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Victor Basterra

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Dialogamos con Facundo Trotta, el fiscal de la Megacausa de Córdoba, que se encuentra en etapa de alegatos. El representante del Ministerio Público Fiscal describió las características de la primera causa que juzga al mismo tiempo hechos cometidos antes y durante del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. (Por La Retaguardia)Foto: un sector del ex CCDTyE La Pera (EAAF)A pesar de que se la conoce como la Megacausa La Perla, este juicio abarca los delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención, tortura y extermino La Perla, La Ribera, el Departamento de Informaciones (D2) y distintos destacamentos y comisarías que funcionaron en el interior de Córdoba.Este proceso judicial comenzó en diciembre de 2012 y actualmente está en etapa de alegatos. La fiscalía inició su exposición final en noviembre del año pasado y está previsto que culmine en abril o principios de mayo.“La etapa de alegatos es muy importante para la fiscalía, para el Ministerio Público tener esta posibilidad de dar a conocer sus conclusiones luego de haber pasado 3 años de audiencias. De todos modos, yo siempre digo que el momento más importante en un juicio es escuchar el relato de las víctimas”, expresó el fiscal de la Megacausa, Facundo Trotta, en diálogo con Oral y Público.“Esta causa es conocida en todo el país como la Megacausa La Perla por la sencilla razón de que fue el campo de concentración más grande que tuvimos en nuestra provincia, con la mayor cantidad de víctimas, pero esta causa abarca los centros clandestinos más importantes no solo La Ribera sino también el Departamento de Informaciones y distintos destacamentos y comisarías, con lo cual yo digo que es ‘la’ causa de la nefasta dictadura y el Terrorismo de Estado implementado en Córdoba en un período que va incluso desde el año 1975 hasta 1978, porque nosotros también abarcamos hechos cometidos con anterioridad al golpe. Creo que si uno quiere conocer cómo golpeó la dictadura cívico militar en nuestra provincia con la Megacausa La Perla, como es conocida, uno tiene una visión bien acabada de cómo operó el aparato represor del Estado”, aseguró Trotta.“Hasta ahora hemos tenido juzgamiento de hechos cometidos con anterioridad al golpe –aclaró el fiscal–, pero no de manera conjunta como lo estamos haciendo nosotros en Córdoba. En este caso estamos abarcando precisamente hechos cometidos un año antes del golpe junto con los crímenes cometidos desde el ’76 hasta fines del ’78. En esto sí es una novedad este gran juicio que estamos llevando a cabo en Córdoba”, expresó Trotta ratificando que es la primera causa en la que se juzgan en el mismo proceso hechos cometidos antes y después del golpe de Estado.Respecto al tratamiento que desde el trabajo de la fiscalía se hace de la etapa previa al golpe y de los delitos cometidos ya en dictadura, Trotta explicó que es exactamente el mismo: “nosotros tenemos ya la posición de que el Terrorismo de Estado comenzó mucho antes del golpe y esto queda acreditado en esta causa, obviamente que hay otras causas que también dieron cuenta que los crímenes de lesa humanidad se cometieron con anterioridad al golpe pero lo que se advierte aquí es cómo se dio esa continuidad del terror estatal, de utilizar herramientas, elementos del Estado para cometer crímenes. En este caso es manifiesto, (Luciano Benjamín) Menéndez, que era quien estaba a cargo del III Cuerpo del Ejército, el principal responsable de todos estos crímenes, comenzó a tener responsabilidad a partir de octubre de 1975 cuando asume el control y la jefatura del III Cuerpo, pero ya en marzo veíamos cómo personal militar, vinculado con personal civil; cuya denominación era Comando Libertadores de América, que era la versión de la Triple A en Córdoba, al mando de (Héctor Pedro) Vergez, enviado por el tristemente célebre (José) López Rega; ya estaba abocado justamente con personal del Departamento de Informaciones y bajo las directivas también del interventor (Raúl) Lacabanne, a la comisión de crímenes de lesa humanidad. Los secuestros, torturas y desapariciones en nuestra provincia e incluso específicamente en nuestra ciudad se empezaron a evidenciar mucho antes del golpe”.En este punto de la charla intervino Víctor Basterra, sobreviviente de la ESMA, quien manifestó su aspiración a que la justicia cordobesa se expida, al momento de la sentencia, como corresponde ante este tipo de delitos: “hay antecedentes recientes de comenzar no a liberarlos pero sí a brindarles situaciones de mucha comodidad a aquellos que cometieron crímenes aberrantes. Yo aplaudo, saludo y me congracio con los compañeros, en este caso el compañero judicial, el fiscal, por su trabajo; es cierto que el tema del Terrorismo de Estado creo que se fue estableciendo paulatinamente. Esto era algo que se discutía mucho entre los compañeros, el hecho de si nos estábamos preparando para el golpe, muchos incluso equivocadamente alentaban que hubiera golpe de estado, con ese pensamiento de ‘cuanto peor mejor’, pero nosotros lo estábamos viendo en función de lo que pasaba en Córdoba