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La Retaguardia

Denunció a su ex pareja por violación y ahora es intimada a resarcirlo

Por LR oficial en #NiUnaMenos, CABA, Género y Diversidad, Justicia, Ni Una Menos

Una joven que denunció abusos sexuales reiterados de parte de su ex pareja, contó en el Enredando las Mañanas cómo la justicia sobreseyó al acusado en 15 días y cómo están siendo judicializados por daños y perjuicios tanto ella como quienes la defendieron públicamente. (Por RNMA)

“Denuncié reiteradas violaciones por parte de mi ex pareja por unos dos años”, comenzó narrando Valentina. “Fui a denunciar a la Comisaría 43 de Floresta el 24 de marzo, me atendió en el mostrador el subcomisario Jonathan Cabral; esta persona que me atendió no podía entender cómo es que yo podía denunciar a mi ex pareja, cómo es que mi ex pareja pudiera cometer un hecho de violación y antes de tomarme la denuncia me repreguntaba todo el tiempo; fueron unos 10 minutos en los que yo le decía que no me importaba su opinión, que solamente quería hacer la denuncia”, explicó. “Por fin logro hacer la denuncia, que es mal tomada, se negó a tomarme todos los hechos que venía  a denunciar, solamente me aceptó los que sucedieron cuando ya no éramos pareja”, dijo la denunciante. “Después me retuvieron unos 40 minutos en una habitación con una policía de guardia en la puerta; intenté salir varias veces pero pude salir recién cuando la policía se distrajo, ahí logramos irnos con la amiga que me había acompañado; ellos decían que me retenían porque iba a llegar una brigada”. En esa ocasión, Valentina denunció a su ex pareja Joaquín Tenenbaum.
La joven remarcó que “es muy difícil ir a denunciar por violencia de género porque te someten a una constante revictimización, no te creen y ponen en duda tu relato”.
“A la semana siguiente empiezo a averiguar si realmente la denuncia se había elevado o no. Después de recorrer un montón de fiscalías la encontramos calificada como ´abuso deshonesto´, una figura que no existe más hace más o menos 22 años; pedimos una copia de la denuncia, me dijeron que pase después de 5 días, volví y no me quisieron dar la copia, solo una constancia de que había hecho la denuncia”, describió. “Me llamaron a declarar el 11 de abril (Jueza Graciela Sarada Ángulo de Quin, del Juzgado en lo Correccional N°51) y después de eso no supe más nada, llamé varias veces para preguntar, pero nadie me quiere decir nada”. Para su sorpresa “el 28 de abril me encuentro con una carta documento del denunciado diciendo que yo había hecho una falsa denuncia, que él había sido sobreseído y que yo le debía $100.000 por daños y perjuicios y por haber faltado a clases un mes y medio”.
La joven averiguó y se enteró que el sobreseimiento había quedado firme el 19 de abril: “a mí nunca me llamaron a hacer ninguna pericia y por lo que este chico anduvo diciendo en la escuela a él tampoco lo llamaron a hacer declaraciones ni nada” y reflexionó: “no entiendo cómo no encontraron elementos si no empezaron ni siquiera a investigar la causa”. Como nunca fue notificada, se pasaron los tres días que otorga la justicia para apelar el sobreseimiento.
“Como a mí nadie me notificó se me pasó el plazo para apelar, que son tres días”. El violador “pedía plata y retractarse de lo que dijeron”, tanto a Valentina como a quienes la acompañaron en su proceso de denuncia, personas que tenían vínculos con ambos por compartir el mismo lugar de estudios.
“Lo que me sorprendió y sorprendió a todos los abogados que consulté es que todo haya sido tan rápido. Una de las abogadas me dijo que la opción más probable es que el fiscal haya tenido demasiadas causas y la haya cerrado para no perder tiempo”. También les llamó la atención “que le permitan avanzar tanto en lo legal, cuando al yo querer avanzar encontré permanentes obstáculos”.
En la escuela a la que concurren, el padre de él es docente: “era bastante obvio que el padre iba a recurrir a todos las elementos que tuviera para que el chico quede impune al menos en la escuela”.
Las violaciones se ejercieron cuando ella tenía 17 y él 18 años, entre el 2015 y el 2017. Hoy, a la distancia, la joven reflexiona: “es una cagada toda la construcción social que tenemos, ahora se está hablando un poco más, pero siempre parece que estamos obligadas a hacer lo que quiere la otra persona y en realidad es una violación” y desea que su testimonio sirva para que otras chicas se animen a denunciar.

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