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Abuelas de Plaza de Mayo


Hoy cumple 99 años la enorme Mirta Baravalle, cofundadora de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.Construimos colectivamente esta suma de palabras que la representan. Madre Abuela Ana María Dolor Espera Lucha Plaza Memoria Búsqueda Fundación Encuentro  Mujer Catorce Ronda Alegría Perseverancia Aprendizaje Enseñanza Colectivo Angustia Amor Ejemplo Coherencia Dulzura Firmeza Abrazos Caricias Persistencia  Paciencia Lágrimas   Búsqueda  Bronca Pasos Gritos  Palabras Reclamos Compañía Unidad Ternura Escucha Cuidado Experiencia Abrigo Referencia Militancia  Esperanza Acción Trinchera Compañerismo  Solidaridad Incertidumbre Búsqueda Organización Resistencia Fotografía Creatividad Sensatez Contención Vida Camino Referencia Belleza Humildad Sangre Vida Entrega  Sensibilidad Elegancia Locura Pesar Fuerza Búsqueda Sabiduría Emoción  Candor Fortaleza Duelo Amabilidad  Compasión Constancia Faro Huella Motivación  Protección  Tenacidad Valentía  Justicia Pasión Coraje Identidad Símbolo Corazón Garra Rebeldía Dónde  Está Camila  o Ernesto Fotografía: Natalia Bernades / Archivo La Retaguardia

Lo dijo Rocío Quintana, directora de la obra Laura, vida y pasión de Laura Carlotto. En diálogo con el programa radial Escuchame una cosita, Quintana habló acerca de este proyecto sobre la historia de la hija de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, para el que trabajó tres años solo en la investigación histórica. También contó cómo vivieron el estreno, en el que estuvo presente Estela. Entrevista: Carla Zurrian / Sofía Acotto / Silvio Florio / Braulio DomínguezRedacción: Braulio DomínguezEdición: Valentina Maccarone / Pedro Ramírez OteroFoto: Instagram de la obra ―¿Cómo fue el comienzo de esta experiencia? ―Lo de Laura fue una locura que nace después de otra experiencia muy linda y muy fuerte, con obras sobre derechos humanos, que es a lo que me aboco ahora.  Empecé desde muy chica con la locura de querer hacer mi versión de La Noche de los Lápices, que está actualmente en cartelera. Se llama 16 de septiembre. La Noche de los Lápices. Obviamente, con todo el arrebato de una piba de esa edad. Porque hoy lo pienso dos veces, pero en ese momento dije ¿Por qué no podría pasar esto? Comenzamos con un grupo de adolescentes que hacía varios años venían trabajando conmigo. A través de esta obra, tuvimos un montón de experiencias, como conocer mucha gente vinculada con los  derechos humanos, de HIJOS, de Madres, al mismo Pablo Díaz (uno de los sobrevivientes) que finalmente vino a ver la obra. Siempre contamos con él. Le gustó mucho nuestro trabajo. ―¿Qué consecuencias trajo este proyecto?  ―Entendimos con todo el grupo que hacer teatro por los derechos humanos es algo que va mucho más allá del hecho artístico. Deja huella en quienes lo hacemos y quienes ven la obra. Tuvimos muchos chicos en el público que vieron nuestra obra antes que la película. Hoy por hoy hay muchos pibes que están en la Dirección de Juventud de Lomas de Zamora que son esos mismos pibes que vieron nuestra obra cuando iban al secundario. Entonces, ahí me di cuenta de lo que significa hacer teatro sobre los  derechos humanos, lo trascendental que era para todes. En esa obra de la Noche de los Lápices, puse a Laura Carlotto por curiosidad si se quiere. También, para contar un poco la historia de las apropiaciones durante la dictadura. Te juro que si ves la obra no queda tan loco, tiene un sentido. Pero en ese momento era una locura. Lucía Pérez, la actriz que hoy hace de Laura, hacía ese personaje en aquella obra, y se destacaba un montonazo. La escena de ella era súper fuerte. Siempre me mencionaba lo buena que estaba esa escena. Un día en chiste la gente de derechos humanos de Lomas me dice: “Tenés que hacer la obra de Laura”. Dije que sí. Una inconsciente total.  ―Algo que se critica de la película sobre la Noche de los Lápices es que no se muestra la militancia revolucionaria de la  juventud. ¿Cómo aparece esto en tu versión teatral? ―Me basé en el libro más que en la película. La peli no me había gustado tanto. Es cierto que con el correr del tiempo mucha gente me decía qué bien que está tratado el tema de la militancia. En la película se prioriza el amor o la amistad, más allá de lo que estaban haciendo los chicos. Nuestra obra de teatro se va actualizando. Modificamos una escena, que es la del secuestro. Es performática. Cuando me enteré, a partir de testimonios, de que Claudia y María Clara tenían armas, porque obviamente estaban entrenadas para defenderse por si había una secuencia de estas, lo agregué a la obra. Originalmente no aparecía en esa escena. Obviamente que tenían que defenderse, porque las estaban matando. Hay algo de eso que está bueno también ver, situarse y empatizar. Lo que más me conmueve de la militancia de esa época es la convicción ante todo. Hay una escena de la obra “Laura…”, donde Estela le dice “mirá que tenemos todo. Vos te podés ir…”. “Mamá yo me puedo ir cuando quiera pero yo no me voy a ir, yo me voy a quedar acá porque queremos vivir. Y si morimos, miles de nosotros vamos a morir y no va a ser en vano”. Esto me lo dice Estela cuando me encuentro con ella. Es tremendo. Y cómo vivían, eran pibes y pibas como nosotros y nosotras. En el caso de Laura, eso es lo que se trata de mostrar: que se enamoraba, se peleaba, tenía amigos, salía. Y al mismo tiempo, tenía una convicción tan fuerte. A mí me emociona cuando alguien tiene una convicción.  