Octubre Pilagá, el recuerdo de una masacre de 1947 que llega a juicio
Por LR oficial en Justicia, Pablo Pimentel, Pueblos Originarios
Se presentó el libro ‘Octubre Pilagá, memoria y archivos de la masacre de La Bomba’ en el marco de una actividad impulsada por Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza y la organización A pulmón, que incluyó una charla debate sobre una de las tragedias más silenciadas de la historia, ocurrida en 1947 durante la primera presidencia de Perón y conocida como la Masacre de Rincón Bomba. Además, la investigación decantó en la apertura de una causa judicial y se espera un juicio para 2017. Por Radio La Retaguardia, Pablo Pimentel, presidente de ADPH La Matanza, dialogó con Luis Angió en el programa Otras Voces, Otras Propuestas. (Por La Retaguardia)
«Hace 69 años un grupo de hermanos pilagá, el 10 de octubre, a las seis de la tarde se encontraba Luciano (Tonkiet) en plena celebración religiosa. Era un hombre muy sabio, político, religioso, entonces, se acercaron muchos hermanos pilagá a buscar su apoyo. También coincidió que se untó mucha gente ahí porque habían venido varios hermanos pilagá que habían sido llevados en camiones a la cosecha de la caña a Jujuy y Salta, y cuando terminaron la cosecha, volvieron caminando, hambreados, con muy poca ropa. La Gendarmería ese día, a pedido de varios blancos de Las Lomitas y por una denuncia que hacen al gobernador, ordenan poner una valla y a las seis de la tarde abren fuego a unos 70 hermanos que estaban en esa actividad religiosa y los matan», contó Pimentel. «Cientos de los que estaban ahí empiezan a correr por el monte, y en el término de veinte días, con la orden que dio el ministro de Guerra de Perón en el año ’47, salió un avión del aeropuerto militar de Morón. Dicen que ese avión era para ver dónde estaban los que se habían escapado. Lo hacen bajar en Resistencia, le colocan dos ametralladoras automáticas; ese avión iba buscando, pero a la vez iba fusilando por el aire a los que venían escapando. Eso es lo que se está planteando acá con la presentación de un libro del Valeria Mapelman, quien ha hecho una investigación durante 8 años. Estamos con dos hermanos sobrevivientes y siete que han venido de la Federación Pilagá para estar en la presentación del libro y a tratar de visibilizar», informó el militante por los derechos humanos.
Pimentel explicó que fueron treinta las comunidades que sobrevivieron: «Se han reorganizado y están viviendo en distintas zonas de Formosa y del Chaco. Están peleando en sus tierras, como tantos hermanos a los que todos los Gobiernos constitucionales y después de la reforma del ’94 jamás les respetaron su cultura ancestral ni sus territorios. Hay una ley que no está siendo cumplida; hacen los relevamientos, pero la titularidad no se la dan a nadie, porque acá lo que se busca es crear más sembrado de soja, sacar el petróleo. Esas tierras son de los hermanos originarios, y los invaden, los matan. En esos momentos los mataban y ahora también; los encarcelan, les abren causas judiciales, siguen siendo agredidos», denunció. «La sociedad toda tiene una deuda con ellos, porque, en definitiva, estamos viviendo sobre sus tierras. Conocerlo, movilizarse, solidarizarse, pedir justicia, que haya una reivindicación económica, política y judicial, y que la gente pueda vivir tranquila y en paz, como siempre quisieron, en armonía con el medio ambiente. Nosotros los vinimos a matar, a conquistar, a quitarles sus territorios. Antes de que vinieran los barcos, la gente acá vivía años; vinieron y trajeron una cantidad de enfermedades. Los grandes laboratorios medicinales han venido a meterse a las culturas originarias de Latinoamérica para sacar las fórmulas de sus medicamentos y son la base de una cantidad de remedios que hoy se comercializan en el mercado; provienen de la cultura ancestral medicinal de los pueblos originarios», informó en el cierre Pimentel, preocupado por contar una vez málos detalles de la Masacre de Rincón Bomba.