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Omar Barbieri


Es la tercera vez que la Justicia da crédito al testimonio de Barbieri, quien ya fue fundamental en los juicios Vesubio III y RIM 6 de Mercedes. Las huellas de su denunciante, el Teniente primero Alberto Bustos, quien zafó de la Justicia por supuestos problemas de salud luego de un intento de suicidio, pero fue visto este año en un acto reivindicatorio de la represión en La Tablada en 1989. Un nuevo pedido para que sea indagado por el secuestro y desaparición de la madre de Bárbara y Camilo García. Redacción: Fernando TebeleEdición: Pedro Ramírez Otero La Sala IV de la Cámara de Casación Penal sobreseyó al exmilitar Omar Barbieri en una causa por falso testimonio. El denunciante es Alberto Francisco Bustos, un militar al que Barbieri sitúa en el operativo en el que fueron secuestrados Ángela Rocío Martínez Borbolla y su pareja Pedro Martucci, ante la mirada de los hijos de ella, Bárbara y Camilo García. “El fallo indica que dije la verdad. Así testimonié en todos los juicios: diciendo la verdad, lo que yo vi”, expresó Barbieri apenas conocido el fallo a La Retaguardia. “Estos genocidas apátridas, traidores a la patria que torturaron, secuestraron, mataron, y además pusieron los restos de las víctimas inocentes en cementerios clandestinos, sin permitir que las familias puedan hacer la despedida que cada uno de sus familiares y amigos necesitan, tienen que terminar todos presos. Tenemos que denunciar el Terrorismo de Estado, quizá nunca visto en el mundo”, señaló. En agosto de 2022, el TOF N°2 de CABA condenó a prisión perpetua a los carapintadas Martín Eduardo Sánchez Zinny, Emilio Pedro Morello y Horacio Linari por haber participado de ese operativo y uno posterior en el que cayó la imprenta que el PRT-ERP tenía en la localidad bonaerense de San Andrés.  Barbieri había contado en su testimonio que el propio Bustos le relató el operativo en la casa de Haedo en el que secuestraron a Martínez Borbolla y Martucci, entre otras cosas que Bustos le confesó. Sin embargo, el militar no estuvo imputado en el juicio, ya que fue apartado por razones de salud. Bustos había intentado suicidarse en 2017 cuando la Justicia lo imputó. Falló, lo que no deja de ser extraño tratándose de un militar que quiere suicidarse con un disparo de arma de fuego. Antes de dispararse, Bustos escribió una carta para sus hijos en la que ratifica su participación en el último genocidio y la reivindica: “Los terroristas que iniciaron una guerra para imponer por la fuerza un sistema antidemocrático y cambiar los valores que sustenta nuestra sociedad nacional hace más de 60 años prosiguen la guerra para vengarse de los que los derrotamos. Por eso no me entregaré al enemigo terrorista y apátrida que continúan políticamente la lucha”. Luego se recuperó, pero consiguió esquivar el juicio. Por su parte, Bárbara García, la pequeña que fue testiga del secuestro y desaparición de su mamá, dijo que “cada noticia buena y favorable es decir: ‘ufff… seguimos avanzando’. Yo sufrí que te inicien causa por falso testimonio, entonces que jueces de Casación hayan fallado en favor de Barbieri me alegra, es importante y valioso. Como para decir que hay que seguir”. Bustos y el acto de La Tablada Luego de las condenas del año pasado, Bustos se dejó ver el 23 de enero de este 2023 en un acto en el lugar que ocupó el RIM N°3 de La Tablada. En la celebración, un grupo de militares y policías reivindicaron la represión ocurrida en ese lugar en 1989, luego de la incursión armada de un grupo de militantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP). En unas fotografías incluidas en un video al que pudo acceder La Retaguardia, se ve a una persona estrechar la mano de otra. Nada que no pueda ocurrir. Solo que una de las personas es, según Barbieri, el mismo Bustos que no puede comparecer ante la Justicia por razones de salud. “No tengo ninguna