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Los próceres de Milei: de Alberdi a Benegas Lynch

Escrito por el octubre 5, 2023


¿Quién es Alberto Benegas Lynch? Además de compartir el cierre de la campaña con Javier Milei, procede de un entramado familiar con bastante de casta, pero que tiene cruces incluso con el Che Guevara.

Redacción: Sergio Zalba
Edición: Valentina Maccarone / Pedro Ramírez Otero

Los Guevara y los Lynch vivían en California, Estados Unidos. Allí se conocieron a principios del siglo XIX. 

Tras la caída de Juan Manuel de Rosas, en 1852, ambas familias se instalaron en Argentina: los Lynch en Buenos Aires y los Guevara en Mendoza. Pero al poco tiempo, la Universidad y los viñedos provocaron un reencuentro. Roberto se casó con Ana y Guillermo con Eloísa. Los hermanos Guevara se casaron con las hermanas Lynch. Roberto y Ana fueron los padres de Ernesto Guevara Lynch, progenitores del Che.

Por su parte, Alberto Benegas Lynch (padre), era primo hermano de Ernesto Guevara Lynch, mientras que Ana, la abuela de Ernestito, era hermana de la abuela materna de Alberto Benegas Lynch (hijo). Así lo explica este último, quien actualmente es doctor en Economía: “En mi familia se ha hablado bastante del Che, ya que mi padre era primo hermano del suyo. El abuelo del sujeto de marras era una persona excelente, Roberto Guevara, casado con Anita Lynch, hermana de mi abuela materna. En tren de genealogía, consigno que soy más Lynch que Benegas, dado que tanto mi padre como mi madre descienden de dos de los hijos de Patricio Lynch, de quien desciende también el Che”.

El entrecruzamiento de apellidos y la repetición de nombres fue bastante común entre las familias patricias. A casi nadie le gustaba quedarse afuera del círculo rojo, lo que generaba una cierta endogamia de clase. 

El caso de Ernesto Guevara de la Serna fue un “tiro por la culata” que no pudieron prever. De ahí que los Benegas Lynch no tengan más remedio que reconocer tal error para decirle al mundo cuán diferentes se puede ser. Y para sellar a fuego esa diferencia, como anticipación de la actividad revolucionaria del Che, Alberto Benegas Lynch (1909-1999) fundó, en 1957, el Centro de Estudios sobre la Libertad (liberalismo) en Argentina. Debía hacerle honor a la máxima preferida de Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos: “El precio de la libertad es su eterna vigilancia”. Además, para que esa libertad esté bien vigilada, durante los primeros años de la llamada Revolución Libertadora, tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón, se había desempeñado como ministro plenipotenciario de la embajada argentina en Washington.

El 11 de julio de 1940, el economista Alberto Benegas Lynch tuvo un hijo. Lo llamó Alberto Benegas Lynch y selló, sin titubeos, su mandato paterno. Con los años, su hijo accedió a dos doctorados: al de Economía y al de Ciencias de Dirección. También, como su padre, construyó un think tank: Fundación Libertad y Progreso. Desde ese espacio, al que catalogan como “centro de investigación en políticas públicas”, hoy se elaboran casi todas las propuestas de La Libertad Avanza. Allí, se escriben buena parte de los textos que Javier Milei expone. Todos los temas: económicos, políticos y sociales. Desde la venta de órganos, pasando por los vouchers para la educación, la reforma previsional, la eliminación del Banco Central, la dolarización y el valor absoluto de la libertad individual por encima de cualquier cosa que huela a bien común están allí, académicamente redactados y obscenamente justificados.

Pero hay más. Falta mencionar a “Bertie”, sobrenombre que recibe el tercer Alberto Benegas Lynch, nieto del exministro de la dictadura del 55 y asesor de José Alfredo Martínez de Hoz en 1976. Él es quien, entre otras misceláneas, afirmó en un reportaje: “Me cuesta digerir que seas peronista, o no sos bueno o no sos inteligente”. Y esta otra lindura: “Es (el Congreso) un aguantadero de delincuentes que tienen fueros”.

No queda muy claro cuál es la maestría que ostenta. Sin embargo, tiene un título otorgado por la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE). Instituto que, curiosamente, fundó y dirigió su padre. 

Además trabajó para el Banco Santander y como director general de Universia Argentina, una especie de “bolsa de trabajo” para egresados recientes de muchas universidades financiadas por el mismo banco. Hoy es el primero en la lista de candidatos a diputados nacionales por La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires. 

“Los Benegas Lynch son mis próceres”, afirma Milei. Son el puente hacia Juan Bautista Alberdi, su máximo referente histórico y hacia la escuela austríaca de economía, promovida incansablemente por Alberto Benegas Lynch abuelo.

No sabemos si Javier Milei llegará a la presidencia. Pero el benjamín de los Albertos, salvo algún extraño giro de la historia, será diputado nacional. Será el primero de la dinastía en ocupar un cargo electivo. Y, curiosamente, se trata del más alejado de la cosa pública y quien guarda menos pergaminos.

Tal vez, cuando despertemos de esta pesadilla, algún otro Lynch aparezca en la escena nacional. Bueno sería que en esa oportunidad, se parezca más a los Guevara que a los Benegas. 


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