Canción actual

Título

Artista


Kosteki y Santillán


Lo dijo Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano, en un nuevo aniversario de la Masacre de Avellaneda. Como cada año, organizaciones sociales y familiares de las víctimas de la Masacre se reunieron en el Puente Pueyrredón para recordar aquella sangrienta jornada y reivindicar la lucha de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.   Redacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: Natalia Bernades/La Retaguardia El 26 de junio de 2002, en medio de una profunda crisis social, se llevó adelante una gran movilización popular de organizaciones de trabajadoras y trabajadores desocupados en el Puente Pueyrredón que divide la localidad bonaerense de Avellaneda con la Ciudad de Buenos Aires. Darío Santillán y Maximiliano Kosteki eran por aquel entonces jóvenes militantes sociales comprometidos con las necesidades de los sectores populares.  Darío recibió un disparo por la espalda cuando socorrió a Maximiliano, quien también había sido herido de la misma manera. Hoy, el contexto político y social, con algunas diferencias con el 2002, encuentra algunos parecidos en relación a la criminalización de la protesta y la represión estatal como única respuesta. Basta recordar lo que ocurrió recientemente en la provincia de Jujuy.  “Seguimos luchando en la calle” Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano, habló desde el Puente Pueyrredón. “Hoy 26 de junio nos encontramos nuevamente en la estación de Avellaneda para marchar, subir al puente y seguir reclamando el juicio y castigo a todos los responsables del asesinato de Maxi y Darío. La lucha que llevaron ellos hace 21 años atrás hoy sigue tan vigente como nunca, como lo fue aquel reclamo por vivienda, educación, trabajo, salud y basta de represión al pueblo. Hoy, los políticos de turno no aprenden de la historia, nosotros seguimos reivindicando aquella lucha y continuamos recordando. No nos olvidamos de toda la represión que comete el Estado y que nos sigue matando. Hoy, más que nunca seguimos luchando en la calle”, dijo. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de La Retaguardia (@laretaguardia) En un video publicado en las redes de La Retaguardia, Vanina había planteado similitudes entre el 2002 y la reciente represión en Jujuy. La hermana de Maximiliano repudió lo sucedido y responsabilizó al gobernador Gerardo Morales y al Gobierno nacional: “Queremos justicia, que liberen a los detenidos y que liberen a los luchadores”.  

A 17 años de la Masacre de Avellaneda y en el marco de la jornada cultural que se llevó a cabo en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, se presentó el fanzine ’26 de junio: Fuego en el Puente Pueyrredón’, una obra colaborativa que reúne fotografías y textos que buscan acompañar el pedido de justicia de las familias y retratar sus luchas. Alejandro Carmona, quien formó parte del equipo realizador del fanzine, habló con Agustina Sandoval Lerner y con Pedro Ramírez Otero en Radio La Retaguardia y contó sus sensaciones por haber concretado este proyecto. (Por La Retaguardia)Foto: Mecha Corta Pasaron 17 años de los asesinatos de Darío Santillán y de Maximiliano Kosteki. Sus familias, compañeros y compañeras continúan reclamando justicia y manifestándose cada 26 de junio en el Puente Pueyrredón. La idea de recopilar imágenes y textos que acompañaran el dolor de las familias y sus luchas para conseguir justicia y convertirlos en un fanzine fue de Agustina Salinas, fotógrafa de La Retaguardia. Inmediatamente, el proyecto fue sumando gente y convirtiéndose en un trabajo colectivo donde cada persona, desde su lugar, aportaba algo para que la idea fuera concretándose. Ale Carmona es diseñador y fue uno de los que se involucró de lleno en el proyecto que hoy es un fanzine y se consigue mediante redes sociales: “El fanzine ya está en la calle. Nos pueden contactar por Facebook o a través del boca en boca, siempre nos arreglamos para entregarlo. Es un laburo colectivo que llevó mucho trabajo y corridas. Nos pudimos dar el gusto y estamos muy contentos de hacer este aporte a la memoria colectiva para que esto no se pierda”, expresó Carmona y destacó, justamente, la cantidad de gente que participó de la revista: “Lo más hermoso de todo este proyecto fue el componente colaborativo. Los que llevamos adelante la edición y la materialización del fanzine fuimos Agustina Salinas, fotógrafa; Gala Abramovich, también fotógrafa; Germán Romeo, fotógrafo; y yo, diseñador. Yo le adjudico esta movida a la manija incansable de Agustina. Ella estuvo trabajando en esto, quería hacer su aporte y regalarles esta expresión a Leo y a Alberto Santillán. Lo publicó en sus redes y convocó a las personas que le fueron dando ‘Me Gusta’ a la publicación para hacer el fanzine entre todas. Fue muy emotivo. Abrimos una convocatoria y cada uno aportaba desde donde quería, podía y sabía. Así le fuimos dando forma”, contó.La presentación del fanzine fue en el marco de la jornada cultural que se realizó el último 25 de junio en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, en