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Eduardo Ascheri


Se trata de Jorge Eligio Bano y Eduardo Eleuterio Ascheri. La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal revocó hoy la pena de cumplimiento efectivo que pesaba sobre dos de los condenados por crímenes de lesa humanidad en la causa de la represión a la Contraofensiva de Montoneros. Los jueces ordenaron volver al status anterior a la resolución del TOF N°4 de San Martín, que los detuvo después de realizarles pericias médicas, por lo que regresarán a sus casas para cumplir la pena en prisión domiciliaria. Durante sus detenciones, familiares de ambos condenados agredieron y amenazaron a integrantes de La Retaguardia que estaban registrando los procedimientos. (Por El Diario del Juicio*)  ✍️ Redacción: Fernando Tebele 💻 Edición: Martina Noailles 📷 Foto de portada: Ascheri al momento de ser detenido (Foto: Natalia Bernades/La Retaguardia) Los jueces Carlos Mahiques y Guillermos Jacobucci, integrantes de la Sala II de Casación Penal, votaron por mayoría que Eduardo Eleuterio Ascheri y Jorge Eligio Bano no cumplan más sus penas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en cárcel común y ordenó que se vuelva al estado anterior de cumplimiento en prisión domiciliaria. El principal argumento fue la edad de los imputados. Slokar, en tanto, optó por votar la anulación del fallo de cárcel común, por una formalidad (no se corrió vista a las partes después de las pericias médicas), pero votó en disidencia a la hora de ordenar la revocatoria de la medida. Mahiques y Jacobucci argumentaron que en ninguno de los dos casos hubo fuga durante el proceso por lo que es esperable que no se fuguen ahora que están condenados. Bano y Ascheri fueron condenados el pasado 10 de junio. En el fallo, el tribunal conformado por los jueces Esteban Rodríguez Eggers y Matías Mancini junto a la jueza María Claudia Morgese Martín, ordenó el cumplimiento de la pena en cárcel común previas pericias médicas que constataran que estaban en condiciones físicas de que se atendieran sus dolencias típicas de sus edades en la Unidad Penal 34 de Campo de Mayo. En los casos de Roberto Dambrosi y Jorge Norberto Apa, concluyó que debían continuar con prisión domiciliaria, pero revocó ese beneficio para Ascheri y Bano. Cuando ambos fueron detenidos el 13 de julio, durante en los procedimientos, tres integrantes de La Retaguardia que estaban registrando las detenciones fueron sufrieron agresiones y amenazas por parte de familiares.  Cuando necesitan ayuda El abogado querellante Pablo Llonto no ocultó su indignación en diálogo con El Diario del Juicio: “Es una decisión claramente ideológica de los dos jueces de derecha que tiene la Sala II de Casación, que no sorprende pero demuestra una vez más donde se concentra el poder de los que votan a favor de los genocidas. Argumentan ‘sobre la pena humanitaria’, pero eso sólo lo hacen con los genocidas; cuando les llega un caso que tiene que ver con presos de clases sociales bajas que han cometido delitos gravísimos, no se preocupan por la salud”. Luego agregó que “Mahiques y Yacobucci han dictado domiciliarias a genocidas en los últimos años y para equilibrar, muy cada tanto, quieren mostrar otra decisión”.  Sobre la salud de ambos genocidas, Llonto aseguró: “Ni Bano ni Ascheri tienen enfermedades terminales ni dolencias que no puedan ser tratadas en los hospitales del Servicio Penitenciario. Ese debe ser el criterio para resolver domiciliarias, no andar repartiéndolas entre oficiales del Ejército y policías con ideas similares a las de ellos dos. Los votos de ellos son generalmente votos cantados: donde hay un genocida que necesita ayuda, aparecen los votos de Mahiques y Yacobucci”, concluyó. Un arsenal en casa Bano durante la pericia médica que constató que sus dolencias podían ser atendidas en un penal federal.Foto: Gustavo Molfino/El Diario del Juicio En el caso de Bano, su hija María Fernanda había estado detenida preventivamente en una causa acusada de formar parte de una supuesta asociación ilícita. Cuando allanaron su casa, la misma en la que el su padre cumplía preventiva en domiciliaria en la localidad bonaerense de Villa Ballester, la comisión judicial encontró un verdadero arsenal. Bano hija estaba sospechada de ser parte de una autodenominada “Compañía de Reserva Mohamed Alí Seineldín”. Se atribuían pertenecer al Ejército, que negó la existencia formal del grupo. Lo llamativo fue que el arsenal estuviera en la casa de un imputado por delitos de lesa humanidad. Los paseos de Ascheri En el caso de Eduardo Ascheri, durante el proceso en el que finalmente fue condenado a prisión perpetua, en dos ocasiones violó la prisión domiciliaria. Fue registrado en ambas por el fotógrafo Gustavo Molfino, parte del Diario de Juicio, quién además es querellante en la causa. El TOF N°4 le acotó sus caminatas permitidas por prescripción médica a la manzana de su casa del barrio porteño de Belgrano.  