Les preguntaría a los pibes y las pibas, ¿cuáles son sus  convicciones? ¿Qué es lo que te mueve? Y nos encontramos con que los chicos muchas veces no tienen algo que los mueva. Es un tema que está lindo para charlar con los chicos. Muchos no saben qué van a hacer en el futuro y todo eso necesita una contención, que hoy a veces no están teniendo. Y si esta obra invita a algo de eso está bueno también.  ―Viendo la realidad de hoy, ¿cuál será tu próximo guión? ¿Cómo contarás lo que hoy es presente? ―Veo que faltan un montón de obras. Me dan ganas de contar un montón de cosas todo el tiempo. Tengo un montón de proyectos en mi cabeza. A veces llegás con todo, a veces no. A la vez, me gusta disfrutar de los procesos. Ahora estoy muy metida en el tema de Malvinas. En este momento, la obra sobre la vida de Laura Carlotto se encuentra de gira con el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Estuvimos en Carmen de Areco, San Vicente, Lomas de Zamora, Berisso y, próximamente, en La Plata. Estamos dando a conocer esta historia, que es lo que un poco pidió Estela.   ― ¿Cómo fue mostrarle la obra a Estela de Carlotto? ―¡Fue tremendo! Cuando empecé con toda esta aventura, en un momento me detengo y digo: “Pará. Tenés

El 1 de noviembre fue el homenaje a la histórica secretaria de Abuelas de Plaza de Mayo, quien falleció en 2022. Participaron integrantes de su familia, personas allegadas y militantes de derechos humanos. Desde un video, las palabras de Lanzillotto no perdieron vigencia. Redacción: Julieta GaleraEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Julieta Galera “La memoria es algo que tiene que defenderse de todas maneras porque sin memoria es como si anduviéramos en el aire volando como hojas sueltas”, nos recuerda en un video la Abuela Alba Lanzillotto, con firmeza y tonada riojada, en tiempos en que desde los medios tradicionales y en las redes se promueven  discursos negacionistas. Y luego reflexiona y advierte: “¿Por qué no hay derecho a que uno piense distinto? Eso no es una democracia, no es algo bueno para el país, porque justamente lo que hace grande a un país es la posibilidad que haya muchos pensamientos que se enriquezcan mutuamente. La diferencia enriquece y ayuda a corregir errores. Una de las cosas más importantes de la democracia es esa. Más importante que votar es respetar el pensamiento de todos, eso es la democracia”. En tiempos en que parte de la ciudadanía cree que la democracia es algo que sucede cada cuatro años, que se ejerce sólo en el cuarto oscuro y que se puede rifar con el voto en las urnas, con estas palabras tan actuales y contundentes de Alba Rosa “Nena” Lanzillotto dieron inicio al homenaje a esta inmensa mujer que dedicó la mitad de su vida a la construcción de memoria colectiva, a buscar la verdad y a luchar por justicia para las víctimas del terrorismo de Estado. Y que en ese camino se comprometió desde el primer momento con la lucha por la expropiación del edificio del Ex Centro Clandestino de Detención (CCD) Virrey Cevallos hasta que lograron que sea convertido en Espacio para la Memoria.  Históricamente, el Espacio para la Memoria Ex CCD Virrey Cevallos, ubicado en el barrio de Monserrat, ha homenajeado a las mujeres que tuvieron una participación decisiva en la recuperación del lugar, reconocidas por su trabajo en organismos de derechos humanos vinculados a los procesos de Memoria, Verdad y Justicia. Por ese motivo, la biblioteca del Espacio para la Memoria lleva el nombre de Esther Potash de Pastorino y uno de los salones, el de Lylian Santochi de Paoletti. En esta oportunidad, realizaron un acto para la señalización y colocación de la placa que rebautiza a su espacio cultural con el nombre de Alba Lanzillotto.   No puede haber mejor homenaje y agradecimiento a esta Abuela de  Plaza de Mayo, porque Alba Lanzillotto, quien además de haber sido durante alrededor de 20 años secretaria del organismo y profesora de Literatura, trabajó para concientizar, comunicar, construir memoria y dejar un legado a las generaciones presentes y futuras. Desde que llegó a Abuelas de Plaza de Mayo en 1986 buscando al bebé que su hermana “Ani” había tenido en cautiverio, cuando Mirta Baravalle le encargó que recopilara todo recorte que hablara de las Abuelas y su búsqueda, comenzó a crear el archivo hemerográfico de la institución. Luego se hizo cargo de la edición del boletín de la organización, fundó la biblioteca, fue editora responsable de numerosas publicaciones que promovió el organismo, impulsó y acompañó muchos de los programas educativos vinculados con la literatura, la narración oral y la memoria de Abuelas y otros organismos de derechos humanos de entidades estatales y no gubernamentales. También fue de las personas que puso el cuerpo y peleó para que el Parque de la Memoria, en Costanera