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La Retaguardia

El primer 24 de marzo del neofascismo

Por LR oficial en Derechos Humanos

Del atentado terrorista contra una integrante de H.I.J.O.S. a los rumores de indultos y domiciliarias para los genocidas. Desde el fallido intento de unificar actos para el 24 a las masivas marchas barriales. De las amenazas a Teresa Laborde a la comunicación gubernamental full dos demonios, llega el primer aniversario del golpe de Estado que desató la dictadura más cruel y sangrienta, con un gobierno siempre al borde de su reivindicación.

Redacción: Fernando Tebele
Edición: Eugenia Otero / Pedro Ramírez Otero
Fotos: Archivo Natalia Bernades / La Retaguardia

Cada 24 de marzo tiene su particularidad. Si es aniversario de número redondo suele haber más gente, porque los medios de comunicación tradicionales toman el tema con mayor interés y más sectores de la población sienten la tentación de participar. Si bien no estamos ante ese caso, porque se cumplen 48 años del golpe de Estado, se puede anticipar que la marcha de este domingo será muy masiva. Se ha visto la necesidad de estar en las calles en las decenas de actividades realizadas en ciudades, barrios y plazas en las últimas semanas. En todas se repitió casi a coro: “Hacía muchos años que no había tanta convocatoria”.  

Pero no es cualquier 24 de marzo el que tenemos por delante. Es el primero desde que asumieron Javier Milei y Victoria Villarruel con un gobierno que, abiertamente, plantea, como mínimo, la Teoría de los dos demonios como política oficial. Durante toda la semana, los rumores de anuncios de beneficios para los genocidas circularon de aquí para allá, con el inestimable apoyo del reenvío de mensajes de WhatsApp sin el más mínimo chequeo, que termina por convertir a cada persona en portadora de uno de los virus socialmente más letales: la desinformación. Se habló de indultos, de beneficios de domiciliarias para quienes están imputados, no condenados y purgan prisión preventiva en cárcel común. Carlos Pagni, uno de los periodistas mejor informados de La Nación, el medio vocero de los genocidas se sumó a los rumores:  “¿Sabrá (el ministro Cúneo Libarona) que Milei y Patricia Bullrich están pensando en anunciar para el 25 de marzo un cambio reglamentario que permita devolver a sus casas a los ancianos que padecen prisión preventiva, sin que se resuelva su situación procesal, en causas de lesa humanidad?”. Lo que anunciaba Pagni era bastante menos que un indulto, porque solo alcanzaría a quienes están presos sin haber sido condenados, un número reducido entre los 157 que permanecen en cárcel común. Ese mismo jueves, Fabian Waldman, periodista de FM La Patriada que se destaca picanteando las conferencias en Casa Rosada, le preguntó sobre el Plan Domiciliaria para Todos al ministro de Defensa Luis Petri. La respuesta sonó contundente: “No está en la agenda del gobierno lo que acabás de plantear”. 

También la Justicia pareció dar opinión a través de la Cámara de Casación Penal. El alto tribunal decidió sentar posición contraria a la entrega automática del beneficio de la domiciliaria para imputados y condenados por crímenes de lesa humanidad. Fue al rechazar un pedido de Ricardo Saint Jean y María Laura Olea, inefables abogados de colegas de genocidio de sus propios padres, Ibérico y Enrique Braulio respectivamente. Ambos activistas militan en Justicia y Concordia, pero lo que menos pregonan es eso: quieren impunidad y revancha. Suelen destilar odio en redes sociales y se han referido a este medio como “La Retaguardia montonera”. Jeje. 

De la victoria cultural a Victoria Villarruel

Saint Jean y Olea fueron a Casación a pedir por la situación del agente del Servicio Penitenciario Diego Chemes, un genocida que actuó en el ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio El Vesubio. Pero, les salió mal la jugada y Casación terminó marcando un límite: las domiciliarias se analizan caso por caso, no son automáticas (lo profundiza Luciana Bertoia acá). Aunque los números parecen indicar que casi casi lo son: 517 son las personas acusadas o condenadas por crímenes de lesa humanidad que están en sus casas. 96  están presos en cárceles del Servicio Penitenciario y 61 “en otras modalidades”, según el informe que presentó en diciembre del año pasado la Procuración que trabaja específicamente en las causas por crímenes de lesa humanidad, a cargo de María Ángeles Ramos.

