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Victoria Moyano: “El Plan Cóndor comenzó antes del golpe”

Por LR oficial en Derechos Humanos, Justicia, Lesa Humanidad, Nacionales

En el marco del juicio por delitos de Lesa Humanidad ocurridos en la, aún hoy, Brigada de San Justo, declaró la nieta recuperada María Victoria Moyano Artigas. Militante por los derechos humanos e integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, Moyano Artigas fue apropiada por el entonces comisario de ese Centro Clandestino de Detención perteneciente al Circuito Camps. En diálogo con Fernando Tebele en el programa Oral y Público, explicó por qué considera que el Plan Cóndor comenzó mucho antes de la dictadura y aseguró que la Brigada tuvo un rol fundamental en la apropiación de bebés. (Por La Retaguardia)

“Declaré en esa causa porque soy hija de desaparecidos, en la Argentina existió lo que se conoce como el Circuito Camps, distintos centros clandestinos ubicados en la zona sur del Gran Buenos Aires y La Plata y mis padres fueron detenidos-desaparecidos que pasaron por el centro clandestino de la Brigada. Quien me apropió a mí y al resto de las nietas restituidas que participamos en este juicio como testigos y querellantes fueron agentes de la Brigada de San Justo”, denunció. Además, Moyano Artigas se refirió a la definición que la justicia le dio a la Brigada: “Decir que ese centro clandestino fue nada más que para ‘registrar’ a los secuestrados era una barbaridad. Esto tiene que ver con que no hayan investigado, que no hayan imputado a la cantidad de genocidas que corresponden así como considerado a las víctimas que corresponden y que no hayan ampliado los delitos por apropiación de niños siendo que las tres nietas que estamos ahí fuimos apropiadas por agentes de ese lugar. Los juicios de lesa humanidad se toman con poca seriedad, son juicios que están fragmentados y que son débiles desde el punto de vista de la acusación porque no ha habido una voluntad política seria de investigar y encarcelar a todos los genocidas. Como declaré, quienes tenemos que investigar, cruzar datos, leer documentos, hablar con testigos somos las víctimas”, planteó.
La charla con Oral Y Público se realizó al día siguiente de su testimonial: “El día después de declarar es un día de reflexión, de revisar si una dijo todo lo que quería decir. De pensar los detalles, las contestaciones, las preguntas. Una no para, sigue. Yo seguí todo el día de hoy pensando el tema. De todas maneras, es un alivio porque cuando voy a declarar siento responsabilidad, compromiso, mucha emoción. Son cuestiones muy terribles, entonces también siento dolor. Estamos ahí con un objetivo todos, que es el juicio y castigo a los genocidas, entonces en ese sentido el día siguiente tiene algo de alivio. Dije todo lo que tenía ganas de decir”, aseguró Moyano Artigas.

Cuando las víctimas investigan

“Yo venía ya investigando y profundizando sobre qué es lo que había sucedido, cómo había sido exactamente la detención de mis padres. No los hechos, sino incluso cómo habían sido los operativos previos, su persecución en particular y sus organizaciones. Era un testimonio que yo venía preparándolo con tiempo. Además de contar los hechos hice una reconstrucción más política e histórica de cómo fue para el conjunto de los detenidos-desaparecidos en ese centro clandestino. Me parecía horroroso el concepto que le dieron al centro clandestino de deteneción de la Brigada de San Justo de ‘Centro de registro'”, explicó. “Yo tenía claro y por eso profundicé durante mucho tiempo que eso no había sido solamente un centro de registro sino que había sido un centro clandestino fundamental para el desarrollo del Plan Cóndor en Argentina, incluso antes del golpe militar. En los años 1974 y 1975, bajo el gobierno de Isabel Martínez de Perón”, señaló.

Robo sistemático de bebés (o las cosas por su nombre)

“La maternidad clandestina del circuito Camps fue el Pozo de Banfield, ahí es donde hay gran cantidad de jóvenes que han sido apropiados. Muchísimos encontraron su identidad. Lo que sucedía en la Brigada era lo que llamamos plan sistemático de robo de bebés. No quedó nada más en un juicio, que es lo que quieren hacer, que quede fragmentado con una sentencia. Eso se implementó en distintos centros clandestinos. En el circuito Camps, la maternidad clandestina es el Pozo de Banfield pero, sin embargo, los distintos médicos obstetras que participaban de las torturas en la Brigada, desarrollaban tareas en Banfield”, contó Moyano Artigas. “Quien firmó mi partida de nacimiento es Héctor Vidal, quien firmó la de Paula Logares, la otra joven cuyo caso se está investigando; es el mismo obstetra. Él desarrollaba funciones en la Brigada de San Justo y, además de eso, estamos inscriptas en el mismo domicilio las dos, nacimos en el mismo lugar. Fue corroborado que ese era el domicilio de otro agente de San Justo”, explicó. Además, agregó: “A mí me apropió el comisario de la Brigada, a Paula Logares, el subcomisario, y a María José Lavalle Lemos, sargentos. Si bien los nacimientos se dieron en otro centro clandestino, era imposible que se desarrollara el plan de apropiación sin la intervención de la Brigada”.

