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En primera persona, la marcha por Luciano Arruga como espacio de difusión

Escrito por el enero 30, 2019


La actividad de todos los eneros en La Matanza es particular. Hay muchas características que sólo se repiten en esa convocatoria y que la convirtieron en una referencia en varios sentidos. Es el evento militante no oficial más destacado del distrito, además de tener, en sus picos altos, un nivel de masividad inusitado. Es, además, un hito en la lucha contra el gatillo fácil y la represión estatal descargada sobre los sectores más empobrecidos. Decenas de familiares de víctimas encontraron allí el impulso para desarrollar actividades similares con el anclaje territorial que la caracteriza.

(Por Medios Comuintarios, Alternativos y Populares*)

El desafío de alcanzar la masividad y la atención mediática en una marcha que bien podría convocarse a Plaza de Mayo, pero sostiene la raigambre barrial que garantiza que no sólo se grita una denuncia política para el afuera, sino que se sacude la estantería en el propio foco de la peor violencia que Luciano Arruga sufrió antes de ser asesinado. Hay algo de toda esa decisión identitaria que remueve, sobre todo, a familiares de víctimas de la represión. Hay algo que los impulsa. Hay necesidad de estar ahí, y también de multiplicar.
Algo de todo eso es lo que Vanesa Orieta, la hermana de Luciano, intentó poner en palabras en una de sus intervenciones: “Nos encontramos hoy acá en General Paz y Mosconi. En este lugar estamos concentrando para marchar hacia la plaza de 12 de Octubre, plaza y barrio donde Luciano pasaba gran parte de su tiempo. Estamos recordando el caso de Luciano como un ejemplo de una problemática que es la represión estatal y que se lleva  la vida de cientos de miles de pibes y pibas de los barrios. Intentamos a través de estas actividades generar una concientización, empezar a poder relacionar la problemática represiva con la problemática de inseguridad y que se empiece a entender que la inseguridad es y fue aprovechada por los diferentes gobiernos constitucionales para generar el miedo social, para instalar la figura de un otro peligroso que puede ser un trabajador que exige por su fuente de trabajo, su salario, el pibe de los Barrios, el referente de un pueblo originario y bueno, una vez puesta la mirada en esa figura peligrosa se avanza con medidas represivas que son las que venimos notando: los pedidos de bajar la edad de imputabilidad de los menores, el encierro de nuestros pibes y nuestras pibas cada vez más jóvenes, las torturas dentro del encierro o fuera en el barrio, dentro de la patrulla, las desapariciones forzadas… bueno, todas estas herramientas a pesar de que supuestamente vivimos una era democrática. Es un momento para sin duda ver que está muy mal la niñez y la adolescencia, que se está avanzando fuertemente con medidas represivas, pero sin perder la memoria y ser muy duros en nuestra mirada con relación al rol que tuvieron los diferentes gobiernos constitucionales que han logrado que se naturalice la muerte de nuestros pibes y nuestras pibas de los barrios.”
La lista ya supera los cinco mil nombres. Es un fuerte anhelo que ese número de familias sea el que un día se encuentre reunido. Mientras tanto, la actividad de enero en La Matanza es un semillero de organización para las historias que hoy salen a la calle.



Diego Ávalos

La marcha recorrió poco más de veinte cuadras para llegar a la plaza Luciano Arruga. Durante esa etapa de la convocatoria, en la que las columnas e independientes ocupaban una fila de gente de siete cuadras atravesando Lomas del Mirador de punta a punta, el micrófono del camión de sonido estuvo abierto para familiares de víctimas. Desde ahí, desde la cabecera de la movilización, de cara a las primeras banderas, las más improvisadas, con letras imperfectas, las que nombran a pibes adolescentes, habló el papá de Diego Ávalos: “Mi hijo fue fusilado por José Pérez Buscarolo de Hurlingham, subcomisario de la Policía Federal. En mayo, del 2 al 8, serían los días del juicio. Espero que nos acompañen y muchas gracias a todos”. A veces alcanza con esbozar las respuestas de las famosas 5W, (qué, cuándo, dónde, cómo y por qué) aunque el porqué puede no ser más que un signo de pregunta. A veces se necesita más tiempo, más llanto, más aliento.