Norte, sea realidad. Absolutamente dominado por la emoción y el orgullo de esa madre ejemplar, su hijo Ariel Pereyra Lanzillotto la recordó con un emotivo texto que sintetiza quién fue “Alba, `la Nena´ transformadora y transformada”, una mujer  de formación católica, apostólica y romana, atravesada e interpelada por el Concilio Vaticano Segundo y por monseñor Enrique Angelelli con su interpretación del Evangelio por los pobres y oprimidos. La vida de Alba Lanzillotto, como la recuerdan todos los que dieron testimonio en el homenaje, estuvo marcada a fuego por su fe religiosa y por monseñor Angelelli, con quién trabajó como parroquiana de su comunidad en su La Rioja natal. A partir de esa experiencia, puso esa potencia transformadora de torbellino que la caracterizaba al servicio de la lucha para que el mundo sea un lugar más justo y solidario. Y en ese camino de lucha fue transformada por las circunstancias que le impuso la vida. “Alba: extranjera, exiliada en Madrid. Pudo ser , adaptada y aburguesada ama de casa. Pero entonces… Vallecas y la comunidad cristiana del barrio, la solidaridad latinoamericana y la denuncia de la dictadura. La Nena: de regreso a la Patria. Pudo ser una ciudadana más, ignota y hogareña, atravesando la adultez y al espera de los nietos. Pero entonces… Abuelas, el hijo apropiado de Ani, los desaparecidos, la lucha por la verdad y la justicia”, recordaba Ariel Pereyra Lanzillotto. En el evento participaron Buscarita Roa y Abel Madariaga, vicepresidenta y secretario de Abuelas de Plaza de Mayo;  María Adela Gard de Antokoletz , hija de una de las 14 fundadoras y miembro de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora y de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas;  referentes del Programa  “Abuelas Narradoras por la Identidad, la Memoria y la Inclusión Social” de PAMI; Miguel “el Tano” Santucho y Victoria Motenegro, de la agrupación HIJOS; sus hijos Ariel y Alba Pereyra Lanzillotto, y su nieta Clara. También estuvieron presentes otros y otras militantes de distintos organismos de Derechos Humanos, compañeros y compañeras de vida en el exilio y en la lucha que dedicaron honrosas palabras a Lanzillotto con enorme admiración, emoción, amor y nostalgia.  Como marcó el paso desde ese video y como lo hizo cada día de su vida con su integridad, tenacidad e inclaudicable fe que movía montañas a todas las personas que la conocieron y a las nuevas generaciones de niñeces y adolescencias a las que les compartía su testimonio

Se anunció esta tarde en una conferencia de prensa que el organismo brindó en Casa por la Identidad, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos. Redacción: Eugenia Otero / Gabriela Suárez López Edición: Fernando Tebele El 22 de diciembre, luego de 3 años de la última restitución, se anunciaba el encuentro del nieto 131. Hoy, a 6 días de esa noticia, Abuelas de Plaza de Mayo informó que han resuelto la identidad del nieto 132. Se trata de Juan José, hijo de Mercedes del Valle Morales. Es un joven que vive en la provincia de Tucumán y que participó de la conferencia de manera telemática. El nieto inició la búsqueda de su identidad en 2004, acompañado por Abuelas y por la CONADI. Sus hermanos de crianza, luego de fallecidos sus padres, le transmitieron lo que sabían y le entregaron su DNI original, donde figuraban los datos de su verdadera madre. Así se enteró de quien era. Es hijo de Mercedes del Valle Morales, quien fue secuestrada en Monteros el 20 de mayo de 1976. Su hijo Juan José, de 9 meses, estaba el día del operativo; allí también secuestraron a Toribia Romero de Morales y Ramón Morales, mamá y papá de Mercedes. Días después secuestraron a sus tíos, José Silvano Morales, Juan Ceferino Morales y Julio César Morales, quienes permanecen desaparecidos como su hermana, padre y madre. Era una familia militante del PRT-ERP. “Una tía abuela materna denunció ante la CoNaDeP la desaparición de los miembros de la familia”, explicó Estela de Carlotto acerca de la trama familiar. Juan José dejó su perfil genético en el EAAF, que logró identificar los restos de su madre, desaparecida con apenas 21 años. Parte de la verdad comenzó a salir a la luz, pero aún no se sabe quién es su padre. La exhumación del cuerpo del dueño de la finca permitió que esta mañana el Juzgado Federal de Tucumán informara al joven que fue victima de sustracción, que no es hijo de quien lo crío, ya que no se descartaba que fuera hijo biologico de Mercedes y el dueño de la finca, ahora se sabe, su apropiador. “Lo abrazamos como nuestro nieto 132 y se inicia un nuevo camino para encontrar información sobre su padre”, cerró Estela de Carloto, para que Juan José pueda tomar la palabra. Después de algunos problemas técnicos, Juan José fue recibido con aplausos y emoción. “Siempre tuve dudas”, afirmó hoy entre acoples, seguramente conmocionado por la parte de la historia que conoce. Agradeció a Abuelas y al EAAF. Mientras la gente en la sala gritaba por los 30 mil, desde Tucumán, levantó la foto de su madre. Ahora continúa su búsqueda por conocer la identidad de su papá. Ya lo sabe: quien decía serlo, en verdad le había mentido toda su vida.