con el ‘Navarrazo’ hasta lo que vino después, estábamos atentos y casi seguros de que se iba a producir algo sangriento, el problema fue la magnitud que tomó esto, y eso es una cosa que todavía nos sigue sorprendiendo”. El Nabo BarreiroAnte la magnitud de audiencias, víctimas e imputados, resulta inevitable comparar la Megacausa en Córdoba con la ESMA, que también se encuentra en etapa de alegatos. Al respecto, Trotta señaló: “tienen una cierta similitud por la cantidad de víctimas que tienen ambas causas, nosotros hemos superado incluso el número del juicio de la causa XIII (el juicio a las juntas), y eso obviamente lleva tiempo. Nosotros estamos teniendo 3 días de audiencias por semana, alegamos martes, miércoles y viernes. Por el volumen de la causa y la necesidad de analizar cada uno de los hechos, recordemos que el Ministerio Público representa los intereses generales de la sociedad y en esa medida tenemos que darle el trato a cada una de las víctimas y de los hechos que componen esta gran causa, esto

Víctor Basterra, Fernando Tebele y María Eugenia Otero intercambiaron ideas pensando en la impronta del nuevo gobierno en materia de derechos humanos, los indicios que ya ha dado sobre su accionar a futuro y un posible boicot al desarrollo de los juicios. Fue -urante la primera emisión de la 6ª temporada de Oral y Público, el programa sobre los juicios a los genocidas, que se emite por Radio La Retaguardia, (Por La Retaguardia)Foto: Avruj, jurando con una mano, y con la otra… ¿estará trucada? La sacamos de acáQué esperar del macrismo“En la medida en que se desarrollaron los acontecimientos y apuntando a lo que este gobierno había prometido, podemos decir que lo están cumpliendo. En el plazo de 100 días van a hacer muchas cosas y, entre ellas, tratarán de sabotear los juicios. No hay dudas, ya hay indicios, ya hay quienes han desnudado de nuevo la teoría de los dos demonios, ya hay quienes están cuestionando la validez de algunos sentimientos que se han incorporado a la historia argentina con la vieja premisa de que no son 30.000”, advirtió Basterra. El sobreviviente, que integran el staff de Oral y Público, pidió poner atención y difusión a todo lo que se haga en relación a los derechos humanos e hizo hincapié en la importancia de incorporar compañeras y compañeros a un reclamo masivo para sostener los procesos de Memoria, Verdad y Justicia.La denuncia de Basterra fue más allá de las medidas más visibilizadas: “Están desmontando los equipos. El Centro Ulloa (Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos), creo, ya lo están desmantelando. Se ha trabajado ya en la desarticulación de otros organismos de apoyo para los derechos humanos. Hay que estar atentos, porque servía mucho. Yo reivindico al Ulloa, los compañeros eran una fuerte ayuda para los testigos. Todo eso intentará levantarse”. Basterra reflexionó sobre la función que cumpliría ahora el programa Oral y Público: “Surgió de una especie de institucionalidad. Cuando esto se fue diluyendo cuando eliminaron al Instituto Espacio para la Memoria (IEM), el programa siguió y seguirá con la voluntad y el compromiso de los compañeros. Hay un regreso del Estado a la sociedad civil”, dijo, a propósito del apoyo que el Instituto Espacio para la Memoria brindó a La Retaguardia cuando acercamos la idea a Ana María Careaga, quien dirigía el IEM en ese momento. El nacimiento del germen cuestionadorA partir de una frase de Nora Cortiñas en la última ronda de Madres -“Nuestros hijos peleaban para no llegar a un país como este”-, Basterra pensó en qué fue efectivamente lo que movilizó a los movimientos organizados de los ’70: “Hubo muchos factores que nos indujeron a parte de nuestras generaciones, porque son varias. Unos viejos luchadores nos enseñaron desde la base y otros se formaron académicamente. El conjunto de la sociedad, salvo después del terror, acompañó a muchos movimientos sociales, políticos, culturales, que se desarrollaron a la luz de varios hechos”. Repasando la historia, el integrante de Oral y Público recordó algunos hechos motivadores: “Primero, la visión crítica ante la barbarie desde 1955, las dictaduras o dictablandas en 1966, el golpe a Frondizi; que no era santo de nuestra devoción, al menos de muchos de nosotros. De su gobierno se reivindicó la figura de Oscar Alende, aunque tenía puntos oscuros por ser uno de los gobernadores de la provincia de Buenos Aires que más aplicó el plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado). También nos motivaron todas las luchas que se dieron en Córdoba y otros lugares del país”. Para Basterra, el proceso fue escalonado: primero fue la conciencia crítica, el “germen cuestionador”, luego se desarrolló un ideal libertario basado en experiencias políticas en todo el mundo. “Con la izquierda tradicional, la izquierda troskista, peronista. Se fue fusionando y aglutinando la experiencia en un mismo sentido: la búsqueda de la justicia, de la independencia económica, de la solidaridad, de tener autonomía política. Todo eso fue buscando el bien común, todos nosotros lo buscábamos. Los que en estos momentos manejan el destino del país son los mismos que nos combatieron en los 60 y en