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Lorena Battistiol declaró en la causa Campo de Mayo: “Estoy aliviada”

Escrito por el mayo 29, 2020


Esta semana se reanudaron las audiencias en uno de los tramos de la megacausa Campo de Mayo. Fue de manera virtual y con participación de público y prensa. En el juicio se agrupan secuestros y desapariciones de trabajadores/as de Mercedes Benz, Ferrocarriles Argentinos, Colegio Militar y Área 400, entre otras. Son 22 los genocidas imputados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 323 víctimas. 12 de ellos no tienen condenas anteriores. Una de las testigos de la audiencia del miércoles, Lorena Battiostiol, habló con La Retaguardia luego de la declaración por las desapariciones de su papá y su mamá, que estaba embarazada, por lo que aún busca a su hermano o hermana. (Por La Retaguardia)

🎤 Entrevista: Fernando Tebele
Redacción y crónica de la audiencia: Diego Adur
💻 Edición: Fernando Tebele

El miércoles, pasadas las 10 de la mañana, se inició una nueva audiencia en el juicio N°20 de la Megacausa Campo de Mayo. Se sesionó de manera virtual, con la posibilidadde asistencia del público y de los medios de comunicación. El TOF N° 1 de San Martín, integrado por las juezas Silvina Mayorga, Nada Flores Vega y el juez Daniel Omar Gutiérrez, presidente del Tribunal, estuvieron presentes en la sala junto a algunas de las partes. Fue la reanudación del juicio que había comenzado de manera oral y pública el 29 de abril del año pasado en los Tribunales de San Martín.
Hay 20 genocidas imputados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 323 víctimas: Luis del Valle Arce, Bernardo Caballero, Carlos Francisco Villanova, Miguel Ángel Conde, Carlos Eduardo José Somoza, Mario Rubén Domínguez, Hugo Miguel Castgano Monge, Arnaldo Julio Román, Santiago Omar Riveros, Eugenio Guañabens Perelló, Carlos Daniel Caimi, Luis Sadi Pepa, Ramón Vito Cabrera, Rodolfo Emilio Feroglio, Roberto Julio Fusco, Francisco Rolando Agostino,, Alfredo Oscar Arena, Carlos Javier Tamini, Federico Ramírez Mitchell y Luis Pacífico Britos. Raúl Guillermo Pascual Muñoz, que estaba imputado en este juicio y en de la represión a la Contraofensiva de Montoneros, murió impune el año pasado; También murió Benito Rubén Ángel Omaecheverría.

