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Ana Quiroga y una mirada sobre la Scaloneta desde la Psicología Social

Escrito por el diciembre 28, 2022



La directora de la primera escuela privada de Psicología Social que fundó Enrique Pichon-Rivière, de quien fue compañera y discípula, compartió un análisis de la Selección Argentina como grupo y se refirió a Lionel Messi en particular como líder de la Scaloneta. Quiroga pasó por el programa radial La Retaguardia, donde también habló acerca de los festejos en las calles.

Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero
Redacción: María Eugenia Otero
Edición: Pedro Ramírez Otero
Foto de portada: María Eugenia Otero/La Retaguardia

—Se ha dicho mucho alrededor del Mundial, que Argentina salió campeón del mundo porque eran un grupo de amigos. ¿Un grupo de amigos consigue objetivos como este o en realidad consiguieron constituir un gran grupo?


—Creo que más allá de los aspectos, la amistad que los une, lo principal es que es un grupo con una capacidad, con una potencia y con eficacia muy particular. Un grupo se construye en función de determinados objetivos, de determinado hacer, como decimos desde la psicología social, con una tarea. Y con otro elemento fundamental que es que cada uno tiene en mente a cada uno de los otros y a las relaciones que están entre sí. Es decir, que sabe dónde puede estar (Nicolás) Otamendi o donde se puede mover (Gonzalo) Montiel o (Nahuel) Molina, o (Rodrigo) De Paul, o por supuesto (Lionel) Messi. Y eso es uno de los factores fundamentales. Está claro que hay algo importante en todo esto que está ligado a dos aspectos, a que realmente se comprometieron en un objetivo común y que hay algo del plano de lo amistoso, en todo caso de deponer lo individual en función de lo grupal y cierto grado de amistad, es decir, de que no está la competencia interna, sino que la competencia es con otro, con el rival. Y creo que eso ha sido una cuestión excepcional. Es excepcional que quien está en el banco porque lo sacaron tenga la misma alegría y la misma sonrisa que el que está en el campo de juego en ese momento. Es decir, el sentimiento de unidad es muy fuerte. No sé si a eso aluden cuando dicen es un grupo de amigos, es un grupo que tiene, si lo vamos a ver desde categorías de la ciencia, desde la psicología social, de la teoría de los grupos, existe una profunda pertenencia, con una capacidad de cooperación. Que tiene un coordinador excelente, que es (Lionel) Scaloni porque ha podido establecer distintas formas de articulación, por los distintos diseños tácticos que hace y que están unidos en una cuestión fundamental que es un extraordinario liderazgo, que es el liderazgo de Messi. Porque allí se articula la capacidad del líder para definir la situación, para para organizar, como el momento que le da un determinado pase a (Julián) Álvarez o las distintas formas en que se ha visto cómo organiza, pero que además tiene las características del ídolo. Es decir, que la mayoría de los integrantes de ese grupo, no sé si todos, pero por lo menos la mayoría, tiene un ideal puesto en Messi. Es decir, Messi es el jugador ideal o el ideal que se plantearon, como puede ser (Diego) Maradona, solo que con Maradona no interactúan y a Messi lo tienen a centímetros de distancia y jugando con él. Y entonces eso es lo que habilita Messi desde su capacidad de relación y particularmente a partir de la creatividad y del juego, me parece que crea un clima afectivo y una gran valoración por su persona y eso también es un elemento de cohesión.


—Hubo un montón de equipos y grupos futbolísticos a lo largo de los años que construyeron vínculos dentro de la cancha, que se llevaban bien jugando. Pero en el caso de la Scaloneta los vínculos se muestran hacia afuera también. Es un grupo unido también fuera de la cancha y demostrando ese vínculo que tienen entre ellos. Y sin ir más lejos, hay varios que además tienen de ídolo a Messi, como Messi también tenía de ídolo a (Pablo) Aimar, que es parte del cuerpo técnico. Hay diferentes vínculos que salen a la luz en un grupo enorme, contando también al cuerpo técnico, ¿no?