duda de que es él. Salvo que sea alguien igualito”, dijo Barbieri a La Retaguardia cuando vio la foto. Otra fuente corrobora a este medio que se trataría de Bustos. “Haber visto a Bustos, que quedó apartado del juicio por problemas de salud, en un acto por La Tablada, libre de culpa y cargo, cuando estuvo en mi domicilio como asistente de Sánchez Zinny es indignante. Casación avala los dichos de Barbieri, y Barbieri dijo que Alberto Bustos participó del operativo de secuestro y desaparición de mi mamá junto a Sánchez Zinny. Estas son las cosas que te dan mucha impotencia y bronca”, aseveró García luego de ver el video del acto de justificación de la represión en La Tablada. “Yo todavía sigo esperando la frutilla del postre que es que Sánchez Zinny cumpla su pena en cárcel común”, agregó. El ladero de Aldo Rico en el levantamiento de Semana Santa en 1987 está con el beneficio de la domiciliaria. Aduce tener a su cuidado a un hijo que padece autismo. “Un asesino así no puede estar al cuidado de una persona que tiene una enfermedad”, opinó. Unos días después de este hallazgo, Llonto, abogado querellante por Bárbara y Camilo García, se presentó ante el juzgado de Daniel Rafecas, que instruye la megacausa Primer Cuerpo del Ejército, para pedir que Bustos, entre otros militares nombrados como parte de los operativos en El Vesubio, sea indagado de una vez por todas. Hasta el momento, no le han respondido la solicitud. El crédito a Barbieri El fallo de la Sala IV ordena “Archivar las presentes actuaciones en los términos del artículo 180, último párrafo, del Código Procesal Penal de la Nación y, en consecuencia, sobreseer a Omar Nicolás Barbieri, de las restantes condiciones personales obrantes en autos, en orden a las conductas que se le imputaran, haciendo expresa mención de que la formación del presente sumario en nada afecta el buen nombre y honor del que gozare”. No es la primera vez que la Justicia le cree a Barbieri. Ya en el fallo

El viernes pasado, el TOFC N°4 a cargo de Vesubio III amplió en medio del juicio las imputaciones de 1 militar y 6 penitenciarios. En el caso del Coronel (R) David Cabrera Rojo, lo hizo centralmente a partir de la declaración del exmilitar Omar Barbieri. El programa radial Oral Y Público sostuvo con él un extenso diálogo. Barbieri interpeló allí a actuales y antiguos jefes del Ejército y ante la pregunta de por qué habló recién ahora, dijo que declaró en el “momento justo” para hacer justicia. “Tenemos que terminar con este horror. Pero con la gente presa y sabiendo donde están todos los cementerios clandestinos que faltan descubrir”, sentenció. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Gabriela López Suárez 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Capturas de pantalla de La Retaguardia A partir de la publicación de una entrevista que brindó a Página 12, Omar Barbieri fue convocado por el juez Daniel Rafecas, quien tiene a cargo la instrucción de la causa “Primer Cuerpo del Ejército”. Barbieri dio testimonio hace algunas semanas en el tramo III del juicio por los crímenes del clandestino de detención, tortura y exterminio conocido Vesubio. “Y si tengo que ser un Julio López seré un Julio López, no tengo problema. Yo solo hablo del punto de vista de sanear, porque este rompecabezas del horror hay que terminar de armarlo”, dice el exmilitar, trayendo la figura del querellante y testigo que fue desaparecido por segunda vez durante el primer juicio celebrado luego de la derogación de las leyes de impunidad, en el que se condenó al genocida Miguel Etchecolatz. A 15 años del hecho, nada se sabe de qué pasó con López. Luego de la decisión que tomó el viernes el TOFC N°4, ampliando las imputaciones contra David Cabrera Rojo, se desprende que el tribunal presidido por la jueza Gabriela López Iñiguez, junto a Daniel Obligado y Néstor Costabel, tomó por cierta la declaración testimonial del exmilitar Omar Barbieri. Por la tarde de ese mismo día, luego de alegar en Puente 12 II, el abogado querellante Pablo Llonto, durante su participación en la transmisión de La Retaguardia resaltó “el impacto de esta declaración del exmilitar Barbieri, quien evidentemente estaba diciendo la verdad. En principio el tribunal oral en principio le está creyendo; está diciendo: esto es razonable. Después valorará su testimonio. Esto es importante porque es la primera decisión de la justicia sobre su testimonio. Ahora el juez Rafecas tendrá también que valorarla”.  