Tramo Ferroviarios

En la audiencia se escucharon los testimonios de familiares de víctimas en la causa conocida como Ferroviarios, donde están imputados los represores Carlos Javier Tamini, Carlos Eduardo José Somoza, Hugo Miguel Castagno Monge, Carlos Francisco Villanova, Luis Sadí Pepa y Santiago Omar Riveros. Se trató de diversos operativos realizados entre el 31 de agosto y el 5 de septiembre de 1977 donde un grupo de tareas secuestró trabajadores de Ferrocarriles Argentinos, junto a mujeres embarazadas y otros familiares.
El primer testigo de la mañana fue Roberto Landaburo, el hermano de Leonor Rosario Landaburo, quien se encuentra desaparecida. Roberto relató la historia del secuestro de su hermana ocurrido el 31 de agosto de 1977 a sus 25 años de edad y embarazada de 7 meses y medio, junto a su compañero Juan Carlos Catnich. Leonor fue secuestrada en su domicilio en el barrio de Flores de la Ciudad de Buenos Aires y Juan Carlos en los talleres del Ferrocarril Mitre de José León Suárez, zona norte del Gran Buenos Aires, donde trabajaba. También contó acerca de otros cuatro operativos de detención ilegal llevados a cabo por la Policía ferroviaria. Según su testimonio, su hermana fue trasladada al “galpón de El Campito” donde fue vista por Ema Battistiol. Luego agregó que Sandra Mosori, la hija de Battistiol, también vio a su hermana en El Campito.
Roberto aseguró que “varios trabajadores ferroviarios fueron secuestrados en esos días, entre el 31 de agosto y el 6 de septiembre”.
Sobre el destino de su sobrino o sobrina, declaró que tuvo conocimiento de una persona, Virginia, que en octubre de 1977 estuvo internada en el hospital de Campo de Mayo y vio allí a un bebé que habían llamado Federico, que era el nombre que Landaburo y Catnich le iban a poner a su hijo. Luego, señaló que sobre el bebé nacido en cautiverio “no tenemos ninguna noticia”.
Para cerrar, el testigo dijo: “Más importante que las condenas que puedan recibir los acusados es que se conozca esta historia, que los niños en los colegios sepan qué fue lo que pasó. Son crímenes que tienen que ser castigados. Eso se logra si se habla en las escuelas, en los centros sociales y donde sea para que esto no vuelva a pasar nunca más”.
Luego declaró María Esther Landaburo, hermana de Leonor. Ella contó cómo encontró el hogar que compartía con su hermana después de su desaparición:“Cuando llegué al domicilio había mucho olor a humo de cigarrillo y colillas tiradas. Fue una escena totalmente inusual ya que ninguna de nosotras fumaba”, explicó. La testigo dijo que tuvo conocimiento del destino de su hermana por dos sobrevivientes: “Ema (Battistiol) y Sandra (Mosori) la vieron, no sé en cuantas oportunidades, pero la vieron en El Campito”, señaló.
También declaró sobre el destino desconocido de su sobrino o sobrina nacida en cautiverio: “Leonor cursaba un embarazo de riesgo. Hizo reposo durante mucho tiempo. En el momento del secuestro estaba cursando el séptimo mes del embarazo. (En Campo de Mayo), Virginia vio a una supuesta asistente social que llevaba un bebé en brazos llamado Federico y era hijo de una presa de la cárcel de Campo de Mayo nacido en la primera quincena de octubre de 1977… Seguimos buscando a nuestro sobrino o sobrina. Fue un hecho cruel, dolorosísimo. Nos fuimos reconstruyendo para buscar a nuestro sobrino o sobrina. Tenemos una responsabilidad personal. Es lo que tenemos que hacer y lo que estamos haciendo. Es nuestra responsabilidad como tíos”, aseguró.
Las hermanas Battistiol
Por la misma causa, declararon dos testigos más: Lorena y Flavia Battistiol dieron testimonio por el secuestro y desaparición de su madre Juana Colayago, que cursaba un embarazo de 6 meses, y su padre Egidio Battistiol, ocurrido el 31 de agosto de 1977. En el mismo operativo fueron secuestradas la tía de las testigos, Ema Battistiol, y su prima, hija de Ema, Sandra Mosori. Ellas dos fueron liberadas una semana después, mientras que Battistiol padre, Colayago y su hijo o hija nacida en cautiverio continúan desaparecidos.
Luego de su declaración testimonial en la sesión por teleconferencia del miércoles, Lorena habló en el programa Oral y Público de Radio La Retaguardia. Allí dio detalles de las causas que abarca el juicio y remarcó la importancia de que el mismo se haya reanudado con esta modalidad virtual: “Este juicio es el número veinte dentro de la Megacausa Campo de Mayo. Comenzó el 29 de abril del año pasado con la caída de los trabajadores de Mercedes Benz y continuó con la desaparición de muchos trabajadores y militantes de la zona de Área 400, que es la zona de Zárate y Campana. Este año, cuando se retomaron las audiencias en febrero después de la feria judicial, nos habían ofrecido declarar el 18 de marzo o el 1 de abril. Vino la pandemia con lo cual todo aquello que estaba planificado se suspendió. Con buena voluntad, el Tribunal reactivó este juicio que tiene muchos imputados que llegan a juicio por primera vez en la historia. Era importante que se reanudara porque también la biología nos corre y hay imputadas personas que pasaron los 70 años”, destacó.