la previa del corte del puente, en conjunto con distintas actividades artísticas, paneles y bandas que estuvieron ese día: “Lo presentamos en la jornada en la estación. Llevamos los fanzines a la calle y los expusimos ahí. Fue muy lindo. Se acercaban compañeros y compañeras de los que habían participado y los que no, los que lo veían por primera vez. Fue súper gratificante el hecho de la apropiación de los compañeros y compañeras que estaban ahí, porque en definitiva fue un laburo colectivo. Se generó algo muy lindo. La gente pasaba y colaboraba con lo que podía. Fue una jornada muy hermosa  por lo emotivo de la fecha. Poder hacer ese aporte, ese día y con todas las personas que nos rodearon, nos llenó el pecho de amor y lucha. El acto pudo llevarse a cabo, compañeros y compañeras pudieron hablar y Leo Santillán leyó la contratapa del fanzine que le habíamos entregado. Eso fue muy emotivo. Hay una parte que está en el corazón y son las ganas de romper todo cuando vemos las fuerzas represivas en la calle contra el pueblo”, expresó Carmona en La Retaguardia.Por último, agradeció el apoyo de las personas que pudieron aportar dinero para concretar el proyecto: “Para poder materializar la idea del fanzine hizo falta poner plata. Cuando lanzamos la preventa para poder costear este proyecto, muchos compañeros y compañeras decidieron aportar y eso fue fundamental para poder concretarlo”.El fanzine puede solicitarse a través del Facebook: Fanzine 26 de junio, mediante un mensaje y la entrega se pacta con los autores de esta obra que retrata una de las luchas más intensas y fervorosas que se siguen dando en el país. DESCARGAR

A 17 años de la Masacre de Avellaneda se realizó, como todos los años, la jornada cultural en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. A lo largo del día, diversas intervenciones artísticas, paneles y bandas fueron parte de la jornada que no pudo finalizar en el Puente Pueyrredón por órdenes del ministerio de Seguridad que montó un operativo que impidió el paso. Con la valla desplegada sobre la Avenida, el miércoles 26 tampoco se pudo realizar el acto arriba del Puente Pueyrredón, tal como se hizo durante 16 años. La policía federal estuvo a cargo del cordón que impidió el ingreso y además amenazó con reprimir a familiares que intentaban pasar a realizar la jornada en memoria de Darío y Maxi. A continuación, un fotoinforme de ambos días de lucha, emociones, abrazos y exigencias de justicia (por Agustina Salinas para La Retaguardia.)

La Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil realizó una concentración frente al Congreso pidiendo justicia por Silvia Maldonado, asesinada de un tiro en la cabeza por la policía de Santiago del Estero. La convocatoria coincidió en horario y esquinas con la concentración que acompañó la audiencia pública en Diputados exigiendo justicia a 17 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Con muchos puntos en común, ambas convocatorias se mezclaron y potenciaron. (Por Paulo Giacobbe para La Retaguardia) Rivadavia estaba cortada desde Riobamba hasta Callao, completamente. Nutrida manifestación. Aunque frente a la gravedad de los hechos, resultó escasa. Toda la sociedad debería estar en la calle. En Santiago del Estero, Silvia Maldonado, mamá de dos bebés, fue asesinada de un tiro en la cabeza por negarse a que la policía ingrese a su vivienda sin orden de allanamiento. Inmediatamente, la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil se solidarizó en la calle con la familia de Silvia. Ya habían marchado desde Congreso a Plaza de Mayo por los chicos asesinados en San Miguel del Monte. Cuando el 22 de mayo Clarín titulaba: “Chocaron con un camión. Conmoción en San Miguel del Monte: cuatro chicos muertos en una confusa persecución policial”, o La Nación decía: “Tragedia en San Miguel del Monte. Conmoción en San Miguel del Monte: murieron cuatro jóvenes durante una persecución policial”, casi calcados los escribas aguados, desde la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil craneaban manifestarse desde Congreso a Plaza de Mayo exigiendo justicia. Autoconvocarse. Uno de los pibes muertos en la confusa persecución tenía una herida de bala. Testimonios varios del miércoles, dentro y fuera de Diputados, coinciden en que es urgente la salida de este gobierno, porque se cobra vidas a tiros todos los días. La renuncia de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, como deseo de un pueblo que persigue justicia y dignidad. No se puede más con esta doctrina ChocobarNehuén Rodríguez fue asesinado el 15 de diciembre por el policía de la Metropolitana Daniel Germán Castagnasso. Su mamá, Roxana Cainzos, estaba el miércoles en la marcha, con una remera negra con la cara de su hijo. Dijo que la concentración era “para solidarizarnos con la familia de Santiago del Estero de Silvia Maldonado, que la policía asesinó con un tiro en la frente, dejando a dos niños muy pequeños solos, y una madre llorando, como son nuestros casos. Creemos que tenemos que salir a las calles, decir basta de esta mano dura, que el Nunca Más sea Nunca Más. Que dejen de