los 70”, Basterra volvió al presente drásticamente para recordar qué está en peligro. “Es el espíritu ultracapitalista, que no mide nada, que sólo está interesado en las ganancias y que la sensibilidad hacia el débil se asienta en la explotación absoluta. Vamos a seguir peleando con los mismos parámetros. Para nosotros siempre siguió la pelea. Yo reivindico a los compañeros en los que me incluyo que nosotros peleamos adentro y luego seguimos peleando afuera”, aclarando allí que se refiere a adentro y afuera de los centros clandestinos: “Fueron los lugares de máximo terror y paralizaron a buena parte de la sociedad argentina. Nosotros removimos de alguna forma eso, y lo hicimos cuando vinieron los tiempos un poco mejores como fueron los últimos años”. Qué va a ser de los sitios para la memoriaBasterra dejó en claro su postura crítica respecto de la distribución de los edificios más importantes de la ex Esma que hizo el gobierno anterior y contó cuál fue su proyecto: “Nosotros teníamos a nuestro cargo el Instituto Espacio para la Memoria cuando funcionó, que eran los seis edificios principales en los que estaba más ligada la acción represiva, como el Casino de Oficiales, la Enfermería, el Pabellón COI, la imprenta, Automotores o el Cuatro Columnas. Esos seis edificios tenían un lugar determinado. Cada uno iba a tener, en el tiempo, pensábamos, siempre con inconvenientes presupuestarios, una preservación fuerte de lo que fue el centro clandestino. Al Casino de Oficiales, por ejemplo, lo habían alterado los milicos, pero lo que quedaba estaba en nuestro recuerdo y eso fue respetado. Excepto en este último tiempo, en que el gobierno de Macri en Ciudad acordó con un sector del gobierno anterior para intervenir en distintas cosas. Ahí nos empezaron a bajar los dientes”, se lamentó.Ante el anuncio de la posible inclusión de oficinas del INADI, Basterra consideró que no se trata de un organismo de actuación histórica en materia

Junto a Víctor Basterra, integrante del equipo del programa Oral y Público, reflexionamos sobre las novedades PRO en derechos humanos. Despidos en dependencias relacionadas con el seguimiento de los juicios, la designación de Claudio Avruj como secretario del área a nivel nacional y sus reuniones con personas que evidencian el retorno de la teoría de los dos demonios fueron algunos de los temas que repasamos con él. Basterra recordó además unas cuantas reuniones que mantuvo con el funcionario mientras existía el IEM y Avruj era el secretario de DD.HH. porteño. También hubo lugar para el recuerdo de Hugo Cañón y dejó espacio para las dudas acerca del accidente en el que perdió la vida. (Por La Retaguardia)Foto: Basterra declarando en el juicio a las juntas.La coyuntura“El asunto está peligrosamente movido”, afirmó Víctor Basterra al inicio de la charla con Fernando Tebele y María Eugenia Otero, durante la emisión de esta semana de La Retaguardia, en referencia a las distintas medidas tomadas por el gobierno de Cambiemos en sus primeras semanas de gestión.“Discutíamos recién con mi compañera y yo le decía que estos sujetos que están ahora en estos estamentos superestructurales como son los gobiernos nacionales y provinciales, y que tienen la categoría de supuestamente ser centro de algo, pero no lo son ya que son una derecha abierta y recalcitrante, que sorprenden por la potencia con que llevan adelante las medidas que van tomando, desde el despido de trabajadores hasta el encarcelamiento de una luchadora social, por más que pueda tener alguna mancha evidentemente es una luchadora social; la criminalización de la protesta; la represión como sucedió en Cresta Roja y La Plata… es notable y ahora están en el Foro de Davos que hacía años y años que no se iba a ese lugar, el Foro en sí es un rejunte de ricos y poderosos para cagar más al mundo, y estos están ahí acompañando toda esta historia. Si uno mira todo esto es sorprendente, y justamente discutíamos porque yo le decía que me hacían acordar a la dictadura, porque cuando ocurrió la dictadura cívico militar del año ’76 en adelante, uno pensaba que podía ser represiva, peligrosa para el conjunto del pueblo, pero no había dimensión de lo que fue posteriormente. Y estos también, uno calculaba que iban a dar algunos pasos pero los primeros 100 días van a ser terribles. Ahora hay que estar preparado”, reflexionó Basterra.A pesar del panorama sombrío que describe, el sobreviviente de la ESMA hizo referencia a ciertos puntos que podrían calificarse como positivos: “lo que tiene de ‘bueno’ esto o lo que tiene de resultado estas políticas es que nos junta a todos los afectados, afectan a buena parte de la sociedad, a aquellos que tenemos un poco de sensibilidad social”. Decenas de miles de despidos y dos demoniosEn estas primeras semanas de gobierno, en el ámbito de los derechos humanos se produjeron despidos en programas estatales relacionados con el desarrollo de los juicios por delitos de lesa humanidad, como es el caso del Programa Verdad y Justicia, que sostiene el impulso de estos procesos en todo el país; tampoco está operando el Centro de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo de Estado “Fernando Ulloa”, que asiste a los