Julián Antillanca

Ayelén, la hermana, contó: “A mi hermano lo mataron el 5 de septiembre de 2010 cuatro policías a la salida de un boliche. Intentaron desaparecer el cuerpo. Lo tiraron frente a la casa de unos pibes que tenían antecedentes para desviar la investigación y en 2015 se condenaron a cadena perpetua a Solís y Abraham, dos de los cuatro que lo mataron. La cabo Soledad Córdoba quedó absuelta y el comisario también. Fue en Trelew, Chubut. Es importante estar acá, visibilizar y acompañar a la familia y amigos de Luciano, por el contexto que estamos viviendo, cada vez peor, con relación a los pibes de los barrios y el ajuste brutal que está llevando el gobierno neoliberal. Después del asesinato de mi hermano hubieron muchísimas denuncias. Mataron a Castaño, a un testigo de una golpiza, de una violación, a Almonacid lo violaron en la comisaría 2da. El asesinato de mi hermano fue un homicidio de clase: era negro, pobre, mapuche, y creían que nadie iba a ser nada por él. Lo que quisieron hacer para entorpecer tenía que ver con eso: quién iba a reclamar a este negrito”.



Santiago Maldonado

Verónica Heredia, abogada de Sergio y Andrea (hermano y cuñada de Santiago), se refirió a la dimensión de la problemática: “La máquina de hacer desaparecer comienza con la fuerza de seguridad, con la policía, un gendarme  prefecto, pero solamente se puede obtener una desaparición forzada, una tortura, si hay un poder judicial que avala esos hechos. Por un lado la fuerza de seguridad que es el brazo armado, y luego el poder judicial que garantiza la impunidad”.



Marcos Acuña

Inés, su mamá: “A mi hijo lo mató el prefecto Juan José Silva de un tiro en la espalda en Quilmes el 28 de agosto de 2015. Hoy con tanto esfuerzo y acompañamiento llegamos a juicio, se va a desarrollar el 2 de septiembre de 2019. Marcos estaba desarmado, tenía solo dos encendedores contra un arma letal que le destrozó todos los órganos. Puede besar un cajón. Y prometí hacer justicia no sólo por él sino por todos los pibes porque trato de salir a a calle a acompañar a todos las mamás y llevar a los más de 4 mil pibes asesinados por el Estado represor. Es más barata una bala que un centro de rehabilitación para chicos adictos. Él estaba en recuperación y ni siquiera en la autopsia le salió drogas y alcohol. Lo dejó tirado con un tiro en la espalda. A las cuatro horas se acercó a una comisaría diciendo que mi hijo le había querido robar. Según testigos estaba de civil y una moto en fuga contra mi hijo y otros chicos. Esperemos llegar a condena. La organización y al lucha son lo primero. Si no nos organizamos todos los familiares no logramos condenar a nadie. Porque este estado es el que los apaña más. Los familiares tienen que salir a gritar, a escrachar, a pedir y golpear. Dejar las lágrimas a un costado y salir a luchar”, concluyó, en lo que parece un mensaje de un solo puño: la única salida es organizarse.



Sergio Filiberto

Es una de las víctimas de la masacre de Pergamino, en la que murieron siete jóvenes en la comisaría 1°. Cristina Gramajo, la mamá de Filiberto, contó: “Uno de los siete era mi hijo. Hay que visibilizar, denunciar todos estos atropellos. La represión que tiene este Estado. Es una forma de disciplinar a la sociedad y meter miedo con la figura de la inseguridad y siempre con los pobres. Estar acá es un sentimiento encontrado porque estás contenta porque nos animamos a luchar y salir, pero lo lamentable es porque pedimos un ser amado por la represión. Después de la dictadura siguen matando. Son otras formas, pero son nuestros jóvenes. Y por eso, el Estado es responsable. Hay miles personas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Cierran escuelas. La grieta está ahí. Hay algunos quieren chicos adentro de la cárcel y otros en la escuela: ellos la cierran”.


