“Lo que pasó es que teníamos una clase de ESI y en medio de la clase se puso un video que mostraba cómo era el aborto demasiado exageradamente. Un video fuerte, donde gritaban, y eso puso muy mal a varios de mis compañeros. Para colmo después dieron sus opiniones, y no dejaban mucho poner otra opinión. Solo hablaban de la opinión en contra. Terminan confundiendo, asustando”, relató el adolescente de 13 años, de quien preservamos identidad. También nos pidió que no se publicara el nombre de la escuela a la que asiste.
Consultado acerca de las posibilidades de expresar su posición, respondió: “Hubo una especie de debate pero era muy injusto, yo intentaba dar mi opinión pero eran dos profesoras, era muy complicado”, y describió muy claramente la desigualdad de poder: “la profesora enseña, es el grande, el superior. Nadie quería oponerse a la profesora”.
En cuanto a las emociones que despertó en sus compañeras y compañeros la exhibición del video, expresó: “Para mí no fue tan fuerte porque estoy un poco más informado de las cosas, pero otros compañeros se quedaron asustados, además la profesora hizo ciertos comentarios muy fuertes: que el feto tenía sentimientos, que estaba asustado y se movía por eso. Cosas fuertes que no creo que debería decir”.
Consultada por La Retaguardia, la médica generalista Viviana Mazur, quién además coordina el Postítulo de ESI del Joaquín V. González, se refirió al hecho: “Me parece increíble que haya una docente que pueda haber pasado eso a los niños. Yo trabajo con docentes que están sumamente comprometidos con que a les niñes les llegue toda la información que necesitan para poder garantizar sus derechos. En primer lugar, el derecho a la información científicamente validada, desprejuiciada. Y este video es exactamente todo lo contrario. Es fatalmente mentiroso, intolerable. Yo pienso en mi formación como médica, y que si me lo hubieran pasado siendo adulta me hubiera perturbado. ¿Qué puede tener en la cabeza una docente que le pase a niñes un video de este tipo? Es perturbador y yo creo que tiene que ser calificado como tortura psicológica porque produce un sufrimiento en quienes están en un momento de crecimiento y formación de su propio ser, que es tan importante. El video tiene una enorme maliciosidad y encima usa imágenes para explicar algo que no se explica de ninguna manera por lo que dicen que sucede. Es muy cruel, pienso en los y las niñas que han tenido que ver ese video y en qué nivel de perturbación les ha generado”, aseveró contundente.
Mazur se refirió a los argumentos que utilizan los sectores antiderechos: “El otro día escuchando exposiciones en la Cámara de Diputados pensaba: no pueden mentir con tanta ligereza en el Congreso de la Nación, hablando para toda la población. Uno puede desconocer, pero no puede ocultar y mentir tan alevosamente”.
Las mentiras del video
En cuanto al procedimiento que muestra el video, expresó: “Lo que sucede en ese video es que se produce una interrupción del embarazo por una aspiración eléctrica que no es un método que se utilice en nuestro país. Acá, en primer lugar las interrupciones de los embarazos se realizan con medicamentos, lo que produce contracciones y una expulsión como si fuera un aborto espontáneo. Lo otro que es terriblemente cruel y ejemplificador de la tortura, es que a la mujer a la que le hacen el procedimiento no le ponen anestesia. Y diría que también hay un foco en el sufrimiento y en el dolor que la mujer percibe. Lo cual es muy mal intencionado, porque cuando se realiza una práctica instrumental como puede ser una aspiración, que no se hace de manera eléctrica, si no que es una aspiración manual con unas jeringas, se le coloca a la mujer anestesia en el cuello del útero, y aparte se les da un tranquilizante y un analgésico para que esté tranquila y no tenga dolor. Después se muestra un feto que se dice que es de 13 semanas, pero el tamaño y la conformación de lo que se muestra es de más semanas. Cuando nosotros estamos hablando del aborto legal, seguro y gratuito se está planteando de hasta 14 semanas. Se sabe que el sistema nervioso del embrión no está conformado inicialmente, y si lo estuviera, sería de una manera muy precaria, que para que se transmita un impulso nervioso, por ejemplo el que trasmite el dolor, o que implique un movimiento voluntario, tiene que haber un recubrimiento en las extensiones de las células nerviosas que se llaman axones, y ese recubrimiento solo aparece a partir de las 20 o 24 semanas. O sea que no hay posibilidad de sensibilidad, lo que hay son movimientos reflejos. Por lo tanto, interpretar, en todo caso, los movimientos reflejos que hay en el líquido amniótico, al interior del útero, en un embarazo con un feto o con un embrión, interpretarlos como movimientos voluntarios, es de un grado de ignorancia de malicia importante. Está claro que el problema no es que desconozcan, sino que usan imágenes, las tergiversan para amedrentar, para asustar, para provocar un sufrimiento que finalmente pueda hacer que las personas no sientan empatía con un proceso de lucha que lo que está reclamando es la libertad de las mujeres y de las personas con capacidad de gestar para decidir sobre lo que sucede en sus propios cuerpos. Para luchar contra el sentimiento que genera la libertad, tienen que recurrir a estos mecanismos tan increíbles”.