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Denuncian desapariciones de chicas para trata en el Bajo Flores

Por LR oficial en CABA, Género y Diversidad, Justicia, no a la prostitución, Violencia institucional

 No están perdidas, son desaparecidas para ser prostituidas. Falta otra piba de la Villa 1.11.14: Érika Jennifer. La Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores realizó una convocatoria el sábado 16/7 en las puertas de la Comisaría 38, para exigir investigación y dar cuenta del estado de la misma. La familia de la nena ingresó junto con representantes de Ademys y de su Escuela, mientras organizaciones, docentes y medios de la RNMA esperaron la finalización de la reunión. La Retaguardia estuvo allí para acompañar y difundir. (Por Gabriela Barro Gil para La Retaguardia)

La cooptación de niñas para redes de trata no es nueva. El dato singular es que en poco tiempo y en un radio de cuatro manzanas de la Villa 1.11.14 han desaparecido varias pibas de entre aproximadamente 12 y 15 años , sin que Fiscalía o Comisarías hayan avanzado en alguna investigación con el argumento de que se han ido con sus noviecitos. El 30 de junio desapareció Erika; el 22 de octubre del año pasado, Layla; también Ester, también Marta, por nombrar sólo cuatro.
La convocatoria en las puertas de la Comisaría 38ª tuvo un objetivo: ejercer presión para que las autoridades pertinentes cumplan con sus funciones y comiencen a investigar la desaparición de Erika. Hasta ahora, en éste y en otros casos, han aplicado como técnica el intento de disuadir a la familia para que bajen los brazos y desistan de la búsqueda, además de circunscribirlos a problemas “domésticos”.
Al finalizar la reunión con el comisario, Laura Marrone, dirigente de Ademys y de Izquierda Socialista (dentro del FIT), contó que “gracias a la movilización de la familia y de la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores, se logró una citación con el comisario, con la presencia del comisario inspector de la zona -que abarca cerca de 10 comisarías-, Osvaldo Tapia, quien estaba de franco pero se acercó por estar preocupado. Le explicamos que la denuncia de la mamá por la desaparición de Érika fue hecha el 7 de julio y al día de hoy, 16, queríamos una respuesta”. Como la presencia operativa en la zona le corresponde a Gendarmería, la Policía -dijeron- no tiene orden judicial y no ha podido avanzar más. Sin embargo, las denuncias se realizaron en la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (ATAJO), y de acuerdo a los pasos de acceso a la misma, de allí la información pasa a la Fiscalía -en este caso es la Nº 44-, desde donde se libran las órdenes judiciales. “Atrapados sin salida -expresó Laura Marrone respecto de las técnicas de disuasión-: si vamos a Gendarmería, nos dicen que los que actúan son la Policía, y acá nos dicen que no tienen orden para intervenir. Lo real es que esta familia se animó a hablar porque hay una red de personas que contiene y sostiene. Hace varios años que estamos siguiendo este problema, y no vemos que se haya desbaratado ninguno de los modus operandi. Hoy los métodos son distintos; anteriormente eran secuestros, ahora son redes de trata “blanda” por las cuales se atrapa a las niñas casi voluntariamente. Engañan a las familias a través de mensajes de texto y llamados telefónicos para que no se muevan. Por suerte, la familia de Erika ha logrado tener el apoyo de la Red y tuvo el coraje de venir hoy”.
La organizacion desde el barrio, el compromiso de docentes y la intervención de los movimientos sociales son imprescindibles para visibilizar las desapariciones y ejercer presión para que comiencen a librarse órdenes de allanamiento; la experiencia ha indicado que son estas acciones las que logran la aparición de las pibas.
Augusto es integrante de la Red, conformada en octubre del año pasado por docentes y organizaciones del Bajo Flores, y maestro de escuela primaria. “Nos enteramos por la mamá de Erika que no aparece desde el 30/6, hacía tiempo que estaba preocupada debido a que no estaba yendo a la escuela. El 30 salió y no volvió. La búsqueda comenzó por el barrio, y luego se acercó a la Red sospechando que la nena no vuelve porque alguien la está convenciendo de que no lo haga, o peor aun, retenida por la fuerza. Ya ha pasado en el barrio y desde la Red lo venimos denunciando a partir del año pasado, junto con el reclamo de alguna acción por parte de la Justicia”.
Esta Red se conformó precisamente para encontrar soluciones ante la inacción de una justicia cuyo rol no es el de investigar sino el de minimizar los hechos y desestimar las denuncias. Docentes de los distritos 11 y 8 tomaron estado de alerta cuando diferentes relatos de niños y niñas de ambos distritos contaban experiencias de acoso similares vividas en las redes sociales a través de facebook. Adultos con perfiles de jóvenes les pedían amistad y conforme avanzaban las conversaciones pedían a las chicas fotos o filmaciones desnudas. En otros casos son jóvenes que inician “amistad” y aprovechan situaciones de vulnerabilidad -e ingenuidad de la edad- para convidarles mejor vida y lograr su confianza. Con la desaparición de Layla, ocurrida el 22 de octubre, el hecho tomó estado público y los docentes comenzaron a involucrarse cada vez más. De esta manera, en el barrio se relevaron distintas situaciones que indicaban la presencia de redes de pedofilia y trata, hecho denunciado por el legislador porteño Gustavo Vera.