Es hijo de un matrimonio mendocino. Ambos estuvieron secuestrados en dos centros clandestinos del Circuito Atlético, Banco y Olimpo. Redacción: Fernando Tebele / Eugenia Otero Abuelas de Plaza de Mayo anunció hoy la recuperación de la identidad del nieto 131. Pasaron tres años y medio desde que se conoció la identidad del nieto 130. La comunicación llegó a través de una conferencia de prensa, la metodología habitual con la que las Abuelas realizan este tipo de anuncios. Pero es la primera vez que la convocatoria es en la Casa por la Identidad, dentro del predio donde funcionó el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio ESMA, ya que hasta aquí se realizaron en la casa de Abuelas en la calle Virrey Cevallos 952 en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Quienes eran su papá y su mamá? Según pudo reconstruir La Retaguardia, Lucía Ángela Nadin estaba embarazada de dos a tres meses cuando fue secuestrada junto a su compañero Aldo Hugo Quevedo el 1 de octubre de 1977 en Buenos Aires. Eran mendocinos y militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). A ella, sus compañeros la llamaban “Chiquita”; a él le decían “Dipy”, aunque su familia siempre lo había apodado “Negro” o “Negrito”. Lucía Ángela tenía 29 años. Aldo Hugo tenía 35 años. Tenían un taller de encuadernación en Mendoza. A mediados de 1976 se fueron a Buenos Aires junto a Beatriz Corsino, junto a quien fueron secuestrados. Fueron vistos en El Atlético y El Banco, dos centros clandestinos del circuito que además integraba El Olimpo (Circuito ABO). Ambos continúan desaparecidos. El nieto 131 tiene 44 años. Por testimonios de sobrevivientes, pudo saberse que Lucía fue retirada del CCD “El Banco” entre marzo y abril de 1978 para dar a luz, según informaba Abuelas hasta hoy en su página, en la sección Niños en Cautiverio. A partir de ahora, estará en Casos Resueltos y una nueva historia comenzará a escribirse.

Familiares, amistades, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, nietos y nietas recuperadas y militantes de organismos de Derechos Humanos homenajearon a Alba “Nena” Lanzillotto, histórica tesorera de Abuelas de Plaza de Mayo. El evento fue el martes 6 de diciembre en el Parque de la Memoria, en la Ciudad de Buenos Aires. También esparcieron parte de sus cenizas en las aguas del Río de la Plata. Redacción: Julieta GaleraEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: Gentileza Mónica Hasenberg Como no podía ser de otra forma, en un “día riojano”, húmedo, ardiente y con un sol abrasador, la Abuela de Plaza de Mayo Alba Lanzillotto, fue despedida por su familia, amigos, amigas, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, nietas y nietos recuperados y militantes de organismos de Derechos Humanos en un cálido y emotivo homenaje en el Parque de la Memoria, en Costanera Norte, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Alba falleció el pasado 29 de junio a los 94 años. Para cumplir la voluntad de Alba Lanzillotto, agua y tierra la recibirán en sus lugares de pertenencia y de militancia. Parte de sus cenizas desde ayer descansarán en el Río de la Plata junto con compañeras y compañeros detenidos desaparecidos por el Terrorismo de Estado de la última dictadura cívico militar, y otra parte de sus cenizas volverá a su tierra riojana para descansar en los jardines de la Iglesia de la Santa Cruz junto a su esposo, el poeta Ariel Ferraro. Alba Lanzillotto nació en 1928 en una familia numerosa de educadores de La Rioja. Se recibió de profesora de Letras y dedicó su vida a la enseñanza de literatura, a la educación popular y a la lucha política. El 24 de marzo de 1976, día del golpe cívico militar, Alba había sido detenida y alojada en la cárcel de La Rioja hasta el 15 de abril. En octubre se exilió con su familia en Montevideo y al año siguiente a Madrid. El 19 de julio de 1976 una de sus hermanas mellizas menores, Ana María “Ani” Lanzillotto, y su compañero, Domingo “Gringo” Menna, fueron secuestrados y desaparecidos en Villa Martelli. Al momento de su secuestro, Ani estaba embarazada de 8 meses. En noviembre de 1976, su otra hermana menor, melliza de Ani, Cristina “Tina” Lanzilotto y su compañero, Carlos Santillán, también fueron secuestrados en Pergamino. Desde su regreso del exilio en Madrid en 1984, Alba se dedicó a buscar a su sobrino y a luchar por Memoria, Verdad y Justicia por sus hermanas, sus compañeros y compañeras de vida y por los y las 30 mil. Alba fue la primera tía que formó parte de la Comisión Directiva de Abuelas de Plaza de Mayo. Por su enorme compromiso militante, su sentido de justicia, ética y la solidaridad que la definen, Alba tuvo un papel protagónico en Abuelas. Afortunadamente, pudo encontrar a su sobrino Maximiliano Menna Lanzillotto el 3 de octubre de 2016. Al momento de su fallecimiento, Alba estaba esperando el fallo de la sentencia de la Megacausa Campo de Mayo, de la que fue una de las impulsoras y en la que era querellante junto a sus sobrinos, Ramiro y Maximiliano Menna Lanzillotto. Alba Pereyra Lanzilloto, hija de Alba Lanzillotto, agradeció a las y los compañeros de la vida y de la militancia de su madre por participar de esta celebración de la vida de su madre y, en especial, agradeció a los compañeros del Parque de la Memoria por el espacio, porque “el Parque de la