Las agresiones El 13 de julio Ascheri y Bano fueron detenidos por orden del TOF N°4. La Retaguardia destinó dos equipos de trabajo para cubrir las noticias. En las dos situaciones, familiares de los genocidas agredieron y amenazaron a Natalia Bernades, Lorenzo Dibiase y Bárbara Barros. Bernades fue hostigada y amenazada por el hijo de Ascheri en Belgrano. En tanto Dibiase y Barros se llevaron la peor parte, porque además de los insultos y las amenazas, en el caso del cronista recibió una agresión física por parte de una persona que había llegado minutos antes a la casa de Bano en un auto de una agencia privada de seguridad. La hija de Bano, en tanto, insultaba vestida con una chaqueta con insignia militar. Vuelta a casa A pesar del voto en disidencia de Slokar, con la resolución de mayoría impuesta por Jacobucci y Mahiques, Ascheri y Bano regresarán a cumplir la pena en sus hogares. Es de esperar que no violen el beneficio que la justicia les da, que no acumulen armas, ni amenacen u hostiguen a la prensa mientras realiza su tarea. La gravedad de los delitos por los que fueron condenados no contribuye a pensar que así será. *Este diario del juicio por la represión

El genocida demoró este momento todo lo que pudo pero el tiempo es hoy. El TOF N°4 de San Martín, dará a conocer la parte final del veredicto por la represión a la Contraofensiva montonera esta tarde a las 14 horas. Por la mañana, el acusado podrá decir sus últimas palabras. Ambas instancias serán trasmitidas en directo por el canal de YouTube de La Retaguardia. (Por El Diario del Juicio*)  ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Fernando Tebele El 10 de junio pasado, este mismo Tribunal, conformado por Esteban Carlos Rodríguez Eggers, Matías Alejandro Mancini y María Claudia Morgese Martín, condenó a prisión perpetua por los crímenes de Lesa Humanidad cometidos durante la represión a la Contraofensiva Montonera, a 5 genocidas, todos integrantes de la estructura de  Inteligencia del Batallón 601 del Ejército. A 2 de los 3 que gozaban del beneficio de la prisión domiciliaria, se las revocó y  ordenó su traslado a cárceles del Servicio Penitenciario Federal. El 13 de julio, dos de esos tres condenados fueron trasladados a la Unidad Penal Federal N°34 de Campo de Mayo y familiares de los represores agredieron al equipo periodístico de La Retaguardia que fue a retratar la partida.   De este modo, los genocidas Luis Firpo, Marcelo Cinto Courtaux, Eduardo Ascheri y Jorge Bano se encuentran cumpliendo su condena en la cárcel; en cambio Roberto Dambrosi pudo conservar el beneficio de la prisión domiciliaria por haber tenido un ACV.  Jorge Norberto Apa había logrado quedar momentáneamente afuera de ese grupo reducido de genocidas el mismo día del veredicto mediante una presentación realizada por su abogado defensor, Hernán Corigliano. El letrado interpuso un certificado médico y dijo que su cliente no comprendía los hechos por estar atravesando un proceso demencial. Desde el sitio de noticias del Ministerio Público Fiscal, informaron que una junta médica integrada por profesionales del Cuerpo Médico Forense indicó que Apa “responde de forma parca, con evasivas, expresando desconocimiento ante las preguntas simples que esta junta le formula. Se interpreta tal actitud como de reticencia, oposición y refractariedad activa a nuestras intervenciones de evaluación psicosemiológica”. El Cuerpo Médico Forense agregó en su informe que “se observó a todo lo largo de la evaluación psicosemiológica una discordancia e inconsistencia en la actitud del examinado que activamente simula y sobresimula un cuadro psicopatológico sin consistencia clínico semiológica enmascarando su realidad psíquica, que impide a esta junta estimar correctamente el estado mental del causante conforme a las prácticas habituales de las evaluaciones que rutinariamente realizamos sin estos inconvenientes”. Y concluye: “dado el vigor psíquico necesario para mantener la actitud descripta ‘ut supra’ inferimos que la oposición del examinado refleja su aptitud psíquica para ajustarse al proceso penal en curso”. Jorge Norberto Apa, quien fuera Jefe de la División Inteligencia “Subversiva Terrorista”, dependiente del Departamento Interior de la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército Argentino, entre el 15 de enero de 1979 y el 14 de noviembre de 1980, ya tiene otra condena por crímenes de Lesa Humanidad, y deberá ahora escuchar la sentencia que, seguramente, será condenatoria. Restará saber si conserva el beneficio de la prisión domiciliaria o si será enviado a las manos del Servicio Penitenciario Federal, examen médico mediante.  