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«Astiz les dice a las víctimas: `Yo te gané y tengo derecho a que vos olvides lo que pasó'»

Por LR oficial en CABA, Derechos Humanos, ESMA, Justicia

Lo aseguró Jorge Auat, de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad. En el marco del tercer tramo del juicio megacausa ESMA se llevó a cabo la etapa de las últimas palabras de los imputados. El miércoles pasado hablaron, entre otros genocidas, Alfredo Astiz y Ricardo Cavallo. Astiz se encargó de defender los crímenes cometidos durante la dictadura, además de asegurar que nunca pedirá perdón y atacar a los organismos de derechos humanos. Para analizar su discurso, e incluso para intentar entender a quién le habló, Fernando Tebele entrevistó al fiscal general durante Oral y Público, el programa de los juicios a los genocidas(Por La Retaguardia)

Los imputados tienen derecho a decir sus últimas palabras antes de conocer el veredicto del Tribunal. Como se esperaba, hubo palabras fuertes y de gran impacto social, enfocadas en desprestigiar a las víctimas. Los discursos de los genocidas que hablaron el pasado miércoles estuvieron enfocados en reivindicar el Terrorismo de Estado y en deslegitimizar a todas las instituciones que pretenden juzgarlo. Jorge Auat está a cargo de la procuración para crímenes de lesa humanidad, por lo que acompaña a los y las fiscales en estas causas: “Es válido el ejercicio en derecho de defensa. Normalmente, en las últimas palabras, suelen referirse a los hechos, al objeto del proceso y a la situación de cada uno de los imputados en los casos que se los imputan. En este caso, lo central es que en definitiva quedó acreditado que ellos reivindican lo que fue el Terrorismo de Estado. Lo grave de todo esto es que, en el caso de Astiz puntualmente, lo único que hizo fue deslegitimar a todas las agencias, la judicial, el Ministerio Público Fiscal e incluso a los propios abogados defensores. El paradigma desde donde él analizó su situación es un paradigma absolutamente al margen del Estado de derecho. Esto se entiende como una negación. La negación es una de las primeras estrategias que tienen los imputados en este tipo de causas. Niegan la respuesta jurídica al problema. Ellos entienden que eso está fuera del ámbito jurídico. De hecho, hubo partes donde él planteó y reivindicó el derecho a que lo juzguen sus propios pares, sus militares. No niegan sus hechos porque no se refieren a ellos. Lo que hacen es deslegitimar a las instituciones que hoy están juzgando el Terrorismo de Estado”, comenzó relatando Auat.

El manoseo del Nunca Más

El fiscal general intentó analizar lo que hubo detrás del discurso de Astiz y elaborando una hipótesis para establecer hacia quién fue dirigido ese mensaje. Además, se refirió al entramado de definiciones que comprende el término Nunca Más  y de qué manera es manoseado por los genocidas, quienes pretenden el olvido como herramienta para que sus actos queden impunes: “En ese sentido, no podemos mirar para otro lado. Él está planteando, en primer lugar, la hipótesis de la guerra. Sabemos que no se puede sostener, no es admisible. Estamos hablando de un Estado que pasó a la clandestinidad para operar una guerra con centros clandestinos, con robos de bebés, con tormentos y torturas. No hubo ningún tipo de norma aplicable para regular ese tipo de conflictos en esa hipótesis que plantea. Por otro lado, si bien Astiz no fue el único, pero sí el más duro y expresivo desde el punto de vista discursivo, una de las cosas que yo destaco es de qué se trata el discurso. Ellos lo que hacen es banalizar lo que pasó. Lo que hacen es desconocerlo; desconocen a las víctimas. Ellos hablan de lo que hace el vencedor, mirarlo al vencido y decirle: ‘yo te gané y tengo derecho a que vos olvides lo que pasó’. Este es el problema del Nunca Más. La expresión Nunca Más inevitablemente tiene que mirar a lo que pasó para que no vuelva a ocurrir. Por eso es mentirosa y tramposa la idea de que los derechos humanos solamente miran al pasado. Miran al pasado porque es la única referencia que permite construir al adverbio de tiempo del nunca. Si no no se puede pensar. La singularidad de los crímenes no está solamente en el contendido de lo que pasó. También es un proyecto de olvido de lo que pasó. Ese olvido es olvidarse de la víctima. Cuando la víctima está invisibilizada, nada garantiza que el verdugo vuelva a ganar. La muerte es el olvido de la víctima, la invisivilización y la banalización de lo que le pasó. Entonces es como una segunda muerte. Si se borra todo lo que pasó, ¿quién garantiza que esa experiencia del horror no pueda volver? La construcción de la memoria es para ponerle un obstáculo a cualquier pretensión de retorno de la atrocidad de lo que fue el Terrorismo de Estado. La única forma de proteger el Nunca Más es con un debate y un espacio de discusión que permita cuidarlo. Si nosotros olvidamos lo que pasó, nada garantiza que el verdugo no retorne”, señaló Auat en conversación con Fernando Tebele durante Oral Y Público.