Memoria fue algo tan significativo para mi mamá que, participar de esa comisión y ser parte de esta construcción, que ella amaba mucho, le cambió la vida”. Fiel al estilo de Alba, su hijo Ariel Pereyra Lanzillotto, marcó el tono de la reunión: “Queremos que esto tenga el sentido de una reunión, asamblea de celebración de la vida de mi vieja, que sea participativa para que todos puedan expresarse. Y que nos acompañen después para que sus cenizas descansen con sus compañeras de pelea”. María Adela Antokoletz, hija de María Adela Gard de Antokoletz, una de las catorce mujeres que por primera vez marchó en Plaza de Mayo, una “hermana desde los tiempos del exilio” para la familia Lanzillotto, fue la primera en tomar la palabra. Al igual que Ariel Pereyra Lantillotto, María Adela recordó a Vicente ZIto Lema, quien partió la primera semana de diciembre, muy querido por la familia y contó que “ZIto Lema donde quiera que estuviéramos, que lo encontráramos, desaparecía para todo el mundo y se iba derecho para donde estaba Alba para hablar con ella. Tenía pasión, adoración por Alba”. Y, para conmemorar el espíritu de lucha que guiaba a Alba, que al mismo tiempo expresaba el clima que se respiraba en el ambiente entre los asistentes y que marcó la jornada, leyó una reflexión del poeta y escritor que parte de una frase de William Shakespeare en “La Tempestad”: El infierno estaba ciego porque todos los diablos estaban en esta tierra y esos diablos son el poder con todas sus manifestaciones, económicas, políticas, filosóficas, ideológicas con sus lugares comunes, con su sentido común, con el discurso de la mentira, con el discurso de la no verdad, impuesto con caracteres tan brutales que nos agobian porque son parte de una generación que conoció en carne propia la violencia y la cultura de la muerte del poder. Más allá de nuestros esfuerzos, de nuestros sueños, de nuestras apuestas a un verdadero humanismo, la realidad nos desnuda el poder de la muerte sigue vigente porque el poder de la muerte es también el poder de quienes tienen a su defensa y cargo los valores de las pasiones más tristes que las criaturas humanas pueden desarrollar. ¿Qué nos espera hacia el mañana? Lo de siempre, la lucha. No está escrito en ningún libro de la historia que la cultura de la muerte será triunfadora. Tampoco nos asegura la vigencia de un verdadero humanismo. Estamos ante un drama. Si somos capaces de vencer lo que hoy parece un

Duele cada Abuela que se va. Duele Delia, quien se fue con sus intensos 96 años en el peso de sus hombros. Su historia es una muestra -una, nada más- del genocidio y de sus “daños colaterales”. Tras el secuestro de Jorge y su compañera Stella Maris Montesano, en octubre de 1976, comenzó la búsqueda de ambos, pero también la del nieto nacido en cautiverio. La otra hija del matrimonio, Cecilia Ovando, de 3 años, quedó en su cuna y creció también con esa búsqueda; caminó a la par de su abuela. En 2011 no pudo más Cecilia, y se quitó la vida. La goleada de la muerte se descontó con la aparición del nieto tan buscado: Diego Martín Ogando Montesano supo quién era en 2015.Compartimos el registro de los testimonios de Delia Giovanola y Diego Martín Ogando en el juicio Brigadas, el 18 de mayo del año pasado, parte de la cobertura conjunta de La Retaguardia y Pulso Noticias.

Pensar el significado de las palabras Memoria, Verdad y Justicia. Desde El Dipy al obispo Castrense Monseñor Olivera. El pedido de reconciliación 2021 y la prisión domiciliaria para los genocidas sin escuchar a las víctimas del terrorismo de Estado. Los pañuelos de las Madres y el llamado a la sociedad del sobreviviente Walter Docters. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Diego Adur 🎤 Entrevista: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: La detención de Eduardo Ascheri tras haber sido condenado a cadena perpetua en el juicio Contraofensiva (Natalia Bernades/ Archivo La Retaguardia) El icono artístico del macrismo, míster El Dipy, tiene un programa en Radio Rivadavia donde saca a pasear su filosofía de vida. El primero de julio dijo que los militares “se equivocaron un montón, han hecho un montón de cosas, pero se equivocaron un montón”, fue su punto más alto después de decir que al gobierno había que sacarlo a patadas en el culo. Al programa siguiente resaltó al genocida Alfredo Astiz por sobre Hebe de Bonafini. Difícil analizar el total de sus dichos porque en poco tiempo mezcló muy rápido todo. Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, le contestó con mucha paciencia. Le pidió que piense sobre el significado de las palabras “Memoria, Verdad, Justicia”.  Míster El Dipy eligió otro camino y fue al programa de la provocadora Viviana Canosa, en A24. La conductora sube la vara día a día, se autoexige, aunque no logra superar su performance de tomar dióxido de cloro de una botella de plástico. Canosa fue denunciada por la muerte de un niño de cinco años en Neuquén por ese momento de rating. “Cuando dije que los militares hicieron cosas, la autopista que ella (Estela) agarra para ir por todo el mundo la hicieron los milicos, de obras hablé yo”, dijo míster El Dipy. No hay caso, la lógica actúa de maneras misteriosas y debe ser como decía irónicamente Osvaldo Bayer, Hitler mató millones de judíos, pero hizo autopistas y le dio trabajo a todo el mundo.  