matar a nuestros pibes con total impunidad. Ya sabemos que el vicepresidente que quiere poner Macri también estuvo hablando que la policía tiene que seguir reprimiendo y nos parece que no. Nosotros creíamos que la policía estaba para cuidarnos, y ahora la quieren sólo para reprimir, callarnos, amedrentarnos, que no salgamos a las calles. Pero después que te matan a un hijo ya no le tenés más miedo a nada y la lucha nuestra va a seguir en la calle hasta el último día de nuestras vidas, ya no se puede más con esta doctrina Chocobar”. — La Retaguardia: ¿Cómo ves que tratan los medios de comunicación estos temas? — Roxana Cainzos: Como generalmente somos de barrios bajos los chicos que matan, siempre tratan de buscarle la vuelta, que el pibe estaba robando. En este caso que era un allanamiento y que no los dejaron entrar, la culpa siempre la tiene la persona que mataron, siempre el culpable es la víctima y no son ellos.  De hecho ellos no ingresaron porque no tenían la orden de allanamiento y sin embargo se estaban retirado porque los vecinos saltaron a defenderla y, antes de subir al patrullero, le metieron un tiro en la cabeza. Total impunidad y sangre fría. Esas cosas nos parecen terribles. Son re asesinos. Estamos cansados de ver estos casos, por eso salimos a las calles. Cada 21 horas matan a un pibe y sigue toda cada vez peor. Queremos que se vaya Bullrich, que se vaya Macri y tener los derechos que nos han quitado. — LR: Está claro el rol de Bullrich fogonenado desde sus declaraciones y avalando el accionar de la policía en estos casos, y ya desde antes, con Santiago Maldonado. — RC: Sí, totalmente. Ella siempre está ensuciando a las víctimas y poniendo cada vez más impunidad a los policías, apoyándolos. Cuando pasó lo de Chocobar, Macri y ella lo felicitan al policía que mata a Juan Pablo Kukoc. Nos parecen terribles todas estas acciones y la gente que consume todos estos medios masivos de televisión se creen todo como se lo cuentan. Y nosotras, que caminamos junto a todas las madres, conocemos la verdadera historia que nunca es la historia que cuentan por la tele, nunca, ni parecida. Muchas las familias destruidas por el gatillo fácilCarolina Vila es la mamá de Lucas Cabello, baleado en el barrio de La Boca en el año 2015 por el policía de la Metropolitana Ricardo Ayala. Un tiro en la cabeza y en el piso dos tiros más. Lucas va a sobrevivir al fusilamiento. María Eugenia Vidal, en ese momento Vicejefa de Gobierno porteño, justificó al policía diciendo que se había tratado de un caso de violencia de género. “Es un caso de violencia de género, se le había dado un botón antipánico a la pareja de esta persona, además se agregó una consigna policial en protección de esta mujer. Esta mujer salió de su casa gritando que esta persona que ha sido herida la había amenazado de muerte, la Policía Metropolitana le da la voz de alto, no atiende la voz de alto y es ahí que se genera la reacción de la policía. Todo lo dicho por Vidal es mentira. Nada fue así. Pero ese día imprimió el mensaje que Patricia Bullrich gritará como propio, la voz de alto es sagrada y el no acatamiento amerita bala. Los medios de comunicación van a titular similar: ‘trapito baleado’. El 10 de noviembre de

La lucha por justicia ante el asesinato de sus hijos las unió para organizar también la solidaridad barrial. En un acto en La Boca, las madres de Nehuen Rodríguez, Lucas Cabello y Juan Pablo Kukok anunciaron la creación de un comedor popular, que abrirá sus puertas el próximo lunes 17 de septiembre en Palos y Pinzón. (Por Colectivo Medios Populares*) El dolor y la lucha unen. Ante el abismo de la muerte que nos enfrenta, ante la violencia que el Estado nos impone, se encuentra en la unidad la manera de enfrentar esta injusticia que nos rodea. Así lo entendieron una vez más Roxana Cainzos, Ivonne Kukok y Carolina Vila; madres que perdieron a sus hijos a manos de las fuerzas represivas, y que hoy anuncian un comedor popular para ayudar al barrio. “Lo más triste es la pérdida de un hijo, por eso nos organizamos y salimos a la calle”, dijo Roxana al inicio, hablando por ella y por todas las madres. “Logramos de esta manera, convertir el dolor en lucha”, explicó. Pero no estuvieron solas (nunca lo están) para este anuncio que hoy realizaron, y que no fue el único de la tarde en el local del Frente Popular Darío Santillán. Estuvo Alberto Santillán, padre de Darío, asesinado en el Puente Pueyrredón hace 16 años; Emilia Vasallo, madre del Paly Alcorta asesinado en 2013 por un policía de la Provincia de Buenos Aires en 2013; y Camila, hermana de Diego Núñez, vecino de La Boca que fue asesinado por un policía de Interpol el 12 de abril de 2012, el mismo día de su cumpleaños. “Si Darío estuviera vivo estaría acá con ustedes, con estas madres, para ser lo que él fue hay que tener mucho amor, porque sino no podes estar del lado de los que menos tienen”, indicó Alberto Santillán. “La justicia se consigue en la calle, si esperamos algo del Poder Judicial o de los políticos estamos jodidos”, agregó. Por su parte Emilia Vasallo señaló que “acá estamos con mis compañeras de lucha, no nos vamos a dejar ningunear, a nosotros no nos importa si nuestro hijo estaba robando o no, porque la pena de muerte no existe en la Argentina”. Y agregó: “le decía a Ivonne que si no quería contar cómo fue el caso de Juan Pablo no lo haga, porque nos pasa que cuando volvemos a contar nos duele porque sentimos que retrocedemos un poco”.