¿Cuándo comenzó el Plan Cóndor?

“Hay un sentido común de que el Plan Cóndor fue la coordinación de las distintas dictaduras del cono sur. La sentencia del Plan Cóndor Argentina, no así la de Italia, dice que se empezó a implementar acá a partir del 24 de marzo de 1976. Eso no es verdad. Pude demostrar con documentación, actas, memorándum por parte de la jefatura del Estado uruguayo, cómo actuaban de forma conjunta Fuerzas Armadas uruguayas, Policía Bonaerense y Policía Federal en la Brigada de San Justo. También lo sabemos sobre el Pozo de Quilmes y otros centros, pero yo tenía que demostrar que eso sucedía en San Justo y así está informado y reconocido por el propio Estado uruguayo”, sostuvo. “Además de que se dice que las dictaduras fueron coordinadas a partir de 1976, después se dice que previamente lo que hubo fue Triple A, es decir, bandas paraestatales. Yo discuto contra esa concepción porque no es la realidad. En este caso en la Brigada de San Justo intervino el Ejército uruguayo, la Policía Federal y la Bonaerense en una comisaría. Este operativo fue suficientemente documentado por los uruguayos y he podido hablar con sobrevivientes de este operativo en el año 1975. También hay un antecedente previo de 6 uruguayos que son secuestrados y torturados en Argentina en 1974, algunos asesinados en el Uruguay y otro sobreviviente”, contó sobre los operativos coordinados con Uruguay anteriores a la dictadura. “En 1975 había un operativo de 26 uruguayos detenidos en la Brigada y secuestrados junto a cinco argentinos. 3 fueron liberados, mi papá, mi mamá y mi abuela. De todo esto nunca hubo ninguna investigación seria, ningún imputado y mucho menos condenado. Todos estos detenidos y secuestrados de manera clandestina antes de la dictadura, luego fueron blanqueados y condenados con la Ley Antisubversiva que se sancionó en 1974”, recordó. “La justicia blanqueó todos estos delitos y estos militantes políticos prerseguidos y torturados terminaron hasta con ocho años de prisión. Una de ellas me contó que recién le dieron la libertad en octubre de 1983. O sea que la justicia siempre está acorde a las necesidades de lo que quiere expresar el Estado. Que se investigue con tanta liviandad y se hagan estos juicios que venimos cuestionando tiene que ver con una voluntad política, no sólo actual sino desde hace años”, analizó.

La Triple A digital

Los referentes Myriam Bregman, Nicolás del Caño y María del Carmen Verdú fueron amedrentados en redes sociales y WhatsApp con fotos de Videla, de Falcon verde y amenazas como ‘la desaparición que te perdiste Videla’. Para Moyano Artigas, “la impunidad de todos estos años genera el envalentonamiento de estas personas. Gente que opina que puede utilizar la foto de Videla como un ícono y reivindicarlo. Esto es impunidad. La violencia política aumentó y está escalando, no solamente a mis compañeros, a María del Carmen Verdú, también a (Roberto) Baradel, lo vimos con la maestra de Moreno a la que torturaron con un punzón en la panza”. Definió a los atacantes como “sectores que reivindican a esta gente y por eso la pelea por el juicio y castigo y contra la impunidad es tan importante. No es una cosa del pasado, para nosotros las víctimas y por la verdad histórica. Es una cuestión del presente, para que todos aquellos luchadores que pelean por sus derechos puedan hacerlo sin tener que sufrir ni amenazas ni torturas como estamos empezando a ver”.
Por último, Moyano Artigas se refirió escuetamente al caso de Mirtha Baravalle, quien dijo en una Ronda de Madres de Plaza de Mayo que estaba cerca de encontrar al nieto que busca: “Se está definiendo si el joven por el que Mirtha investigó durante 35 años, con su propio trabajo independiente, es o no su nieto”.