Pensar el significado de las palabras “Memoria, Verdad y Justicia” no es un ejercicio solo para míster El Dipy. El consejo le cabe también a algunos políticos de Juntos por el Cambio y otras faunas autóctonas que hacen comparaciones numéricas entre los 30 mil desaparecidos y desaparecidas y las personas  fallecidas por Covid. El último 9 de Julio, en esas marchas de consignas amplias donde prima la utilización de los símbolos patrios para autoproclamarse  como únicos herederos de Argentina y con una notoria pertenencia política partidaria, nuevamente fueron vandalizados los pañuelos de las Madres que están alrededor de la pirámide en la Plaza de Mayo. Las pintadas hacían alusión al número de muertos por la pandemia en nuestro país.   Asuntos más sagrados El 17 de junio el Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera, se dirigió por carta a los sacerdotes del vicariato. Recordó escritos del Papa Francisco, ex Jorge Bergoglio, al tiempo que pidió por la prisión domiciliaria para los genocidas de la última dictadura cívica, militar, religiosa.  El texto del Papa Francisco es  “Caminos de Reencuentro” Encíclica Fratelli Tutti, que luego de meditar en voz alta sobre paz, memoria, verdad, justicia y venganza, dice: “La verdad no debe, de hecho, conducir a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón. Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos”.   “¿Quién no puede sentirse conmovido e interpelado en nuestra querida Argentina?” se preguntó Olivera en su insistente peregrinar por reconciliación.  En su Encíclica, el Papa Francisco también se refirió a la pena de muerte y a la cadena perpetua: “Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad están llamados, por lo tanto, a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal que sea, y en todas sus formas, sino también con el fin de mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad. Y esto yo lo relaciono con la cadena perpetua. La cadena perpetua es una pena de muerte oculta”. Olivera entonces escribió: “Esta situación, tristemente, la vivimos con tantos presos imputados de delitos en tiempos de la dictadura, algunos casos sin proceso, con detenciones preventivas por más de dos años, con edades muy avanzadas, enfermedades y delicados estados de salud. Incluso en este tiempo de pandemia con riesgo sanitario, no se les ha permitido cumplir la detención en forma domiciliaria”. Así, directo, el obispo Castrense. Pero cuando creíamos que lo peor ya había pasado, llegó el cierre: “Que esta Encíclica que nos ha regalado Francisco nos permita crecer como sociedad en amistad y concordia, buscando siempre el bien común en verdad, memoria y justicia”. Santiago Olivera, el Obispo para las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad de la República Argentina, estuvo pensando en el significado de las palabras Memoria, Verdad y Justicia, pero la hostia le cayó del lado de la impunidad.  Escuchar a las víctimas Otorgar el beneficio de prisión domiciliaria a detenidos por crímenes de lesa humanidad es algo que viene en aumento desde 2015,  más de la mitad están en su casa. Algunos incluso la conservan después de salir a pasear sin autorización o pese a haber estado prófugos. En los juicios de todo el país las víctimas piden lo mismo: cárcel común, perpetua y efectiva. Cuando en 2017 la Corte Suprema de Justicia decidió acelerar el proceso de impunidad favoreciendo a los genocidas con el 2×1, el repudio de la sociedad fue enérgico. Con los pañuelos de las Madres en alto se realizaron movilizaciones en toda Argentina y en el extranjero. El Congreso aprobó una Ley para evitar su aplicación. El máximo Tribunal volvió a sacar las cuentas; ahora el resultado le daba rechazo multitudinario y dio marcha atrás.  “Revocar las prisiones domiciliarias otorgadas a los imputados y ordenar sus traslados a cárceles del Servicio Penitenciario Federal” ordenó el 10 de junio de este año el 

El TOF N°1 de San Martín, que lleva adelante un tramo unificado de la Megacausa Campo de Mayo, resolvió rechazar el pedido de libertad condicional para Santiago Omar Riveros, quien fuera Jefe del Ejército de la Zona 4 durante el genocidio. Esta decisión la tomaron luego de la audiencia pública del martes pasado, en la que las víctimas expresaron sus opiniones. Riveros fue condenado en múltiples ocasiones por delitos de lesa humanidad y por eso las víctimas del represor expresaron su rotunda oposición a que se concrete ese beneficio.  Después de escuchar a las víctimas, la jueza Silvina Mayorga, a cargo de la ejecución de la pena en este caso, decidió rechazar el pedido del genocida. (Por La Retaguardia) ✍️ Cobertura del juicio: Diego Adur/Lucrecia Raimondi/María Eugenia Otero/Agustina Sandoval Lerner ✍️ Redacción: Lucrecia Raimondi/Diego Adur 💻 Edición: Fernando Tebele ✍️ Textuales: Noelia Laudisi de Sa/Mónica Mexicano/Valentina Maccarone 📷 Fotos: Capturas Transmisión La Retaguardia Su defensa había argumentado que, como las condenas en la megacausa Campo de Mayo se habían unificado en 2017 a una pena única de 25 años, ya estaba Riveros en condiciones de pedir la libertad condicional. Sin embargo, la jueza Mayorga sostuvo que si bien eso es cierto, Riveros tiene otra condena a 45 años de prisión en el juicio conocido como Plan sistemático de robo de bebés, tramitado ante el TOF N°3 de la CABA. Esa pena está lejos de cumplir las dos terceras partes que le permitirían pedir la condicional. Riveros tiene 97 años y es parte de todos los juicios de la Megacausa por su rol de jefatura en el Área de Defensa 4 que tenía a Campo de Mayo como cabecera. La decisión de la jueza se dio después de que el martes pasado se celebrara una audiencia pública por el pedido de libertad condicional que realizó la defensa del genocida. En ella declararon víctimas del represor, quienes expresaron su rotunda oposición a que se concrete ese beneficio, con diferentes argumentos. Fue la primera vez que una audiencia pedida en torno de la Ley de víctimas es pública. La Retaguardia transmitió la jornada.   