“Todos sabemos lo que le pasó a Juan Pablo y por qué estamos acá. Chocobar no es un trabajador, es un represor”, agregó Emilia. Y finalizó alertando por presente que transitamos: “Tenemos que estar atentos, porque ya sabemos que si hay hambre va haber represión”. También fueron invitados Lito Borello, Secretario de DDHH de la CTEP y Dina Sánchez, referente del Frente Popular Darío Santillán quienes aportaron su mirada sobre el tema.“El culpable de que pase esto es una sociedad injusta que expone a nuestros pibes y nuestras pibas todos los días”, dijo Lito Borello y agregó, “ Es cada vez más necesario y urgente construir otra sociedad donde nuestros pibes puedan tener realmente un futuro digno”.Por su parte Dina Sánchez expresó, “Lo que nos une es la lucha, esa lucha por cambiar este sistema. Un sistema cruel donde siguen criminalizando y matando a nuestros pibes”. El encuentro sirvió también para anunciar que tiene fecha el juicio que buscará lograr justicia para Lucas Cabello. Será el 7 de febrero del próximo año cuando de inicio, y allí se encuentra imputado el policía Ricardo Luis Gabriel Ayala.  “Madres en lucha” es el nombre que eligieron Roxana Cainzos, Ivonne y Carolina para agruparse en La Boca. Será el nombre del merendero, y resume muy bien el espíritu que las une. Estas mujeres son un ejemplo para pensar este presente que atravesamos, y que impulsa más que nunca a coordinar esfuerzos contra el ajuste y la represión que intentan imponernos. *Radio Gráfica, FM Riachuelo, La Retaguardia, Sur Capitalino, FM La Caterva, Agencia Paco Urondo.

Ayer se realizó la 4° Marcha Nacional contra el gatillo fácil. Compartimos una crónica de la más numerosa, que caminó desde Congreso hasta la Plaza de Mayo. La convocatoria también se extendió a Bariloche, Córdoba, Chubut, Mar del  Plata, Mendoza, Misiones, Rosario, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán y General Roca. (Por Colectivo de Medios Populares*) El sol entibia este invierno atroz. Son las 16 y el Congreso es testigo de una nueva marcha que nacerá hacia la Plaza de Mayo. Pero no será una marcha más. Ver la cabecera ya denota varias particularidades, difíciles de ver en otras situaciones similares. La primera línea es bien ancha. Va de vereda a vereda. Es horizontal. Nadie se aprieta contra la otra para que no la dejen atrás. Todo lo contrario; hay alguien, siempre, que abraza a la de al lado y la coloca a la par. Eso hace Roxana Cainzos, la mamá de Nehuen Rodríguez, con Ivonne, la madre de Juan Pablo Kukoc, el joven al que mató el nuevo héroe de la mano dura: el policía Luis Oscar Chocobar, que volvió a sus funciones la semana pasada. Ivonne apenas habla. Está viviendo su primera vez con otras mamás desesperadas, tristes y alegres a la vez. Son todas mujeres, apenas interrumpidas por algún papá. No es que no haya padres en la marcha, solo que están en otro lugar. La primera línea es de ellas, porque son las que nos trajeron hasta acá.  Las que alzaron sus voces. Van a encender sus gargantas. Van a reventar el cuello a grito puro. Llorarán y sonreirán al mismo tiempo, formando en sus rostros un arcoíris donde convivan los colores más grises y los más esperanzadores.Vienen trabajando para que esta marcha sea posible desde hace mucho. Varios meses les llevó poder organizar a pulmón todos los imponderables que hay que pensar antes de lanzarse a la calle. Saben que es un lugar de encuentro, donde tantas otras madres y familiares podrán contar por primera vez su caso. Esa fuerza de la unidad las moviliza para semana tras semana juntarse, armar una rifa, contactar a medios, a organizaciones, a quienes puedan darles una mano. Saben que lo principal es que son ellas las que van a bancar la parada, las que irán al frente sin que nadie pueda arrogarse un lugar de privilegio en esta lucha. No lo hacen movidas por el ego o el reconocimiento, sino por un sentimiento más profundo y duradero, que las arrasó desde el día en que supieron del asesinato de sus hijas y sus hijos: el dolor. Ese llanto compartido, que las hermana, tanto en las casas como en las marchas, como en este escenario instalado frente a una Casa Rosada enrejada y lejana. “Yo pensé que era la única que sufría esto, y hoy me enteré de tantas que pasan por lo mismo”, dirá una madre abatida, pero fortalecida al mismo tiempo por estas hermanas de lucha que le han nacido. “No sabía que eran tantos, voy a luchar por mi hermano y por todos” se escuchará de la boca de un hermano que recién llega a este camino y que ya se siente parte de una perdida que se vuelve colectiva. “Siento el dolor, como el del parto con que lo traje al mundo” dirá otra madre ya moldeada por la lucha, que será sostén en el escenario para otras que por primera vez han venido. Esos cuerpos se