testigos. A su vez, el actual secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, recibió primero a los organismos de derechos humanos y una semana después al Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTyV) nada menos que en el Espacio de Memoria que funciona ahora en el predio de la ESMA.Esto significa, sin duda, un retorno de la teoría de los dos demonios: “no hay ninguna duda –aseveró Basterra–, la impronta de este gobierno en buena parte de sus integrantes es esa. Primero van a retomar una teoría, por ejemplo la de los dos demonios, y segundo van a decir que dejemos de mirar el pasado, miremos al futuro, para adelante, no revolvamos más, restablezcamos las relaciones entre todos los sectores de la sociedad sin distinción de clases, siempre desde una posición de fuerza; pero no hay ninguna posibilidad de unidad cuando se hacen desde una posición de fuerza, lo que pasa es que estos están acostumbrados a hacerlo porque son todos, casi todos los funcionarios, CEOs, gente que manda, gerentes de grandes empresas, que se van a cargar a buena parte de la sociedad”.Basterra no solo vivió la teoría de los dos demonios, sobre todo la sufrió y sabe los años que costó derrumbarla para poder contar la historia desde la mirada de quienes fueron las verdaderas víctimas del Terrorismo de Estado: “uno tiene la experiencia de haber vivido situaciones muy penosas, porque incluso desde el mismo campo del que uno forma parte, del campo popular, de los organismos de derechos humanos, uno era mirado con sospecha, y después en el año ’87 las dos leyes, la de punto final y obediencia debida, que garantizaron 20 años de impunidad, para nosotros también fue un baldazo de agua fría, pero la cuestión era no bajar los brazos, seguir yendo a las marchas cada vez más, me acuerdo la del indulto, y tantas marchas que sorprendieron en su momento a un juez español (Baltasar Garzón) que fue el que estableció el principio de la justicia universal, y obligó a buena parte del Poder Judicial en Argentina a empezar a revisar sus concepciones. Uno ya sabía, porque había transitado tantos estrados judiciales, que había jueces que eran tipos sensibles, que tenían una mirada colectiva, eso hizo que se estableciera desde el Poder Judicial un cuestionamiento a las leyes de punto final y obediencia debida y comenzó a trabajarse y de a poco se fueron incorporando más y más sectores del Poder Judicial, y eso dio lugar a una camada de jueces y fiscales, de los que uno se siente orgulloso de ser casi compañeros”. Las dos carasAntes de ser designado en la Nación, Claudio Avruj fue secretario de derechos humanos de la Ciudad de Buenos Aires durante muchos años. Fueron varias

Repasamos junto a la fiscal Mercedes Soiza Reilly la importancia de los pedidos de penas contra los casi 60 genocidas que están en juicio, y de la publicación de notas reparatorias en medios gráficos de aquella época. También escuchamos el análisis de Víctor Basterra, querellante y testigo esencial de la causa. (Por La Retaguardia) En su alegato, los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) pidieron prisión perpetua para 52 imputados en este tercer tramo de la megacausa ESMA y otras penas de entre 10 y 25 años. Sin duda, un punto destacado de las 108 horas que la fiscal Mercedes Soiza Reilly utilizó para dar a conocer su alegato durante 5 meses y 3 días, fue la solicitud a los diarios Clarín, La Nación, La Razón, Crónica, La Prensa, La Opinión y las revistas Para Ti y Gente para que publiquen notas rectificatorias de las informaciones mentirosas difundidas durante el Terrorismo de Estado. Para mencionar tan solo un ejemplo de los tantos que dio Soiza Reilly, retomamos sus palabras sobre el caso del menor Juan Pablo Moyano, hijo de Elba Altamirano y de Edgardo Moyano: “el día que Elba es secuestrada por los miembros del GT de la ESMA en el domicilio también estaba su hijo y varios menores de edad, hijos de militantes políticos. El 17 de enero de 1978, el Diario Crónica informó en una nota periodística el ‘drama de un niño solo. Cómo pudo perderse’. Y da cuenta de la ‘aparición’ de un niño de un año y medio en las inmediaciones de la calle Italia al 4200 en Munro. Claro está, la crónica omitió decir que la madre del menor fue abordada por integrantes de la marina, golpeada, maniatada y trasladada a un campo de exterminio. Elba fue vista en la ESMA por última vez con vida. Escuchamos en este juicio el relato de un vecino, Santiago Riancho, que nos contó que un sábado cuando llegó a su casa, su esposa tenía dos nenes, una nena y un nenito. Entonces, le preguntó qué pasa, quiénes son; y ella contestó: ‘hubo una redada de los militares, se llevaron a la señora y me dejaron los chicos a mí’. El vecino se dirigió a la comisaría de Villa Martelli, allí la policía argumentando no tener información lo mandó al Juez de Menores. Le contó lo sucedido al juez y éste le dijo que le mandaría a los diarios para que tomaran nota y publicaran la foto de los chicos. Veamos entonces qué dijo Riancho cuando los medios de prensa se acercaron a su domicilio. A su casa fueron los medios Clarín y La Nación, quienes se negaron a publicar la verdad de lo ocurrido, que Elba había