A partir de la sanción en 2017  de la Ley 27.372 –de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos-, todas las partes querellantes tienen  “derecho a ser informadas y a expresar su opinión y todo cuanto estimen conveniente”, cuando surja cualquier planteo en el que la persona condenada pueda ser beneficiada, por ejemplo, con la libertad condicional. Es decir, en consecuencia del pedido que realizaron los defensores oficiales Juan Carlos Tripaldi y Alejandro Arguilea sobre la libertad condicional de Santiago Omar Riveros, la jueza de ejecución Silvina Mayorga citó a todas las víctimas del genocida que quisieron expresar su opinión al respecto.  Entre las personas que hablaron y manifestaron su oposición a la libertad del genocida estuvieron la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo ,Estela de Carlotto; José Schulman, Secretario general de la Liga Argentina por los Derechos Humanos; Iris de Avellaneda, sobreviviente y mamá del joven Floreal Avellaneda sobrevivientes del Terrorismo de Estado, familiares de víctimas y nietos y nietas que recuperaron su identidad. En la audiencia también brindaron argumentos en contra del beneficio para Riveros la querella de Pablo Llonto, en representación de familiares, y la querella de Abuelas de Plaza de Mayo, por medio de la abogada Carolina Villella. Santiago Omar  Riveros era el jefe de Institutos Militares en Campo de Mayo, amo y señor de todo lo que allí sucedía. Fue condenado decenas de veces y recibió varias penas a prisión perpetua. Además, tiene una condena a la pena de 45 años de prisión por el robo de bebés en el  Hospital Militar de Campo de Mayo. Entonces, tal como  señalaron todas las víctimas que declararon en la audiencia, Riveros es un múltiple condenado por delitos de lesa humanidad que jamás demostró arrepentimiento por sus crímenes  y nunca dijo dónde estaban  los bebés apropiados  de Campo de Mayo, ni cuál fue el destino de las personas desaparecidas.  Campo de Mayo es un predio militar que sigue en funcionamiento y en manos del Ejército. La liberación de Riveros hubiera significado un retroceso enorme, no solo para los y las sobrevivientes y familiares de las víctimas, sino para toda la población argentina y la democracia.  A continuación, reflejamos las palabras de las víctimas que expresaron su oposición a la libertad de Santiago Omar Riveros y que transmitimos por el canal de Youtube de La Retaguardia. Participaron Iris Pereyra de Avellaneda, Alicia Vattino, Juana Muñiz Barreto, Walter Meza Niella, José Schulman, Ramiro Nicolás Mena, Daniel Vicente Cabezas, Manuel Gonçalves Granada, Juliana García, Catalina De Sanctis Ovando y Marcos Avellaneda, más Pablo Llonto y Carolina Villella en representación de las querellas.  Iris Pereyra de Avellaneda, mamá del ‘Negrito’ Floreal Avellaneda Soy Iris Pereyra de Avellaneda, sobreviviente del genocidio de Campo de Mayo, Campito. Hago, nuevamente, una nueva denuncia de que Santiago Riveros es el responsable de la muerte del Negrito Avellaneda. Santiago Riveros ha sido uno de los ideólogos de Campo de Mayo y por eso ha sido esa masacre, ese genocidio que ha pasado en Campo de Mayo. Por lo tanto, con el Negrito Avellaneda fuimos secuestrados por el Terrorismo de Estado en nuestro domicilio de la calle Sargento Cabral 2385, Munro. Fuimos llevados al Campito, Campo de Mayo, y ahí fuimos torturados terriblemente los dos. Al mes, justo cuando Negrito cumplía sus 16 añitos, aparece por los vuelos de la muerte en Uruguay. Entonces, nosotros, yo como sobreviviente de Campo de Mayo y querellante de esta causa, pido y exijo que a Santiago Riveros no se le dé la libertad. Es un genocida y por lo tanto tiene que estar en cárcel común porque ha sido un genocida de primera. Un tipo que ha querido asesinar a varias personas y tiene varias causas. Por lo tanto, necesito y exijo que a este hombre se le dé cárcel común y efectiva. Muchas gracias. Alicia Vattino, hermana de Daniel Omar Vattino Soy Alicia Vattino, hermana de Daniel Omar Vattino y