Barbieri quiere hablar. Él buscó a La Retaguardia para ponerse a disposición. De fondo, en la pared que llega a través de la videoconferencia en la que se realizó esta entrevista, resaltan una ilustración con los rostros de Cristina Fernández, María Eva Duarte, Néstor Kirchner y Juan Domingo Perón. Todos y todas sonríen en el trazo de quien realizó la obra. También hay una foto en la que resalta la figura de Kirchner. Lo acompañan Barbieri y Armando Cabrera, quien actualmente preside la Cámara de diputados/as en Formosa.   —La Retaguardia: Es la primera vez que charlamos con un exmilitar. Aquí tenemos la costumbre de escuchar voces de sobrevivientes, de familiares de víctimas del genocidio y te quiero ser absolutamente franco: es muy raro estar charlando con un exmilitar. Porque uno tiene la sensación de que si eras militar en esa época, participaste del genocidio y esa es la primera pregunta. ¿Se podía ser militar en esa época y no haber participado del genocidio? ¿No participaste en nada? —Omar Barbieri: Nada, absolutamente nada. Lo aclaro, lo pongo claramente cuando llego al Regimiento 6 (Regimiento de Infantería Mecanizada 6 de Mercedes). Es más, en el ataque del 5 de octubre… —La referencia es al ataque del 5 de octubre del ´75, vos estabas en el Regimiento de Formosa durante un intento de copamiento de Montoneros. ¿Estabas allí y no participaste? —Mirá, quedé anonadado de todo lo que estaba viendo. No lo podía creer, lo tenía ahí enfrente… Pero bueno, refiriéndome al Regimiento 6, el Teniente Coronel Oscar Alcorta, me recibe a los abrazos y me dice: “Usted acá lo puede vengar al Teniente Mazaferro.” Mazaferro fue uno de los 12 muertos del ataque del 5 de octubre: 1Oficial, 1 Suboficial y 10 soldados. Pero yo era hijo de peronista, que había festejado la victoria del tío (Héctor) Cámpora, del General Perón, en la unidad básica, a los abrazos con mi papá. Después también vinieron las malas noticias: ya en el 76 me llegaban las noticias de compañeros desaparecidos; en el año 76, 77, los primeros hábeas corpus, ya había un alerta en la sociedad y ese alerta me llegó por mi papá. Después mi suegro, Osvaldo de María, un Mayor retirado, justamente por estar en contra del golpe de Lanusse, me dijo: “Qué lástima que venís a Mercedes, porque parece que en estas ciudades de Buenos Aires están haciendo cosas raras.” Y después la gran amistad con Horacio Ballester (uno de los fundadores del CEMIDA, Centro de Militares para la Democracia), que me encamina a tener una conducta clarísima porque es un maestro. Entonces yo fui alertado. Y cuando (Teniente Coronel Justo) Rojas Alcorta me dice eso, le dije que no tenía nada que vengar, que como católico la venganza no entraba en mis principios. Traté de salir por cualquier lado porque veía a donde me podía llevar. Y ahí me llevó a la sección Perros, me tuvo allá haciendo servicios en el 77, yo no salí del cuartel. —¿Vos sentís que fue la única puerta que se te abrió para hacerte partícipe y a la que dijiste que no, o hubo otras ocasiones más en las que pudiste haber entrado en el engranaje genocida? —No, ahí la voz cantante era Alcorta, era el jefe, una vez que me marcó y me llevó a la sección Perros seguramente le habrá dicho a todos. Porque yo después, cuando me encuentro de vuelta con Cabrera en marzo del 78, él vuelve al Regimiento y me dice: “¿Volvió a pensar Barbieri en eso de no querer