mezclan, abrazan, besan, palmean, gestos de un amor fraterno que invade esta marcha, tan distinta a todas las que hayamos transitado. Aquí no hay jetones ni discursos moldeados, ni separación partidaria ni gritos que tapen voces. Esta cofradía se ha unido en la búsqueda de justicia, intentando que no haya ni un pibe ni una piba menos a manos de las fuerzas represivas. Sí hay algunas que se han puesto la movida a los hombros; y otras, como Mónica Alegre, la mamá de Luciano Arrruga, que ocupan un lugar de cierta antigüedad en la referencia que no les impide agradecer a quienes cumplieron el rol de organizarse y luchar para que otras madres no pasen por este infierno que el Estado les ha impuesto. Igual que aquellas otras Madres que durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica salieron a la Plaza a denunciar el genocidio. Nora Cortiñas se hará presente y unirá en un solo grito a las/os 30000 con las/os más de 5000 que han muerto merced al “gatillo fácil” desde la recuperación de una democracia que no deja de ser cruel e insuficiente. Junto al grito final tres veces repetido de “¡Venceremos!”, que no hace más que rejuvenecer a la mujer de pañuelo blanco que viene en silla de ruedas directo del Hospital Posadas, donde fue a atenderse pero a la vez a solidarizarse con los/las trabajadoras, a seguir luchando. Su ejemplo se engrandece tanto, como para llenar de fuego el alma de estas madres y familiares que hoy piden por las víctimas de este genocidio silencioso y extraoficial. Por eso Emilia Vasallo no duda en bajarse del escenario para alcanzarle el micrófono, para abrazarla, quizá para preguntarle cómo se hace para ser como ella, y a la vez sobrevivir a la ausencia de un hijo. Siempre arranca sonrisas Norita. Siempre. De Isabel, la madre de los Jones Huala, a Alberto, el padre de Darío Santillán, de la madre de Sebastián Bordón, al hermano del “Bocha” Rego, las historias se entrecruzan en este escenario popular, logrado a pulmón, sostenido por la militancia, con plena y orgullosa autogestión, como bien aclaró alguna madre a su turno. No queda familiar sin pasar, sin hacer escuchar su voz, sin compartir su historia. Van a hablar todas las que se animen. Y alguna que no, pero que será animada oportunamente. Será quizás la primera o la vigésima vez que nombre a quien las fuerzas represivas han asesinado. Sabe que esta vez es diferente, que este espacio lo han conquistado ellas y ellos, que nadie les regaló nada y que deben estar más

16 años son mucho para demasiadas cosas. Para el dolor de los familiares, 16 años de tristeza imparable. También son gran cantidad de años para la impunidad. Dos policías presos por las crímenes de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, pero siguen siendo para la justicia dos locos sueltos, dos zarpados. 16 años de acumular testimonios de ex funcionarios o de referentes políticos dan cuenta de que la represión estaba preparada, y que la planificación contemplaba la brutalidad que luego se vio. Aquí compartimos un fotoinforme y las intervenciones desde el escenario, durante la Jornada Cultural que se realizó el domingo en la Estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. (Por La Retaguardia)Fotografías: Agustina Salinas / Audios: Fernando Tebele / Redacción: Paulo Giacobbe y Fernando Tebele. Entre aplausos, Alberto Santillán comenzó a agradeciendo a los presentes, a las Madres, a Vanesa Orieta, a Vicente Zito Lema, a Orlando (Agüero) que acompaña  en la Comisión Independiente por Justicia por Darío y Maxi, a sus hijos y nietos. También dijo que Nora Cortiñas no pudo ir por estar enferma y le mando un fuerte abrazo. Luego repasó lo conseguido: “Estamos a días de cumplir 16 años del asesinato de Darío, del asesinato de Maxi. Lo que hemos conseguido lo hemos conseguido en las calles, la condena a perpetua a Fanchiotti y  Acosta, hemos conseguido que esta estación no se llame más Avellaneda, esta estación se llama Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, hemos conseguido que el poder judicial que nos ha archivado la causa, hemos conseguido que se desarchive la causa”, y pidió un fuerte aplauso para “los abogados que dan todo y no piden nada”.  Y denunció lo que falta: “Ni la justicia ni el poder político nunca tuvieron la mas perra idea de investigar a los políticos, hace unos días nos tenemos que fumar que Felipe sola se presente para candidato a presidente, que bronca, que impotencia”. Y lo que genera bronca: ”No puedo ver que compañeros que caminaron al lado de Darío, al lado mío exigiendo justicia, que hoy estén encolumnados  atrás del asesino de Sola, no lo voy a perdonar, no me voy a olvidar, entonces parece que cada hombre tiene su precio, se cagan y pisan a los asesinados. No solo están los asesinos, están los traidores, no permitamos que después vuelvan. Basta de pisar el cadáver de Darío y pisar el cadáver de Maxi para ellos avanzar”. Alberto relató la importancia de estar acompañado y sumarse a otras luchas: “Uno se fortalece. Como padre voy a varios lugares, y me solidarizo con muchos casos como ellos se solidarizan conmigo, es ahí donde uno se