sido secuestrada por fuerzas militares. Cuando llegaron los reporteros de Crónica le dijeron: ‘Mire, esto no se puede publicar. Vamos a decir que usted los encontró en la vereda’. Le sacaron una foto y así se publicó en el Diario Crónica. El testigo fue claro con la información brindada por los medios gráficos, una vez más, era falsa”. Crear atmósferas“Yo recuerdo que en el año ’76 se estableció una línea editorial en prácticamente todos los medios de comunicación, uno era bastante ávido de leer cosas, de enterarse, y todos tuvieron la misma impronta. Hubo un cambio notable que se produjo por ejemplo en La Opinión, que ahora no está, nos sorprendió, es como si fuese una especie de (Jorge) Lanata, una cosa espantosa de darse vuelta como una media, de ser una visión crítica y más o menos clara, sus analistas eran más o menos claros en sus exposiciones en los años ’74, ‘75”, expresó Víctor Basterra tras escuchar algunos de los fragmentos del alegato de la fiscalía.“Fue el modelo que se estableció a lo largo del tiempo por parte de esta gente, justamente para crear las distintas atmósferas para que el pueblo se ponga de punta contra los luchadores sociales, fundamentalmente”, agregó.En este punto, el querellante de la megacausa ESMA destacó el trabajo del MPF: “estaba pensando en la investigación tan precisa que ha hecho la fiscalía, es para felicitar calurosamente porque ha sido de una rigurosidad notable, porque ha seguido paso por paso cada una de las mentiras que han dicho estos tipos, tratando de desinformar más que informar como siempre”. Agradecimientos y ovación“Nuestra tarea durante todo el juicio fue activa, desde el Ministerio Público Fiscal tuvimos desde el primer día la tarea de ponernos al hombro lo que fue este juicio más grande de la historia, y frente a esto la verdad que nuestro trabajo fue muy intenso. Creo que este cierre tuvo que ver con esta intensidad que le pusimos desde el primer día de este juicio que lleva ya 3 años, primero en lo que fue la tarea de preparar el juicio con muy poco tiempo, porque nosotros fuimos nombrados 20 días antes de tomar el juicio ESMA, estudiamos toda la causa que es lo que nos llevó más tiempo, las pruebas, y también prepararnos para poder justamente preguntar a los testigos cómo son los casos, meternos en la historia de lo que había sido la Escuela de Mecánica de la Armada más profundamente, en las estructuras y demás”, afirmó Mercedes Soiza Reilly en el inicio de la charla con Oral y Público. El cierre de su alegato estuvo acompañado de una gran ovación de parte de la mayoría de los presentes en la sala de audiencia. En este sentido, la fiscal no tuvo más que palabras de agradecimiento: “a todos los sobrevivientes, en especial a algunos que estuvieron muy presentes siempre acompañando al Ministerio Público Fiscal, también a los familiares que no solo hicieron el aguante de volver a declarar nuevamente en un juicio como este, sino también después presenciarlo desde la sala de audiencias, porque nosotros tuvimos la sala del juicio siempre con mucha cantidad de público, los estudiantes que acompañaron. También está la parte del afecto de los sobrevivientes y de los familiares de las víctimas que nos acompañaron en todos estos largos años.

Otro genocida que muere impune y en raras circunstancias: Oscar Rubén Lanzón, conocido durante mucho tiempo como “Horacio Gurati”, estaba por recibir condena en el actual tramo de la megacausa ESMA, pero apareció muerto por asfixia en su casa, sin que hayan quedado claras las circunstancias hasta aquí. Víctor Basterra describió al personaje que cumplía prisión domiciliaria y fue uno de los jefes del grupo de tareas de la ESMA, y no descartó que haya sido asesinado. (Por La Retaguardia) La Fiscalía Nº32, a cargo de Ana Yacobucci, se encuentra investigando la muerte de Oscar Rubén Lanzón. El represor apareció sin vida en el departamento donde cumplía prisión domiciliaria y en un principio se pensó que el fallecimiento se había producido por la inhalación del humo de un incendio; sin embargo aún no están los resultados de los peritajes que lo confirmen. En diálogo con Oral y Público, Víctor Basterra, sobreviviente de la ESMA, dio cuenta de sus dudas respecto a esta muerte. Antes de LanzónVíctor Basterra explicó que Lanzón fue jefe de inteligencia del grupo de tareas 3.2 de la Escuela de Mecánica de la Armada, que sucedió al capitán Luis D’Imperio, alias Abdala: “Lanzón asume en la administración del grupo de tareas en enero, febrero del año ’80 y es responsable de las desapariciones de todo ese año y parte del ’81. Durante 1980, cuando él asume, se endurece todo, comienza de nuevo con una rigurosidad que se había flexibilizado durante la época de Abdala. Yo siempre digo que Abdala fue un tipo contradictorio, generó muchas contradicciones a muchos compañeros; no a mí. Recuerdo que nos trasladó a muchos de los que estábamos en Capucha a unas fiestas que se hicieron en el Casino de Oficiales, en el sótano, al lado de la huevera donde se torturaba. El 24 de diciembre de 1979 y el 31 de diciembre de 1979, en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, donde había comida, manjares, bebidas, todo… Y ahí estábamos