Diego Pachao

Claudia Veliz, su mamá, de Catamarca: “Lo arrestó la Policía de la comisaría 7° de Catamarca porque le pidió que no le peguen al amigo, al que estaban pateando y escupiendo, humillando como ellos saben hacer. Mi hijo sabiamente pidió que no le peguen y ese es el motivo del arresto. En los libros de guardia consta que lo arrestaron por averiguación de medio de vida, con el tiempo nos dimos cuenta que la figura no existe y a mi hijo lo sacamos con una muerte cerebral. No lo tenemos a Diego, no hay justicia y hay complicidad del gobierno y de los tres poderes en su totalidad. Lucía Corpacci, el jefe de Policía y el juez Porfirio Acuña que sobreseyó a 8 de los 11 imputados. Diego tenía 20 años. Hace 6 años y 10 meses pasó esto.
Conocí el caso de Luciano cuando pasó lo de mi Diego. Conocimos a Vanesa y nos pareció importante con mi hija venir a acompañar porque no tiene que haber más muertes en manos de policía. Ni de nadie. Y por más que un pibe robe ellos no tienen derecho a hacerle nada. Para eso están las leyes. A mi Diego por lo menos lo pudimos velar, en un cajón doloroso.
Este sistema de gobierno corrupto tiene que terminarse, ellos dan el poder para que la Policía mate. Aprovechan la necesidad de todos nosotros. Creyeron que nos iban a callar con plata, lo mandaron al director de derechos humanos para arreglarlo. Mi hijo no vale plata”.
Por último, Veliz agregó: “Mi hijo, Diego Ivan Pachao, 20 años de vida cuando me lo arrebataron, hoy tendría 27 años, un caso impune como tantos más”.



Brian Waiman 

“Soy Paola Waiman de Córdoba, mi hijo se llamaba Brian Waiman, en Córdoba lo conocen todas las organizaciones como “Pimpollo”, a mi hijo lo mataron el 2 de mayo de 2015 en una canchita de fútbol, a los ocho meses la causa fue cerrada”, explicó Paola en un resumen demoledor que, apenas variando algunos datos, podría explicar todas las causas.
“Fue en un intercambio de disparos entre una barra que estaba jugando fútbol pero él no participaba. Él cruzaba por una canchita porque tenía que dirigirse sí o sí por ese lugar al domicilio. En la esquina de la canchita vive un ex comisario que sin saber el problema que había en la canchita, salió a disparar. Le dio tres disparos a mi hijo por atrás, por la espalda. Por eso yo siempre digo que eso fue un gatillo fácil porque si hubiera sido un enfrentamiento de frente, hubiera sido otra la cuestión. Y empecé la lucha en la semana que me matan a mi hijo, a los ocho meses cerraron la causa porque él (ex comisario) trabajaba en los Tribunales de Córdoba, él estaba metido adentro de tribunales. Por eso yo siempre digo, la fiscal Liliana Copello de la 44 también es cómplice como este policía, Julio Roberto Pereyra, son los dos: el policía aprieta el gatillo pero la  fiscal no averiguó. Había un video también que era fundamental, ahí se veía todo. No apareció nunca, los testigos fueron comprados por el barrio a favor de él, porque fueron todos vecinos cercanos a él. La causa de mi hijo se cerró con un ‘le dieron en legítima defensa’. No tenían argumentos para hacerlo. Y acá sigo en la lucha porque sé que hay casos de chicos no solamente en Córdoba sino en todo el país y sigo acompañando a los familiares para darles fuerza. Es la primera vez que vengo a la marcha, fuimos invitadas por la mamá (Mónica) y acá estamos acompañándolas, dándoles fuerza a las otras mamás… hace un ratito escuchaba un caso nuevo de un pibe que había de Buenos Aires. Hay que seguir adelante”, invitó.
Por último, dio algunos detalles más: “Causa cerrada. No se puede apelar porque cuando se presentó el abogado a una apelación tampoco se la tomaron, vuelvo a repetir este policía trabaja en los tribunales de Córdoba, está adentro comprando los jueces, los fiscales”.
Brian Waiman tenía 16 años.