El 15 de noviembre de 2020,  Apa amplió su indagatoria y aceptó preguntas. Reconoció que en Campo de Mayo ocurrieron cosas “que no eran legales”, pero también discutió la cifra de 30 mil y, de manual de inteligencia, se ubicó ajeno a la represión. “En esta división el último lugar donde está la situación subversiva, en el último escalón estaba yo, acá, en la situación subversiva. Todo esto tenía como misión asesorar y asistir al Comandante por medio del Estado Mayor, en este caso también por medio del J II,” fue su intento, al tiempo que aseguró que su legajo era incorrecto. Luego de esa declaración fue operado por un tumor en la zona abdominal y no se volvió a presentar ante el TOF 4. Hernán Corigliano continuó el debate sin mencionar los problemas mentales, pero aportó fotos de la zona suturada y del tumor en lo que fue un acto innecesario. Apa, que además se repuso de Covid-19, desde las 9:30 de la mañana del 15 de julio de 2021, sin más dilaciones, podrá tener nuevamente la palabra en este tramo de la represión a la Contraofensiva Montonera.  Será el sexto represor juzgado, pero hay un séptimo. El ex integrante del Destacamento de Inteligencia 201 del Ejército de Campo de Mayo, Mario Guillermo Ocampo, quien estuvo prófugo más de seis años y goza del privilegio de la prisión domiciliaria, es el único protagonista de otro juicio que se desarrolla en paralelo ante este mismo tribunal.  *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. 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El TOF Nº4 de San Martín, que condenó hace un mes a 5 integrantes de la Inteligencia del Ejército por la represión a la Contraofensiva de Montoneros, ordenó esta mañana “la inmediata detención” de Eduardo Ascheri y Jorge Bano. Al igual que el resto de los imputados, fueron condenados a prisión perpetua y deberán cumplirla en cárcel común. La decisión fue tomada después de las revisiones médicas que constataron que ambos pueden cumplir la pena a disposición del Servicio Penitenciario Federal. En tanto, Roberto Dambrosi permanecerá en prisión domiciliaria, ya que el tribunal determinó que no puede valerse por sí mismo. El jueves podría resolverse la situación del sexto imputado, Jorge Norberto Apa, quien zafó del fallo aduciendo “incapacidad para comprender”. Los otros 2 condenados, Cinto Courtaux y Luis Ángel Firpo, ya estaban en cárcel común. (Por El Diario del Juicio*)  ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe/Fernando Tebele 💻 Edición: Martina Noailles  📷 Fotos: Gustavo Molfino/El Diario del Juicio Se “deberá proceder a la inmediata detención” de Jorge Eligio Bano y de Eduardo Eleuterio Ascheri, ordenó esta mañana el Tribunal Oral Federal N°4 de San Martín, conformado por Esteban Carlos Rodríguez Eggers, Matías Alejandro Mancini y María Claudia Morgese.  Los genocidas, que hasta hoy gozaban del beneficio de la prisión domiciliaria, comenzarán a cumplir la condena a perpetua en la Unidad Penal Federal N°34 de Campo de Mayo. La suerte les comenzó a cambiar el 10 de junio de este año, después del veredicto en el juicio por la represión a la Contraofensiva Montonera. En un histórico fallo, el Tribunal había dispuesto “revocar las prisiones domiciliarias otorgadas a los imputados y ordenar sus traslados a cárceles del Servicio Penitenciario Federal”, previa revisión médica que corrobore su estado de salud.   Menos de quince días pasaron desde que Ascheri y Bano se presentaron ante el Cuerpo Médico Forense con estudios desactualizados. Con turnos renovados para nuevos estudios quedaron al descubierto. Ahora solo les queda cumplir con el mandato de la justicia en la cárcel de Campo de Mayo, dentro del mismo predio del Ejército que fue epicentro de la feroz represión contra la militancia de Montoneros que participó de la Contraofensiva. Eduardo Eleuterio Ascheri fue Jefe de la División Planes del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares desde el 16 de octubre de 1978 hasta el 29 de noviembre de 1979; Jorge Eligio Bano fue Jefe de la División Operaciones del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares desde el 14 de febrero de 1979 hasta el 16 de octubre de 1980; y fueron condenados junto a tres represores más: Luis Firpo y Marcelo Cinto Courtaux, que ya estaban en cárcel común; y Roberto Bernardo Dambrosi, que fue Jefe de la Compañía de Actividades Psicológicas del Batallón de Inteligencia 601 desde el 6 de marzo de 1979 hasta el 17 de noviembre de 1980. Dambrosi es el único de los 5 que continuará con el beneficio de la prisión domiciliaria , porque el informe pericial sostuvo que no puede valerse por sí mismo. Tuvo un ACV hace algunos años.  En tanto Jorge Norberto Apa, el sexto imputado que llegó con vida al final del juicio, adujo el día anterior al veredicto, a través de su abogado, que no comprendía los hechos por los que era juzgado. El tribunal decidió avanzar con las condenas al resto de los imputados, pero suspender la decisión sobre Apa hasta que se le realizaran estudios que corroboraran o no su imposibilidad de entender qué sucede a su alrededor. La junta médica ya se realizó, por lo que se espera que el tribunal anuncie, quizás esta semana, si dictará fallo contra él o lo dejará fuera del juicio. De ser considerado apto para comprender el proceso judicial, es probable que Apa también sea condenado a perpetua, al igual que el resto de los imputados. Quedaría en ese caso ver si el TOF Nº4 lo mantiene con el beneficio de la domiciliaria, o si su destino está también en una cárcel común. Otro tramo de la represión a la Contraofensiva Montonera se está juzgando en paralelo y tiene un solo acusado. Es el exintegrante del Destacamento de Inteligencia 201 del Ejército en Campo de Mayo, Mario Guillermo Ocampo, quien goza del beneficio de prisión domiciliaria, pese a que estuvo prófugo de la justicia por más de seis años. Si el Tribunal continúa con la misma línea y Ocampo es considerado culpable, posiblemente deba cumplir la pena en cárcel común. Pero para eso habrá que esperar.  *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. 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Este mañana, los tres condenados a prisión perpetua en cárcel común en Contraofensiva I se presentaron a la cita en el Cuerpo Médico Forense. El fallo contempla que la pena se cumpla de modo efectivo si los genocidas se encuentran en condiciones de salud aceptables o con patologías que puedan ser atendidas en las cárceles del Servicio Penitenciario Federal. Sin embargo, Eduardo Ascheri, Jorge Bano y Roberto Dambrosi se presentaron con estudios médicos desactualizados, por lo que se les dieron nuevos turnos para estudios en esa misma dependencia de la Justicia. Mientras que Jorge Norberto Apa, quién logró a través de su abogado la suspensión de su fallo, será evaluado el jueves próximo, pero en ese caso será de manera virtual. De las pericias médicas de hoy participaron también peritas de parte. Compartimos las fotos de la llegada y la salida de los condenados. (Por El Diario del Juicio*)  📷 Fotos: Gustavo Molfino ✍️ Textos 👉 Fernando Tebele 💻 Edición: Martina Noailles ☝ Foto de Portada: El genocida Roberto Dambrosi caminó casi una cuadra desde el estacionamiento del auto en el que llegó hasta la sede del Cuerpo Médico Forense. 📷 Gustavo Molfino ☝ La llegada de Jorge Eligio Bano a Lavalle 1429 en pleno zona de los tribunales porteños. Con una gorra de cuerina cubriendo su calvicie y el barbijo obligatorio, Bano llegó y bajó directamente en la puerta de entrada al edificio.📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝ Al salir, ingresó directamente en el auto que lo aguardaba. A Bano se lo vio activo durante el juicio, que siguió desde la prisión domiciliaria en su casa, encendiendo un cigarrillo casi detrás del otro.📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝  Eduardo Eleuterio Ascheri también bajó y caminó apenas unos pasos hasta el ingreso. En su caso, las caminatas son habituales por prescripción médica. Durante el juicio vio acotadas sus salidas a vuelta a la manzana de su casa en Belgrano, porque violó dos veces el beneficio.📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝  A la salida se subió presuroso al vehículo en el que había llegado. Si los estudios no muestran problemas graves de salud, Ascheri deberá caminar dentro de las inmediaciones de la cárcel del SPF que designe el TOF N°4 que lo condenó. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝  El caso de Roberto Dambrosi es el de quien generaría más dudas en el tribunal acerca de si está o no en condiciones de cumplir la pena en cárcel común. Sin embargo, hoy llegó caminando, a paso lento, apoyándose en un bastón trípode, pero sin asistencia de quien lo acompañaba, como puede verse en la imagen. 📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio ☝  Dambrosi fue sin dudas el más caminador de la mañana. Los tres genocidas condenados deberán volver a presentarse porque llevaron estudios clínicos desactualizados. Después de que se realicen los exámenes, el tribunal deberá decidir de acuerdo a lo que digan quienes hayan realizado el peritaje, si están en condiciones o no de cumplir la pena en una cárcel.  📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com

El Tribunal Oral Federal N°4 de San Martín condenó a prisión perpetua a 5 de los acusados por la represión a la Contraofensiva Montonera. En un fallo histórico, ordenó “revocar las prisiones domiciliarias otorgadas a los imputados y ordenar sus traslados a cárceles del Servicio Penitenciario Federal”, previa revisión médica que corroborre que pueden estar en cárcel común. En tanto, esta mañana suspendió la condena sobre Apa a la espera de la constatación de su estado de salud.  (Por El Diario del Juicio*/La Retaguardia)  ✍️ Cobertura del juicio: Martina Noailles/Fernando Tebele ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe/Fernando Tebele 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Captura de pantalla Transmisión La Retaguardia Conformado por Esteban Carlos Rodríguez Eggers, Matías Alejandro Mancini y María Claudia Morgese, el TOF N°4 de San Martín condenó esta tarde prisión a perpetua en cárcel común previa revisión médica, a 5 de los 6 imputados que llegaron al final de este juicio. Eduardo Ascheri, Marcelo Cinto Courtaux, Jorge Bano, Luis Firpo y Roberto Dambrosi fueron condenados “a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua, con accesorias legales, por hallarlo coautor penalmente responsable de los siguientes delitos, todos los cuales concurren materialmente: homicidio