los que estábamos casi en el infierno junto con otros compañeros que estaban con un régimen distinto, y esto nos desestructuraba, nos rompía el esquema, muchos de los compañeros que fueron ahí incluso los llevaron a una quinta  y muchos están desaparecidos”. Lanzón / Gurati Quien sucede a Abdala al frente de inteligencia del grupo de tareas de la ESMA es Oscar Rubén Lanzón: “oficia de jefe de inteligencia durante todo el año ’80 siendo responsable de la desaparición de este grupo de compañeros al que se llamó el Grupo Villaflor (al que Basterra pertenecía y del que es el único sobreviviente), el responsable de la desaparición de los compañeros que habían caído a fines del ’79 y en el ’80, así que el tipo hasta las bolas metido en toda esta historia. Después fue a la jefatura de inteligencia de la Armada; un tipo que después entró en una especie de crisis, fue alcohólico, después tenía una clínica psiquiátrica; en los últimos tiempos tenía inconvenientes seguramente llamado por su conciencia, si es que la tenía… tenía por única compañera y amiga a una plantita, andaba con la plantita todo el día, creaba conflictos en Marcos Paz donde estuvo detenido. Y en la última etapa, en este último tiempo, se supo que tenía prisión domiciliaria”, expresó Basterra.Las dudasEn este sentido, Basterra se manifestó de acuerdo con un escrito de José Schulman, integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, respecto a la necesidad de “desterrar la prisión domiciliaria de los delitos de lesa humanidad”. Basterra dijo que “ha sido aprovechada por muchos de los represores para pasar una buena jornada y también para dar lugar a estas muertes sospechosas, porque Lanzón acaba de morir aparentemente por asfixia, pero se suponía que había sufrido un incendio en su casa, que no fue así. El submarino seco es una forma de producir asfixia y todos estos tipos que en algún momento entran en crisis, como pasó con (Horacio) Estrada, con (Héctor) Febres, son pasibles de las furias de los hombres de esta comunidad. No olvidemos que si bien en estos momentos están siendo juzgados más de 60 sujetos, detrás de ellos hay un montón de personajes que está en las más altas esferas de las jefaturas de la Armada o del Ejército, la Policía, de lo que sea, que no han sido nombrados y sin embargo tienen responsabilidades a lo largo del tiempo en todo lo que fue la represión sangrienta con los visos de persecución sistemática y de destrucción sistemática de la sociedad”, aseveró Basterra.Lanzón no había recibido condenas y estaba imputado en el tercer tramo del megajuicio ESMA que se encuentra en etapa de alegatos. Como se manejó con un alias, Horacio Gurita, llevó mucho tiempo ubicarlo y recién fue identificado en 2003. “Varios compañeros lo identifican, lo reconocen primero por la foto que pude rescatar, y después se da el reconocimiento que logró a partir de distintos medios José Vales, el corresponsal de periódicos y diarios mexicanos, un compañero que es argentino; él pudo conocer su identidad cierta. Incluso Lanzón sin yo haberme dado cuenta, en el Juicio a las Juntas, en la primera sentencia, de la que se cumplen ahora 30 años, los tipos me acusan a mí de ser integrante del grupo de tareas como especie de colaborador rentado, como que yo cobraba como un suboficial… esas mentiras que dan al ser descubiertos, y este tipo estaba dentro de esa nómina, como (Alfredo) Astiz, (Ricardo Miguel) Cavallo, (Carlos) Capdevilla, todos tipos que conocía e identificaba perfectamente por sus nombres, pero no a este Lanzón, así que durante mucho tiempo permaneció en una especie de oscuridad llamándose Gurati, yo no lo involucraba como Lanzón que es su nombre real. Así que bienvenidas todas estas historias que se han ido conociendo a lo largo del tiempo, aunque lamentablemente este es un tipo que muere impune”.“Se empiezan a revisar las cosas –continuó el sobreviviente de la ESMA–, los tipos entran en crisis y pasan estas cosas. Estos ñatos, incluso

Una vez más, Víctor Basterra se presentó a declarar ante un tribunal. En esta oportunidad, fue en el Juzgado Nº2 que funciona en el tercer piso del edificio de Comodoro Py. Allí amplió su testimonio en la causa Ruiz Dameri. Mientras estuvo secuestrado en la ESMA, Basterra no solo vio a los dos hijos de Silvia Dameri y Orlando Ruiz, secuestrados junto a sus padres, jugando por los pasillos del centro clandestino, sino que tuvo en brazos a Laura, la bebé del matrimonio que nació allí y luego fue apropiada por el torturador Juan Antonio Azic, quien también apropió a la actual diputada Victoria Donda Pérez.. (Por La Retaguardia) Basterra ya había declarado en esta causa en 2003 y en 2005, y en este nuevo llamado del Juzgado Nº 2 de los Tribunales de Comodoro Py debió agregar algunas referencias y elementos a lo ya declarado anteriormente: “incluso había dos defensoras oficiales de represores, jóvenes, que no sé cómo es el mecanismo de los defensores oficiales, a veces uno se sorprende, pero la cuestión es que les contaba cosas y veía que ponían unas expresiones medio como de no creer o de mirarse entre ellas. Eran las defensoras oficiales de Carlos Capdevilla, que es el médico que asistió a Silvia Dameri cuando dio a luz. Al final de la declaración les dije ‘chicas, que tengan éxito menos en el tratamiento de sus patrocinados’. Ellas medio que se sonrieron. Evidentemente, quienes están involucrados (los abogados defensores) tienen alguna afinidad con el pensamiento, ya sea a través de la teoría de los dos demonios, la visión de perdón y toda la historia de mierda que ellos tratan de llevar adelante, la reconciliación y toda la vaina… pero ese es un problema de ellos, nosotros tenemos otra misión que es hacer cumplir la justicia con las pruebas que nosotros aportamos, nuestros testimonios, nuestros relatos, que forman parte de la realidad, de lo sucedido. Así que… que se sigan sorprendiendo”, expresó Víctor Basterra en diálogo con Oral y Público.