pone fuerte. Porque uno esta al lado de un par que también necesita que estén al lado de él, y esa persona se da cuenta que también uno necesita. Solos no podemos hacer nada. Yo solo no hubiese podido sostener estos 16 años de justicia sino fuera por ustedes. Por distintos movimientos, madres,  padres, y tantos compañeros”. La desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado y el accionar represivo como política de Estado: “Si hablamos del caso de Santiago Maldonado todos los que tuvieron que ver con la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado, fueron todos ascendidos. Después viene la doctrina Chocobar, este asesino recibido por el presidente, generando todas muertes nuevas. Total, si el gobierno los ampara, la justicia los ampara, matemos a los pibes. Esto es una demostración, la de hoy, de que estamos firmes. Que nadie piense que vamos a claudicar”. Por ultimo, Alberto, recordó a su hijo Darío y dijo estar orgulloso de ser su padre: “Darío decía la importancia de creérnosla, porque si nos la creemos, vamos a poner a cada uno en su lugar. Y él hablaba de toda esta clase política, corrupta, asesina. Son 16 años y nadie me quita el orgullo, si bien el dolor es grande, nadie me quita el orgullo y en él me fortalezco. Sigo aprendiendo de Darío. Yo hace rato que no había visto el documental de Dari y lo fuimos a ver el otro día con los compañeros de Lanús, y si bien me pego fuerte, por otro lado también esta esto de que uno es digno, de que uno tiene, porque él vive en nosotros,  un hijo al cual hay que honrar, que no hay que quedarse en la calle llorándolo, sino todo lo contrario. Seguir y seguir. Si bien la justicia va a tardar en condenar a los autores intelectuales, este es el camino, nos va a costar mucho. Tenemos el ejemplo de las Madres. Nadie nos va a correr. Nadie nos va a callar la boca, nadie de la clase política va a tener la tranquilidad suficiente porque donde vayan los iremos a buscar”. Recién llegado de Patagonia, donde estuvo acompañando a los familiares y amigos de Daniel Solano en el juicio que investiga la desaparición y asesinato del trabajador, Vicente Zito Lema explicó que fue “para que los nueve policías tengan la sentencia que merecen y que otra vez el poder, con las artimañas del poder judicial,  trata que esto no se cumpla”. Anteriormente había estado en un acto en Mar del Plata por Santiago Maldonado. “La muerte no tiene reparo. Los asesinatos tampoco. Pero los asesinos tienen que pagar por lo que han hecho. Aquí hay mucha gente joven y eso es hermoso. Cuando hace 16 años asesinaron a los compañeros Darío y Maxi, eran apenas niños o recién saliendo a la vida y aquí están. La muerte está pero la vida también esta y de eso se trata. Esa historia de pelea contras el poder que es la muerte y ponerle el cuerpo, la dignidad, la memoria, el amor, la fraternidad, el deseo de no bajar los brazos por mas que parezca que hay noches que son eternas y que no hay nada que hacer contra el poder y el terror. Y eso no es así, compañeros, nunca bajaremos los brazos. Porque bajar los brazos es entregar el país a los compañeros caídos, a los compañeros

Tras la jornada cultural y política que se realizó durante toda la tarde en la Estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y en la calle, la Policía Federal impide, al momento de esta nota (21:30 horas), que los manifestantes suban al Puente Pueyrredón para realizar el acto que se lleva adelante todos los años. En este audio, Alberto Santillán, el papá de Darío, discute con un policía para que los dejen ingresar al puente y permacer durante 15 minutos allí. “No van a poder subir a la parte superior del Puente. Nosotros comunicamos las directivas, si ustedes la transgreden será bajo su responsabilidad”, les dijo el oficial a cargo. (Por La Retaguardia)Foto y audio: Agustina Salinas DESCARGAR

Es imposible contar aquí todo lo que escuchamos y vimos. Es imposible. Fueron incontables los testimonios en la jornada a 9 años de la desaparición de Luciano Arruga. Cada nuevo evento trae consigo a nuevas familias de nuevos lugares del país, por eso es que el clima se debate entre historias desgarradoras, de dolor y bronca, y lugares de encuentro con una valía inconmensurable. Sergio Maldonado y Mónica Alegre, pero también las madres de víctimas de gatillo fácil haciendo trencito al ritmo de las Kumbia Queers y los niños y niñas prestándose a los juegos de Anda Calabaza. Por eso es una cobertura difícil que llevamos adelante Radio Zona Libre, Radio Presente, Radio Sur, Espantarrejas (FM Riachuelo), La Colectiva, Dtl!, La Tribu, Antena Negra, FM En Tránsito y La Retaguardia. Acá compartimos sólo una mínima parte de los testimonios que se oyeron a lo largo del día, tanto en la transmisión radial de la actividad como en el escenario y las distintas asambleas, y el registro fotográfico de Laki Pérez, y Agustina Salinas y Natalia Bernardes de La Retaguardia. (Por *Medios comunitarios, alternativos y populares) Sergio, hermano de Santiago Maldonado La presencia del hermano de Santiago generó que muchos familiares quisieran conocerlo, sacarse una foto con él y con Andrea Antico, su compañera. Que quisieran contarle el caso de su familiar, o simplemente darle un abrazo. En su intervención durante la Asamblea de familiares, Sergio aclaró que venía a acompañar y que no había preparado qué decir. Sin embargo dijo mucho en pocas palabras: “A todos nos une por ahí el mismo sufrimiento, y es algo que el que lo puede entender es al que le pasó. No por lo que te dicen, o por lo que se puede imaginar, o sea todo el proceso va por dentro. Yo, personalmente, estuve 5 meses muy arriba y no tuve tiempo de asimilarlo. En este último mes, como que me cae la realidad. Me la paso llorando, siento mucha tristeza.  