—Sí, esto que señalás es lo que comentábamos del ideal, el ídolo. El ideal es un elemento de unificación. Y también de una unificación más general porque hemos visto otras selecciones donde había amigos como (Javier) Mascherano y (Ángel) Di María, Messi, etcétera, pero que no se expresaba de la misma manera. No creo que haya sido la única causa, pero no se expresaba de la misma manera que se expresó en este caso. Yo creo que el tema del liderazgo y la diferencia generacional, esto de haber crecido anhelando ser como esa persona o su equivalente, también es un elemento que ha funcionado como modelo.


—Esta construcción de liderazgo notoriamente diferente y positivo, en este caso de Messi, con diferencia a otros equipos de los que él participó en la Selección nacional, puede ser atribuible a la madurez, a que sea una persona que está casi en el último tramo de su carrera. Pensábamos cuánto habrá influido que no esté más Maradona físicamente para que ese rol que él ocupaba, aunque sea desde la tribuna o en algún vestuario, ahora lo pasara a ocupar su sucesor dentro del campo de juego.


—Eso es un interrogante que lo he escuchado y que también me lo hago. Francamente no sé hasta qué punto era tan tremendo el peso de Maradona para Messi, porque ahí estaríamos pensando que no solo era un elemento estimulante, sino que podía ser un obstáculo. Pero yo creo que también tiene que ver con la madurez de alguien que siempre vimos de algún modo como un chico, que es un hombre y que se está yendo del fútbol. Es decir, tiene la felicidad de un chico cuando juega, pero se lo escucha y se lo ve operar de otra manera. Creo que también es un liderazgo que no establece una asimetría muy grande, que es mucho más horizontal por algo del modo de relacionarse. Puede ser que ocupar el lugar de Maradona, de algún modo, en tanto vivía Maradona le haya costado. Porque la presencia de Maradona era gigante, ¿no? Y ahora, alojado en el cielo, es otra cosa. Pero, francamente, no sé. Es bastante difícil. Hubiéramos tenido que estar en ese campo concreto de relaciones y también en la misma intimidad psicológica de Messi.


—Enrique Pichon-Rivière solía utilizar lo lúdico del fútbol también para generar grupalidad y para poder pensar la grupalidad de la manera en la que lo hizo. Lo que pasó en lo social tuvo su corolario en la increíble manifestación pública que se dio. Está claro que superó a las grandes manifestaciones populares que hubo en la Argentina: el 17 de octubre del 45, el regreso de Perón en el 73, los festejos del Bicentenario, y sumaría el cierre de campaña de Raúl Alfonsín en el 83.


—También comparémoslo con la cantidad de argentinos que había, ¿no? Somos bastante más que en esa época. Pero sí, realmente es un hecho histórico, es un hito que habla mucho, dice mucho de varias cuestiones. Uno tiene que ver con la significación que el fútbol tiene en nuestra cultura. Creo que también tiene mucho que ver con todo un tema que hace a la identidad y a la autoestima, a la necesidad de la afirmación de la autoestima que por muchas situaciones de crisis y por muchos discursos intencionados políticamente, o por la decepción, por el fracaso, o por lo que fuera, hay un momento donde hay un discurso que tiende a bajonear, a denigrar el ser argentino, la propia identidad. Y esto da una imagen muy diferente, porque además allí son esos millones y muchos otros que no salimos a la calle que nos sentimos presentes en esa condición de campeón. En esa condición de haber podido, no de un poder opresor, devastador, sino de un poder y de la capacidad del triunfo, de ser significativos y positivos. Eso es muy necesario, es un juego psicológico de proyecciones de ida y vuelta, de depositaciones porque también los jugadores sienten esa fuerza y esa presencia. Por eso Dibu (Emiliano Martínez) decía ‘dentro de las situaciones difíciles, yo siento dar una alegría, yo siento los 47 millones’, y eso aparecía en en el discurso de muchos otros, en lo que decía Scaloni. Entonces esa multitud creo que tiene que ver con algo histórico que es que nosotros como pueblo tendemos a expresarnos en las calles, con algo que también tiene que ver con años de encierro. Creo que la pandemia, la cuarentena prolongada, la falta de contacto, de mirada, de sentir con el otro. El otro era como peligroso y por lo tanto había que guardarse. Todo eso juega pero también me parece que juega mucho esta necesidad de afirmación, la necesidad de momentos de felicidad, de alegría, de compartirlo y que es muy importante tenerlo en cuenta. Obviamente que nada de esto borra nuestras dificultades, pero a la vez nos otorga fortaleza y eso no se debe desdeñar como una pasajera que rápidamente se va a oscurecer, sino que alguna semilla de fortaleza de la autoestima deja.