Rodrigo Sánchez

“Soy Gabriela Sanso mamá de Rodrigo Sánchez, víctima de gatillo fácil, asesinado por el policía Lucas Gastón Carranza de Córdoba el 19 de septiembre de 2015 en Colonia y Sagrada Familia, una avenida muy transitada. Era un sábado a la una y media del mediodía. Lo mató por la espalda con dos tiros certeros, uno en la cabeza y otro en la nuca. A los siete días de su muerte, yo salí a exigir justicia, a exigir las cámaras de monitoreo de la Policía de la Provincia de Córdoba y habían desaparecido. Me dijeron que las cámaras estaban mirando para otro lado. También pregunté cómo podía ser que el policía que mató a mi hijo tenía alto contenido de cocaína, marihuana y estupefacientes en sangre. Denuncié que fue una causa armada porque desaparecieron pruebas contundentes y le quisieron plantar un arma, yo sostengo que al arma no se la pudieron plantar porque cuando cayó al piso, mi hijo fue rodeado por gente, y murió instantáneamente. Vamos para los cuatro años y con muchas trabas, con dos intentos de cierres de la causa. A raíz de esta lucha y de no bajar los brazos, he conseguido y le he demostrado a la fiscal Jorgelina Gutiez que esto es una causa armada, ella se guía por un dermo test positivo. Sí, le dije yo, de un dermo test positivo en que a mi hijo se le encontraron cientos de partículas en la mano pero al policía miles, ¿por qué? Porque a mi hijo lo manipularon después de muerto y le pusieron la pólvora en la mano. Llegué al lugar y vi a mi hijo muerto a cinco metros. No poder llegar a él… estaba rodeado de policías. En estos años he recibido amenazas, que deje de romper los huevos, fotos de mi hijo muerto, me han mandado al messenger “negra de mierda, dejate de romper las pelotas que tus sobrinos van a terminar igual”. A los ocho meses yo decía “una cámara habla más que mil palabras” y las cámaras habían desaparecido. Al año y medio el primer sobreseimiento del policía, ¿por qué?, me fui a la fiscalía a preguntar cómo podía ser que el policía, que en su momento era un asesino por matar a mi hijo, se convertía en un delincuente porque había sido agarrado en un local de un shopping de Córdoba, de un local de Falabella robando una campera, al año y medio le exigí. Como le exigí cuando fue el primer intento de cierre de causa cuando el juzgado de control N°1 falló a mi favor. Después le hice una recusación a la fiscal para que deje la causa porque ella desde un primer momento cubría al policía, desde un primer momento lo protegió. Ella devolvió la causa, pero el fiscal de la Provincia obligó a que la vuelva a agarrar cuando yo no quería que ella termine con esto. Acá hubo un intento de robo y después el hecho de muerte.
El intento de robo fue juzgado hace un año y medio a la otra persona que estaba con mi hijo, él fue juzgado por robo calificado con portación de arma y en ese juicio se cae el arma, queda en robo simple. Entonces, le dije a la fiscal, si en este juzgado, este tribunal está entendiendo que no hubo un arma, ¿qué estamos buscando? ¿Por qué me lo dilata tanto?, ya tendríamos que haberlo elevado a juicio. En ese juicio tuve la oportunidad de defender a mi hijo públicamente ante ellos, ante un tribunal”, Gabriela tuvo que detener el relato porque la congoja le impidió sostener el ritmo, pero rápidamente se repuso para continuar: “Acá estoy en la lucha, agradecida por Moni, es la primera vez que vengo a Buenos Aires, agradecida por esta invitación y siempre le digo que es una gran referente para mí de la vez que la he escuchado hablar y he escuchado relatar la causa de Luciano, la verdad que hay que tener ovarios para estar parada y seguir, seguir adelante porque tenés hijos, tenés familia… aunque el policía no solo mató a mi hijo, siempre digo, mató a mi familia entera porque ya nada es lo mismo”. Rodrigo Sánchez tenía 17 años.
Romina, la tía del joven, agregó en otro momento de la movilización: “Buenas tardes, yo soy Romina, tía de Rodrigo Sánchez, asesinado el 19 de septiembre del año 2015 por el policía Lucas Gastón Carranza. Soy parte de la Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil de Córdoba”.
Sobre la causa judicial, explicó: “Ya lleva tres años y por el momento está cajoneada. Ha pasado por varias instancias, en un primer momento la fiscal Gutiez pidió sobreseimiento a este policía teniendo aun así las pruebas contundentes para poder llevar a juicio la causa nuestra, pero ella alega que fue… una defensa propia de parte de este policía, cuando no existió ningún tiroteo, porque si bien Rodrigo sí quiso robar una cartera, solo tenía en su poder unas bujías y no tenía armas, nunca existió. Venimos peleándola, luchándola en la calle como todos los familiares que creemos que es la única manera que tenemos para que esto se pueda visibilizar y que nuestras causas no queden cajoneadas por mucho tiempo, ni mucho menos que se cierren. Es muy importante para nosotros el acompañamiento de todos los familiares, nosotros hemos viajado desde Córdoba y nos reconforta eso. Sabemos que no somos los únicos, son muchísimos los pibes asesinados allá en Córdoba, están totalmente criminalizados los sectores populares por el simple hecho de ser pobres, los pibes no pueden caminar con total libertad por las calles. Siempre decimos: vamos en contra de un gran monstruo que no es solamente la Policía, los responsables que aprietan el gatillo, sino también el Gobierno y el Estado que son los principales responsables de todos estos asesinatos sistemáticos que ocurren. Cada 25 horas muere un pibe en manos de la Policía”, denunció.