“Yo vi a los chicos que estaban secuestrados en ese lugar (pasillos de la ESMA), y la tuve en brazos a la bebé a los pocos instantes después de su nacimiento, la trajo Capdevilla. Se la pasó primero al jefe de inteligencia y después a (Jorge) Díaz Smith que era el jefe del sector 4, y después estábamos en una fila tres o cuatro compañeros, y nos pasó a la bebé a cada uno de nosotros; el primero era yo, no sé… porque estaba más cerca de la puerta. A mí me entró toda una sensación extraña, en ese lugar de muerte, de espanto, porque hacía muy pocos días el padre de esa criatura había sido torturado en esa misma habitación donde había nacido su hija. Todas esas cosas me pasaban por la cabeza, y tener esa criatura en brazos pensando también en mi hija que hacía poco tiempo había estado secuestrada ahí. Todo me vino a la cabeza en ese momento. Y todavía me queda esa sensación de azoramiento y de indignación”, detalló Basterra.Silvia Dameri y Orlando Ruiz continúan desaparecidos. A los hermanos los separaron. La nena, Victoria, fue abandonada en un sanatorio de niños de Rosario con un cartel que decía “Me llamo Victoria. Mi mamá no me puede criar. Que Dios los ayude”. El nene, Marcelo, fue abandonado en la Casa Cuna de Córdoba con una nota similar. Ambos fueron adoptados de buena fe por familias que luego los acompañaron en su posterior reencuentro y en la búsqueda de su hermana Laura.En tanto, la bebé fue apropiada por Juan Antonio Azic, quien también fue el apropiador de Victoria Donda Pérez. “A esa bebita la dejaron en manos de uno de los principales torturadores de ahí, que era El Piraña, Juan Antonio Azic”, agregó Basterra. Laura conoció su identidad en 2008 luego de un extenso proceso judicial. El análisis genético no se hizo por muestra de sangre sino a través de vías alternativas como un cepillo de dientes. María Eva y Bety“Tener esa criatura en brazos pensando también en mi hija que hacía poco tiempo había estado secuestrada ahí…”, afirmó Basterra en diálogo con Oral y Público. La relación le resulta inevitable y refiere a que su hija María Eva estuvo secuestrada durante una semana en la ESMA cuando tenía dos meses y diez días de vida. Aquí aparece también la imprescindible figura de Blanca Firpo, la Bety, también secuestrada en ese centro clandestino. El propio Basterra relató la reacción de Firpo cuando se encontraba en una habitación de la ESMA, con la beba durmiendo, y fueron a buscarla para torturarla junto a su papá: “fueron a agarrar a la nena que estaba durmiendo en el moisés, ella se adelantó, la agarró y la apretó contra el pecho, hubo un tironeo. Ahí yo sentí que gritaba la nena y me agarró la desesperación. Pero ella consiguió evitar que la torturaran”. La reacción de La Bety fue tan firme que consiguió que el torturador cediera en su intención de colocar a la beba en el pecho de su padre mientras le aplicaban descargas eléctricas. Otros detenidos no corrieron la misma suerte. Bety y sus hijosBlanca Firpo sobrevivió a la ESMA y se exilió en Suecia, donde continúa viviendo. En el mismo día de la charla con Víctor Basterra, la Bety había publicado en su cuenta de facebook comentarios orgullosos ya que sus hijos Alejandro, Lucio, Gabriel y Julian, viajarán a Grecia para colaborar con una ONG que rescata en las playas a personas refugiadas en balsas que desbordan de gente expulsada por la crisis humanitaria que afecta a los sirios. En este marco, manifestó su orgullo por ellos. Basterra también los recordó y expresó: “Dunga-dunga, ja, era uno de sus hijos, un negrito grandote para ser un pibe, tenía 5 años, parecía que tuviera 12, yo lo vi en una quinta que nos llevaron un día en el año ’80, y me sorprendía lo grandote que era ese pibe, y ahora está rescatando gente. ¡Qué