¡No son casos aislados!

La problemática que se planteaba distaba de tratarse de casos aislados o huidas de sus respectivos hogares. El año pasado, fue la Fiscalía de Instruccion Nº 3 (Pompeya y Parque Patricios) la que tomó una cantidad de casos de pibas denunciados; en particular con la desaparición de Layla, su accionar fue denunciado por organizaciones por no haber actuado con la debida celeridad ni haber brindado atención a la familia, sobre todo cuando ya en su poder se encontraba un expediente en el que se constataban tres denuncias similares en la misma zona; denuncias menospreciadas por estos funcionarios judiciales con argumentos como que las chicas pobres siempre se van de sus casas, o están con los noviecitos.
Desde la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores, Augusto afirmó que “siempre se dice que el primer paso es denunciar en la Comisaría, pero, a veces, no sabemos a quién se le está dando aviso, ya que el actuar raro de las Comisarías pone en duda el rol que cumplen”. Son muchos los casos de pibas desaparecidas desde la conformación de la Red en octubre del año pasado. Las familias que se animan a denunciar acuden a esta organización por la falta de confianza y temor en las instituciones, con lo cual la duda manifestada refiere a las consecuencias de dar aviso a la Policía, “no sabemos si se iniciarán medidas y/o allanamientos, o si quienes la secuestraron saben que deben esconder mejor a la niña”.

Un policía salió a
filmar a los y las
manifestantes

Mientras La Retaguardia dialogaba con los vecinos, salieron de la Comisaría dos policías corpulentos a paso veloz. Uno de ellos portaba una filmadora con trípode y se disponía a tomar imágenes de quienes estábamos en la vereda. Quizás el canto “a los proxenetas los cuida la Policía” les resultó ofensivo y sintieron la necesidad de llamar al orden bajo amenza de ser fichados; sin embargo, nadie se asustó y la mitad aproximada de los presentes en la convocatoria se les plantaron delante de la cámara. Más tarde, un señor alto, un poco pelado, de civil y vestido de elegante sport, apoyado sigilosamente en el palier de un edificio en la vereda de enfrente de la Comisaría, dejaba sobresalir la luz de un celular que alcanzó a filmarnos, agazapado desde un rincón.
“Reclamamos un accionar que ayude a solucionar el problema y no a taparlo con la elaboración de teorías según las cuales las nenas se van porque están en desagrado con su familia, esto no se corresponde con la realidad”, dijo Augusto.
La Red ha aportado datos suficientes desde octubre para que tanto las Fiscalías como las Comisarías correspondientes inicien investigaciones y no se ha hecho, a excepción de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), que tienen como función asistir a las Fiscalías, y por cuestiones legales su actuación es limitada. “Justamente -declaró Augusto- reclamamos que se le dé más lugar a PROTEX para que siga investigando y se unifiquen los casos presentados porque no se trata de casos aislados. Las pibas han desaparecido en la misma zona, en poco tiempo y en un radio de cuatro manzanas de la villa”.

La política del “ya van a volver”

“Muchas veces las chicas raptadas o convencidas para que dejen el hogar son las más humildes y con menos recursos económicos -explicó Augusto-; cuando las familias van solas a denunciar, en la Comisaría les dicen que se van a ocupar, pero no hacen nada. Y cuando caemos con un grupo grande de gente explican que hicieron muchas cosas cuando sabemos que no hicieron nada. Siempre con el argumento minimizador: “Ya van a volver”. En los casos en que las chicas aparecieron y tomaron contacto inmediato con la Policía, el comisario o el jefe de servicio hablaron con ellas sin cumplir con ningún protocolo de seguridad para víctimas de trata o derechos de la niñez, y refuerzan la idea de que se fueron por voluntad propia: “No te vayas más de tu casa, mirá lo que ocasionaste”. ¿Por qué la Policía es la primera interesada en dejar sentado que todo fue sin querer?, y ¿por qué las Fiscalías que intervinienen cierran los casos cuando las pibas aparecen?
No es posible registrar la totalidad de niñas cooptadas porque las familias no se animan a denunciar; la Red lo hace y acompaña, y fue esta articulación de docentes y organizaciones la que ayudó a visibilizar y poner poco a poco en estado público la problemática de abuso y trata con nuevos y sistemáticos métodos de cooptación en el Bajo Flores. Pero la solución tiene que venir desde el Estado, ya que se está frente a organizaciones mafiosas que se sostienen con la complicidad de sectores ligados a las fuerzas de seguridad.
Mientras el viento helado intentaba congelar los cuerpos en la vereda de Bonorino al 200, la energía de lucha colectiva por justicia y aparición de Érika daba calidez al cierre de la convocatoria cuando se discutían las líneas de acción a seguir. La presencia de los medios alternativos pasa a ser una herramienta más de lucha y articulación.