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Raúl Guillermo Pascual Muñoz


El virus de la impunidad sigue avanzando. Ayer, terminó con la vida del ex oficial de Inteligencia Alberto Daniel Sotomayor, imputado en la causa por la represión a la Contraofensiva Montonera que se está llevando a cabo actualmente en los Tribunales de San Martín. Desde que comenzó el juicio, en abril del año pasado, es el tercer represor que muere de los nueve  iniciales. Es decir, el 33%. Y al proceso judicial aún le restan varios meses. (Por El Diario del Juicio*)     ✍️ Texto 👉 Martina Noailles y Fernando Tebele  De 72 años, Sotomayor disfrutaba de prisión domiciliaria y sólo aparecía unos minutos en cada audiencia desde Tucumán. Por eso, su rostro es casi desconocido  para las y los familiares de las víctimas que asisten cada jueves a San Martín. El  privilegio de estar en su casa le había sido otorgado en 2019 por los jueces Ángela Ledesma y Guillermo Yacobucci, de la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, a pesar de que Sotomayor había estado prófugo durante más de tres años, entre abril de 2014 y junio de 2017. La domiciliaria es la regla en este juicio, salvo Marcelo Cinto Courteaux, quien se encuentra detenido en prisión efectiva, el resto de los imputados duermen en sus cómodas camas cada noche. Pero no es sólo un problema de esta causa en particular: casi el 70% de los genocidas tienen domiciliarias, según un informe de la Procuracduría de crímenes contra la Humanidad.Según pudo reconstruir El Diario del Juicio, Sotomayor se descompuso en su casa y luego fue trasladado al hospital, donde murió. “Algunas descompensaciones podrían atenderse mejor si los presos de lesa estuviesen en cárceles con servicios hospitalarios al alcance de la mano. Al mandarlos a domiciliaria en muchos casos empeoran su salud. Los jueces tienen que escuchar más lo que aconsejan los peritos de parte cuando son consultados”, señaló Pablo Llonto, abogado de la querella mayoritaria en la causa. Aviso fúnebre publicado hoy en La Gaceta, el principal medio tradicional tucumano. El ex jefe de la Segunda Sección del Destacamento 201 de Inteligencia del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, estaba acusado de 40 homicidios agravados, 43 privaciones ilegítimas de la libertad, 37 de ellas agravadas, y 7 allanamientos. Sus compañeros de promoción del Colegio Militar de la Nación tienen muy buenos recuerdos suyos: son los únicos que publicaron un aviso fúnebre en la edición de hoy del diario La Gaceta de Tucumán. “La Promoción 97 del CMN participa el fallecimiento del querido Camarada. Acompaña a sus familiares en este doloroso momento y pide una oración en su memoria”.Los imputados en este juicio, además de Sotomayor y Cinto Courteaux, son Jorge Apa, Roberto Dambrosi, Raúl Guillermo Pascual Muñoz, Jorge Bano, Eduardo Ascheri, Carlos Blas Casuccio y Luis Firpo. Muñoz y Casuccio murieron el año pasado, sin condena. El juicio continuará este jueves desde las 9 con la declaración de Adela Segarra. *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com

El martes pasado murió Raúl Guillermo Pascual Muñoz, uno de los dos imputados de este juicio que ya fueron condenados a la pena de prisión perpetua por asesinato de Ana María Martínez. Muñoz gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria y había presentado la misma semana pasada un pedido de excarcelación. El imputado fue “homenajeado” por los otros imputados, pero el tribunal decidió quitar el crespón antes de que ingresara la totalidad del público.Las testimoniales fueron tres. Primero declaró un testigo de identidad reservada. Es un ex policía de la bonaerense, que participó de operativos que intentaban identificar militantes para proceder a sus secuestros. El segundo turno fue para Emilio Goya; la semana pasada había declarado su hermano, nieto recuperado. Lo hizo por el secuestro y desaparición de su padre, Francisco Goya. En el cierre de la extensa jornada, fue testigo el sociólogo e historiador Roberto Baschetti, quien reveló cómo accedió a documentos secretos del Ejército.