Astiz y Santiago Maldonado

En el análisis que hizo el Procurador contra los Crímenes a la Humanidad, Astiz ponderó la violencia y la justificó como un medio para obtener sus resultados: “Hay una especie de apelación a la violencia. Le da prestigio a la violencia. Le da un lugar de preeminencia. Entiende a la violencia como una herramienta o un instrumento válido para resolver conflictos”, indicó. Además, dijo que el represor “está deslegitimando” la lucha por la aparición con vida de Santiago Maldonado y se expresó acerca del absurdo pedido de reconciliación con los genocidas: “Cambió el eje de la discusión. Se inscribe en la lógica que él maneja. Por eso, muchas veces, cuando hablan de la reconciliación la primera reacción es pensar cómo te vas a reconciliar con alguien que se reivindica a sí mismo en todo lo que hizo. A vos te hace sentir que sos un vencido y que él es el vencedor. No hay reconciliación posible. No hay un punto de coincidencia. Él se reivindica como héroe y la víctima es víctima. Hay una posición de valoración diferente, moralmente distinta. Es un discurso que habilita una discusión muy profunda sobre qué nos deja el proceso de Memoria, Verdad y Justicia”, reflexionó.
“El gran esfuerzo de memoria colectiva que se hizo en el seno de la sociedad, que quedó demostrado con el 2×1, hay que valorarlo y entenderlo desde cómo se custodia y protege ese esfuerzo. Esta es la asignatura pendiente. Incluso te diría que el Tribunal estuvo bien en dejar que se explayara. Porque en el fondo terminó reconociendo los hechos, nada más que les dio un carácter distinto. Atacó a todos los gobiernos democráticos, desde Alfonsín a la fecha”, resumió el fiscal general.

¿A quién le habla Astiz?

Auat explicó que durante sus últimas palabras el genocida no tuvo intenciones de dirigirse al Tribunal para hablar de los crímenes por los que estaba siendo juzgado, sino que buscó tratar de convencer a esa parte más reaccionaria de la sociedad para que pudiera ver el uso de la violencia represiva como un método válido incluso dentro de la democracia: “No le estaba hablando al Tribunal. Primero porque lo desconoce, le quita legitimidad para escucharlo. No lo considera un interlocutor válido. El contenido no está dirigido al Tribunal. No habla de los hechos, no habla del juicio. Él está hablando de otra cosa. Hay sectores de la sociedad a la cual él está estimulando. Cree que es posible que la violencia pueda ser tomada e instalada como un espacio legítimo dentro de una estructura democrática, como una salida a cualquier problema. Él entiende como válido ese ejercicio de la violencia. Esto es lo grave”, expresó.
Desde la asunción del Gobierno de Mauricio Macri a finales del 2015 las maniobras dilatorias para enlentecer los juicios que condenan delitos de lesa humanidad han aumentado. Los miércoles serán los únicos días en los que habrá audiencia para los genocidas imputados que quieran decir sus últimas palabras y la sentencia final de este juicio que en noviembre cumplirá 5 años podría darse a finales de este mes o el mes que viene. Auat, a pesar de todo, dijo ser optimista al respecto y remarcó la importancia jurídica, histórica y social de la megacausa ESMA: “Dado el ritmo de los últimos tiempos, yo creo que en noviembre habrá sentencia. Soy optimista en eso. En su momento yo hablé con los jueces. En una oportunidad que tuve en la audiencia, hablé con ellos. Yo hice un análisis de lo que dijo Astiz desde una perspectiva distinta. Nosotros ya hemos hecho los alegatos, el Ministerio Público ya alegó y somos respetuosos. Vamos a esperar la sentencia antes de hacer algún tipo de consideración. Los jueces me dijeron que iban a hacer todo lo posible dentro de la agenda que tenían. Se comprometieron a terminar el juicio lo antes posible. Están dentro del tiempo que ellos pronosticaron, el tiempo que les quedaba. Ese tiempo es alrededor de noviembre. Estamos hablando de un juicio enorme. Pasaron mil testigos. Sesenta y tantos imputados. Hoy quedan menos, 53 creo. Es probablemente el juicio más importante de la historia del Poder Judicial en la Argentina en cuanto a dimensión, complejidad y trascendencia”, cerró el Procurador de Crímenes contra la Humanidad, Jorge Auat.

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