Hay algo de esto que vos manejás como concepto, de la afirmación de la identidad, de la identidad colectiva y del momento de felicidad, que a mi me llamó mucho la atención. Esta resolución de los helicópteros… Me llamó mucho la atención porque la gente se conformó aún sin poder verlos, pero creo que quedó en evidencia allí la necesidad de ser vistos por los jugadores, tanto como la de ver ellos a los jugadores. Porque no los vieron y se fueron a su casa felices de que desde los helicópteros los jugadores los vieron a ellos. 

— Sí, me parece que lo que estás diciendo tiene que ver con eso de ida y vuelta, de “nosotros estamos acá, veannos”. Y la cosa de nosotros somos campeones, es un momento de fusión con el equipo, de fusión, de identificación, porque uno se visualiza representado. La otra cosa que me parece extraordinaria -ahora muchos están pagando toda esta situación- es el desarrollo que hubo del pensamiento mágico, las cábalas, las promesas. Digo que están pagando porque hay gente que se está tatuando, que se está rapando, que está tiñendo el pelo o afeitando la barba o lo que sea. Pero que así como aparecían todos los DT que hay siempre dentro de los medios argentinos, no DTs reales, sino la tendencia a ser DT. Pero también las cosas absolutamente mágicas, que yo he escuchado de pensamiento mágico y de cábala y de irracionalidad. Cuando digo irracionalidad no lo digo como una cosa de desprecio, si no tiene que ver con un monto de compromiso emocional, que es una cosa muy importante y es una cosa muy valiosa porque está puesta al servicio de algo positivo. Ahora que escuchamos tanto hablar de los discursos del odio, es todo lo contrario.

La Escuela de Psicología Social tiene abierta actualmente la inscripción para el ciclo lectivo 2023. Para más información consultar a los siguientes teléfonos: 4957-1907 / 4931-0200
informes@escuelapichonriviere.com.ar


Opiniones
  1. Barbijos en el cielo   /   diciembre 28, 2022, (2:27 pm)

    Está selección comprendió y puso en práctica lo q la inmediatas anteriores no hicieron (empezando x Messi): dar cada uno lo mejor de sí en beneficio del conjunto. Por eso ganó y x eso festejamos

  2. Jonathan Mastandrea   /   diciembre 28, 2022, (9:32 pm)

    Sin una investigación de campo, con y en el grupo, cualquier afirmacion de liderazgo o analisis de roles presentes o pasados es meramente hipotetico.

  3. Ofelia   /   diciembre 29, 2022, (10:54 am)

    Seguramente ,la actitud de Messi ,un líder elegido y no impuesto,va contagiar a muchos seres humanos que se coloquen la camiseta ,de la humildad,el compromiso,y el trabajo cooperativo,reconociendo que en un grupo ,todos y cada uno somos responsables de sus actos!!!! Vamos equipo!!!! Son unos verdaderos campeones de la vida!!!!

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