con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas”. En tanto Jorge Noberto Apa, quien todo indica iba a recibir hoy la misma condena, esquivó de la situación por ahora, ya que su abogado interpuso ayer, a horas del veredicto, un pedido de exclusión del juicio por no comprender los hechos en medio de un proceso demencial. El tribunal había anunciado esta mañana que difería su decisión sobre Apa hasta que la semana próxima se constate si puede ser condenado o no. Los condenados Los 5 eran parte de la estructura de la Inteligencia del Batallón 601 del Ejército. Eduardo Eleuterio Ascheri fue Jefe de la División Planes del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares desde el 16 de octubre de 1978 hasta el 29 de noviembre de 1979; Jorge Eligio Bano fue Jefe de la División Operaciones del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares desde el 14 de febrero de 1979 hasta el 16 de octubre de 1980; Roberto Bernardo Dambrosi fue Jefe de la Compañía de Actividades Psicológicas del Batallón de Inteligencia 601 desde el 6 de marzo de 1979 hasta el 17 de noviembre de 1980;  Luis Ángel Firpo fue Jefe de la Central Contrainteligencia y Jefe de la División Seguridad del Batallón de Inteligencia 601 desde el 3 de diciembre de 1974 hasta el 31 de agosto de 1980; Marcelo Cinto Courtaux fue Jefe de la Sección Primera de Ejecución del Destacamento 201 de Inteligencia del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo desde el 7 de marzo de 1979 hasta el 17 de noviembre de 1980. El excluído por hoy es Jorge Norberto Apa, quien fuera Jefe de la División Inteligencia “Subversiva Terrorista” dependiente del Departamento Interior de la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército Argentino entre el 15 de enero de 1979 y el 14 de noviembre de 1980. Todos los condenados gozaban del beneficio de la prisión domiciliaria, salvo Marcelo Marcelo Cinto Courtaux y Luis Firpo, a quién le fuera revocado ese beneficio el año pasado durante el debate oral y público, después de que se lo fotografiara en pleno paseo para realizar compras. Carlos Blas Casuccio, Raúl Guillermo Pascual Muñoz y Alberto Daniel Sotomayor integraban la lista de acusados con la que comenzó el juicio, pero murieron antes de conocerse la sentencia. Este juicio que acaba de terminar es histórico por varios motivos: consiguió torcer el rumbo estigmatizante que acompañó a las víctimas durante estas décadas. Reivindicó en cambio el derecho de los pueblos a la resistencia en tiempos de opresión. El TOF N°4 fue además el primero en aceptar la propuesta de La Retaguardia para transmitir en vivo las audiencias, aun cuando estaban en etapa de testimoniales. Esa apertura del tribunal posibilitó que luego otros tribunales tomaran la misma decisión.  En paralelo se está juzgando otro tramo de la represión a  la Contraofensiva Montonera que tiene un solo acusado. Se trata de Mario Guillermo Ocampo, ex integrante del Destacamento de Inteligencia 201 del Ejército en Campo de Mayo, que goza del beneficio de prisión domiciliaria pese a que estuvo prófugo de la justicia por más de seis años.  *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com

Los alegatos en defensa de Marcelo Cinto Courtaux y el cierre del de Jorge Bano.

Con citas de Dios y San Martín, el imputado Eduardo Ascheri amplió su indagatoria antes de que comiencen los alegatos. Dijo que no estaba en Campo de Mayo durante la represión a la Contraofensiva. Su legajo lo desmiente, pero él desmintió a su legajo. Fue Jefe de la División Planes del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo. Violó varias veces su domiciliaria durante el juicio y el tribunal le limitó sus salidas a la manzana de su departamento de Belgrano. (Por El Diario del Juicio*)  ✍️ Texto 👉 Martina Noailles💻 Edición  👉 Fernando Tebele 📷 Fotos 👉  Gustavo Molfino y Flor/El Diario del Juicio ☝ ☝ Ascheri lee su declaración durante la ampliación de la indagatoria  📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio La cámara del celular enfoca a un hombre de barba candado, morocho, con anteojos, de unos 40 años. Después se ve el techo, sus molduras, una lámpara, el marco de una puerta de madera, dos cuadros. La imagen no se queda quieta y los jueces empiezan a impacientarse. Finalmente, aparece el imputado, aunque sin audio. A Eduardo Eleuterio Ascheri sólo se le ven los ojos; con suerte la nariz. El presidente del tribunal, Esteban Rodríguez Eggers, le pide que aleje la cámara para verlo mejor. Mientras se acomoda, le recuerda que, como es habitual en las indagatorias, no está obligado a decir la verdad. Es un hombre canoso, de bigotes blancos y una camisa caqui que aparece en primer plano porque la cámara está ubicada en contra picada y a la altura de su panza. Así se lo verá la media hora que le tomará leer lo que preparó para esta audiencia, la número 50 de un juicio oral que ya está llegando al final de su etapa testimonial. Ascheri es uno de los seis acusados por delitos de lesa humanidad que quedan vivos en esta causa. En al menos dos ocasiones se lo fotografió y filmó dando un paseo por el barrio, violando los límites autorizados por la Justicia. Gustavo Molfino también lo cruzó antes de una audiencia tomando un café en un bar cerca del tribunal. Desde entonces, sólo puede salir a caminar alrededor de la manzana en la que transcurre su prisión domiciliaria.  “Excelentísimo tribunal, en primer término voy a hablar brevemente sobre mi formación civil y militar”, comienza con voz áspera el Teniente Coronel retirado Ascheri, en la víspera de su cumpleaños 86. Al igual que en su declaración indagatoria de 2014, las primeras líneas de su relato hacen referencia a sus inicios en la Acción Católica Argentina casi ocho décadas atrás. Desde entonces, dice, las vocaciones religiosa y militar serán el eje de su vida. Incluso escribirá un “decálogo del amor humano” y comprenderá que “todo el mal por más pequeño que se haga al prójimo, se lo está haciendo a Dios, porque él lo manifestó a los hombres”. Mientras Ascheri lee, el chat de la transmisión de la audiencia se carga de frases de indignación de los familiares y los sobrevivientes que presencian el juicio de manera virtual. Según consta en su legajo, Ascheri fue Jefe de la División Planes del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo desde el 16 de octubre de 1978 hasta el 16 de octubre de 1979. En la causa está acusado de 33 privaciones ilegítimas de la libertad agravadas, en 27 de esos casos doblemente agravado, seis allanamientos y 29 homicidios. Durante toda la indagatoria insistirá en que hay un error en su legajo y que, por ende, es inocente.  El Departamento de Inteligencia del Comando de Institutos Militares era la cabeza de las tareas de represión, tal cual lo confirman las sentencias contra Ezequiel Verplaetsen, quien manejaba ese Departamento y, por ende, los centros clandestinos de Campo de Mayo en 1976 y 1977. Las dos divisiones que tenía el Departamento de Inteligencia (División Planes y División Contrainteligencia) fueron relevantes para que pudiera desarrollar la ejecución de las actividades propias de inteligencia, proponer el reclutamiento y despliegue del personal, y para realizar las actividades de investigación que expresamente se le ordenaran. Es decir que ejecutaban los procedimientos para la reunión de información, y para proporcionar refuerzos y apoyo a otras unidades de inteligencia.  Esa División Planes no podía hacer sus tareas sin el aporte y colaboración de la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército, y del Batallón de Inteligencia 601, la que fue canalizada por sus integrantes para que pudieran llevarse a cabo las privaciones de la libertad, torturas o asesinatos y  alojamiento de los detenidos en los centros clandestinos de detención dependientes de Campo de Mayo.  Toda esta información es parte de la acusación que determinó el procesamiento de Ascheri en 2014, por parte de la jueza de instrucción Alicia Vence.  ☝ ☝ Ascheri llegando al juzgado de San Martín en 2014 para dejar un escrito con su primera declaración.  📷 Flor/El Diario del Juicio Porque es un buen compañero El texto que preparó también se encarga de enarbolar el nombore del General José de San Martín. Dos semanas antes, como testigo, el General retirado Heriberto Justo Auel había acomodado la palabra del Libertador para sostener argumentos negacionistas. En este caso, Ascheri compara sus propios principios con los de San Martín a quien “siempre tuve como referente (…) ya que jamás usó las armas contra sus propios hermanos de la patria”. El juez Esteban Rodríguez Eggers lo interrumpe. Es que la cámara de su celular nuevamente enfoca al techo. “Se ve más la luz que usted”, le indica. Ascheri acomoda y sigue. Esta vez, avanza en la disciplina y en la existencia de los Tribunales de Honor que, según su interpretación, “imposibilitan que algún superior o subalterno imparta órdenes que vulneren las leyes militares, nacionales o internacionales, obligando a promover que la justicia militar instruya el sumario correspondiente y se juzgue al imputado ante los tribunales de honor. Ahí comprendí que en la carrera militar nunca existió la obediencia debida” reflexiona y, sin hacerse cargo de la imputación

El testimonio del General retirado Heriberto Justo Auel estuvo marcado por una tensión permanente. De gesto adusto y típicamente militar, de arranque se enojó con los jueces y luego siguió con el resto de las partes que le preguntaron, con excepción de las defensas, con las que tuvo un trato más amable. Reivindicó a Santiago Omar Riveros, un coleccionista de condenas por crímenes de lesa humanidad. También calificó al genocidio como una “guerra no convencional”. (Por El Diario del Juicio*)  ✍️ Texto 👉 Paulo Giacobbe💻 Edición  👉 Martina Noailles/Fernando Tebele 📷 Fotos 👉  Gustavo Molfino/El Diario del Juicio —Señor Auel ¿me escucha? —repite dos o tres veces el presidente del tribunal, Esteban Rodríguez Eggers— ¿Usted me escucha? —Yo lo escucho fuerte y claro —contesta el testigo, y esas primeras palabras darán cuenta del tono castrense que tendrá su testimonial.  