Y su vez siento que a veces nos tocan cosas y no las podemos evitar. Hoy venía en el avión y venía pensando en Luciano, que tendría por ahí 25 años. Con tan solo 16 años plantarse en una situación, y decir no va más, y ponerle el cuerpo. Yo me ponía en el lugar de Vanesa y debe ser…, o sea no debe ser, es doloroso. Pero también uno siente un orgullo de ese hermano, cuantos Lucianos por ahí él salvó; sí que lo vemos desde ese punto de vista. Puso el cuerpo para algo, para una causa, él dijo basta. Por ahí es difícil que a una madre, me pasa con mi vieja, no lo entiende y no le importa el haber dicho que no. Pero es una persona que pone el cuerpo para que otros no pasen por lo mismo, y tenemos que aprender de todo eso. Y parece que fuera el último, y después viene otro. Y ahora lo último que es Rafa (por Rafael Nahuel). Simplemente hay que acompañar, y estar juntos. Los políticos van y vienen, los gobiernos cambian. Y al que le reclamamos hoy, y el que nos apoya hoy, seguramente va estar dentro de un par de años. Y dentro de un par de años le golpearemos la puerta y seguiremos reclamando. Y a veces la justicia es así como lo que me tatué acá (y muestra un tatuaje en su brazo izquierdo, en el mismo brazo que se tatuó la cara de Santiago, que dice “Los dinosaurios van a desaparecer”) que está toda rota, quebrada, no se entiende. Y bueno, es lo que nos toca vivir, no tenemos escapatoria. Así que, simplemente agradecer por dejarme participar en este espacio y poder escucharlos a todos, a cada uno y a las familias. Muchas gracias, y gracias a Vanesa que la quiero mucho. Y por el apoyo grande que me dio, y me va acompañando. Y a veces no le entendía las cosas que me decía, y ahora, con el paso del tiempo, lo voy comprendiendo. Muchas gracias, ¡y Luciano presente!”.  Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora Como cada jornada en la que se reclama justicia, Norita Cortiñas estuvo presente en el escenario y pidió recordar con alegría a los pibes y pibas que ya no están: “Es una jornada muy triste, pero hay que recordarlo a Luciano con una sonrisa. Y así tienen que ser los recuerdos. Para recordar lo mejor y todo lo bueno que ellos tenían. Querían que todo el mundo fuera feliz, que viviéramos en un mundo donde nadie pasara penas ni necesidades”, expresó la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora que no se olvidó de los trabajadores del Estado despedidos en estos últimos días: “Hoy se dijeron y explicaron situaciones que estamos viviendo. Entre todos y todas tenemos que luchar para salir de esta situación. Hoy, a otra empresa más del Estado le llegó el ajuste. Es una lista de más de 250 trabajadores. Es un dolor continuo. Hoy están ahí, en el INTI, un espacio del Estado donde son necesarios todos los trabajadores, como es el Posadas, como es el Ministerio de Defensa y como todos los ingenios. Cada trabajador es imprescindible. Están haciendo un vaciamiento de voluntades de toda la vida. Gracias a ellos fuimos saliendo, caminando, de lo que fue el terrorismo de Estado elaborando un Estado constitucional día por día. Todos los trabajadores de todos los espacios son imprescindibles. No va a hacer falta suplantarlos. Nosotros vamos a tener que ser los forjadores de un camino en el que de a poquito volvamos a renacer como un país con justicia social, con toda la justicia, donde no haya represión y no haya persecución a todos los luchadores que quieren un país para todos y todas. Está en nuestras manos. Está en nuestra voluntad”, manifestó. Norita también habló de la necesidad de unirse para enfrentar a un enemigo común y tratar de apaciguar algunas diferencias para forjar ese camino hacia un

Si Lanata dice que los wichí de Formosa son “los invisibles” y Agustín Santillán “el preso del que nadie habla”, una conclusión sencilla y hasta egocéntrica es que no somos Nadie para Lanata, lo que podría considerarse a esta altura de su trayectoria -y también de la nuestra- casi un halago.Pero la intención de estas líneas no es reprocharle al Señor Periodista-que fundó Página 12 con dinero del PRT-ERP y se convirtió en el Empleado del mes de Clarín, todo en la misma vida- que nos ignore a pesar de las más de treinta notas publicadas sobre los wichí de Ingeniero Juárez en los últimos meses, y de la visita al terreno, sino intentar reflexionar acerca de por qué habla de Santillán recién ahora, a casi cinco meses de su detención política. (Por Fernando Tebele para La