Víctor Ávila 

Desde el camión de sonido, ya con la movilización en la plaza Luciano Arruga, los testimonios continuaron. “Soy hermana de Damián Víctor Ávila que fue fusilado en Moreno, Cuartel 5° por un prefecto de nombre Raúl Bonifacio, seguimos en la lucha. En febrero tenemos la primera audiencia, esperemos que salga todo bien, a seguir luchando, ¡ni un pibe menos, mucha fuerza!”.

Nehuén Rodríguez

“Orgullosa de poder estar en esta marcha junto con Mónica y por Luciano. Soy mamá de Nehuén Rodríguez asesinado el 15 de diciembre de 2014, ya tuvimos juicio el año pasado, fue condenado a tres años en suspenso, sigue libre y estamos en pedido de casación. Yo vengo en representación también de dos madres de La Boca, de Juan Pablo Kukoc, el caso de Chocobar y de Carolina Vila que es la mamá de Lucas Cabello, por el cual estuvimos repartiendo folletos porque los queremos convocar al juicio que se va a realizar de Lucas Cabello, es un chico que a los 20 años hace 3 años, el 9 de noviembre de 2015 le pegaron 3 tiros, quedó cuadripléjico, su vida nunca más va a ser como era antes, él tiene una nena muy chiquita y muchas dificultades de salud en este momento. Los convoco a todos los compañeros que puedan ayudar, a presenciar y a hacer fuerza para conseguir una justicia social en Talcahuano 550 el 12 de febrero a las 10 de la mañana, sería el día de inicio y vamos a estar con radio abierta con todos los compañeros que puedan acompañar. Les agradecemos para que el barrio de La Boca es muy golpeado porque es una de las Comunas que más chicos tiene muertos por la policía. Y nosotras podamos seguir luchando organizadas y dándole para adelante, para que estos casos sean cada vez menos y no más como suele pasar hoy en día… y por supuesto siempre en contra de la doctrina Chocobar y todos los pibes que mató la policía ¡Presentes! Gracias a todos”.