Heriberto Justo Auel, de camisa blanca, suelta, con dos últimos botones desabrochados, cruza sus brazos sobre el pecho cuando responde y ladea un poco los hombros. Su espalda es ancha. De barba cana, tipo candado, pero escasa. Calvo. Los anteojos de marco finito que utiliza reflejan un brillo entre celeste y verde que no terminan de ocultarle la mirada.  —¿Su profesión? —Militar. —¿En actividad?  —Retirado —contesta el testigo presentado por la defensa, quien dice conocer a casi todos los imputados y ser amigo personal de Eduardo Ascheri.  La idea es que, dados sus conocimientos, cuente cómo era la organización militar durante el Terrorismo de Estado. Sin embargo, la primera pregunta de la defensa es sobre la opinión personal que tiene de su amigo Ascheri, acusado de crímenes de lesa humanidad: “Mantengo con él, en el retiro, mayor comunicación que cuando estábamos en actividad. Tengo acerca de su persona el mayor respeto. Es una persona seria, humilde, sencilla”. Mientras habla mantiene la mirada hacia su costado inferior. Cada tanto levanta la vista hacia la cámara, hace una pausa, luego continua hablando con la mirada hacia el rincón.  —Perdón ¿está leyendo? —No le entendí. —Soy Matías Mancini, uno de los jueces del tribunal. —No sé quién habla. —Soy Matías Mancini, uno de los jueces del tribunal, le pregunto si está leyendo. Auel se molesta y dice que no, que no tiene apuntes ni papeles en su proximidad, que entonces va a mirar solo la pantalla. Mancini le dice que no es necesario. “Yo la veo a… a  Natalia tomando mate”, replica el militar retirado en una suerte de bufonada que nos permitirá conocer su sonrisa de tiburón. Natalia Corso de Castro es una de las secretarias del tribunal. Más adelante, la jueza María Claudia Morgese Martín le recordará al testigo el lugar que ocupa como tal. Lego no es un juego La estrategia de la defensa parecería ser que el General de Brigada retirado sostenga que los crímenes cometidos durante la última dictadura fueron actos legales, justifique las violaciones a los derechos humanos bajo el paraguas de la inconstitucional obediencia debida a los jefes, e insista con la teoría de una guerra interna que no necesita respetar ningún tratado internacional. “La Argentina estaba en una guerra, la peor especie de guerra, una guerra civil. Son las guerras de odio sociales“, se atreve a sostener y su declaración no sorprende: Públicamente ha llegado a desconocer el plan sistemático para desaparecer personas, el robo de bebés y hasta a negar la existencia de centros clandestinos de tortura y extermino. Cuando explica que el Ejército dividió al país en zonas y subzonas, reivindica a Santiago Riveros: “un soldado de la envergadura del General Riveros, que es digno de que ustedes conozcan el currículum”. Esa misma semana, el represor había sumado a su sangrienta foja de servicio otra condena por crímenes de lesa humanidad en un juicio de Zárate.   En este juicio, Auel, se embarcará en anécdotas históricas para sacar conclusiones sobre las responsabilidades militares. Arrancó con San Martín en Perú y cuando rumbeaba para la Segunda Guerra Mundial, el presidente del Tribunal, Esteban Rodríguez Eggers, le pidió un ejemplo que tenga que ver con Argentina: “el segundo ejemplo, si lo tiene, que tenga que ver con la Argentina, si es de otro país, seguimos con la rueda de preguntas”. —Tiene que ver, señor presidente, porque las organizaciones militares son universales, lo que ciertamente me indica que estamos ante un tribunal lego —entona Auel, y es la segunda vez que utiliza esa calificación para referirse a los jueces. Fue entonces cuando la jueza María Claudia Morgese Martín decidió intervenir para llamarle severamente la atención: “el Tribunal tiene la capacidad y la potestad de preguntar a los testigos y también puede dejar de interesarnos algún ejemplo que quieran dar, no porque seamos burros, ni nada por el estilo. Si uno o ningún ejemplo nos basta para entender estos casos, suficiente. No hace falta que nadie nos califique. Por otra parte quiero aclararle algo: no estoy de acuerdo con el legajo ejemplar del señor Riveros. Al señor Riveros ya lo conocí, ya lo juzgué, ya lo condené. En mi parecer lo que dijo hasta ahora el testigo está muy claro. El ejemplo se lo agradezco; otro ejemplo, no lo necesito. Y de ahora en más, si puede ser, no haga ningún comentario de lo que hace la gente que trabaja con nosotros, por ejemplo el caso de Natalia, si toma mate o no. Porque eso le incumbe al tribunal y a la señora Natalia. Muchas gracias y no quiero ninguna respuesta de lo que acabo de decir, continúe con su declaración”.  Heriberto Justo Auel se sentirá ofendido. A la siguiente pregunta le va a decir autoritaria a la fiscal Gabriela Sosti argumentando que lo mandaron a callar la boca. Eggers volverá a explicar que la dirección de las preguntas la tiene el tribunal. La situación se va a reiterar. Otra constante de Auel será preguntar quién le habla cuando le hablan, si puede contestar la pregunta o el sonido del llamado de un teléfono de línea, insistente, pegado al micrófono.  El ejemplo que dio sobre el General Don José de San Martín, cargado de