El atentado

Pero lo más preocupante de todo lo sucedido en la previa de este 24 fue que las amenazas pasaron a los hechos. La denuncia realizada por una integrante de H.I.J.O.S. acerca del hecho que  sufrió en los primeros días de marzo es un salto cualitativo en la escala de violencia. Ya no se trata de un mensaje en las redes sociales o de una llamada telefónica. Todos los condimentos que se pueden observar tienden a generar terror: las personas encapuchadas, el ingreso a la casa de la víctima, las agresiones físicas, el abuso sexual. Para alguien que creció con lo sucedido en este sentido a su familia, ser víctima directa debe ser escalofriante. El relato que le realizó a Ailín Bullentini conmueve. “Sentí que me iban a matar”, le dijo en esta nota. El escozor alcanzó a muchos sectores de la sociedad, cumpliendo su objetivo: generar miedo. Incluso dio pie a que Teresa Laborde, la hija de Adriana Calvo, dejara de naturalizar las amenazas que recibió y las denunciara ayer ante la fiscalía de Lomas de Zamora. “Yo estoy bien, estamos todos bien. Lo que está pasando es alarmante porque de alguna manera estamos todos amenazados y eso también es parte de lo que quiero decir: mi solidaridad con la Agrupación H.I.J.O.S. y con la compañera que sufrió este atentado”, dijo Teresa a La Retaguardia en medio de una vorágine de entrevistas, y dio detalles: “Las amenazas no fueron recientes, fueron más o menos de hace 20 días, y la otra fue en noviembre, apenas ganó Milei. En una me dijeron: ‘A la próxima escuela que vas, no volvés’, y en la otra me dijeron ‘Zurda de mierda, si seguís adoctrinando sos boleta’. Si bien una les da importancia, acostumbrada y lamentablemente naturalizando esas amenazas, no hice nada. Pero en vistas de lo que sucedió, me pareció que no había otro camino que hacer la denuncia y hacer visible que estamos todos amenazados”.

Laborde Calvo responsabilizó al gobierno por la generación de violencia: “Si él puede decirnos abiertamente ‘Zurdos de mierda’, ‘Feministas asesinas’, entonces de ahí para abajo vale todo. Y yo estoy haciendo esto, no para alarmar, ni para que se preocupen, sino para visibilizar que tenemos que frenar esta locura, que no podemos permitir que esto suceda, no por una cuestión de patria, sino por una cuestión de relaciones humanas”. También intentó morigerar el impacto de los dos demonios como nuevo discurso hegemónico de época: “Desde el gobierno se están diciendo primero mentiras, cosas que no son. En este caso reflotando la Teoría de los dos demonios, que ya está comprobado que no fue una guerra, que fue un Terrorismo de Estado y que fue una dictadura del poder económico y el brazo armado fueron los militares; y que tuvo su brazo mediático y sus cómplices indispensables el Poder Judicial”. 

Teresa Laborde Calvo. La hija de Adriana Calvo denunció amenazas

El gobierno planea la difusión de un video con la participación de Luis Labraña y Juan Bautista Yofre. Labraña es un exmilitante popular devenido en héroe de les libertaties desde que asegura que él “inventó” la cifra de 30 mil; El “Tata” Yofre dice que es periodista, escribió varios libros para demonizar a las organizaciones político-militares de los 70 y fue jefe de la SIDE durante el gobierno de Menem. Dos joyitas para los dos demonios.

De los dos demonios a los dos actos

En el microclima del mundo de los Derechos Humanos la discusión era en años anteriores a qué hora se hacía cada uno de los dos actos. Este año, como nunca antes desde la división ocurrida tras la desaparición de Jorge Julio López, hubo intentos por realizar una sola convocatoria, un solo escenario y un solo documento, un pedido que creció desde las bases e interpeló a las dirigencias, pero por lo visto no lo suficiente. Habrá dos actos, dos marchas, dos documentos; y aunque mucha de la gente que irá ni se enterara de la rosca ni de qué marcha participa, la ultraderecha en el gobierno tomará nota del fallido acuerdo. Es evidente que tanto en la Mesa de Organismos como en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, hubo quienes apostaron fuerte por un solo acto unitario, y quienes boicotearon cualquier tipo de acuerdo desde el primer momento. Las desconfianzas y diferencias entre “troskos” y “peronchos”, como suelen llamarse con desprecio el peronismo y la izquierda, si bien se superan con mayor velocidad entre la militancia que entre la dirigencia, no son sencillas de saldar. Tampoco se trata de matices que se arreglan en dos días.

Aunque siempre, en temas de unidades, la mayor responsabilidad de que se concreten corre por cuenta del sector mayoritario. En cualquier caso, todo indica que en todo el país las manifestaciones serán fuertes y que será difícil acceder a la Plaza de Mayo de tanta gente que habrá. 

Qué hacemos con el miedo

Es imposible no sentir miedo ante el crecimiento del nivel de violencia. Hay que permitirse transitarlo, aunque sería mejor que no fuera necesario hacerlo; no estamos en condiciones de elegir eso. La batalla mayor que cada uno y cada una puede dar es contra la paralización que genera el miedo. Si la reacción ante el temor es no salir a la calle un 24 de marzo, estaremos jodidos. Si la Plaza desborda de gente, será la mejor contraposición a la violencia: estamos acá, tenemos miedo porque sabemos de qué son capaces, pero no nos paralizamos, nos acompañamos, nos cuidamos. Y seguimos construyendo Memoria, Verdad y Justicia. Esa sería la respuesta ideal.