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Crónicas del juicio-día 20- Los testigos de la nada

Escrito por el abril 1, 2021


Dos testigos convocados por las defensas, aportaron poco y nada a las partes acusadoras, pero tampoco ayudaron a las defensas de los imputados. Alberto Jue pasó toda la dictadura en Campo de Mayo como bombero, pero asegura que no vio nada “de lo que comentan”. El testigo con Covid-19 que declaró velozmente. El testigo se negó a conectarse. (Por La Retaguardia/El Diario del Juicio*) 


🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Diego Adur

✍️ Texto: Paulo Giacobbe

💻 Edición: Fernando Tebele

👆📷 Foto de portada: El testigo Jue no vio nada en Campo de Mayo, aun cuando revistó allí como bombero durante toda la dictadura

Alberto Ángel Jue, en su corta declaración, va a prender un cigarrillo atrás de otro. No menos de cinco en alrededor de 45 minutos y no son ni las 11 de la mañana. “Las funciones mías eran netamente profesionales de bomberos y yo fui al Batallón de Aviación 601 cuando se inició, con la jerarquía de cabo, a través de los años, no sé precisar cuántos, mi función en bomberos era encargado en depósito y tenía horario administrativo, entraba a las 8 y me retiraba a las 14”, dijo al comienzo de su declaración el testigo propuesto por la defensa del imputado Luis del Valle Arce.
Después de quince o veinte años, Jue se retiró en ese destino, Campo de Mayo. Había ingresado a la Policía Federal en 1967 y al poco tiempo, “debe haber sido por los años 70, 71 o 72”, ingresó a Bomberos. “El servicio que prestaba era, cómo decirle…, hacer la prevención de incendios en todo el Batallón, ya sea de aeronaves que volaban, que salían, que volvían. También teníamos con Policía Federal las vías del ferrocarril. Esa era la función de bomberos”. Dijo que dependían de la Federal y que las órdenes se las daban dos comisarios, nunca personal del Ejército. Puede ser. Pero durante el Terrorismo de Estado la verticalidad no terminaba en la Policía. 
Jue pasó toda la dictadura cívica militar eclesiástica en Campo de Mayo, se jubiló ya en democracia. Durante ese tiempo no vio absolutamente nada. Un prodigio clásico de época. “Todo eso que se ha comentado yo no lo he visto”. Dijo que el Ejército tenía personal civil pero que él no tenía contacto. Tampoco nunca vio personas detenidas, ni esposadas, ni encapuchadas, ni nada. No vio ingresar camiones de sustancias alimenticias a la pista, ni vio vehículos particulares, solo del Ejército.
No recordó ningún avión de marca Fiat ni ningún avión que se pareciera a un Hércules. “Estaba prácticamente metido en la oficina, todo el día ahí”. Tanto los aviones Fiat G-222 y Twin Otter que fueron utilizados en los vuelos de la muerte que salieron de Campo de Mayo continúan aún en esas instalaciones del Ejército Argentino y este mismo tribunal ordenó su preservación con el fin de obtener pruebas. Pero el bombero Alberto Ángel Jue nunca los vio. Lógicamente, tampoco vio nunca montoncitos de ampollas de Ketalar, droga que posiblemente fuera utilizada para adormecer personas en los vuelos y que a otro testigo de este juicio le llamaron la atención. Es más, ni siquiera quedó claro si podía identificar las cabeceras de pista. Aceptó, eso sí, la existencia de otra pista. 
Vio, sí, patrulleros de la Policía Federal porque “periódicamente teníamos inspecciones y directamente ingresaban al cuartel”.
En cuanto a la rutina, recordó que desde las ocho de la mañana “había mantenimiento de aeronaves, despegues, vuelos de práctica, hasta el mediodía”. Después de las catorce horas se iba a su casa, no dormía en el cuartel ni hacía guardias de noche. Pero reconoció la existencia de  “vuelos nocturnos” y los consideró de práctica. “Algún compañero me pudo haber dicho que había vuelos nocturnos”, en alguna rueda de mate. Pero no los vio porque, como el testigo se preocupó en subrayar: todas las noches dormía en su casa. En esas mismas charlas pudo haber escuchado sobre “movimientos extraños”. Tampoco recordó si alguna vez recibió la orden de no mirar o guardarse.
“Nosotros a las seis de la tarde terminábamos las actividades”, desde ese momento, según Jue, se cerraba el hangar y se preparaban las autobombas para que estuvieran listas para el día siguiente. “Después se apagan las luces, no había pista, no había luces, no había nada. Entonces estábamos en el medio de la nada, en la oscuridad. Teníamos las luces del cuartel nuestro nada más, que nos alumbraba los dormitorios, los baños y todas las instalaciones”, el testigo que se iba todos los días a las 14 horas y nunca se quedaba de noche describió de ese modo al cuartel de Bomberos cuando caían las sombras. Pudiendo concluir entonces que “Bomberos estaba ajeno a todos los movimientos que pudieran haber de noche en el Batallón”. 
El cuartel de bomberos tenía una cantina con pool y vendían diferentes provisiones a los conscriptos. Según uno de los testimonios, eso ocurría también de noche. El bombero de la Policía Federal brindó una extraña y contradictoria versión: “La gente se reunía después de que se terminaban las actividades. De Ejército no venía nadie a la cantina. No he visto soldados, yo me iba a las 14 horas, si iban soldados irían a la noche”. Y luego “la cantina era interna de bomberos, era muy difícil que fuera gente extraña o que no fuera de Policía Federal”. 
“Las funciones mías eran netamente profesionales de bomberos y yo fui al Batallón de Aviación 601 cuando se inició, con la jerarquía de Cabo”, había dicho al principio, apenas pitado el segundo cigarrillo. Por eso el fiscal Marcelo García Berro le pidió que recordara dónde había cumplido funciones. “No presté servicios en aviación, presté servicios en el cuartel de Policía Federal”, aclaró Jue. 
¿Con el comando de aviación de ejército no tenía nada que ver? -quiso asegurarse García Berro.
Para nada, señor.
  