Sergio Ávalos

Mercedes, hermana de Sergio Ávalos (desaparecido en Neuquén en 2003) , habló de su caso y sumó el relato por el de Carlos Painevil (desaparecido en Río Negro en 2012): “Buenas tardes, soy Ávalos Mercedes, hermana de Sergio Daniel Ávalos, desaparecido en la provincia de Neuquén hace más de 15 años. La causa sigue prácticamente, como digo todos los años, en cero, a pesar de que después de 10 años logramos pasarla a la Justicia Federal; hace ya cinco años que la tiene la Justicia Federal y todavía no podemos lograr imputar a la Policía que estuvo en el boliche en el momento en que Sergio desaparece. Hoy la pelea es poder lograr imputar a esos policías, que el fiscal Cartier y el juez Villanueva acepten el pedido de la querella para poder saber realmente dónde está Sergio y encontrar a los culpables. Es una lucha que venimos teniendo distintos familiares de la provincia de Neuquén y de Río Negro, con otro caso también que justamente hoy no pudo venir que es Claudia Painevil, hermana de Carlos Painevil, de Allen, un taxista que desapareció hace cinco años; que también la Justicia está lenta y la familia todavía lo sigue buscando y lo sigue esperando. El accionar tanto de la Justicia y de toda la investigación nos deja tener a nuestros familiares como que desaparecieron hoy mismo”.

Darío “Iki” Julián

Anahí, del Movimiento Popular La Dignidad – La Matanza y de Casa Fuentes, se refirió al caso de Darío “Iki” Julián, asesinado por una disputa territorial en 2017: “Iki es un referente barrial de Villa Celina y toda Matanza. Su lucha comienza de muy chico, pero principalmente en el barrio por el cual le dan un tiro. Es principalmente por la lucha por las tierras del barrio. En su momento, como Vecinos Autoconvocados, frenaron un sistema ilícito con las tierras. Las tierras formaban parte de la Sociedad de Fomento de Villa Celina, por ende eran del barrio, pero la Sociedad de Fomento, que asumieron la dirección personas del barrio de modo fraudulento, personas que quieren llenarse los bolsillo y no trabajar para la justicia social en el barrio y brindar espacio a los pibes y a las pibas, cedieron estas tierras al IVC, que es el Instituto de Vivienda manejado por el PRO. En ese momento, Iki junto a los vecinos convocados frenaban toda construcción de vivienda. El IVC vende las tierras a una cooperativa de viviendas llamada Lozada que quiere venir a edificar en nuestro barrio. Empieza ahí su lucha más barrial por la cual recibe el tiro un año y medio después en una asamblea popular, en el jardín Juanito Laguna, que es un jardín comunitario del Movimiento Popular La Dignidad, primera construcción social y política en el barrio como Movimiento Popular La Dignidad. En esa asamblea recibe un tiro por parte de una persona que es mandada por la Sociedad de Fomento. Ésa es la violencia territorial que tenemos, porque luego sufrimos amenazas los compañeros y las compañeras que seguimos reclamando por nuestra justicia social, por más espacios para los pibes y las pibas, porque las tierras no son de ellos, son nuestras. El día lunes 28 nos convocamos en avenida Roca y General Paz para seguir reclamando justicia por Iki”.