Lorena hizo un breve resumen de la historia militante de su familia y contó sobre los secuestros de su padre, Egidio Battistiol; de su madre embarazada, Juana Colayago; su tía, Ema Battistiol, y su prima, Sandra Mosori, ocurridos en la madrugada del 31 de agosto de 1977. “Mi viejo comenzó a trabajar en el ferrocarril en el ’74. Su militancia era en una Unidad Básica en Boulogne, cerca del cementerio. No tenemos datos de militancia de mi madre. El 31 de agosto (de 1977) se llevaron a mi familia: a mi viejo, a mi vieja con un embarazo de 6 meses, a mi tía y a mi prima Sandra, que tenía 13 años. Mi viejo era del (Ferrocarril) Mitre, de los talleres de José León Suárez. Ese mismo día, a eso de las 11 de la mañana, levantaron del taller a (Enrique) Montarcé y a (Juan Carlos) Catnich. Después fueron a buscar a sus esposas (Iris Beatriz Pereyra y Leonor Rosario Landaburo). Unos vivían en Don Torcuato y los otros en Flores. Ellos no militaban en la unidad básica de Boulogne. El contacto venía por el ferrocarril. Esa misma noche se empezaron a llevar de los talleres a los que eran de la línea Belgrano. Se llevaron a todas las familias”, manifestó Lorena.
Las hermanas Battistiol eran muy pequeñas al momento de presenciar el operativo. Lorena tenía 11 meses de edad y Flavia, 3 años: “Mi hermana tiene algunas imágenes de lo que pasó esa noche. Recuerda un sonido muy fuerte que fue cuando entraron tirando la puerta abajo, Mi prima se asustó muchísimo y gritaba. Mi hermana recuerda que nos dormimos y después nos volvimos a despertar con los gritos de mi prima que vio cómo le estaban pegando a mi papá, a eso de las 6 de la mañana cuando volvió de trabajar. Nos recuerda sentadas como arriba de unos pilares, que podían ser los de la casa de una vecina donde nos dejaron después. Mi abuela (María Ángela Lescano) nos fue a rescatar y fuimos con ella a hacer la denuncia a la comisaría”, dijo Lorena.
La búsqueda del hijo o hija del matrimonio Battistiol-Colayago
Las Battistiol aún continúan con la búsqueda de su hermano o hermana, que debería haber nacido alrededor de 1977: “Tenemos el relato de mi tía y de mi prima. Durante 5 días ellas permanecieron en Campo de Mayo. Después las liberaron y no la vieron más a mi mamá. Sabemos que en Campo de Mayo, ya para la altura que cayeron mis viejos, a las embarazadas las trasladaban al Hospital Militar para hacerles cesáreas programadas. No tenemos ningún testimonio que nos hable de mi vieja pariendo”, compartió.
Lorena, integrante de Abuelas de Plaza de Mayo, pidió que se aproveche el tiempo en casa al que nos expone la cuarentena para reflexionar sobre nuestra historia y si tenemos algún dato o dudas acerca de nuestra identidad nos comuniquemos con Abuelas: “Como parte de Abuelas de Plaza de Mayo y con motivo de la pandemia y cuarentena, estamos motivando una campaña de reflexión: Quienes tengan un dato pedimos que nos ayuden a las familias que seguimos buscando y que escriban a denuncias@abuelas.org.ar. Si alguien tiene dudas y quiere conocer su historia y saber quién es, el mail es dudas@abuelas.org.ar”, informó.
Siguen las audiencias
Todos los miércoles y de manera virtual el TOF N° 1 de San Martín seguirá escuchando testimonios de sobrevivientes y familiares de desaparecidos y desaparecidas. Así como en esta Megacausa hay genocidas que enfrentan su primer juicio, también hay personas, sobrevivientes del horror de Campo de Mayo, que brindarán su testimonio por primera vez de lo sucedido en aquellos días: “En Campo de Mayo pasó muchísimo terror. Así como mi prima y mi tía pasaron muchísimos años si darse a conocer como sobrevivientes de Campo de Mayo, varias de las chicas que van a declarar en este tramo de Ferroviarios es la primera vez que lo harán. Son sobrevivientes que llevan en su cuerpo las huellas del maltrato y de las aberraciones que tuvieron que sufrir en Campo de Mayo”, mencionó.
Por último, Lorena Battistiol analizó las sensaciones que le generó el hecho de haber podido brindar su testimonio en el juicio: “Sentí el desplome, la relajación. Venía durmiendo muy mal, muy agotada de leer todo el día para recordar cosas para decir en la declaración. Estuve en un estado anímico muy triste. Hoy ya estoy aliviada. Ahora ya estamos acompañando la siguiente declaración del miércoles de viene”, concluyó.
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