Por falta de comida u otro motivo

El otro testigo, también propuesto por la defensa de Luis del Valle Arce, fue más breve. Walter Ernesto Negri aclaró que si tosía durante su declaración lo disculparan porque tenía Covid-19 y 39° de fiebre. Ese mismo día por la tarde tenía turno con el médico. Ni abogado ni tribunal sabían de su enfermedad. Negri de todas formas quiso declarar. 

El testigo hizo el Servicio Militar Obligatorio en Campo de Mayo, un año, “Del 76 para el 77, ¿no?, terminé la secundaria y entré en abril del año siguiente”. Se puso a sacar cuentas y pudo haber estado confundido. “Lo hice a los 18, soy del 58”.  
“Estaba a cargo de la mercadería para el rancho de tropa”. Dijo que llegaban camiones con carne y verdura, pero no supo decir si eran camiones frigoríficos. No conoció ni vio la pista del Batallón. Realizó pocas guardias en la puerta de entrada sobre Ruta 8, dijo. En ese ingreso no podían entrar vehículos, aseguró, así que difícilmente podría haber visto alguno entrar. No escuchó rumores sobre vuelos nocturnos ni vio gente detenida ni encapuchada. “Nosotros, la parte de servicio en ese momento, no sé si por falta de comida o qué se yo, después de la instrucción, salíamos todos los días a casa y después había que estar otra vez a las cinco de la mañana allá”.  Pasado el mediodía ya no estaba en Campo de Mayo. 
El juez Walter Venditti le agradeció a Negri por dar testimonio en su condición y le deseó una pronta recuperación. Su declaración no duró ni veinte minutos, pero la del siguiente testigo será más breve todavía: cero minutos, cero segundos. No hubo forma de convencerlo de sumarse a la sala virtual. Eso sí, las gestiones infructuosas duraron casi cuarenta minutos de charlas con su hija. Finalmente, todas las partes aceptaron incorporar el testimonio por lectura. Nery Fleytas, el tercer testigo de la jornada, logró salirse con la suya y no se conectó.
Los neutros y el oceanógrafo
Sobre el cierre, el fiscal García Berro se refirió a dos testigos que se habían negado a recibir la citación policial: Leguizamón y Miguel Ángel Hait. El fiscal dijo que se presentará personalmente en la casa de ambos para convocarlos.  
Al finalizar la audiencia, García Berro habló con La Retaguardia y explicó su interés por ubicar a ambos testigos: “El esfuerzo se concentra sobre quienes han hecho los mayores aportes, uno de ellos es Hait y otro de ellos es esta persona de apellido Leguizamón que dio una declaración que para nosotros es bastante importante”. Aunque consideró que “los vuelos y la operativa siniestra está perfectamente probada con los testigos que han sido convocados hasta ahora, que efectivamente hacen aportes decisivos e importantes, que vienen a avalar todo lo que ya han dicho otros testigos”. En ese sentido, consideró que restará escuchar otros testimonios “por otros temas, vinculados al hallazgo de los cuerpos de las víctimas”, personal del Ministerio de Defensa y relacionados directamente con los casos del juicio. 

García Berro también analizó los testimonios de la jornada: “Son testigos neutros, que nada pueden decir. No aportan nada que invalide nuestra postura y a la vez tampoco aportan nada para la defensa. Traer un testigo para decir que no vio nada, la verdad que no tiene tanto sentido”. En cuanto a Fleitas, cuyo testimonio será incorporado por escrito, dijo que “tampoco agrega nada, por lo menos lo que surge de su declaración, prestada en San Martín hace algunos años. Menciona rumores pero no da aportes significativos”. 
García Berro dijo: “Este señor perteneció al Batallón y definitivamente está comprobada la presencia de esta persona en los años que mencionó el testigo”. Para el fiscal García Berro, el oceanógrafo Varela Gorriti no podría declarar como testigo “sin una postura de autoincriminación, que está prohibida por la Constitución. La única posibilidad que cabría es iniciar algún tipo de investigación para conocer la responsabilidad de esta persona respecto de lo que ha sucedido en Campo de Mayo”, luego se esa investigación, podría quedar imputado. 

*Este diario del juicio por los Vuelos de la Muerte de Campo de Mayo, es una herramienta de difusión llevada adelante por  La Retaguardia medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores/as independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://vueloscampodemayo.blogspot.com/



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