Por LR oficial en Derechos Humanos, ESMA, Lesa Humanidad - publicado el 19 octubre 2025

Manuel Larrabure, hijo de Arturo y nieto del coronel Argentino del Valle Larrabure, asistió ayer al Museo ESMA, donde fue presentado como asesor del director ejecutivo, Fernando Vedoya. El caso del militar Larrabure ha sido utilizado por Victoria Villarruel como uno de los emblemas de la lucha por «las nuevas víctimas», detrás de la que se esconde un nuevo intento de levantar la Teoría de los demonios. Ya que resulta a esta altura imposible instalar ideas negacionistas sobre el genocidio, equiparar «víctimas» le ha rendido frutos al sector genocida, al punto tal de haber instalado a Victoria Villarruel como vicepresidenta de la Nación. El militar Larrabure murió tiempo después de haber sido capturado por el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) en la fábrica militar de Villa María, Córdoba. Su nieto se presenta en la red LinkedIn como «Profesor de teatro & artes combinadas, narrador literario en YouTube y periodista cultural». ¿Cuál sería la funcionalidad de su nombramiento? Claramente parecer ser una provocación. No porque el muchacho no pueda trabajar, sino porque lo hará en el Museo ESMA, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su rol en la divulgación histórica de lo que allí ocurrió. La ESMA, hagan lo que que hagan, nunca dejará de ser lo que fue: el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio más emblemático del último genocidio. El intento de reabrir la causa judicial por la muerte de Larrabure ha fracasado. Fue rechazado en primera y segunda instancia en Rosario. La Corte Suprema tenía el expediente siempre encima del escritorio, pero nunca se pronunció. Con la reciente muerte de Luis Mattini, de los pocos líderes del ERP que pudieron evitar ser secuestrados, torturados y desaparecidos, la causa fue definitivamente cerrada. Sin caminos posibles en la Justicia, vuelven por los dos demonios.