Diego, víctima de Cromañón

Emilia, mamá de Diego, muerto de Cromañón, contó: “Mi hijo falleció el 30 de diciembre en la masacre de Cromañón ¿Por qué relacionarlo con el caso de Luciano Arruga? Primero, solidarizando con la causa. Segundo, que eran jóvenes que murieron en manos del Estado y en manos de responsables, como policías, inspectores, funcionarios, y en el caso de Luciano se da que también en la parte policial y acá se une mucho la parte del poder, la política y el Estado. Entonces, estamos cansados de a muertes de jóvenes y de no conseguir justicia. Nosotros hace catorce años que estamos marchando y el caso de Luciano me ayudó muchísimo porque es un vecino, yo soy parte de esta comunidad y no queremos más gatillo fácil ni chicos fallecidos por haber ido a un recital y que te lo devuelvan adentro de una bolsa negra por haber concurrido a un lugar que no tendría que no tenía las condiciones adecuadas para esa clase de actividad que se estaba haciendo. En el caso de Luciano, en la desaparición y todo el encubrimiento que también es la complicidad de la policía y del silencio del Estado que no sale a apoyar las causas justas y que vivimos todos los días. Todos los días tenemos gatillo fácil y encubrimiento por parte de la policía.
Como mamá, que se siente juntarse con otras mamás que les pasó lo mismo
Yo creo que es darnos un abrazo fraternal y decir “acá estamos”. Nuestros hijos ya no van a volver, pero seguimos por los hijos que siguen vivos, por los nietos, por los sobrinos, por los vecinos y para que esto no vuelva a ocurrir; creo que es una frase hecha, cada vez que hay un caso, siempre escuchamos de los familiares de la víctima “quiero que sea el último caso”, “quiero que esto no pase más”, y sigue pasando pero sigue pasando porque hay un Estado ausente y cómplice”, concluyó.

Cristian Marcelo

Desde el camión, habló Nicanor, papá de Cristián Marcelo: “Muy buenas tardes tengamos todes, esto es gratamente emocionante y gratamente valedero este tipo de visibilidad, este tipo de actividad. Hoy se está cumpliendo diez años de que Luciano no está en forma física, no está con la vida, pero está presente con el recuerdo que se le hace de forma continua y permanente. Porque no solamente se lo recuerda en la fecha, a nuestros seres amados y a nuestros seres queridos los estamos recordando en forma continua y permanente. Claro que también es la alegría de parte de la militancia. Tuvimos una compañera, Delia Garcilazo de Correpi, Coordinadora contra la represión policial e institucional, aprendí de ella la alegría de la militancia, que eso ayuda, porque el sistema capitalista utiliza la represión y la depresión en contra de nuestro pueblo explotado. Como también utiliza la pena de muerte o la muerte a través de la pena. Claro que esta es la parte muy nefasta que nos crea. Bueno, mientras vamos analizando y nos vamos secando las lágrimas, intentemos organizando y esto es lo que está ocurriendo acá. Nos unimos, nos juntamos, debatimos, nos ponemos de acuerdo y hacemos la tarea que hay que hacer. Lamentablemente, en cuanto a lo represivo, tenemos un gobierno y de hecho, todos los gobiernos, porque el Estado de todas y cada una de las represiones. Pero, estos personajes junto con la nefasta, la represora ésta, Bullrich y también nos plantean la doctrina Chocobar. Vale decir que si un represor no le gustó nuestra cara, no le gustó nuestra forma de caminar, no le gustó que seamos pobres, que seamos indios, que seamos negros, saca el arma y dispara, total tienen el aval del Estado, el aval de estos gobiernos, de gobernadores, de intendentes, que también son todos represores, o sea, que ellos también nos tienen odio. Lo que se llama el odio de clase, eso lo fui aprendiendo de forma muy reciente, y lógicamente, ellos son nuestros enemigos de clase, son los explotadores, nosotros somos los explotados, debemos organizarnos, como dijo el compañero Abelardo, para no seguir lamentando. Más tarde que temprano, vamos a ir por los represores y por los que tienen el poder y también tenemos que plantearnos la toma del poder. Lógico que debemos plantearnos de manera constante y permanente porque eso es lo que le da mucha esperanza a les compañeres. Que en un determinado momento no exista la represión, que exista otra cosa, que exista la salud libre, laica y gratuita, la educación también, libre, laica y gratuita, el esparcimiento, la fuente de trabajo, y por qué no, el ocio también es necesario, como es necesario el esparcimiento.
Soy Inika, papá de Cristián Marcelo que el 26 de mayo de 2004, allá por Villa Tesei, Hurlingham fue fusilado por la institución policial. Con el tiempo, eso que hablé de la represión y la depresión, uno también va viendo que no alcanza solamente analizando qué es lo que nos hace el Capitalismo, sino que también buscando la forma de recomponernos y de no andar dando lástima. Estoy organizado en Correpi y uno va haciendo lo que puede. Un agradecimiento a todas les compañeres que pudieron venir y a un montón de otres compañeres que no lo pudieron hacer, pero están con su conciencia puesta acá. Y también un agradecimiento solidario a todas y cada una de las organizaciones, con las cuales se pudo llevar a cabo esta gran jornada”.