(Por El Diario del Juicio*)  📷 Fotos  👉 Gustavo Molfino📝 Textos  👉 Fabiana Montenegro  👉  Fernando Tebele💻 Edición  👉  Fernando Tebele☝ Foto de Portada: El resto de los imputados decidió “homenajear” a Muñoz con un crespón negro sobre una bandera argentina apoyado en la silla, como puede observarse en la foto. Uno de los imputados lo habría colocado en el lugar antes de comenzar la audiencia. El tribunal pidió que fuera retirado de la sala. Uno de los primeros querellantes en llegar se encontró con la sorpresa y le comentó a otra de las tempraneras: “es muy curioso y simbólico. Nosotros les hacemos los homenajes a nuestros compañeros en las escuelas en las que estudiaron, en las calles que pisaron, frente a las casas en las que vivieron. Colocamos ahí baldosas que hacemos colectivamente, que tienen color, que rescatan sus historias militantes y familiares. Estos tipos realizan sus homenajes en una silla de imputado por delitos de lesa humanidad, porque claramente es el lugar que ocupan en nuestra sociedad hoy”. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ De los 9 imuptados en la causa, 2 están a través de videoconferencias: Sotomayor desde Tucumán y Firpo desde Mar del Plata. De los 7 que venían a la sala de audiencias, ya murieron 2 desde que comenzó el juicio. Blas Casuccio y ahora Muñoz. Sólo quedan en la sala (de izq. a der.) Apa, Dambrosi, Bano y Ascheri. A quienes se sumó más tarde Cinto Courtaux, el único que está en cárcel común. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ Tras las rejas de una ventana, puede observarse cómo se retira caminando libremente Norberto Apa, a pesar de que fue condenado a fines del año pasado a prisión perpetua, por el crimen de la militante del PST, Ana María Martínez, ocurrido en 1982. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ El primer testigo figura en el expediente como de “identidad reservada”, por lo que El Diario del Juicio evita publicar su rostro y su nombre. Habló con dificultad debido a que padece un cáncer de mandíbula. Sin embargo, esto no le impidió testimoniar. Integrante de la Policía bonaerense durante 30 años, fue exonerado. “Una sola cosa no me pudieron sacar: mi dignidad”. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ Entre marzo y abril de 1980, el testigo participó de operativos dirigidos por El Francés, en el que se detenía a micros que venían de Mendoza, Uruguay o Brasil. Los policías (de uniforme) paraban a los micros. Luego, el resto del personal (de civil, siempre) hacía bajar a las personas jóvenes. La documentación que portaban la llevaban hasta uno de los vehículos, donde había una persona secuestrada que bajo tortura era obligada a identificar a algún compañero o compañera. El testigo aseguró que, sabría más tarde, quien estaba en el vehículo era El Pato Ricardo Marcos Zucker. “¿Sabés quién es este?”, le dijeron al policía. “No”, respondió. “Es el hijo de Marcos Zucker”, le confesó su interlocutor.  📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ El testigo también declaró haber visto a La Negra, una chica de unos 30 años, que estuvo en Monte Chingolo y fue teniente del ERP.  Recuerda que en alguna oportunidad “el Francés” le dijo: “ojo con esta, ¿sabés los bifes que se comió?”. También dijo que otra persona le confió: “Están volviendo de a poquito”, en referencia al ingreso de Montoneros por grupos, para la Contraofensiva. Relató que otro día estaban en la Ruta 9 (en Campana) y admitió haber participado de un control de detención de micros que venían desde Brasil y Uruguay. Esta vez, en el auto, había un tal Viñas (Ismael). “¿Y El Pato?”, preguntó el testigo. “Se fue a mejor vida”. Él no entendió el sentido de la frase y le fueron más preciso: “Se fue para arriba. Se fue para el otro lado”. El testigo declaró que en ese momento “sentí impotencia”. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ Emilio Goya declaró por su padre Francisco Goya. Durante su testimonio, recordó su militancia en la organización de extrema derecha católica Tacuara, primero, y luego en Montoneros, en Chaco. Destacó el vínculo de su padre con las Ligas Agrarias y su amistad con el referente de esa organización, Quique Lovey. Él y su hermano mayor –declaró en la audiencia anterior- sabían que su padre había formado una nueva pareja con la que tuvo un hijo, que fue apropiado cuando lo secuestraron junto a su compañera, la mexicana María Lourdes Martínez Aranda. En el 2000, Emilio Goya inició una búsqueda para poder saber más sobre su padre. Recordó, emocionado, su recorrido por las calles de México, guiado por la dirección que figuraba en una de las cartas que recibía desde allí de su padre. Luego de 45 día de búsqueda, dio con la casa y se contactó con Consuelo Martínez, hermana mayor de María Lourdes. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ En 2002, en un viaje a España, consiguió el acta de nacimiento de Jorge Guillermo, su hermano, quien lleva el nombre en honor a dos compañeros de militancia: Guillermo Amarilla y Jorge “Pata” Pared. La búsqueda, cuyo interés era conocer