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La Retaguardia

“Si no hay arrepentimiento no nos podemos cruzar con los genocidas por las calles”

Por LR oficial en analía kalinec, Derechos Humanos, eduardo kalinec, Lesa Humanidad

Analía Kalinec se refirió así al rechazo por parte del TOF N°2 a los pedidos de arrestos domiciliarios para los represores Eduardo Kalinec y Luis Donocik. Ambos actuaron en el circuito comprendido por los tres Centros Clandestinos de Detención Tortura y Exterminio Atlético, Banco y Olimpo (ABO). Analía, hija del genocida, e integrante del colectivo Historias Desobedientes, habló con La Retaguardia.

Texto: Paulo Giacobbe
Edición: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele

El Tribunal Oral Federal N°2 de la Ciudad de Buenos Aires negó dos arrestos domiciliarios a los represores Eduardo Kalinec y Luis Donocik. Fue luego de escuchar a las víctimas. A fines de abril habían tomado la misma decisión con dos represores del mismo circuito represivo, Jorge Arráez y Juan Carlos Avena. El mayor argumento de las defensas para pedir el beneficio eran las edades de los genocidas, entre 70 y 75 años. En cuanto a sus problemas de salud pueden ser tratados en dependencias del Servicio Penitenciario. Tanto en Kalinec como en Donocik, no se evidencia que presenten “actualmente patologías que tornen necesario el cumplimiento de la pena impuesta bajo la modalidad pretendida (arresto domiciliario) conforme el marco legal vigente, correspondiendo en consecuencia” que los condenados continúen “cumpliendo la pena de prisión oportunamente impuesta en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal”, resolvió el tribunal. Seguramente las defensas recurrirán a una instancia superior. Sobre este punto también se manifestó el TOF 2 de CABA: “Resta indicar que el eje argumental aquí utilizado para analizar el planteo deducido resulta consonante con el criterio adoptado por la Cámara Federal de Casación Penal, la cual tiene dicho que el hecho de que el imputado tenga más de setenta años no genera automáticamente el deber de conceder el arresto domiciliario. Tampoco alcanza con que el encartado tenga un deterioro de su salud, sino que se requiere que el encarcelamiento en un establecimiento impida tratar adecuadamente su dolencia”. 

Analía Kalinec, integrante del Colectivo Historias Desobedientes y autora del libro “Llevaré su nombre. La hija desobediente de un genocida” —donde relató su camino personal en busca de Memoria, Verdad y Justicia—, dijo a La Retaguardia: “En sintonía con lo que venimos expresando desde el Colectivo Historias Desobedientes y también en mi carácter de hija del genocida Kalinec, celebramos la decisión del tribunal de no otorgar prisión domiciliaria a estos genocidas. Entendemos que hay un deber del Estado de investigar, juzgar y sancionar los crímenes contra la humanidad y la sanción no puede verse morigerada por salidas transitorias, prisiones domiciliarias o beneficios en la ejecución de la pena, dado la gravedad de los crímenes y la continuidad también del daño que generan a partir del pacto de silencio que mantienen, a partir del no aportar información sensible acerca de los detenidos, desaparecidos y los bebés nacidos en cautiverio”. La hija de Eduardo Kalinec profundizó acerca de la falta de arrepentimiento por parte de su padre y de otros genocidas que deciden mantener el silencio: “A partir de esta reactualización permanente de este daño, entendemos que en la medida que no haya conciencia acerca de la gravedad de los crímenes por parte de estos genocidas, que no haya arrepentimiento, que no haya voluntad de reparar de alguna manera algo de todo el daño que generaron, no hay otro lugar para estas personas que no sea en la cárcel, ese tiene que ser el lugar adonde tienen que estar para poder garantizar una sociedad más justa en la cual no podamos tener la más mínima posibilidad de cruzarnos por la calle con gente que tanto daño ha hecho y tanto daño sigue generando”.