Facundo Rivera Alegre

Viviana Alegre, mamá de Facundo, desaparecido en Córdoba capital el 19 febrero de 2012: “La causa está en Casación y no se mueve hace tres largos años, nunca encontraron nada de Facundo, imputaron a dos pibes hijos de una mujer narco que tiene amparo político y judicial, que le proveía la droga a una banda de cuarteto y a la custodia policial. Al empleado del cementerio lo absolvieron porque fue comprobado que (Facundo) no fue cremado. Deben seguir buscando a Facundo pero no lo están haciendo, nosotros vamos a hacer otra movida jurídica, por el hecho de que Facu sigue desaparecido, van a cumplirse siete años el 19 de febrero y hemos vuelto a tener amenazas. Hemos tenido “visitas” de gente de los servicios y a la semana de eso en Córdoba fue asesinada una mujer que se llama Daiana Moyano, que fue amiga de Facu, que fue testigo en la causa de Facu, que no necesariamente tiene que ver con la causa pero llama la atención. Estoy acá para acompañar a Moni y a Vane, a todo lo que ellas han hecho, que nos fortalecen y nos nutren mucho a todos”, destacó Alegre.

Construir para contagiar

Priscilla, del grupo de pibes y pibas del barrio 12 de Octubre (barrio de Luciano Arruga) y novia de Sebastián (hermano de Luciano), también habló en el acto: “La verdad es que siento mucha tristeza y estoy orgullosa de ser parte de esta marcha hoy, ya que lo vivo muy de cerca porque soy la novia de Sebastián, el hermano de Luciano. Me siento muy identificada desde que estoy con él, y me encanta ser parte de esta marcha”, contó. Además, habló del espacio recuperado, ex destacamento: “Ahora tiene talleres, tiene muchas actividades donde la gente puede ir gratuitamente y ser parte y aprender. Tiene maestros, clases de guitarra, una biblioteca popular, y la verdad que está muy bueno”. Durante el día, muchos familiares se refirieron a la posibilidad de imitar esta iniciativa y que los lugares de muerte de sus hijos o hermanos se conviertan en sitio de memoria. También lo piden hoy los familiares y sobrevivientes de Cromañón, ante la noticia de que la justicia busca restituir el lugar a sus antiguos dueños. Eso demostraron, una vez más, los Familiares y amigos de Luciano Arruga, los hitos, los sin precedente, deben multiplicarse por miles, son apenas un puntapié inicial, un impulso, una estructura en la que apoyarse.

*Participaron de la cobertura conjunta: Radio Zona Libre, La Retaguardia, Radio Presente, La Colectiva, Radio Sur, FM En Tránsito, FM Fribuay, La Vaca, Che Cultura y Canal Abierto.

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