Entre las actividades a 45 años del golpe de Estado, La Retaguardia participó de una movida cultural en el CuSam de la Unidad Penal 48 de San Martín. Compartimos la crónica de un día de libertad entre los muros. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Diego Adur 📷 Fotos: Mauro Martínez/Julián Bouvier/Lorenzo Dibiase Este 24 de marzo fue sin dudas especial. La pandemia de Covid-19 obligó a dividir las distintas actividades: se realizó una transmisión especial con las Madres, de manera virtual; se marchó en la Plaza de Mayo; se plantaron árboles en plazas y espacios de todo el país. Las formas de manifestación en nombre de la Memoria, por la Verdad y la Justicia fueron muchas. Otra actividad, de la que participó La Retaguardia, la realizaron las personas privadas de su libertad en la Unidad 48 del Penal de San Martín, en la Provincia de Buenos Aires. Allí funciona el CuSam (Centro Universitario San Martín), donde las pibas y los pibes se encuentran y construyen un espacio de libertad. “Acá somos libres”, se escuchaba cada vez que alguien agarraba el micrófono. Es emocionante imaginar lo que significa ese lugar para personas privadas de su libertad, que sienten que, luego de recorrer diferentes unidades a lo largo y ancho de la Provincia, son libres por un rato Hay un edificio principal, emplazado en un lugar verde, no muy grande, pero lleno de actividades y de vida. Allí funcionan una biblioteca, la “Juan Gelman”; una sala de computación, la “Paulo Freire”; una sala de música; aulas para las cursadas de las materias de la Universidad; y también funcionaba una radio hasta hace algunos meses, Radio Mosquito. En octubre del año pasado, durante una protesta de los internos, la policía reprimió brutalmente el penal y terminó por destruir parte del CuSam. La sala de música y la radio son las que más lo sufrieron. Instrumentos musicales y elementos de la radio fueron destrozados. Los pibes aseguran que Radio Mosquito pronto volverá a sonar. No piensan permitir que nadie les robe la voz. En las afueras del edificio hay una pequeña casilla con un horno, donde se producen artesanías en cerámica. En otro lado, una huerta, con ganas de convertirse en agroecológica. Todo esto gestionado por las pibas y los pibes del CuSam, y acompañado por coordinadores de la Universidad de San Martín, muchos de ellos presentes durante la actividad. La actividad central se realizó en el patio del CuSam. El día lo ameritaba. Las sillas se colocaron frente a la entrada del centro universitario. El piso de cemento que anticipa la entrada al edificio hacía de escenario, con varios micrófonos, equipos de sonido, una batería e instrumentos musicales esperando a ser utilizados. Los pañuelos de las Madres y Abuelas bailaban al son del viento, colgados de una media sombra que amenizaba el sol. En una de las paredes del CuSam estaban las imágenes de las y los desaparecidos de San Martín. Y había también un hueco en la tierra, que invitaba a sembrar memoria. Toda la decoración y la escenografía de la jornada fue armada y montada por las y los pibes.  A eso de las 11, Abel Díaz, integrante del Centro de Estudiantes del CuSam “Azucena Villaflor”, tomó el micrófono y dio la bienvenida a las muchas personas invitadas a compartir esta jornada. Invitó a sentarnos, recordó que hay que tener puestos los barbijos y arrancó con la lectura del comunicado. Un comunicado lleno de memoria activa, que planteó la lucha por la justicia de ayer y también de hoy. Que habló de los y las 30.000, pero también de Johana Ramallo y de Luciano Arruga. Que denunció la violación de los derechos humanos tanto adentro, como afuera de los penales. Pero que, además, recordó a las personas desaparecidas con mucha vida, con ese amor a la militancia, a la construcción de un mundo más justo, a las artes, las lecturas. Y eso fue algo que rondó por toda la jornada: aun sabiendo que el 24 es un día de reflexión y de memoria, todo estuvo rodeado de alegría, arte, risas, baile y música.  Luego pasaron por el micrófono Daniela Gaona, familiar de desaparecidos/as; Leonardo Grosso, diputado nacional por el Frente de Todos; Mariel Fernández, intendenta de Moreno; algunos integrantes del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires; Carlos Greco, rector de la Universidad de San Martín; Silvana Ortíz, integrante del Centro de Estudiantes del CuSam; entre otros/as. También tuvimos la posibilidad de tomar la palabra desde La Retaguardia para contar acerca de nuestro trabajo en materia de derechos humanos.  Más adelante, se entonaron las estrofas del himno nacional argentino y luego, se pasó a uno de los momentos más emotivos de la jornada: la plantación de un árbol de paltas en el patio del CuSam.  La música empezó a sonar en las manos de los “Sale $500” la banda de los pibes del CuSam. “Sale $500, porque acá adentro todo sale $500”, dijo Mauro, uno de los integrantes, entre risas. Se cantó por las y los desaparecidos. Se cantó por la desigualdad. Se cantó por un mundo más justo.  Le siguieron las rimas del Patón Argüello, rapero, liberado del CuSam. “Sueñen alto que a veces los sueños se hacen realidad”, repitió más de una vez a quienes hoy continúan privados/as de su libertad. Al terminar, llegó otro momento muy emotivo, de lágrimas y pieles de gallina: la obra de teatro gestionada por los y las pibas del CuSam: “Sobrevivientes”. Fueron unos 15 minutos para reflexionar sobre la atrocidad de la violencia militar en los 70 y también acerca de la violencia policial de hoy. Como si estuviéramos en un jueves cualquiera de la vieja normalidad, a eso de las 15.30, en la Plaza de Mayo, la obra cerró con un fuerte: “30.000 compañeros detenidos desaparecidos: ¡Presentes! ¡Ahora y siempre!”. Mientras por las mesas circulaban sanguchitos de miga y empanadas, continúo la música a manos de otro rapero, Hugo Paez, “el expresante”,  hijo de desaparecidos/as. Estaba muy nervioso