son del viento, colgados de una media sombra que amenizaba el sol. En una de las paredes del CuSam estaban las imágenes de las y los desaparecidos de San Martín. Y había también un hueco en la tierra, que invitaba a sembrar memoria. Toda la decoración y la escenografía de la jornada fue armada y montada por las y los pibes.  A eso de las 11, Abel Díaz, integrante del Centro de Estudiantes del CuSam “Azucena Villaflor”, tomó el micrófono y dio la bienvenida a las muchas personas invitadas a compartir esta jornada. Invitó a sentarnos, recordó que hay que tener puestos los barbijos y arrancó con la lectura del comunicado. Un comunicado lleno de memoria activa, que planteó la lucha por la justicia de ayer y también de hoy. Que habló de los y las 30.000, pero también de Johana Ramallo y de Luciano Arruga. Que denunció la violación de los derechos humanos tanto adentro, como afuera de los penales. Pero que, además, recordó a las personas desaparecidas con mucha vida, con ese amor a la militancia, a la construcción de un mundo más justo, a las artes, las lecturas. Y eso fue algo que rondó por toda la jornada: aun sabiendo que el 24 es un día de reflexión y de memoria, todo estuvo rodeado de alegría, arte, risas, baile y música.  Luego pasaron por el micrófono Daniela Gaona, familiar de desaparecidos/as; Leonardo Grosso, diputado nacional por el Frente de Todos; Mariel Fernández, intendenta de Moreno; algunos integrantes del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires; Carlos Greco, rector de la Universidad de San Martín; Silvana Ortíz, integrante del Centro de Estudiantes del CuSam; entre otros/as. También tuvimos la posibilidad de tomar la palabra desde La Retaguardia para contar acerca de nuestro trabajo en materia de derechos humanos.  Más adelante, se entonaron las estrofas del himno nacional argentino y luego, se pasó a uno de los momentos más emotivos de la jornada: la plantación de un árbol de paltas en el patio del CuSam.  La música empezó a sonar en las manos de los “Sale $500” la banda de los pibes del CuSam. “Sale $500, porque acá adentro todo sale $500”, dijo Mauro, uno de los integrantes, entre risas. Se cantó por las y los desaparecidos. Se cantó por la desigualdad. Se cantó por un mundo más justo.  Le siguieron las rimas del Patón Argüello, rapero, liberado del CuSam. “Sueñen alto que a veces los sueños se hacen realidad”, repitió más de una vez a quienes hoy continúan privados/as de su libertad. Al terminar, llegó otro momento muy emotivo, de lágrimas y pieles de gallina: la obra de teatro gestionada por los y las pibas del CuSam: “Sobrevivientes”. Fueron unos 15 minutos para reflexionar sobre la atrocidad de la violencia militar en los 70 y también acerca de la violencia policial de hoy. Como si estuviéramos en un jueves cualquiera de la vieja normalidad, a eso de las 15.30, en la Plaza de Mayo, la obra cerró con un fuerte: “30.000 compañeros detenidos desaparecidos: ¡Presentes! ¡Ahora y siempre!”. Mientras por las mesas circulaban sanguchitos de miga y empanadas, continúo la música a manos de otro rapero, Hugo Paez, “el expresante”,  hijo de desaparecidos/as. Estaba muy nervioso

Este 24 de marzo, a 45 años del golpe, las Madres llegaron a la Plaza de Mayo a través de la pantalla de los medios comunitarios. Ahí las esperaba el pueblo para abrazarlas, una vez más, y para siempre. (Por La Retaguardia) 📷 Fotos: Natalia Bernades/Virginia Chaile/Bárbara Barros

La integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora murió el pasado miércoles 10 de febrero después de una vida de lucha contra la última dictadura cívico militar, para conseguir justicia por los 30000. Aurora era madre de Elena Pedrini, quien junto a su compañero José Daniel Bronzel, fue asesinada en la Masacre de Fátima en 1976. Margarita Noia, hija de la recordada Pepa Noia, también madre de Plaza de Mayo, escribió este texto para despedirla. Esta foto de Gonzalo Martínez transmite el infinito coraje de Aurora, en este caso, enfrentando a la Policía Montada en diciembre de 2001. (Por La Retaguardia) ✍️ Texto: Margarita Noia 💻 Edición: María Eugenia Otero 📷 Foto: Gonzalo Martínez Con mucha tristeza nuevamente nos tenemos que despedir de una Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en este caso es nuestra querida Aurora Morea.  Aurora sufrió la desaparición de su hija Susana Elena Pedrini, embarazada de dos meses y de su yerno José Daniel Bronzel  el 27 de julio de 1976 y asesinados el 20 de agosto de ese mismo año en la masacre de Fátima, partido de Pilar, provincia de Buenos Aires.  A través de su lucha pudo recuperar los restos de ambos, que fueron Identificados por el EAAF, en 1999 Susana y en 2000 José. El dolor fue inmenso, pero Aurora no abandonó su lucha por Memoria, Verdad y Justicia. Quería que todos los culpables fueran de por vida a una cárcel común.  Aurora es otra de nuestras Madres Coraje. Su hija Noemí Pedrini, que estuvo hasta último momento acompañándola, en su despedida dice: “Querida mamá… todos te están esperando con los brazos y sus corazones abiertos. Son tantos los que te reconocen y te aman…” “así en el Cielo como en la Tierra”. Para los que quedamos acá, esta es la etapa en que tenemos que aprender a ser Luz en la Tierra. Guíennos, ilumínennos. Gracias, gracias, gracias infinitas por todo❤️💜💚” 

Ayer, luego de la que sería la Ronda de las Madres, amigos, amigas y familiares del Negro Raúl Negro Fernández, “El Indio”, se convocaron para realizar un homenaje a tres semanas de su fallecimiento. Compartimos fotos de la jornada y un breve texto. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Eva González 📷 Fotos: Virginia Chaile 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero La convocatoria se hizo a través de un flyer que circuló en redes sociales y así se generó este encuentro. Llenaron el aire de la Plaza de Mayo con baladas, chamamé, mucha poesía, anécdotas, audios de Whatsapp, y la voz del Negro abrazó a todos y todas. Su hija, Daniela, viajó desde Salta y compartió un relato familiar. En la casa de su abuelo, cuando Raúl era pequeño, su padre plantó un árbol que regaba a diario frente a la incrédula mirada del niño, quien se sorprendía de que esa planta pudiera convertirse en árbol. En la actualidad, su sombra alberga a los y las artistas que concurren a la Peña de la calle Balcarce, una de las más frecuentadas de esta ciudad norteña. Carlos ”Sueco” Lordkipanidse habló del compromiso y la militancia del Negro. Recordó su colaboración y apoyo desde la creación del Encuentro Militante Cachito Fukman, y las ideas pendientes conversadas entre Adolfo Pérez Esquivel, Raúl y él sobre la continuidad del trabajo de las Madres en defensa de los Derechos Humanos. Es este punto, es inevitable nombrarlo como el amigo imprescindible del maestro Osvaldo Bayer. Desde lo personal me quedo con tres fotos de sus encuentros: preparando el cuello impecable de la camisa de Osvaldo en su cumpleaños 90. La alegría de cantar, recitar poemas, comer empanadas y beber junto a otros y otras colegas en “El Tugurio” de la calle Arcos. Y la última instantánea: la de la amistad, charlando bajo un paraguas mientras caminan por la porteña placita Alberti y protagonizan “la” Historia.