Retaguardia) En las márgenes de la grieta hay personas que intentamos no ser abducidas por esa polarización en la que toda noticia es pasible de ser utilizada según conveniencias partidarias.Para comenzar el análisis, vale decir que no somos los únicos Nadie que tomamos la noticia de Santillán desde el mismo día de su detención o poco tiempo después. Muchos medios alternativos lo han hecho, e incluso periodistas de medios tradicionales como Adriana Meyer, que no solo tomó el tema sino que, con una corrección que no abunda, ha citado siempre la fuente, sobre todo a la hora de republicar las cartas que Santillán escribió desde su ya larga estadía en las cárceles de Insfrán. Además, decenas de medios de todos los sectores nos dieron espacio cuando nos apretaron en Formosa, y tuvimos que tener mucho cuidado para no caer en posarnos en el centro de la escena, cuando en realidad el problema es cómo viven los pueblos originarios, y no cómo nos persiguen cuando vamos a intentar reflejarlo. Santillán junto a Lanata en su programa en 2014, cuando le servía parapegarle al kirchnerismo a través de su aliado Gildo Insfrán. De fondo unapublicación de La Retaguardia en el Facebook de Agustín. ¿Lanata se enteró recién ahora de la detención de Santillán? No, por supuesto que no. Es más, probablemente se haya enterado al mismo tiempo que nosotros. El Señor Periodista recibió a Agustín Santillán hace algunos años en el estudio de Canal 13 y visitó Formosa para mostrar las penurias de los Wichí y los Qom. Allí, los integrantes de la comunidad wichí de Ingeniero Juárez pudieron conocer el poder de la tele. Tras esa visita, camiones repletos de donaciones llegaron a la comunidad. Pero luego, como siempre, las luces de las cámaras se apagaron y todo volvió a la triste y penosa normalidad. De todos modos Agustín no olvidó nunca ese poder, por lo que una de las primeras cosas que le dijo a su compañera Gabriela Torres cuando ella pudo visitarlo en la Alcaidía de Las Lomitas fue: “llamá a Canal 13”. Desesperada, Gabriela llamó. No esperó cinco meses para hacerlo; pero ellos tardaron cinco meses en ir hasta el terreno.¿Qué pasó para que ahora Lanata se interese por Santillán? Una respuesta posible es que pasó Santiago Maldonado. Entonces necesitamos volver a la grieta. El Señor Periodista presentó su informe con dos visitantes de lujo en su mesa servil. A su derecha, Patricia Bullrich, la ministra que increíblemente aún continúa en su cargo; a su izquierda, Germán Garavano, el ministro que en su interna eterna con Claudio Avruj, secretario de dd.hh. que depende de él pero que tiene vuelo y poder propio, necesita no perder espacio en esa disputa. Ante la ya ineludible participación de Gendarmería Nacional en el secuestro y desaparición de Santiago, fueron ambos a la mesa central del periodismo oficialista a enarbolar la nueva teoría gubernamental: la de los 7 gendarmes zarpados; incluso hasta Eduardo Duhalde, que siempre está, comparó a los gendarmes locos con Fanchiotti y Acosta, los policías bonaerenses que mataron a Darío y Maxi: “Tal vez al gobierno le pasó lo mismo que a mí con Kosteki y Santillán”, le dijo a Perfil despegando a Macri pero, a la vez, defendiéndose de la imputación que tiene en una causa por las responsabilidades políticas de aquellos crímenes de 2002, que duerme en el escritorio del juez Ariel Lijo hasta cada vez que los familiares y un grupo de organizaciones la zamarrean para que no le cierren los ojos definitivamente.No por casualidad, luego de la no entrevista a Bullrich y Garavano, vino el informe que no solo se ocupó de Santillán sino también de Marcelino Olaire, el nieto de Félix Díaz que desapareció de un hospital en noviembre pasado.El mensaje es claro: ellos (como si fuera un grupo único), los que hoy se ocupan de los mapuches y de la desaparición de Santiago Maldonado, nunca se ocuparon de los pueblos originarios ni hicieron demasiado, por ejemplo, para que Gildo Insfrán dejara de tener más poder que He-Man y Greiscol (Sic) juntos; de hecho así lo expresó al presentar su informe de anoche: “Muchos de los que ahora levantan la bandera de los pueblos originarios y del reclamo de los Mapuches, durante años hicieron la vista gorda ante los reclamos de otras comunidades originarias”; da cosita estar de acuerdo en algo con el hombre, pero en eso tiene razón. Al mismo tiempo que ignora a los organismos y organizaciones del Encuentro Memoria Verdad y Justicia que viajaron y se entrevistaron con Agustín Santillán, su respuesta a la crítica con ojos enfocados solo en el kirchernismo es del mismo tenor, solo que del otro lado de la grieta: él se ocupó de Agustín Santillán solo cuando pudo usar la noticia para contrarrestar el huracán político que está arrasando con el gobierno nacional; no Irma, sino Santiago. Desde adentro mismo de ese huracán, Lanata le entrega a “la gente” argumentos para responder cuando alguien les consulte ¿Dónde está Santiago Maldonado?También cabe preguntarse por qué Gildo no se preocupó esta vez por apretar a Lanata, ¿será que le conviene tenerlo enfrente para que no se haga masivo el reclamo por Santillán como