Raúl Scheller, genocida, uno que nomurió impune. (Por La Retaguardia) El miércoles 12 de agosto falleció a los 70 años el represor Raúl Enrique Scheller, capitán de navío (RE). “Mariano”, “El Pingüino” o “Miranda” fue integrante del grupo de tareas 3.3 de la ESMA y luego formó parte del Centro de Documentación de la Armada. Murió en la cárcel de Marcos Paz, con una condena a perpetua de 2011 y mientras era juzgado en el tercer tramo de la Megacausa ESMA, que ya está en etapa de alegatos. En el programa Oral y Público, que se emite por Radio La Retaguardia, Víctor Basterra, sobreviviente de aquel centro clandestino de detención y parte del equipo del programa, trazó un perfil de Scheller. “En el momento de nuestro secuestro en agosto de 1979, Scheller era el segundo jefe de inteligencia, el primero era (Luis) D’Imperio. Scheller era hombre del riñón propio de la armada dura, era un torturador; yo no lo vi a él directamente, vi a algunos cuando se me levantaba la capucha, pero seguramente estaba ahí. Sí participó en algunos momentos de las pausas que hacían, en las preguntas era él, él estaba ahí, es decir que al menos era interrogador en las sesiones de tortura, y seguramente era torturador también porque los tipos estaban dedicados a la inteligencia. Él era hombre de la armada, del grupo de tareas, mientras D’Imperio era hombre del SIN (Servicio de Inteligencia Naval). En ese momento la jefatura de Inteligencia estaba en manos del SIN, pero quienes estaban contrabalanceando el poder eran los del grupo de tareas y justamente el segundo jefe de inteligencia pertenecía al grupo de tareas, o sea que era un hombre de confianza”, relató Víctor Basterra.Raúl Enrique Scheller estaba detenido en la cárcel de Marcos Paz cumpliendo la condena a perpetua que había recibido en 2011 por los delitos de lesa humanidad cometidos contra 86 personas, en el marco del juicio por el primer tramo de la Megacausa ESMA. A Scheller en particular, el tribunal lo había hallado culpable de 19 casos de privación ilegal de la libertad e imposición de tormentos, y por 12 de ellos también se lo responsabilizó de sus homicidios calificados. Actualmente se encontraba entre los imputados del juicio por el tercer tramo, en el que junto a otros 67 represores estaba siendo juzgado por delitos contra 150 víctimas. MicrofilmacionesEn otro segmento de Oral y Público, Víctor Basterra relató que alrededor de junio de 1983, Scheller fue al centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionaba en el predio de la ESMA junto al capitán Jorge “Tigre” Acosta, Alberto “El Gato” González Menotti y otros colaboradores que eran antiguos oficiales de inteligencia en el grupo de tareas: “aparecen a recopilar toda una serie de datos y microfilmaron todo el material, todo lo que consideraban importante. Microfilmaron miles y miles de hojas durante mucho tiempo, durante tres meses todos los días, hasta la noche, trabajaban con sus colaboradores. El material que ya había sido microfilmado fue quemado, esa había sido un poco la orden de Bignone (Reynaldo, último presidente de la dictadura), que más o menos la dio a conocer en octubre, creo que fue, pero ya había sido microfilmado todo. Sobre ese material se decía que lo tenía Acosta, se decían muchas cosas, en época ya del Estado de Derecho se habló de que había sido llevado a distintas partes del mundo y depositado ahí, todo manejado por la Armada. Eran elementos de inteligencia que se manejaron ahí, seguramente habrá habido algo en la SIDE”.Sobre la importancia de hallar estas microfilmaciones, Basterra explicó: “sería un gran ordenador porque se sabría perfectamente, si se lograra desclasificar todo eso, en qué área estaban, en qué centro clandestino estuvieron los compañeros… no nos olvidemos que ellos nunca hablaron porque si lo comenzaban a hacer se mandaban al frente entre ellos, por eso silenciaron a todos los que fueron silenciando desde (Horacio) Estrada hasta (Héctor) Febres y ahora se están muriendo estos. En algún momento hubo uno al que la muerte lo alcanzó antes de que terminara sus registros escritos, que fue Juan  Antonio del Cerro, ‘Colores’. Él empezó a hablar en la cárcel y así yo por ejemplo conocí los nombres de algunos ñatos que uno se preguntaba quién era, como el caso de ‘Rodilla’ por ejemplo, y este tipo los daba a conocer. Pero Del Cerro empezó a hablar y lo alcanzó la muerte antes”. Colores perversosEn relación a Juan Antonio del Cerro, Basterra recordó: “yo siempre era un espectador de los diálogos entre ellos, no participaba; en un momento determinado estaban jugando al ajedrez o a las cartas, Colores mira el reloj y dice ‘uh, se me está haciendo tarde, tengo que ir a la psicóloga’, y los compañeros le dijeron cómo iba a la psicóloga si él era muy fuerte. ‘No, boludo, ¿te crees que es fácil chuparse a un tipo y darle máquina?’, respondió. Ese tipo, en su momento, empezó a hablar algo, era un maestro de torturadores, terrible hijo de puta, fue el primero que me dijo ‘Sacate la capucha y mirame, la próxima vez que me veas en la calle, yo te voy a pegar un tiro en la cabeza’. Según decían, entre El Gato y Colores habían creado la Carolina, que era la máquina que por ejemplo me dieron a mí, que no deja marcas, produce el mismo efecto que la antigua pero sin dejar marcas, evitaban así el olor de carne quemada y las lastimaduras en el cuerpo”.Según relata Mario Villani en su libro “Desaparecido. Memorias de un cautiverio”, Del Cerro, conociendo las habilidades de Villani para reparar elementos eléctricos, le entregó una picana que había dejado de funcionar para que la reparara. Villani, que estuvo secuestrado en cinco centros de tortura de la dictadura (Atlético, Banco, Olimpo, Pozo de Quilmes y ESMA), dudó pero a la vez sabía que no podía negarse. Entonces inventó un acto de resistencia: la reparó, efectivamente, pero le dio un voltaje menor que