Declara el imputado Eduardo Eleuterio Ascheri, Jefe de la División Planes del Departamento de Inteligencia (G-2) del Comando de Institutos Militares. *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com

Luego de ser filmado paseando por la avenida Cabildo el sábado a la noche, el Tribunal Oral de San Martín le ordenó a Eduardo Ascheri que se limite a caminar alrededor de la manzana donde cumple su detención con el beneficio de la domiciliaria. Además, la Justicia estableció que al imputado en la causa por la represión a la Contraofensiva de Montoneros se le coloque una pulsera electrónica. El 10 de septiembre de este año Ascheri ya había sido denunciado, tras ser fotografiado en un bar de las cercanías del Juzgado de San Martín donde se está llevando adelante el juicio. Ante la nueva situación, la fiscalía presentó ayer el video al tribunal, que hoy definió restringir las condiciones de su privilegio. (Por El Diario del Juicio*) 📝Texto 👇👉 Fernando Tebele 👉 Martina Noailles 👉 Foto: Ascheri, de campera verde, en una de las audiencias anteriores (Gustavo Molfino/El Diario del Juicio)📹Video 👉 Fede Sichel En el caso de Ascheri, después del pedido realizado ayer por la fiscal Gabriela Sosti, el tribunal resolvió hoy acotarle las salidas a la manzana de su domicilio y solicitar que se le coloque un dispositivo electrónico de control. En esta cuestión, la respuesta la tiene el Ministerio de Justicia, que suele argumentar que no tiene presupuesto para tal fin. El represor Eduardo Ascheri fue Jefe de la División Planes del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares desde el 16 de octubre de 1978 hasta el 29 de noviembre de 1979. Es uno de los ocho imputados sometidos a juicio oral y público ante el Tribunal Oral Federal en lo Criminal Nº4 de San Martín, que preside Esteban Rodríguez Eggers. Ascheri fue sorprendido este sábado en las inmediaciones de la Av. Cabildo, caminando con total tranquilidad entre la gente. Quien lo vio es un asistente habitual del juicio del que Ascheri, a pesar de estar imputado, puede irse tras presentarse al comienzo de cada audiencia en el juzgado. Diego Guiñazú acompaña cada semana a adolescentes de escuelas secundarias que participan del Programa La escuela va a los juicios. Se indignó el sábado pasado cuando se cruzó por casualidad con Ascheri y lo filmó con su teléfono celular.El represor vivió una situación parecida hace dos meses, cuando el fotógrafo Gustavo Molfino, que además es sobreviviente y querellante en la causa de la Contraofensiva, lo vio ingresando a un bar de las inmediaciones del juzgado. En aquella ocasión, el abogado querellante Pablo Llonto mostró las fotos al tribunal y solicitó que se le revocara el beneficio, acompañado por todas las querellas y por la fiscal Sosti. Ante este pedido,su defensor oficial, Hernán Silva, argumentó: “Sería inhumano pensar que la persona no se pueda ir a tomar un café antes de venir a esta audiencia de debate. Tomar un café desde la delegación de la policía hasta acá no implica una violación de la domiciliaria. Estas fotografías nada acreditan de la violación de la domiciliaria. Por eso esta defensa rechaza el pedido de revocar la domiciliaria. Entiendo que esta situación se puede volver a dar, porque una persona se puede sentar a tomar a café con estos días de frío”. Ahora que pasó el invierno, parece que Ascheri necesita airearse para mitigar las primeras temperaturas elevadas de la temporada primavera/verano.El interrogante es si Ascheri, además de gozar del beneficio de la prisión domiciliaria, está autorizado por la justicia para salir a la calle. Según lo que pudo saber El Diario del Juicio, el tribunal que realizó la instrucción de la causa lo habilitó a caminar 20 cuadras por día, a raíz de una supuesta afección cardíaca. Gracias a esta decisión, cualquiera puede cruzarse con él, incluso sus propias víctimas o los familiares de ellas. La discusión más profunda es si un condenado o acusado por gravísimas violaciones a los derechos humanos, como Ascheri, debe gozar de esa lista de privilegios. Primero el de no estar en una cárcel común sino en su casa. Y luego, el de salir a la calle cuando quiera y como quiera. Mientras miles de presos comunes no acceden a tales beneficios, aún siendo mayores de 70 años y con afecciones de salud, los privilegios a los presos por delitos de lesa humanidad no deberían ser naturalizados.En el caso de Ascheri, después del pedido realizado ayer por la fiscal Gabriela Sosti, el tribunal resolvió hoy acotarle las salidas a la manzana de su domicilio y solicitar que se le coloque un dispositivo electrónico de control, lo que en realidad ya habia sido solicitado por el juzgado que realizó la instrucción. En esta cuestión, la respuesta la tiene el Ministerio de Justicia, que suele argumentar que no tiene presupuesto para tal fin. *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com